viernes, octubre 31, 2008

Alí Primera, maestro de las luchas revolucionarias…



Por: Alí Costas Manaure

Se conoce a gran escala como el simple cantor. Y hasta dentro de la misma "izquierda" como el fondo musical de los actos. Y hasta en los peores casos como el que "me gusta como canta pero no comparto sus posiciones políticas". Lamentablemente, este punto de vista también defendido por "supuestos izquierdistas y/o comunistas". Esta visión es absolutamente simplista en la figura de Alí Primera.

Nacido en Coro el 31 de Octubre de 1942, con un padre policía, muerto meses después de nacido Alí y una madre campesina emigrando de la sequía coriana. Se nutre de los valores humanos de los campesinos paraguaneros que "siembran en seco, porque quizás llueva después". Su niñez se ve encantada por las atarrayas pesqueras que te cantan a la luna para que la pesca de mañana sea mejor. Se forma en el sentir del trabajador. En su juventud viaja a Caracas para estudiar, ya influenciado por la Revolución Cubana, el conflicto vietnamita y algunos familiares y amigos; se incorpora en la Juventud Comunista de Venezuela, animado por su hermano “Monche”. Allí, Alí comienza a liderar los espacios culturales juveniles y se inicia desde la JC lo que se llamaban "la toma de Caracas". Esta toma consistía en una carpa itinerante que viajaba por los barrios caraqueños, donde llevaban arenga política, canto, pinturas, cosa que le permitió conocer de cerca la realidad del proletario caraqueño que le decía "adiós muchachos valientes, salúdenme a los Machado" con lágrimas en los ojos por haberlos visto. "Yo vi llorar a un viejo…"

Al tiempo, luego de su “viaje”, que termino siendo un autoexilio, Alí se separa de su afiliación al PCV, y se va como muchos otros jóvenes en desbandada al naciente MAS, en medio de la manipulación derechista que en el momento no se vislumbraba. Alí dura muy poco dentro de esta organización, pues se comenzó a prever como una organización reformista que buscaba ser piso político de unos líderes que negociaban cuotas de poder junto de la derecha fascista. A pesar de esto, jamás en toda su vida renuncio a los principios y conducta Marxista y Leninista, a pesar de que algunos dogmáticos no lo quieran entender.

"Yo soy un Marxista Leninista que le gusta que su madre lo bendiga. Siempre he dicho "Dios los bendiga, Bolívar y Lenin los guíen".

Entendió, que el proceso unitario va más allá de los carnés políticos. Que la vía venezolana al Socialismo se debía construir con una amplia alianza que tuviera un fundamental interés antiimperialista. Y de allí nace su posición bolivariana. Cuando aquí solo se utilizaba a Bolívar como retrato que adornaba despachos, Alí estaba en la calle practicando lo que Bolívar expresase. Cuando aquí en Venezuela era "subversivo" hablar del pensamiento bolivariano, revolucionarios venezolanos estaban en las montañas alzando los fusiles guiados por el pensamiento Bolivariano.

Alí ciertamente era cantor. Un Cantor que entendió que el canto era una herramienta política, que lo vinculaba a la acción concreta en la calle.

A principio de la década de 1980, Alí, comienza a pensar en la unidad revolucionaria, a lo cual propone crear lo que se llamo los CUP (Comité de Unidad del Pueblo) espacios con una estructura leninista, de unidad de los movimientos progresistas para el intercambio político y de acción, pero además de fuerza política que se convirtiese en vanguardia unitaria de todos estos sectores. Participan en los CUP cuadros del PCV, del MEP, de la Liga Socialista, algunos del MAS, y hasta miembros de la base adeca y copeyana.

En esta década el movimiento cultural venezolano comienza a ser impulsor del movimiento revolucionario decaído por la derrota guerrillera, traiciones, masacres, etc. Y se va convirtiendo en potencia movilizadora del pueblo. Allí participaban cantores como Gloria Martín (La Madre Cantora), Lilia Vera, Los Guaraguaos, El Grupo Ahora, Tilo Clara, La Chiche Manaure, Jesús Gordo Páez, Carlos Ruíz y un ejército de cultores que buscaban un objetivo político y lo cumplían.

Por ejemplo es casi poco sabido, o recordado, el Caso del Cerro Galicia del Edo. Falcón. Un Parque Nacional que pretendía ser tomado por el gobierno de entonces para la construcción de parques de diversión, pistas de hielos, hoteles, centros comerciales con la excusa del "desarrollo turístico". Este movimiento de Cantores detuvo este "proyecto" con la movilización popular. Igual paso con el proyecto del puente que uniría al Edo. Sucre con la Isla de Margarita, de allí la canción "Isla y Piragua". También la "Campaña de una navidad sin presos políticos", la denuncia de los casos de Cantaura, la Solidaridad con Nicaragua, con el Salvador y Guatemala que vivían en pleno conflictos armados, solidaridad con el heroico pueblo vietnamita y el colombiano. Es decir el movimiento cultural liderado por Alí, se convierte en espíritu esencial de la política revolucionaria.

Por eso lo matan.

No cabe la menor duda, que su "sospechoso accidente" fue provocado, con la "casualidad" que semanas antes tuviese una serie de atentados y amenazas. También con la "casualidad" que un mes después asesinaran impunemente al Camarada Hemmy Croes, líder obrero de la hoy liquidada C.U.T.V., y tiempo después la terrible Masacre de Yumare. Todo un plan de liquidación en cadena y selectivo liderado por los gobiernos "democráticos" de lo que se ha calificado la IV República con su falsa y fascista democracia.

Pues es así como Alí Primera va más allá del ser artista, y de cómo se convierte el canto en arma de la lucha revolucionaria, tan válida como una tribuna congresual o como un fusil. Y como decía Alí, "en esta sociedad, si realmente sentimos al pueblo, debemos ser un guerrillero, en el sentido en que luchamos con nuestras conciencias y combatiendo por no dejarnos engañar, por lo que dicen a través de la televisión, porque la burguesía es propietaria de esos medios, y si la burguesía es propietaria de esos medios jamás hablara a través de esos medios a favor del pueblo, sino a favor de la alta burguesía …"

Alí, nosotros jóvenes comunistas, no solo te recordamos, sino que nos acompañas en la lucha por el Socialismo que siempre soñaste sembrado en la Patria bolivariana; su dignidad, la que defendiste con la frente en alto hasta la muerte.

Eres ejemplo de los comunistas y de los revolucionarios que no se venden por prebendas, de los que no se arrodillan ante el poder, de los que no se creen dueños de parcelas políticas y luchan por la unidad; estas al lado de quienes unen corazones, fusiles y puños combativos.

" no creo en el Marxista- Leninista que apenas tiene una relación intelectual con Marx y con Lenin" Alí Primera.

“…en un barco que zarpa, hacia el alba, quien toca el arpa, animará al que rema…” Buena Fé.

EL ÁRBOL DE LA ETERNIDAD*

*Tomado de "ALÍ PRIMERA: CUANDO CANTA LA DIGNIDAD"
Autora: LA CHICHE MANAURE

El 11 de febrero de 1985, Alí Primera se encontraba en la ciudad de Maracaibo atendiendo una convocatoria, que por el Día de la Juventud, tendría lugar en la Plaza de La Victoria. Fue un acto auspiciado y organizado por el Vicerrectorado Académico de la Universidad del Zulia. En el marco de esta actividad se dirige al pueblo zuliano, y a la juventud en particular, por el programa "Reseña Revista Radial 13.90", de Radio Selecta. Transcribo, textualmente sus palabras:

"Yo me considero joven. Pienso que me puede dar reumatismo en los huesos, pero en el espíritu, no. Y considero joven a Luis Beltrán Prieto Figueroa. Consideré joven siempre a Aquiles (Nazoa), a César (Rengifo). Considero joven siempre a todo hombre que sueña y lucha por hacer posible sus sueños, que lucha por ser siempre creativo, por ser siempre fértil en este mundo.

Ser joven es un compromiso con esa condición de joven y con el significado que tiene para cualquier país su juventud, y para el mundo la juventud entera. Yo no quiero decir eso nada más que para halagar a los jóvenes -porque no es un problema de venir a halagarlos y de hacerles una canción para que se solacen como jóvenes- no. Yo vengo a llamarlos a comprometerse, a que asistan a las cosas por principio, no por curiosidad.

Yo vi un programa de un canal, que yo lo digo y lo diré siempre que pueda, un canal que es detestable. Que es la principal arma del desarraigo de la juventud venezolana, que es el Canal 4 (Venevisión), y cuya programación es 98% norteamericana, hasta los programas deportivos. Y realizó en la Universidad de Mérida un acto el sábado pasado (Sábado Sensacional) donde decían, por ejemplo, que Mérida era la ciudad de la juventud y había una cancioncita, de esas canciones babosas que escriben manipulando, tratando de halagar al joven para en esa misma forma mediatizarlo, donde decían " los jóvenes que sueñan con el mañana, trabajan y estudian en un ambiente de paz y libertad" y el 2% de los muchachos- más nadie, porque la plaza estaba abarrotada, estaba llena- eran los que movían las manos y aplaudían. Es decir, fue más o menos un 80% a curiosear. Pero, de todas maneras llenaron la plaza y eso es lo terrible. Llenaron la plaza para ser manipulados en la imagen de un programa que es terriblemente evasivo de la realidad, evasivo con la realidad, y por supuesto, adormecedor.

Yo traigo a colación esto porque quiero repetir que para hablar de paz, para hablar de fe, hay que hablar de hechos concretos. La paz no puede hablarse nada más cuando hay ausencia de guerra. La paz tiene otro significado: la paz espiritual del hombre cuyos ojos no ven todos los días imágenes terribles en la sordidez, en la miseria de los niños, de indígenas.

Nuestro pueblo tiene un inmenso porcentaje de desnutridos, de analfabetos, de marginados terribles. Una marginalidad que aumenta. No pude hablarse de paz ni de libertad porque la libertad del hombre no es nada más que me dejen decir estas cosas, no. La libertad del hombre tiene una relación con su cultura, una relación con su salud, una relación con su trabajo, una relación con la educación, una relación con su espacio vital, con su ambiente, con su entorno. Porque no es nada más que viva fuera de las rejas. La libertad del hombre debe pasar más allá de la mera libertad individual, donde nos quieren encerrar a nosotros.

El hombre que viva nada más en su libertad individual, es un hombre preso. Un hombre preso porque su espiritualidad, su solidaridad, no se ha expandido. Y un hombre que no tenga espiritualidad ni solidaridad con los demás, es un hombre preso. Para mí, es un hombre preso, para mi concepción del hombre. Y de eso hay que hablarle a la juventud y retarla, es decir: no se puede dejar nada más que el gobierno hable sobre el futuro del país. Nosotros tenemos el compromiso de hablar con mucho más derecho y de luchar por ese derecho y por ese porvenir. Es el compromiso. No hablar nada más y festejar a José Félix Ribas y a los estudiantes que fueron con él a pelear, a dar una cuota de sangre por la independencia venezolana. No podemos seguir viviendo del recuerdo de los héroes, tenemos que tratar de limpiar la estatua de Bolívar con dignidad. Limpiar nuestra presencia o el espacio que existe entre nosotros y la estatua de Bolívar. Y más aún: entre lo que pensamos nosotros y lo que pensó Bolívar. Ese encuentro con el pensamiento bolivariano es necesario para nosotros ir ideando algo que será siempre joven: el sueño de un profundo combate transformador, en su totalidad, de algo que se está enquistando en Venezuela y que se está quedando.

Hablar en Venezuela de democracia parece ya que fuera un cliché, un lugar común. Pero hay que definir realmente el significado de democracia para poder descubrir hasta dónde ha llegado la democracia que tenemos actualmente. Hasta cuándo ha sido un mero formalismo. Hasta cuándo ha sido nada más algunas libertades. Hasta cuándo ha sido nada más algunas tolerancias. Y descubriendo recién esto, nosotros podemos como jóvenes inscribirnos, nosotros podemos como jóvenes participar colectivamente, más allá de cualquier ideología. Nosotros tenemos algo porque unirnos, todos los jóvenes, los jóvenes de cualquier edad. La juventud de la alta sociedad es manipulada por los padres con un tremendo carro y con viajes a Miami para que se salga de cualquier posible influencia "nociva" de una juventud que busca beligerancia, de una juventud que busca participar.

Los jóvenes de las clases desposeídas no solo son manipulados por el Estado mismos, por los medios mismos y por los instrumentos que utiliza, sino también golpeados por carencias, por carencia de sitios para el trabajo, por carencia de espacios deportivos, de espacios culturales. No es posible, que nosotros, por ejemplo, vayamos a cantar, a realizar un evento cultural de cierta magnitud, de 18 grupos, y tengamos que hacerlo en estadios siempre, siempre en estadios. ¡Y eso no puede ser! Debe haber sitios donde el joven pueda desarrollarse culturalmente, no solo esparciéndose, viendo un grupo cultural, sino desarrollando su propia creatividad cultural. Y es muy importante que nosotros lo hagamos notar, no como una promesa, sino que el joven se inscriba en una lucha por conseguir esos espacios, que es conseguir precisamente, el espacio para que su juventud se desarrolle con dignidad."

En estos términos se dirigió Alí Primera a la juventud, aquél 11 de Febrero de 1985. Nadie imaginaba el invierno de llanto y tristeza que nos aguardaba. Desprevenidos, inocentes, nos atrapó en su oscuridad la madrugada del 16 de Febrero de 1985. De pronto, y por obra y gracia de la muerte, las emisoras de radio transmitían a Alí Primera cantando, con "groserías" y todo... ¡No puede ser, algo grave sucedió! ¡No puede ser! Era el grito de negación del pueblo venezolano.

Alí Primera había muerto en un "accidente": el mayor triunfo de los que querían acallarlo había ocurrido. Los dueños de los medios permitieron que el pueblo escuchara el canto irreverente y libre de Alí Primera, sin censura, sólo un día: el día de su muerte. Pero, una frescura de árbol gigante comenzó a abrir sus ramajes sobre el llanto más largo que he visto llorar a mi pueblo.

Desde entonces Alí es el Árbol de la Eternidad del Canto de los Pueblos, y cubre con su ternura, a todos aquellos que por amor combaten al lado de los oprimidos del mundo... "A quienes han tratado de amedrentarme durante tanto tiempo. No bastan allanamientos, disparos a los vidrios del carro, persecuciones en las carreteras, etc., para silenciarme. Mi arma es la canción que elevo con profundo amor por el ser humano y por mi pueblo, mi arma es la esperanza, mi arma es mi deseo de ser útil siempre a mi país. Dejar de hacer lo que hago es como dejarse morir de una muerte distinta de miedo. No tengo vocación de héroe, pero como tampoco tengo vocación de desertor, prefiero arriesgarme a usar "mis armas" así tenga que enfrentarme con las de ustedes. No tendré peso político para tumbar gobiernos, pero carajo, a mi nadie me quita el pálpito de que aquí el pueblo alguna vez será gobierno".(Alí Primera. Remitido: "No solo de vida vive el Hombre")

jueves, octubre 30, 2008

Crisis financiera: se deteriora la ocupación femenina



Por Alejandra Waigandt / Artemisa Noticias

La recesión que genera la crisis financiera internacional impacta en el empleo mundial. Aumenta la desocupación, cae el salario y hay más trabajo en negro. Si bien son muchos los sectores afectados por esta situación, las más perjudicadas son las mujeres porque sufren segregación laboral por su condición social y por la división sexual del trabajo. Dialogamos con algunas especialistas acerca de las consecuencias en la ocupación femenina y en la vida cotidiana de las mujeres.


La crisis financiera resuena en países de todo el mundo. Las bolsas de comercio se desmoronaron en agosto y siguen sin recuperarse. Hay recortes en el gasto público en un intento de las naciones más poderosas de rescatar al sector, mientras que las empresas y entidades financieras buscan frenar la caída de las tasas de ganancia en perjuicio del mercado de trabajo.

Frente a esas características, expertas en estos temas aseguraron que ''hay una crisis de la economía real'' y con diferentes efectos: el más visible es el deterioro del empleo mundial. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que la desocupación se incrementaría en 20 millones de personas y a finales de 2009 sumarían 210 millones, y l@s trabajador@s pobres que viven con menos de un dólar al día aumentarían en 40 millones entre 2008 y 2009.

La investigadora del Conicet Corina Rodríguez Enríquez precisó que una recesión económica como la que se observa a nivel internacional ''perjudica a los sectores más vulnerables. Uno de éstos lo constituyen las mujeres que tienen una inserción laboral más precaria que los varones, sobre todo las que tienen menos educación, más cantidad de hij@s y viven en situación de pobreza''.

Por su parte, la socióloga Norma Sanchís, de la Red Internacional de Género y Comercio, coincidió en que ''la crisis económica impacta negativamente en la vida de las mujeres, pero debido a su condición social están más expuestas al desempleo y al trabajo en negro''.

Sin embargo, la especialista en temas de trabajo y género Silvia Berger no acuerda con la convicción de que donde quiera que la crisis golpee las mujeres son las más afectadas. Y explicó: ''este impacto está dependiendo de la inserción de las personas en un sector de la economía y de las actividades que realiza. Son los sectores vinculados a las exportaciones los más afectados en la actual coyuntura''.

Berger aclaró igualmente que en el mercado de trabajo efectivamente existe segregación y tiene que ver con la división internacional y sexual del trabajo. ''Hay trabajos de varones y trabajos de mujeres (sanidad, educación, administración, etc.). Entonces algunas trabajadoras pueden ser más vulnerables a las variaciones del empleo generadas en una recesión, pero también más protegidas. Una reestructuración de personal suele afectar menos el área administrativa donde hay más mujeres, que al área de línea donde hay más varones'', ejemplificó.

Migración femenina y remesas

''Los flujos migratorios se feminizaron cuando las mujeres en países desarrollados se incorporaron masivamente al mercado de trabajo y transfirieron las cargas reproductivas a las mujeres inmigrantes, porque no podían realizar el trabajo doméstico'' dice Berger. La investigadora sostiene que la migración femenina es una de las caras de la división sexual del trabajo, y en un contexto recesivo, constituye el grupo más expuesto a sus efectos.

La socióloga Sanchís está de acuerdo con que la crisis está complicando a los países que dependen de las remesas proporcionadas por la migración y ofreció detalles sobre la situación en América Latina.

''Estados Unidos –afirmó– es un gran receptor de migrantes, mayoritariamente mujeres que dejaron sus familias para trabajar como empleadas domésticas, niñeras y camareras. Ahora son las primeras en quedar desempleadas, debiendo retornar a sus países de origen para vivir en situación de pobreza. Esta situación influye negativamente en el flujo de remesas hacia países latinoamericanos''.

La Red de Género y Comercio no tiene estimaciones precisas, pero ha observado una reducción sensible. En México la migración representa más de 24 mil millones de dólares anuales y es el país más afectado por esta disminución. Le sigue Colombia que obtiene menos recursos, 5 mil millones de dólares al año, pero tienen un peso importante en la economía local. Estas divisas también son substanciales para las economías de Ecuador y países centroamericanos que generan entre 2 y 3 mil millones de dólares anuales y se ven muy afectadas por la caída en las remesas migratorias. En cambio Brasil obtiene entre 5 y 6 mil millones de dólares anuales y su economía no depende de estos recursos. Tampoco Argentina, donde las remesas significan menos de un millón de dólares al año.

El impacto de la crisis sobre sectores más frágiles tiene relación con la inserción de los países en la dinámica global. Para Rodríguez Anríquez ''los países menos desarrollados constituyen el eslabón más débil y debido a esa condición están afectados por la caída de los precios de los comodities en el mundo (materias primas como cereales, petróleo, electricidad, etc.), y ésto se expresa en el nivel de exportaciones. Más adelante en la recaudación fiscal'', amplió.

La especialista en género y comercio Sanchís agregó que las economías que venden productos a Estados Unidos y países europeos son los más perjudicadas. En América Latina, informó, otra vez es México el país más castigado por esa situación y la población femenina la más expuesta. ''El Tratado de Libre Comercio entre este país, Estados Unidos y Canadá facilitó la instalación de plantas productivas estadounidenses y canadienses en territorio mexicano, particularmente maquilas, donde las mujeres son mayoría porque constituyen mano de obra barata. La crisis frenó la producción que México exportaba desde la industria de la maquila, impactando en la ocupación femenina'', detalló.

En Centroamérica la situación es igual de grave y más mujeres que varones trabajan en este tipo de industria. La representante de la Red de Comercio y Género indicó que ''este fenómeno es característico del modelo de globalización, done se busca mano de obra más barata, menos conflictiva, más disciplinada para producir mayor rentabilidad y son estos sectores los más perjudicados cuando las tasas de ganancias se derrumban''.

La socióloga comentó por otra parte que ''la crisis económica genera una mayor trasferencia de responsabilidades desde el Estado hacia el hogar, en perjuicio de la llamada economía del cuidado (hogar, hij@s, ancian@s, enferm@s), con lo cual esta crisis puede menoscabar aún más la condición social de las mujeres''.

Las tres expertas coincidieron en que una recesión económica tiende a reforzar los roles tradicionales de las mujeres, por ejemplo el de la maternidad, pues el modelo necesita que se retiren del mercado de trabajo y sostengan la economía del cuidado. No obstante experiencias anteriores demuestran que frente a la escasez económica las mujeres salen al mercado, y si bien la inserción puede ser precaria y agobiante por la doble jornada laboral, la misma conlleva la oportunidad de una mayor autonomía.

miércoles, octubre 29, 2008

La Familia como Agente Económico



Las fuerzas de producción ubican a la familia como medio de reproducción de la fuerza de trabajo. En las sociedades capitalistas el capital es incapaz por sí mismo de reproducir la fuerza laboral necesaria para la producción social de mercancías; por tanto debe existir un agente que actúe como medio de reproducción de dicha fuerza laboral, responsabilidad que corresponde a la familia en general, pero que recae casi exclusivamente sobre la Mujer.


En una economía de mercado la gran mayoría de trabajadores depende de un salario que se incorpora como recurso para su subsistencia y la de su familia. Se está en presencia de una multitud de personas, hombres y mujeres, que en el devenir histórico han perdido su existencia objetiva, es decir, no son propietarios de medios de producción, -han sido separados de la tierra- y dependen de la venta de su fuerza de trabajo; por tanto, ahora su existencia es subjetiva y sólo al encontrar un comprador pueden conectarse al flujo de la economía. El capitalismo convierte así al propietario en asalariado, miembro de la clase trabajadora y, a las familias, en emprendedoras de procesos para proveer mano de obra, a la vez que homogeniza la iniciación de tales procesos pues éstas parten de la adquisición de un salario. En tal circunstancia su fuerza de trabajo es mercancía y en consecuencia, debe tener valor de uso y valor de cambio.

El valor de cambio de la fuerza de trabajo está dado por el valor de los medios de existencia indispensables para satisfacer necesidades físicas, sociales y culturales del obrero y de su familia. La fuerza de trabajo debe tener un soporte; alguien que la contenga; y sólo existe mientras ese ser depositario esté vivo; desaparecido éste, desaparece la fuerza de trabajo. Para mantener la vida del trabajador y de su familia se necesitan medios de existencia: alimentos, vestido, techo, drogas, etc. Las personas se agotan a diario y deben recuperarse, en una dinámica continua que hace que puedan estar siempre dispuestas a producir; la compensación se hace a cuenta del trabajador y de su familia con base, en parte, en un salario y este es, en síntesis, el valor de cambio del trabajo expresado en dinero.

Como cualquier mercancía, la fuerza de trabajo debe tener un valor de uso, es decir servirle a alguien para algo; ese alguien es el capitalista que compra la mercancía para satisfacer su necesidad de acumulación de excedentes como requisito necesario para mantenerse en el mercado. En esta línea, la mercancía fuerza de trabajo, la compra el capitalista porque en el proceso de producción el obrero genera un valor superior al valor de la fuerza de trabajo que el capitalista le reconoce a través del salario; es decir, crea un excedente que va para el capitalista y que Marx denomina plusvalía.

En palabras de ZARETSKY, “la clase capitalista organiza la producción material como un sistema de producción de mercancías e intercambios con base en la organización del trabajo a partir de la mano de obra asalariada, para el caso, una mercancía. A través de una remuneración inferior al valor que el trabajador produce, el capitalista está en capacidad de apropiarse del excedente proveniente de un tiempo laboral no pagado. El excedente es la base social para la existencia de la clase capitalista”.

El tránsito de una existencia objetiva a una subjetiva, significó para el trabajador y su familia la pérdida del carácter de propietarios; una vez separados de los medios y del material de trabajo, la propiedad se reduce a la fuerza de trabajo que va al mercado para el intercambio y allí quedan veladas las relaciones entre las personas. De la misma manera como la relación entre dos mercancías -pan y lino- oculta los vínculos entre el panadero y el tejedor, las relaciones salario-fuerza de trabajo son en el fondo intercambios entre el portador de la fuerza de trabajo y un patrón que la requiere para extraer trabajo excedente y convertirlo en plusvalía, la cual se acrecienta por la existencia de “cierta forma de vida familiar... el trabajo asalariado es sostenido por el trabajo socialmente necesario, pero privado, de amas de casa y madres”. (ZARETSKY, 1976: 25)

En el mercado los objetos adoptan la forma de mercancías pero son simplemente productos de trabajos privados, que en conjunto constituyen el trabajo colectivo de la sociedad. Como sólo se aprecian las relaciones entre mercancías, los trabajos privados no aparecen como relaciones sociales de las personas en sus trabajos, sino como relaciones materiales cuantitativas entre personas y los bienes económicos.

Según Marx, el proceso histórico de tránsito hacia relaciones capitalistas significó el cumplimiento de cuatro condiciones básicas que colocan la riqueza como el objetivo de la producción.

Disolución de la relación con la tierra. Ya no se es por más tiempo propietario; ni individualmente, ni en calidad de pertenencia a un colectivo.

Disolución de las relaciones en que el individuo aparece como propietario del instrumento o herramienta de trabajo.

Diferenciación de los fondos de consumo y fondos de producción.

Disolución de las relaciones según las cuales los individuos mismos son unidades vivas de fuerza de trabajo, parte directa de las condiciones objetivas de producción; el trabajador que antes dependía de sí mismo, ahora depende de quien le quiera comprar su fuerza de trabajo.

En el capitalismo, la riqueza se convierte en el objetivo de la producción y, ambas, riqueza y producción comienzan a interpretarse como un hecho social, alejado de la naturaleza. Antes la producción, además de ser natural estaba integrada a otros campos: a la cultura, a la religión, a la política y a otros ideales más elevados que sólo fueron posibles mediante la apropiación del excedente proveniente de la producción material realizada por los individuos en la unidad doméstica. (ZARETSKY, 1976)

El cambio de objetivo requiriere organizar la producción material bajo la forma de trabajo asalariado y socializar procesos básicos de producción de mercancías centralizados en factorías de producción a gran escala; esto representa algunas consecuencias a nivel de las familias; por ejemplo, la función económica de la familia es oscurecida debido a que ciertas formas de producción que se daban en su interior fueron sustraídas. El sistema de factorías elimina algunas funciones productivas de la familia; sin embargo esta no es una situación uniforme. Para el caso de la familia burguesa su función “fue simplificada a la preservación y transmisión de la propiedad capitalista, mientras la función productiva de la familia proletaria quedó reducida a la reproducción de la fuerza de trabajo”. (ZARETSKY, 1976)

A partir del desarrollo y consolidación de la economía de mercado, la familia -unidad doméstica- se concibe como “unidad de producción de fuerza de trabajo” (SHERIDAN, 1991); este es el objetivo común de las familias proletarias, como igualmente común es el origen de las remuneraciones: la venta de fuerza de trabajo. La transformación del salario en alimentos, vestido, recreación, salud y techo, en teoría, permite al obrero la reposición cotidiana de su energía aplicada al trabajo, al tiempo que garantiza su permanencia en el proceso de producción; y teóricamente también, debe contemplar la reproducción generacional de la fuerza laboral; esto es, la manutención de la familia como espacio de producción de los futuros trabajadores.

En el proceso de reproducción cotidiana y generacional de la fuerza de trabajo, el salario es sólo uno de los variados recursos que se implementan; a él se agregan materias primas, instrumentos, edificaciones, materiales auxiliares o infraestructura, la división del trabajo por género y edad, las operaciones de toma de decisiones. La disponibilidad, cantidad y calidad de estos recursos señalan diferencias en el logro del objetivo, o sea, en la calidad de la mercancía fuerza de trabajo. Así, un proceso que se supone homogéneo, dado que parte de algo común a las familias proletarias como la venta de fuerza laboral por un salario, se hace heterogéneo en la ejecución y en los productos finales; pese a ello, “los resultados del trabajo doméstico serán siempre los mismos: la manutención (reposición cotidiana de la capacidad de trabajo) y reposición a largo plazo de la fuerza de trabajo”. (SHERIDAN, 1991)

Más que unidad de consumo, la familia es unidad de producción de fuerza de trabajo, espacio de la reproducción cotidiana y generacional del obrero. El carácter de unidad productiva de tan peculiar mercancía, se deriva del desarrollo de la economía de mercado que surge en la identificación de dos amplios sectores: de una parte, el productivo donde se realiza la producción para el mercado siguiendo la tendencia del desarrollo capitalista de socializar los procesos de producción en unidades de fabricación en masa (ZARETSKY, 1976) y de otra, el sector de la reproducción, de la subsistencia o de la economía doméstica, no productor de bienes y servicios mercadeables.

Tras la función de la familia de ofrecer fuerza de trabajo al sector formal de la economía, el sector de la reproducción subsidia la actividad productiva de las empresas, en razón de que los hogares soportan la subsistencia del obrero y así disminuyen los costos de fabricación de mercancías y, en ese sentido, pueden considerarse portadores de un vínculo con efectos indirectos sobre los procesos de acumulación. Así lo concibe MEILLASSOUX (1979) quien aduce que la fuerza de trabajo es producida en una institución denominada familia. En el capitalismo resulta muy barato suministrar lo necesario para que el trabajador y su familia restituyan y mantengan la capacidad de trabajo. Por la vía de extracción continua de valor, las unidades domésticas se ven involucradas en un proceso de eterno aporte a la acumulación de la economía capitalista, al tiempo que se preservan como productoras de alimentos y de otros bienes. La familia sigue siendo la institución en cuyo seno nacen, se alimentan y se educan los hijos, gracias al trabajo benévolo de los padres, en particular de la madre; es sitio de la reproducción conyugal de fuerza de trabajo, o sea producción de una mercancía.

martes, octubre 28, 2008

Propaganda y patriarcado


“Relaciones entre la publicidad y la violencia contra las mujeres”

Por: Laura Camargo

La línea que separa el territorio de la publicidad del de la propaganda –discursos ambos caracterizados por su carácter persuasivo– suele trazarse dependiendo de los fines que se persigan. Normalmente, asociamos la propaganda con objetivos ideológicos y la publicidad con fines comerciales, pero esta división no es absoluta y debe ser revisada, dado que la publicidad contiene, como sabemos, un alto contenido ideológico. Los anuncios publicitarios que consumimos a diario a través de los medios de comunicación exaltan los valores y los cánones del capitalismo, de forma que la publicidad viene a ejercer una función social e ideológica de respaldo de los intereses económicos imperantes. Es, por tanto, propaganda capitalista.


Los creativos de estos anuncios defienden valores marcadamente patriarcales como la competitividad, el acceso a las elites a través del consumo, la belleza como objetivo a alcanzar sobre todo para las mujeres, la asignación de roles (los hombres son acción y las mujeres apariencia), etc., de forma que tratan de moldean la percepción que tenemos de la realidad y de la sociedad en la que vivimos, a la vez que pretenden reflejar las aspiraciones e ideales de dicha sociedad. La publicidad es, por esta razón, molde y espejo: dice qué debemos consumir y cómo debemos ser basándose en algo que ya existe; impone y, a la vez, proyecta determinados modelos culturales.

El discurso de la publicidad tiende, por otra parte, a reforzar los estereotipos, los mitos y las ideas que el patriarcado sostiene sobre las mujeres, razón por la cual obstaculiza el avance hacia la construcción de modelos culturales y simbólicos igualitarios.

“En este contexto –como oportunamente ha afirmado Victoria Sendón (2001: 15)– es muy pretencioso afirmar que el sujeto sea libre, ya que el sujeto no es sólo un ser autónomo que decide su destino o elige lo que más le conviene, sino que también es un ser sujetado, subjectum, cuyos deseos más profundos, es decir, su imaginario, ha sido domesticado por un mundo simbólico determinado que, en definitiva, es quien marca lo que vale y lo que no vale, lo que interesa y lo que no” 2.

La publicidad contribuye con su seducción, a través de la imagen y el lenguaje y operando tanto a nivel explícito como subliminal, al sostenimiento del patriarcado de consentimiento: un sistema de creencias y de prácticas que, sin ejercer en la mayor parte de los casos una violencia o coacción directa sobre el grupo dominado (las mujeres), mantiene las estructuras de dominación gracias a la percepción generalizada de que existen una gran libertad de elección, una clara igualdad formal y una total corrección política. Simplificando mucho el argumento, puede decirse que gracias a la publicidad y a otros discursos orientados al consumo, las personas aprendemos a decir que compramos ciertas cosas “porque queremos”, nos ajustamos a determinados cánones “por decisión propia” y asimilamos y transmitimos algunos valores “porque así lo hemos elegido” 3. El camaleonismo del patriarcado le ha garantizado su supervivencia a lo largo de los siglos gracias, entre otras cosas, a su capacidad de adaptación a diferentes contextos históricos.

Esto le ha permitido elaborar un discurso de la desigualdad que no parece tal y que imbuye a la población de una serie de mensajes “inocentes” en la superficie, pero cuyas cargas de profundidad son la manipulación del deseo, la pasión y la ambición, así como de las frustraciones, las flaquezas, las angustias y los miedos de los potenciales consumidores de estos mensajes, que hoy –debido a las dinámicas de la globalización– somos todos los habitantes del planeta.

Puesto que el mensaje publicitario es mensaje persuasivo, las imágenes que el espejo de la publicidad nos devuelve reflejan una realidad poblada de arquetipos, prototipos y estereotipos. Una de las consecuencias más directas de esto es que los grupos cuya imagen se estereotipa tienen muy poco que decir sobre el modo en el que se les representa. Es cierto, además, que la representación del cuerpo humano nunca ha sido tan abundante como hoy, pero sin duda es la imagen femenina la que más soporta el peso de dicha sobreexposición (J. C. Gauli 2000).

La mujer y cada una de las partes de su cuerpo sirven hoy para vender de todo, desde detergentes hasta alcohol pasando por tecnología, y la imagen que sirve para este fin es la de un estereotipo que no hemos elegido precisamente las mujeres. ¿Somos todas tan blancas y extremadamente delgadas? ¿Vamos siempre tan bien maquilladas y tan irresistiblemente glamurosas como la publicidad nos presenta? ¿Por qué no aparecen prácticamente cuerpos y caras reales en los anuncios? ¿Es que solo los cuerpos perfectos consiguen vender?

Dar respuesta a preguntas como éstas y ofrecer pruebas contrastadas al respecto ha sido el leit motiv de un grupo de profesoras e investigadoras de la Universitat de les Illes Balears para llevar a cabo un proyecto de investigación titulado Publicidad y violencia de género: un estudio multidisciplinar 4 a partir del estudio de anuncios en prensa escrita (El País, El Mundo, Última Hora, Diario de Mallorca, Cosmopolitan, Clara, FHM, Men’s Health)5 recogidos a lo largo del año 2007.

La tesis que defendemos es que la publicidad es un discurso transmisor de imágenes sexistas y un refuerzo de una ideología que perpetúa la desigualdad. Nuestra principal hipótesis de partida es que no ha habido grandes avances reales en igualdad en este campo. A pesar de la omnipresente alerta para atender a la corrección política –normalmente desoída y a menudo malinterpretada por los publicistas– la imagen de la mujer en la publicidad sigue saliendo bastante malparada, y el uso (o el abuso) del estereotipo femenino actual está trayendo nefastas consecuencias para la salud de las mujeres (J. Kilbourne 2003).

Los anuncios que constituyen nuestro corpus de análisis siguen presentando a los hombres y las mujeres, a los niños y las niñas, desempeñando roles que distan mucho de la igualdad y continúan planteando verdaderas cárceles de género que se configuran con todo lujo de detalles desde la infancia.

La finalidad que perseguimos con este estudio es ofrecer herramientas que permitan desarrollar líneas de reflexión y puesta en práctica para adoptar una actitud crítica ante el discurso publicitario y para denunciar la violencia simbólica contra las mujeres que se transmite a través del los lenguajes de la publicidad.

sábado, octubre 25, 2008

El día internacional de las obreras por V. Lenin

Escrito el 8 de marzo de 1921 en el suplemento al num. 51 de Pravda por V. I. Lenin

Lo principal y fundamental del bolchevismo y de la Revolución de Octubre en Rusia consiste precisamente en la incorporación a la política de los que sufrían mayor opresión bajo el capitalismo. Los capitalistas los oprimían, los engañaban y los saqueaban con monarquía y con repúblicas democráticas burguesas. Esta opresión, este engaño, este saqueo del trabajo del pueblo por los capitalistas eran inevitables mientras existía la propiedad privada sobre la tierra y las fábricas.

La esencia del bolchevismo, la esencia del Poder soviético radica en concentrar la plenitud del poder estatal en manos de las masas trabajadoras y explotadas, desenmascarando la mentira y la hipocresía de la democracia burguesa y aboliendo la propiedad privada sobre la tierra y las fábricas. Estas masas toman a su cargo la política, es decir, la tarea de edificar una nueva sociedad. La obra es difícil; las mas de haber vivido bajo el capitalismo, pero no hay ni puede haber otra salida de la esclavitud capitalista.

Y no es posible incorporar las incorporar a las mujeres. Porque, bajo el capitalismo, la mitad femenina del género humano esta doblemente oprimida. La obrera y la campesina son oprimidas por el capital, y además, incluso en las republicas burguesas más democráticas no tienen plenitud de derechos, ya que la ley les niega la igualdad con el hombre. Esto, en primer lugar, y en segundo lugar -lo que es más importante-, permanecen en la "esclavitud casera", son "esclavas del hogar", viven agobiadas por la labor más mezquina, más ingrata, más dura y más embrutecedora: la de la Cocina y, en general, la de la economía doméstica familiar in¬dividual.

La revolución bolchevique, soviética, corta las raíces de la opresión y de la desigualdad de la mujer tan profundamente como no osó cortarlas jamás un solo partido ni una sola revolución en el mundo. En nuestro país, en la Rusia Soviética, no han quedado ni rastros de la desigualdad de la mujer y el hombre ante la ley. Una desigualdad sobremanera repulsiva, vil e hipócrita en el derecho matrimonial y familiar, la desigualdad en lo referente al niño, ha sido eliminada totalmente por el Poder soviético.

Esto constituye tan sólo el primer paso hacia la emancipación de la mujer. Pero ninguna república burguesa, aun la más democrática, se atrevió jamás a dar ni siquiera este primer paso. No se atrevió por temor ante “la sacrosanta propiedad privada".

El segundo paso, el principal, ha sido la abolición de la propiedad privada sobre la tierra y las fábricas. Así, y únicamente así, se abre el camino para la emancipación completa y efectiva de la mujer, para su liberación de la "esclavitud casera", mediante el paso de la pequeña economía doméstica individual a la grande y socializada.

El tránsito es difícil, pues se trata de transformar las “normas" más arraigadas, rutinarias, rudas y osificadas (a decir verdad, son bochorno y salvajismo, y no "normas"). Pero el tránsito ha comenzado, se ha puesto inicio a la obra, hemos entrado en el nuevo camino.

Y en el día internacional de las obreras, en innumerables reuniones de trabajadoras de todos los países del mundo resonarán saludos a la Rusia Soviética, que ha emprendido una obra difícil y pesada hasta lo inaudito, pero grande, de trascendencia universal, verdaderamente liberadora. Resonarán llamamientos optimistas, exhortando a no desfallecer ante la reacción burguesa, brutal y a menudo feroz. Cuanto más "libre" o "democrático" es un país burgués, tanto más brutalidades y ferocidades comete la banda capitalista contra la revolución de los obreros; la República democrática de los Estados Unidos de Norteamérica es, a este respecto, un ejemplo ilustrativo. Pero el obrero ha despertado ya en masa. La guerra imperialista ha despertado definitivamente a las masas durmientes, soñolientas y rutinarias tanto en América como en Europa y en la atrasada Asia.

Se ha roto el hielo en todos los confines del mundo. La liberación de los pueblos del yugo del imperialismo, la liberación de los obreros y de las obreras del yugo del capital avanza inconteniblemente. La han impulsado decenas y cientos de millones de obreros y obreras, de campesinos y campesinas. Y por eso la causa de la emancipación del trabajo del yugo del capital triunfará en el mundo entero.

Jennifer von Westphalen

Por Jesica Calcagno - La Verdad Obrera

Jennifer von Westphalen, nacida baronesa en febrero de 1814, en el seno de una familia de la nobleza prusiana, se crió en Tréveris, ciudad en la que nació Karl Marx, donde se conocieron y compartieron su infancia y adolescencia como vecinos y amigos. Jenny participaba de las recepciones que brindaba su aristocrática familia y era conocida como “la reina de los bailes de Tréveris”. Pero pronto abandonó ese estilo de vida para elegir otro camino: el de la lucha de la clase obrera.


Ya desde joven cuestionaba las ideas de su padre, simpatizando con la “fiesta de Hambach”, una manifestación de 1832 en la que estudiantes, intelectuales, campesinos y burgueses liberales proclamaron la unidad de Alemania. Con su hermano Edgar y su amigo Karl Marx pasaban largas horas hablando sobre la revolución.
A los 22 años inicia un noviazgo a escondidas con Karl Marx, cuatro años menor. ¡No era aceptable que una baronesa iniciara una relación con un hombre que no se hubiera “establecido” económicamente! Pero Marx nunca lo estará, algo que a Jenny no le importó.
Se casan el 21 de mayo de 1843 y Jenny se transforma en alguien imprescindible para él que, durante su luna de miel, redacta La cuestión judía. Ella es la primera en leer todo lo que Marx escribe con una letra que es indescifrable, excepto para su esposa. Por eso, Jenny es la encargada de “traducir” sus textos, pasarlos en limpio y enviarlos a las editoriales. Así, se convirtió en una de las primeras en comprender sus ideas, dedicando su vida a luchar junto a la clase trabajadora y participando incluso de las discusiones con el filósofo Ludwig Feuerbach y los anarquistas Proudhon y Bakunin. Su hija menor, Eleanor, dirá: “se casó mi padre con su amiga y camarada”.
En julio de 1844, Jenny está en Tréveris con su hija Jennychen y vive de cerca la revuelta de los tejedores de Silesia, que reclaman jornada de doce horas y descanso dominical. Le escribe a Marx, que está en París: “es justamente, una vez más, la prueba de que una revolución política es imposible en Alemania, pero que están presentes aquí todos los gérmenes de una revolución social”. Esta carta, publicada en un periódico parisino, es su primera colaboración con la causa revolucionaria.
La familia vivía de préstamos y, en enero de 1845, surgen más complicaciones: Marx es expulsado de París, el primero de una larga lista de exilios forzosos. Jenny siempre se ocupó de saldar las deudas, empeñando lo poco que tenían; pedía préstamos o adelantos de herencias a sus familiares. Pero estas penurias no eran una carga: ella eligió a Marx como marido, pero también eligió, libre y concientemente, la lucha por la revolución proletaria.
Cuando a fines de 1847, en el IIº Congreso de la Liga Comunista, le encargan a Marx la redacción de un manifiesto, Jenny se sumerge en la tarea junto a su marido y su amigo Engels: transcribe, redacta, opina. El resultado fue el Manifiesto del Partido Comunista. Un sastre que la conoció escribió: “rebosaba entusiasmo por el movimiento obrero, y el menor éxito alcanzado en la lucha contra la burguesía la encantaba”.
Jenny fue una importante colaboradora en la transcripción de los originales de El Capital, que la sabía una obra que marcaría la historia, desenmascarando a la burguesía y mostrando a los trabajadores la existencia finita de un sistema de explotación que los oprime a diario. Por eso ayudó a promocionarlo, escribiendo cartas a diferentes redactores de periódicos alemanes. También se encargó de la correspondencia de la Asociación Internacional de Trabajadores, la Iº Internacional.
Jenny y Marx fueron padres seis veces, aunque sufrieron la pérdida temprana de tres de sus hijos. Jennychen, Laura y Eleanor fueron quienes sobrevivieron a esos tiempos difíciles de deudas, deportaciones y miseria. Pero Jenny siempre logró sobreponerse a las angustias, porque su ardor revolucionario la fortaleció, hasta que murió el 2 de diciembre de 1881, víctima de un cáncer.
Jennifer von Westphalen abandonó su cuna privilegiada para sumarse a la causa proletaria, comprendió plenamente a uno de los hombres más importantes de la historia y compartió con él, no sólo el amor y una familia, sino el profundo anhelo de un mundo liberado de la explotación descarnada de millones de trabajadores y trabajadoras, por un puñado de parásitos. Como escribiera Karl Marx, “quienquiera que conozca la historia sabe que los grandes cambios sociales son imposibles sin el fermento femenino”. Jenny es una de esas mujeres que deseó, previó y supo acompañar el germen de esos cambios sociales, con pasión y fortaleza.

miércoles, octubre 22, 2008

Mujeres en el franquismo



Fuente: Rebelión
Por: Amparo Salvador Villanova

Durante años y años, soñó que llegaría un día, cuando se volviese a instaurar la democracia, que se haría justicia sobre las terribles atrocidades y crímenes cometidos durante el franquismo. Pero se acababan de firmar "Los Pactos de la Transición" entre la derecha y la "izquierda", tras la muerte de Franco. En ellos se pactaba el silencio sobre los crímenes del genocidio franquista y la destrucción de sus pruebas, la impunidad para los responsables y colaboradores y el olvido de las víctimas. Era el año 1977 y se acababa de promulgar la Ley de Amnistía que daba cuerpo legal a aquellos ignominiosos Pactos.


Decía estas cosas y otras apretando los puños, cayéndole las lágrimas una a una a pesar de la rabia contenida y el esfuerzo para no llorar: era la representación de la impotencia. Habían matado a su compañero y a ella rapado el pelo al cero, y obligado a tragar aceite de ricino mediante el procedimiento de meterle un embudo en la boca, en el que volcaban media garrafa. Muchas se ahogaban en su propio vómito de sangre debido a las heridas provocadas por la "colocación" del embudo. Después, la unieron a otras y obligadas por la Guardia Civil a caminar de pueblo en pueblo, para exponerlas en las plazas, sucias por la descomposición y la gastroenteritis producidas por el ricino, deshidratadas, desfallecidas, todas las moscas pegadas a ellas, incluso a veces desnudadas en público para que todos/as se rieran y burlaran, e incluso les tirasen piedras, en un intento brutal de aniquilarlas moral y físicamente. ¡Y ojo con el que no lo hiciese! Todos estaban vigilados y se tomaba puntual nota de los que no las humillasen con el suficiente entusiasmo. Muchas veces, entre los "espectadores", estaba la propia madre de alguna de las mujeres, obligada a asistir al espectáculo con la impotencia y el desgarro en el alma al ver a su hija en semejantes circunstancias. ¿Y todo por qué? En el caso de nuestra protagonista, por haber pertenecido al Socorro Rojo durante la II República y realizar trabajos humanitarios.

Las supervivientes de aquellas "excursiones" eran llevadas a la cárcel (conventos habilitados casi siempre), en las que muchas morían por hambre, desnutrición, falta de agua e higiene, hacinamiento, epidemias de piojos, sarna, tuberculosis…, en las filas del patio en el que eran obligadas a permanecer horas y horas, formadas de pie para ser contadas, para coger la comida, para lo que fuera, acabando en un estado de delgadez tal, que muchas tenían la última vértebra al descubierto, por lo que sólo podían sentarse de lado, aguantando un reglamento interno que las llevaba al límite de la supervivencia psíquica y física. Las humillaciones a las que se las sometía alcanzaban niveles de total deshumanización. No había día en que no sacaran a varias para llevarlas a fusilar, en ocasiones tras una parodia de juicio (Consejo de Guerra Sumarísimo), y otras veces, directamente ejecutadas extrajudicialmente. Y las que conseguían librarse, si podían, acababan marchándose de sus pueblos al no poder resistir la vergüenza y humillación por las vejaciones sufridas, rechazadas por todos, dado que las represalias para con quien las acogiese eran terribles.

El general Queipo de Llano llamaba a las violaciones masivas, llegando a decir textualmente "nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los rojos lo que es ser hombres. De paso han enseñado también a sus mujeres, que ahora por fin han conocido hombres de verdad, y no esos castrados milicianos. Dar patadas y berrear no las salvará". Así pues, con semejantes instrucciones, el ejército, la falange y las divisiones marroquíes, pusieron en marcha la caza de "rojas", siendo también secuestradas y utilizadas como rehenes para forzar la aparición del marido, padre o hermano huido o combatiendo en la guerrilla, a veces muerto ya. Ser mujer y haber sido republicana, y sobre todo cuando el marido o compañero había muerto en el frente o en la cárcel, fusilado "legalmente" o ejecutado extrajudicialmente, daba carta de naturaleza para que cualquier falangista o adicto al régimen pudiese violarlas cuantas veces se le antojase. Al final, algunas, "las que tenían ese privilegio", se casaban con uno de ellos y así conseguían tener a un solo violador.

La II República legisló para lograr la igualdad de la mujer con el hombre en los terrenos social, laboral, económico y político. Esta situación fue de inmediato aprovechada por las mujeres para ser las protagonistas de su propia historia, algo que más tarde el franquismo les haría pagar muy caro, convirtiéndolas en blanco preferente de la represión. Aquel protagonismo iba en contra de la nueva ideología que las quería anular y relegar al cuidado de los hijos y el marido, y ello porque les tenía reservado el papel de transmisoras de la ideología franquista y de los "valores" de la Santa Madre Iglesia Católica a través de la familia. Pero para conseguir estos fines había que domesticar como fuese a aquella generación de mujeres que ya habían conocido la libertad y la igualdad. Por ello, a las mujeres que lucharon por la defensa de la II República, se les aplicó una represión específica, en grado máximo de perversidad, que en muchos casos fue mucho más cruel que la aplicada a los hombres. Lo primero que hicieron fue abolir todas las leyes que las equiparaban con el hombre. Conocían la fuerza revolucionaria que significaba la incorporación de la mujer a la vida política, y para anularlas, promulgaron leyes que las ponían en el mismo plano que a los menores de edad, a los sordomudos y a los incapacitados mentales. Toda la demagogia del franquismo en cuanto a que la mujer y la infancia debían ser objeto de especial protección, no les impidió maltratarlas, torturarlas, violarlas, encarcelarlas y asesinarlas. El desprecio del franquismo hacia las mujeres era tal que no aceptaba su papel como luchadoras políticas, justificando muchas ejecuciones extrajudiciales como muertes naturales y manchando su nombre falseando la causa de la detención, acusándolas de delitos comunes como asesinato, robo, prostitución y hurto.

La cárcel

En materia de política carcelaria, mientras que a los hombres se les encarcelaba solos, no debiendo preocuparse dentro de la cárcel más que de sí mismos, a las mujeres se las encarcelaba con sus hijos, teniendo que vivir la impotencia, el desgarro y la locura de verlos morir por carencias de todo tipo: agua, comida, medicinas, ropa… las criaturas morían en las cárceles como moscas por el hambre, la deshidratación, el frío, la tiña, los piojos, la tuberculosis, las gastroentiritis y la sarna. La mayor parte de los días no había ni agua, debiendo secar la ropa y los pañales sucios para ponérselos otra vez, con lo que eran presa de toda clase de bacterias, bichos y epidemias. Llegaron a crear cárceles específicas para mujeres con hijos e hijas, llamadas eufemísticamente "prisiones para madres lactantes", en realidad verdaderos "apartheids" pensados para aniquilar a las mujeres y a sus hijos. Fue tristemente famosa "la maternal" de Segovia, cuya directora, María Topete, falangista, se distinguió por el trato inhumano que dio a las presas y a sus hijos. No se conoce exactamente el número de criaturas que pudieron llegar a morir allí dentro, no se conoce un registro de las que encarcelaron, pero se cuentan por cientos, atribuyendo a la directora la responsabilidad directa de sus muertes. Sólo las dejaba con sus madres el tiempo imprescindible para darles la escasa comida y asearlos; después los llevaban al patio donde los dejaban todo el día sin agua ni comida, incluidos los lactantes, al margen del tiempo que hiciese, sometidas a malos tratos por cualquier cosa, en pleno invierno, a bajo cero. Supervivientes atestiguaron que cada día, al meterlas dentro para pasar la noche, muchas habían quedado muertas en el patio por el frío, el hambre o la deshidratación.

Pero con todo, la peor pesadilla de las presas fueron las carceleras monjas, pertenecientes a órdenes religiosas de mujeres dedicadas ex profeso a este fin. El trato de ellas recibido era infinitamente más cruel que el de las funcionarias, pertenecientes a la Sección Femenina. Llegó hasta tal extremo esa crueldad que en el año 1945 fueron expulsadas de la cárcel de Ventas por denuncias del personal civil, según cuenta Soledad Díaz a Giuliana di Febo. Hay que destacar por su crueldad a las órdenes religiosas Hijas de la Caridad, Mercedarias de la Caridad, Hijas del Buen Pastor, la Orden de las Cruzadas, creada especialmente para reeducar a las mujeres en las cárceles, la Orden de San Vicente de Paul (a la que pertenecía Sor María de los Serafines, alemana, que había pertenecido a la GESTAPO), tristemente famosa por la saña con la que trató a las presas y a sus hijos. Precisamente, en el año 2005, nuestro Gobierno, que no ha dado un solo paso para la rehabilitación jurídica de las víctimas del franquismo, y mucho menos en materia de acabar con la impunidad de que gozan los responsables de aquellos terribles crímenes, concedió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, dependiente del Ministerio de Justicia, a esta última Orden religiosa de carceleras citada, caracterizada como ya se ha expresado, por su extrema crueldad.

Sin embargo, las presas, a pesar de aquellas terribles condiciones, fueron capaces de crear cadenas de solidaridad para ayudar a las más necesitadas, de desarrollar actividades recreativas y culturales y de organizar huelgas de hambre y plantes. Las más preparadas daban clases de alfabetización, matemáticas e historia, y todo ello sin libros, sin mesas, sin pizarras, sin nada; marcaban sobre unas tablitas con trozos de lápices que ellas mismas conseguían. Llegaron a editar publicaciones y crearon bibliotecas, incluso compusieron canciones que cantaban con voz queda en las largas horas de patio para no perder la moral, y afrontaban la pena de muerte con dignidad y valor. Celebraban el 1º de Mayo y el 14 de Abril. Precisamente ese día, en 1940, en el convento de Santa Clara, en Valencia, Águeda Campos Barrachina, junto a otras dos presas, fabricó una bandera republicana que pasearon por el convento, lo que le valió la celda de castigo y el fusilamiento, junto a su marido, Amando Muñiz Vedalles, el día 5 de abril de 1941 en Paterna (Valencia).

Aquí en Valencia la represión fue terrible (aunque también lo fue en el resto del Estado), precisamente por haber resistido hasta el último momento. Los tribunales de guerra, los interrogatorios en comisarías y centros habilitados al efecto y las ejecuciones sumarias y extrajudiciales se sucedían a ritmo frenético, siendo el número de mujeres detenidas, torturadas y asesinadas altísimo, precisamente por haber participado activamente en la defensa de la ciudad. Muchas siguieron la lucha en la clandestinidad, organizando la resistencia; precisamente aquí se creo la "Unión Femenina de Valencia", grupo pionero en la ayuda pro-presos, creado en las colas de las puertas de la cárcel La Modelo, extendiéndose luego por toda España. Organizaban manifestaciones, recogían fondos para ayudar a los presos y presas, organizaban fugas, escondían a perseguidos y pasaban fugados por la frontera. También fueron las responsables de los principales puntos de apoyo a la guerrilla, actividades que las convertían en objeto de detención, fusilamiento y toda clase de violencias, como la aplicación del "pacto del hambre", consistente en no dejar que recibiesen ningún tipo de ayuda o asistencia, condenándolas a ellas y a sus hijos a la miseria más absoluta, muriendo de hambre, desnutrición o enfermedades oportunistas, pasando a ocupar un espacio en la fosa común. Sobre estos episodios de terror y represión aún hoy hay un muro de silencio y se sabe que mucha documentación ha sido destruida.

Para las mujeres de mi generación, que somos las herederas de su historia, la lucha de las republicanas y resistentes antifranquistas ha sido el referente en el que nos hemos apoyado en nuestra propia lucha contra la dictadura y por la libertad. Ellas nos enseñaron con su ejemplo a resistir y a seguir adelante, y también a luchar por nuestra propia dignidad personal, para hacernos merecedoras de su legado. A fin de cuentas ellas lucharon y murieron para que heredásemos un mundo más libre, más digno y más igualitario.

lunes, octubre 20, 2008

La Diputada más joven de Cuba



Tiene 18 años y se llama Liaena Hernández Martínez. Es guantanamera y fue la presidenta de la FEEM en ese territorio. Ahora está alistada entre las y los combatientes de la Brigada de la Frontera, donde pasa el Servicio Militar. Resultó electa como Diputada para esta VII legislatura.


Está propuesta para integrar la comisión parlamentaria que atiende la Infancia, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer.

Esta comisión me atrae mucho. Como pionera tuve siempre un gran respaldo y muchos horizontes para mi desarrollo. Soy mujer y joven, tengo un compromiso con mis iguales y me hace mucha ilusión trabajar junto a otros compañeros para hacer realidad las aspiraciones y sueños de los jóvenes y para ratificar el valor de las mujeres en nuestra sociedad.

Liaena tiene tres hermanos: una muchacha y dos muchachos. Su papá es oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, su mamá es enfermera.

Ella será profesora. Es alumna del Instituto Superior Pedagógico de Guantánamo, donde cursará la especialidad de Profesora de Humanidades, una vez concluido su Servicio Militar. Es militante de la UJC y una federada convencida.

¿Ser Diputada se contrapone con ser joven?

«Te resta tiempo, pero no entusiasmo. Es verdad que es un compromiso, pero quiero hacerlo bien, y es, además, un privilegio. Yo soy de las que cree, como dijo el Che, que se puede ser alegre y profunda.»

La crisis alimentaria agrava la feminización de la pobreza



Fuente: Artemisa Noticias/CIMAC

El aumento sostenido en los precios de los alimentos y en el valor de los hidrocarburos tendrán graves efectos sobre la pobreza y la distribución del ingreso en los países de Latinoamérica lo que repercutirá de manera más severa en la población femenina, según un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).


La Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID) afirma que la actual crisis alimentaria es un recordatorio más de la feminización de la pobreza, ya que aunque las mujeres producen la mayor parte de los alimentos en los países pobres, tienen un menor acceso a semillas, fertilizantes y servicios de proyección comunitaria. Se trata, dice, de la población más afectada por la crisis de alimentos que se vive en el mundo, ya que ellas integran más de la mitad de la población del mundo.

Señala CEPAL en el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2007-2008 que (según un ejercicio de simulación para aislar y evaluar el impacto del aumento de los precios de los alimentos) un incremento del 15 por ciento en el valor de estos productos implicaría un crecimiento de la pobreza de casi 3 puntos porcentuales, que afectaría a más de 15 millones de personas.

Estas cifras significarían además el retroceso de cerca de un tercio de las mejoras en los indicadores de pobreza entre 2002 y 2007.

La CEPAL sostiene que el aumento de los precios de los alimentos castiga más a quienes destinan una mayor proporción de su ingreso para adquirirlos. ''Una familia de bajos ingresos destinará un mayor porcentaje de ellos a comprar los alimentos básicos para cubrir sus requerimientos nutricionales''.

Al respecto, Jacques Diouf, director ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), advirtió que la actual alza de precios de los alimentos ha obligado a los gobiernos a replantear sus políticas de producción y seguridad alimentaria, sin embargo, la implementación de este tipo de iniciativas debe ser cuidadosa para evitar relaciones desequilibradas entre las partes involucradas.

En comunicado de prensa, expresó que las inversiones extranjeras directas en la
agricultura deberían permitir producir empleos, ganancias y alimentos.

Rentabilidad contra sustentatibilidad

En materia de seguridad alimentaria, la FAO afirmó que las empresas conjuntas de países con recursos financieros y países con recursos naturales y humanos para la producción agrícola representan una alternativa sólida, siempre y cuando permitan producir empleos, ganancias y alimentos.

Consideró que muchos planes ya en marcha exigen la adopción rápida de medidas para corregir su rumbo, ya que la agricultura resultante suele tener como único objetivo la rentabilidad económica y tiende a enfocarse en el corto plazo, lo que impide que se desarrolle una producción sustentable.

El riesgo es que las empresas conjuntas se conviertan en un pacto neo-colonial para el suministro de materias primas sin valor agregado en los países productores y a condiciones de trabajo inaceptables para los obreros agrícolas.

Por ello, el organismo internacional inició un estudio sobre las condiciones necesarias para garantizar que estas asociaciones beneficien a todas las partes implicadas.

Diouf afirmó que ''la adopción por consenso de un marco de referencia internacional permitirá evitar los problemas que se anuncian en el horizonte de la seguridad alimentaria mundial y obtener beneficios con moderación de las oportunidades que plantea la creciente demanda agrícola''.

AWID asegura que, con frecuencia, los países no han tenido más alternativa que integrarse a la economía global, en detrimento de sus ciudadanas y ciudadanos. ''Las instituciones financieras internacionales insisten en que los gobiernos de los países pobres dejen de brindar un apoyo adecuado a la producción agrícola local y a la seguridad alimentaria''.

En tanto, manifestantes del mundo entero han denunciado que se ha reducido la producción de alimentos en aras de los cultivos para biocombustibles como fuente alterna de energía.

La propia crisis energética es exacerbada por la economía global de mercado, dicen.

viernes, octubre 17, 2008

19 de octubre: Día Internacional contra el Cáncer de Mama



Este 19 de octubre es el Día Internacional contra el Cáncer de Mama, día en que se hace un esfuerzo más para concientizar a todas las mujeres en el mundo sobre la importancia de la autoxploración de las mamas.

El cáncer de mama es un crecimiento anormal y desordenado de las células de este tejido. Este tipo de cáncer es una de las principales causas de muerte en mujeres después de los 40 años (aunque también se ha presentado en mujeres mucho más jóvenes) según las estadísticas la mortandad por esta causa baja en un 1.4 % cada año pero aún así cada 35 minutos una mujer es diagnosticada con el mal y cada hora y media muere una mujer de cáncer de mama.


El cáncer de mama también es llamado el asesino silencioso porque por lo general no presenta síntomas previos, aunque también pueden llegar a notarse al tacto pequeños nódulos o bolitas en los senos o/y cambios en el pezón o mama y/o emisiones de líquido.
Causas del cáncer de mama:
- Existen algunos factores de riesgo como alteración de algunos genes.
- Haber tenido o tener familiares con éste tipo de cáncer.
- Haber tenido menstruación temprana (antes de los 12 años) o tardía (después de los 15 años)
- Haber tenido el primer embarazo después de los 30 años
- Tener enfermedades beningnas de mama
Si el cáncer de mama es detectado a tiempo hay una alta probabilidad de que la mujer se cure, se dice que el 76 % de las mujeres que han sido diagnosticadas a tiempo se han curado. De ahí la importancia de la autoexploración mamaria, si tienes alguna duda al respecto debes acudir inmediatamente a tu médico.

jueves, octubre 16, 2008

Por Irene Morales Pacheco

A pesar de lo que traten de vendernos desde el poder, la violencia de género sigue como ayer presente en la sociedad y en la vida cotidiana de muchas mujeres. Ante esta situación, son muchas las explicaciones que se nos dan desde las instituciones capitalistas y desde sus organizaciones satélites, así como desde los aparatos más reaccionarios del estado, como la Iglesia y todo su séquito de rancios representantes.

Se acude a la biología para caracterizar a las mujeres, instrumento que sirve la mayoría de las ocasiones para infravalorarlas o para, en contraposición, elevarlas a los altares o sacralizarlas. Por naturaleza se nos atribuye la debilidad, la inestabilidad. Esto hace que se nos considere sujetos de segunda clase, necesitadas de tutelaje por parte del hombre ("¡las mujeres y los niños primero!"). Somos vistas como objetos de apropiación a las que cuidar y proteger, y en el mejor de los casos, motores de acciones importantes, pero ajenas ("detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer"). Por el hecho de tener capacidad para engendrar, se impone a la mujer la preferencia por el vínculo, la resignación y el sacrificio.

Igualmente se acude a la biología para caracterizar al hombre y para justificar su relación de poder con respecto a la mujer. Se dice que el hombre es más agresivo, y que lo es por naturaleza. Digamos que lo lleva impreso en su código genético. Pues bien, esto es cierto, pero es un rasgo que caracteriza no sólo al hombre, sino también a la mujer, a los leones y hasta a las ratas. Por el hecho de ser animales, somos agresivos y es aquí donde interviene la socialización patriarcal. A las mujeres se nos ha cohibido este instinto, se nos ha negado la agresividad. Hemos sido criadas para ser dulces, para cuidar (y sustentar de forma gratuita el sistema patriarcal a través del ámbito de lo doméstico) y sobre todo para no rebelarnos.

Una de las herramientas que el sistema patriarcal y capitalista emplea para perpetuar esta situación que tantos beneficios y privilegios reporta al hombre, es la violencia física contra las mujeres. Se trata de mantener aterrorizadas a las mujeres para que no puedan salir de su situación de inferioridad social. De este modo puede sostenerse toda la red de explotación capitalista hacia ellas (salarios más bajos, puestos inferiores, precariedad, sumisión laboral y sindical... así como trabajo doméstico diario no remunerado).

La violencia de género esta bajo el amparo de la sociedad; se trata de que no trascienda del ámbito de lo privado, y si lo hace se culpabiliza a la mujer por no denunciar, por no abandonar al agresor, por no acogerse a las "ayudas" que el estado las presta... ante tan grave problema (no olvidemos que al año mueren decenas de mujeres a manos de sus padres, hermanos, maridos), nuestro gobierno y aledaños vuelve a hacer un lavado de cara. No se cuestiona el orden social imperante, sino que se considera esta situación como un problema técnico. Se aumentan los mecanismos represivos, mediante el refuerzo de efectivos policiales y el fomento de las denuncias. Si bien estos hechos no pueden quedar impunes, en estas situaciones el denunciar se convierte en algo muy complicado a la par que peligroso. No podemos dejar pasar que las víctimas comparten su vida con el agresor, su entorno más próximo, y estamos hartas de ver cómo las órdenes de alejamiento no sirven más que para provocar más muertes. Por otro lado cuesta mucho creer que la solución pueda venir a partir del desarrollo de las fuerzas policiales, uno de los aparatos más machistas y represivos del estado.

No se nos puede escapar que la violencia surge y actúa desde dentro del propio sistema, y que las administraciones públicas se limitan a describir el fenómeno y a hacer millones de estadísticas que luego cuelgan en sus páginas web. Se erigen ellos mismos como los protagonistas, ya que cualquier solución al problema pasará por sus tribunales, sus leyes, sus asistencias sociales... La mujer maltratada deja de verse como un sujeto individual y pasa a ser una cifra más.

Desde un punto de vista paternalista, se fomenta la familia patriarcal asimétrica. Un espacio donde sin duda encontraremos seguridad, comprensión y amor. Un hogar en el que estar protegidas. Pues bien, la mayoría de las agresiones provienen de las personas más cercanas y desde luego la violencia de género no es sinónimo de familias desestructuradas o marginales. Se hace un llamamiento a la independencia económica femenina como única solución. Nada más alejado de la realidad, ¿o es que sólo sufren el maltrato las mujeres no asalariadas? ¿Qué hay de la dependencia familiar? ¿y de la emocional?

Y ante toda esta farsa de medidas paliativas se hace ver a la mujer maltratada, a la víctima, que la solución de su problema está al alcance de sus propias manos, mediante la denuncia, y que si no se soluciona es por cobardía.

Pronto llegará el 25 de noviembre, día contra la violencia de género. En este día se recuerda el aniversario del asesinato de 3 hermanas militantes dominicanas. Fueron asesinadas por luchar y por intentar cambiar este mundo.

Como mujeres, pero ante todo como antipatriarcales y anticapitalistas, no debemos permitir que este día sea cooptado y vaciado de contenido por parte de las instituciones. No podemos permitir que este día se convierta en un día de felicitaciones al gobierno por su nueva "Ley contra la violencia de género", porque las mujeres siguen muriendo. Lo que debe quedarnos claro, es que la solución a la violencia sexista nunca vendrá de un sistema que es el propio causante.

Un sistema que permite que las mujeres cobremos menos, que sigamos recluidas en el ámbito de lo doméstico y que pretende acabar con la violencia hacia las mujeres reforzando el aparato policial cuyos integrantes mayoritarios son hombres, no va a acabar con el problema. Debemos ser nosotras quienes tomemos las riendas de nuestras vidas, nos autoorganicemos y exploremos campos de lucha como la autodefensa física, la psicología antipatriarcal y la extensión de la conciencia anticapitalista. La solución vendrá de nosotras para nosotras.

Declaracion de feministas en Foro Social Américas



DECLARACIÓN FEMINISTA DE GUATEMALA
FORO SOCIAL DE LAS AMÉRICAS
Guatemala, octubre 2008

FEMINISTAS CONTRA LA GUERRA, FEMINISTAS CONTRA LA DESIGUALAD, FEMINISTAS CONTRA EL RACISMO, CONTRA EL TERRORISMO NEO-LIBERAL


Las feministas sabemos que nuestras realidades cotidianas están marcadas por los mandatos opresivos del patriarcado capitalista que naturaliza las desigualdades e institucionaliza el control de nuestra sexualidad, capacidad reproductiva y fuerza de trabajo. Este sistema excluye a las mujeres de la toma de decisiones en lo público y lo privado, y responde a cualquier transgresión con violencia hacia nuestros cuerpos, criminalización, satanización y represión de nuestros movimientos.

En su etapa neo-liberal, este sistema de acumulación desmedida, coloca al mercado y los intereses financieros como entes reguladores de nuestras vidas y relaciones sociales, explotando las riquezas de la naturaleza, privatizando y destruyendo las fuentes de vida, poniendo en riesgo a millones de personas y obligando a las mujeres a la migración forzada, condenándolas a la miseria.

Para imponerse y sostenerse, recurre a la militarización y al armamentismo, inventa confrontaciones genocidas que toman a las mujeres como botín de guerra, las expulsa obligándolas al exilio y a vivir en condiciones de refugiadas políticas; deja en la impunidad el feminicidio y otros hechos criminales contra la humanidad que suceden diariamente.

Las feministas proponemos transformaciones profundas y radicales de las relaciones entre los seres humanos y con la naturaleza, para garantizar el buen vivir. El buen vivir consiste en reconocer nuestros aportes en las dimensiones productivas y reproductivas, así como nuestra participación política, tanto en la sociedad civil como en el Estado. La Buena Vida, Ütz k'aslemal, tiene que basarse en la distribución justa y equitativa del poder.

Estas transformaciones pasan por un proceso de construcción de pactos y alianzas fundados en el reconocimiento de la autonomía y las diversidades, en el marco de una democracia que abarque los espacios íntimos, domésticos, laborales, políticos y públicos. Las mujeres reivindicamos el derecho a decidir con libertad sobre nuestras vidas, cuerpos, sexualidades y territorios que habitamos, con sus riquezas naturales y culturales.

Consideramos que para concretar estas transformaciones, podemos hacer alianzas sólo con aquellos movimientos, actores y sujetos

- Que integren en su agenda política la autonomía individual y colectiva de las mujeres, así como la construcción de posibilidades para el ejercicio pleno de todos nuestros derechos, incluyendo los más estigmatizados, como los sexuales y reproductivos, sin negociarlos para arribar al poder y afianzarse en él;

- Que se planteen la reorganización socioeconómica para que la reproducción de las sociedades deje de descansar en la sobre-explotación de las mujeres. Que rechacen la esclavitud y la servidumbre como las que se dan en la trata de mujeres, las maquilas y en el trabajo en casa particular.

- Que no toleren prácticas racistas, sexistas y machistas en sus actos cotidianos ni al interior de sus organizaciones; que se comprometan a un pacto de no violencia y de equidad.

- Que estén dispuestos a la transformación de sus miradas, siendo consecuentes con el avance del pensamiento crítico, desafiando a los fundamentalismos de todo tipo, cuestionando la hetero-realidad, cánones y estereotipos impuestos.

- Que luchen por un estado laico que garantice la vigencia de todos los derechos, que proteja las soberanías, cubra las necesidades y brinde calidad de vida a toda la población.

- Que reconozcan e integren las propuestas que aportamos todos los sujetos sociales, como los pueblos y mujeres indígenas, las y los jóvenes, mujeres negras, lesbianas y trans, las mujeres con discapacidades, mujeres viviendo con VIHsida, las mayores y la niñez. Que no prioricen ni jerarquicen luchas ni opresiones, porque todos los sujetos y causas emancipatorias son interdependientes en el proceso de construir otro mundo.

Rechazamos todos los actos de violencia hacia las mujeres y nos pronunciamos contra la criminalización del aborto y de quienes luchamos por su despenalización.

Nos solidarizamos con las compañeras feministas de Nicaragua que están siendo hostigadas y perseguidas por razones políticas. Al condenar estos hechos, declaramos que no puede llamarse de izquierda un gobierno que tiene el poder gracias a pactos establecidos con los herederos de Somoza, que criminaliza la acción feminista, mientras deja en la impunidad los casos de abuso sexual que lo incriminan y que condenó a muerte a cientos de mujeres al eliminar el derecho al aborto terapéutico.

Igualmente, manifestamos nuestro apoyo y solidaridad a las compañeras en resistencia contra la minería de metales y los megaproyectos, que están siendo perseguidas por su participación en las consultas populares y su oposición legítima y legal a la explotación de su patrimonio natural.

Exigimos la presentación con vida de los y las desaparecidas políticas, así como la liberación de las y los presos políticos por el actual régimen que gobierna México.

Nos solidarizamos con las mujeres de Haití y rechazamos la violencia que han provocado las fuerzas militares de ocupación, como la Brigada de Élite Kaibil, conocida por su papel en el genocidio durante el conflicto armado en Guatemala.

Reconocemos el aporte de las mujeres indígenas como sujetas políticas y sociales que vienen a enriquecer la perspectiva feminista desde la diversidad cultural de nuestras sociedades.

Consideramos que negarse a discutir las incongruencias entre el discurso y la práctica de quienes se dicen de izquierda, socialistas o democráticos, sólo abona al retraso de las urgentes transformaciones. La lucha política debe ser ética. Por ello, seguiremos aportando de manera crítica a la construcción de los movimientos sociales, defendiendo la autonomía y fortalecimiento del movimiento feminista.

FEMINISTAS CONTRA LA GUERRA, FEMINISTAS CONTRA LA DESIGUALAD, FEMINISTAS CONTRA EL RACISMO, CONTRA EL TERRORISMO NEO-LIBERAL

miércoles, octubre 15, 2008

La caza de brujas en el mundo occidental

Por Nora Tristán

SI DE FUNDAMENTALISMOS SE TRATA EMPECEMOS POR EL NUESTRO

La iglesia ha sabido siempre aliarse al poder de turno, primero al feudalismo, luego al capitalismo, se acomodó sin vacilamientos para no perder su rango económico-social.

Una iglesia que desprecia el cuerpo, que justifica la pobreza dado “que nuestro será el reino de los cielos”, que sometió y somete a la ignorancia más profunda a mujeres y hombres, que pondera la muerte sobre la vida y que a través del temor y el terror “transformó la obediencia en una categoría moral y religiosa” fue la mayor responsable durante siglos de una persecución sistemática, conocida como la caza de brujas.

Es, también , la misma iglesia que “evangelizó” la matanza de los pueblos originarios, durante la conquista y el saqueo de América Latina, la misma que avaló y silenció la desaparición de miles de seres humanos en nuestro país en los años setenta y es la misma que hoy se opone con más encono al aborto legal, seguro y gratuito.

A lo largo de los siglos la moral, las leyes y una ética inventada a la justa medida del patriarcado fue encerrando a las mujeres en situaciones donde se legitimizó el discurso dicho desde un “otro”.

Hoy frente al avance del VHI-Sida, a la indigencia creciente, admite sólo la anticoncepción mediante “métodos naturales”, niega la posibilidad de una educación sexual a millones de jóvenes impide que la mujer decida sobre su propio cuerpo encadenándola a un fin meramente reproductivo, impide, en definitiva, la plena autonomía de la vida.

LA IGLESIA, UNA HISTORIA MISOGINA

El período histórico que comprende la llamada caza de brujas se extiende aproximadamente desde el siglo XIII al XVII. Comienza en Alemania para pasar luego a España, Italia, Francia, Inglaterra y Escocia, y se profundiza a partir del siglo XV.

Fueron los juristas y teólogos de la iglesia quienes se encargaron de redactar con impecable maestría textos destinados a este fin. Uno de los primeros el Canon Episcopi, del año 900, en su discurrir intenta erradicar prácticas paganas provenientes de la antigüedad.

Durante el papado de Inocencio VIII, en 1484, aparece el Martillo de las brujas. El mismo se convirtió en una guía práctica para detectar la brujería y arrancar confesiones a través de la tortura. Los elementos destinados a este fin y a los que fueron sometidas las víctimas, puso en juego la creatividad más horrorosa de los mejores “doctos” de la iglesia.

Lo cierto es también, que estos siglos son sacudidos por importantes cambios: el renacimiento, la reforma, un incipiente capitalismo convulsionan la sociedad produciéndose revueltas campesinas y populares donde el poder hegemónico no tardó en intervenir.
Es en este marco histórico, donde miles de seres humanos, incluyendo niños fueron quemados vivos en las hogueras las mujeres representaron el 85% de ese martirio.

Las acusaciones por brujería o hechicería comprendieron un amplio espectro: impotencia sexual, muertes de animales, pestes, enfermedades fueron causas suficientes para llevar a una mujer frente a un tribunal inquisidor y ser sometidas a vejámenes brutales. Se las interrogaba, entre otras cosas, acerca de su práctica sexual con el diablo forzándola a denunciar a otras personas sospechosas.

Ana Ibarrola Urrutia, sostiene, que la mayoría de las acusadas, provenientes de clases humildes, fueron las conocidas sanadoras o comadronas que encargadas de asistir a enfermos y parturientas deambulaban de pueblo en pueblo. Es probable que los famosos aquelarres no fueran otra cosa que reuniones de mujeres donde se transmitían ciertos conocimientos, algunos de los cuales serías las propiedades medicinales de algunas hierbas. Paracelso se pronuncia en su defensa: “brujas, esas mujeres sabias de las que tanto aprendí”.(1)

Habrían, seguramente, ejercido la práctica del aborto, recuérdese que en la civilización grecorromana era admitido por la ley. Por consiguiente, todo este conjunto de saberes, que debió ser trasmitido de generación en generación, en forma oral, no fue otra cosa que la manifestación de una cultura popular que las clases dominantes se encargaron de aniquilar.

Pero la iglesia ya venía preparando el camino, muchos años antes San Agustín (354-430) exclamará: “toda mujer que proceda de manera que no pueda engendrar tantos niños como sea capaz, se vuelva culpable del mismo número de homicidios así como la mujer que intenta herirse después de la concepción ” Más tarde los concilios dotarán al embrión de alma quedando sellada que su función reproductora es tan importante como la productora. El Papa, “rey de reyes”, obispos y cardenales, convertidos en verdaderos terratenientes se aseguraron una mano de obra barata.

LAS BRUJAS DE SALEM UN CASO PARTICULAR

Los hechos se desarrollaron en un pueblo llamado Salem durante 1692 en el norte de EE.UU. Esta zona conocida antiguamente como Nueva Inglaterra estuvo conformada por cuatro colonias cuyos principales habitantes fueron colonos puritanos que venían huyendo de su país natal por persecuciones religiosas y políticas.

La historia es sencillamente la siguiente: una esclava negra, llamada Tituba, originaria de las Antillas contaba relatos de magia y hechicería a dos niñas, hija y sobrina del reverendo puritano Parris. Algunos vecinos aseguran que las pequeñas están poseídas por el demonio debido a su conducta y estas son acusadas junto a la esclava de brujas. Lo que comenzó siendo un juego entre niñas termina en una serie de acusaciones cruzadas donde cada vez se involucra a más gente del pueblo. Lo cierto es que el 10 de junio de 1692 fue ahorcada la primer bruja, Bridget Bishop y en pocos meses las matanzas sumaron una veintena. Las acusaciones por brujería alcanzaron a ser más de cuatrocientas y cuando el enviado real llegó a Nueva Inglaterra encontró en sus cárceles alrededor de doscientos brujos/as esperando ser condenados, entre los cuales se hallaban niños desde ocho años de edad.

La explicación se remonta más allá del Atlántico. Durante aproximadamente una década Inglaterra había cambiado de religión varias veces. Pero todo comienza con Isabel I (1533-1603) al no ser reconocida por los católicos reina, sosteniendo que María Estuardo era la legítima heredera. Esto es el inicio de una serie de luchas intestinas que se prolongarán a lo largo del tiempo.

El enfrentamiento entre católicos y protestantes, es decir, absolutismo monárquico y el parlamento inglés formado por comerciantes y terratenientes no representó más que una lucha de intereses entre un viejo orden económico representado sucesivamente por Jacobo I, Carlos I y el intransigente Jacobo II pertenecientes a los Estuardo contra un joven capitalismo en ascenso. Durante el reinado de Carlos I se desata una guerra civil. Cromwell (1599-1658) no es nada más ni nada menos que un oficial del parlamento de origen burgués. Entre sus tropas y batallando contra el rey se encuentra un buen número de campesinos puritanos, y no es dato menor mencionar que la marina mercante inglesa se consolida durante su gobierno. En medio de estos intereses en lucha el puritanismo apareció como una doctrina religiosa y un partido político. Predicaban la vuelta a la sencillez del culto y en lo político adherían a la forma republicana de gobierno.

Es dentro de todo este contexto histórico, donde comienza la emigración de puritanos asentándose en el norte y conformando las colonias que en el futuro serán la cuna del capitalismo norteamericano. Sus habitantes fueron llamados “yankees”, nombre que le deben a los pueblos originarios que poblaban la zona y con el cual pasarán a ser conocidos.

Y nuevamente en Salem, Massachussets, un personaje siniestro, el reverendo puritano, Cotton Mather será el que se pondrá a la cabeza de la caza de brujas, desatándose una histeria colectiva. Las acusaciones basadas en testimonios aportados por fantasmas y espectros fueron suficiente motivo para que los clérigos vociferaran desde sus púlpitos aludiendo a la impiedad y herejía del pueblo. Cualquier hecho por trivial que fuese era tomado como signo de hechicería e inmediatamente denunciado. El mayor número de acusados se encontró entre los más pobres y en buena parte, mujeres viudas y solteras.

La pobreza molestaba en un mundo donde el individualismo y la competencia emergían anunciando nuevos horizontes Por otra parte, los más humildes y desposeídos no representaban un buen negocio para la iglesia congregacional dado que todos estaban obligados a sostenerla. Las viudas y solteras, mujeres solas, también representaban los sectores empobrecidos y sin herederos, sus bienes, bien pudieron pasar a engrosar el patrimonio de algún colono ambicioso.

Un párrafo de la célebre obra de teatro de Arthur Miller, Las Brujas de Salem, hecha algo más de luz sobre esta historia: “Viejos odios de vecinos, largamente reprimidos podían expresarse abiertamente y vengarse a despecho de los caritativos mandamientos de La Biblia. La codicia de tierras, antes puesta de manifiesto en continuos altercados por cuestiones de límites y testamento, pudo ahora elevarse a la arena de la moralidad; era posible acusar de brujería a un vecino y sentirse perfectamente justificado por la ganga obtenida. Viejas cuentas podían ajustarse en un plano de celestial combate entre Lucifer y el Señor; las sospechas y la envidia del infeliz al dichoso podían desencadenarse y se desencadenaron...”

Más allá de las características personales del reverendo Cotton Mather, un fanático religioso, la verdad es que su liderazgo en estas matanzas no fue otra cosa que la defensa de prebendas de un clero en decadencia y un acto desesperado por seguir dominando dentro de una sociedad que iba cambiando.

La revolución de 1688, en Inglaterra y que dará paso para que el parlamento llegue a sesionar sin la presencia del rey, tuvo resonancia en sus colonias: la tolerancia religiosa fue permitida, los privilegios políticos que sostenían el poder de estos clérigos se va opacando con la aparición de un comercio cada vez más próspero y la afluencia de una gran cantidad de inmigrantes que no profesaban las ideas puritanas, configuraron un nuevo esquema social.
Años más tarde, la iglesia hace público su arrepentimiento y el error cometido frente a las numerosas víctimas que produjo pero el estigma ya estaba clavado y no precisamente en el cuerpo de los santos.

ROMPER “EL ORDEN NATURAL”

La idea de la mujer como un ser inferior está presente en todas las religiones del mundo. Esta concepción desvalorizante no es otra cosa, que una relación de poder de un sexo sobre otro. Cuando las mayorías tuvieron que servir a las minorías hubo que disciplinar y castigas la iglesia y toda su jerarquía eclesiástica se hizo presente en todas las ocasiones.
En el presente la dominación ideológica que sostiene la iglesia junto con el estado nos hace actuar como dominadores de nuestros propios pares, en este caso con las mujeres.
Va siendo hora de despojar a Eva del mito bíblico de la culpa para que conquiste el paraíso negado y va siendo hora de una vez y para siempre, “de hacer más ignominiosa la ignominia”. (C. Marx)

Nora Tristán

(1) Paracelso1490-1541, médico y químico de origen suizo.
Historia Moderna y Contemporánea, E. Marlán Escobar. Ed Minerva EE.UU. 1966
La Historia de América Latina en el siglo XX, McCarthy, La caza de brujas, G. Selser pág.86-87. C. Editor de América Latina. 1972
La Fogata Digital, SORGIÑAK (Brujas), Ana Ibarrola Urrutia. Rev. digital. 8-03-06.