martes, marzo 31, 2009

"Hay feminicidios en muchos países de América Latina"

ENTREVISTA: NORMA ENRÍQUEZ Coordinadora Regional del Cladem
Tras años de lucha, las mujeres latinoamericanas han logrado la igualdad ante la ley respecto a los varones. Sin embargo, los Gobiernos de la región deben desarrollar políticas que ayuden a transformar la sociedad para que "la igualdad ante la ley se convierta en igualdad ante la vida", señala la colombiana Norma Enríquez (Pasto, 1947), socióloga y coordinadora regional del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem). Esta organización recibirá este martes en Alcalá de Henares (Madrid) el Premio de Derechos Humanos Rey de España, otorgado por la Universidad de Alcalá y el Defensor del Pueblo, por su labor en favor de la exigibilidad del principio de la igualdad de género y la erradicación de la violencia contra la mujer en la región.


Las mujeres de América Latina también han logrado "que se construyera una convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Es la única región del mundo que tiene una ley de este tipo", destaca Enríquez. Ahora, los países de la zona tienen que ajustar su legislación a esta convención.

El ejemplo más escandaloso es el de los asesinatos y desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez, urbe mexicana fronteriza con Estados Unidos. En este caso, "lo terrible es que la sociedad en alguna medida justifica eso: ¿qué tipo de mujeres son?, ¿son prostitutas?, ¿son mujeres que transportan droga?, generando dudas sobre la víctima, en lugar de sobre el victimario". Se ha convertido en un problema "muy complejo, que está cruzado por el narcotráfico, las bandas, el crimen organizado, pero también tiene cobertura de algunas autoridades, por lo cual ha sido muy difícil abordarlo, pese a que se viene denunciando desde hace muchos años. Ni siquiera se sabe cuántas mujeres han sido asesinadas en realidad", afirma Enríquez. Esta lacra también ha cobrado importancia en toda Centroamérica, Colombia y Perú, pero "es evidente que el feminicidio se está dando en muchísimos países de Latinoamérica", como constató el Cladem tras elaborar un estudio sobre la violencia contra las mujeres en 17 países de América Latina y el Caribe.

Se trata de un problema "del que no sabemos si solamente se está haciendo visible ahora o si es que se está incrementando el número de mujeres asesinadas por violencia mafiosa o por animadversión en las comunidades, así como las parejas o ex parejas que matan a sus mujeres, que también es feminicidio, con otras características", explica la coordinadora del Cladem.

Enríquez cree que "las feministas han hecho un esfuerzo muy grande desde la década de los ochenta, cuando situaron en el debate público la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos: social, familiar y la violencia de pareja, la violencia que se ejerce contra nosotras. Ese visibilizarla sirvió para que se construyeran leyes contra la violencia contra las mujeres, para que una cuestión que se veía apenas normal se empezase a condenar. Empezó a darse una sanción jurídica, pero también una sanción social".

Según explica la coordinadora regional del Cladem, el lema de esta organización es "mujeres que utilizamos el derecho como instrumento de cambio", pero "ahora también enfatizamos que adicionalmente hay que cambiar el derecho, hay que introducirle nuestra mirada, nuestra perspectiva".

Enríquez defiende la necesidad de las cuotas para que lleguen más mujeres a los espacios de poder, gracias a las cuales hay más mujeres en los Parlamentos y en los Gobiernos latinoamericanos y "tenemos a Michelle Bachelet en la presidencia de Chile y a Cristina Kirchner en Argentina".

Sin embargo, las leyes de cuotas son tachadas de injustas. La socióloga apunta como ejemplo la decisión del ex alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, que nombró a 20 mujeres al frente de las 20 alcaldías locales de la capital colombiana. "Todo el mundo le criticó, pero cuando había 20 alcaldes varones, o cuando todas las personas que ocupaban puestos de decisión eran varones, nadie sentía que estaba afectada la igualdad".

La situación económica mundial también puede afectar a la situación de las mujeres, que son "las más pobres entre los pobres". "De cara a esta crisis, todos avizoramos una situación muy difícil para las mujeres, porque la mayoría de los Gobiernos van a privilegiar una serie de políticas que no dan cuenta de lo social. Sobre las mujeres sigue recayendo el cuidado de los niños, los ancianos, los enfermos y en la mayoría de los países hay problemas muy serios en la prestación de servicios de salud y seguridad social".

A pesar de todo, ha habido grandes avances en la situación de las mujeres en América Latina. "Cuando comparamos la situación que las mujeres jóvenes tienen ahora con la que nosotras enfrentamos y comparamos la nuestra con la de nuestras madres, los avances sí son grandes, sí son reales. Pero todavía falta mucho".

Ana María Goetschel: El feminismo no solo es cosa de las mujeres

Ana María Goetschel: Su trayectoria, Coordinadora del Programa de Estudios de Género y Desarrollo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Ha investigado sobre feminismo.Su punto de vista. Cree que se debe incorporar el tema de género en la cultura, en la economía, en la salud y en la historia.

¿Por qué los hombres y hasta las mujeres reaccionan mal ante la palabra feminismo?
Creo que obedece a un estereotipo y, en cierta manera, a un prejuicio. Desde el sentido común se lo asocia con el feminismo radical que no toma en cuenta a los hombres. Pero si lo vemos históricamente, es todo pensamiento (y acción) que ve que la subordinación de las mujeres no es natural y que plantea objetivos y estrategias para cambiar eso.


Pero hay varias visiones del feminismo...

Existen feminismos diversos: de la igualdad, de la maternal, cívico, político, etc. No es un tema privativo de las mujeres. En Ecuador, a comienzos del siglo XX, se hablaba del feminismo como toda acción que llevaba a posicionar a las mujeres en el espacio público y a lograr su igualdad. Este discurso no era solo esgrimido por mujeres como Zoila Ugarte de Landívar, quien en 1905 planteó que no era una doctrina caprichosa, sino la voz de la oprimida, que pedía lo que hasta entonces se le negaba: educación y acceso al mundo del trabajo.

¿Quiénes más hablaban de eso?

Hombres ilustrados como Víctor Manuel Peñaherrera, uno de los autores de la Ley de Emancipación de la Mujer Casada, de l912, y otros que apelaban a la necesidad de la igualdad. La equidad de género, esto es entre hombres y mujeres, pero también la equidad con personas con identidad sexual diversa, es un tema que nos atañe a todos.

El presidente venezolano Hugo Chávez dijo junto a Rafael Correa, que un verdadero socialista tiene que ser feminista, sino algo le falla, el 29 de enero de 2009... ¿Las sociedades más equitativas son feministas?

También creo eso. Pero deberíamos preguntar al presidente Chávez qué entiende por feminismo. Si lo dice en el sentido de que debe existir equidad de género está muy bien.

En el país hay más de 1 500 organizaciones de mujeres registradas . ¿No es mejor luchar integrando a hombres y a mujeres?

No es mejor porque aún no se ha logrado la igualdad. Históricamente se observa que aún en los países socialistas, que apelaban a la equidad social, se reproducía la discriminación hacia las mujeres y también a grupos con identidad sexual diversa. Los dos tipos de reivindicaciones deben ir juntos.

¿Qué tanto han cambiado las relaciones entre hombres y mujeres?

Si comparamos la situación de las relaciones entre hombres y hombres, ahora con relación al pasado, pienso que han cambiado en positivo. Pero prevalecen situaciones de inequidad como la violencia, la discriminación en el trabajo y en la política.

En el campo político, ya se garantiza la paridad. Ahora la lucha es por la paridad en la representación. ¿No es más justo que los méritos determinen quién gana un cargo?

Un concepto moderno de ciudadanía debería tomar en cuenta los méritos de las personas que acceden a un cargo, pero sabemos que esto no se da. Para el caso de los hombres, sería oportuno preguntarse si la meritocracia se aplica. En este sentido, para aplicar los derechos existe el concepto de discriminación positiva, que se aplica para grupos vulnerables en general, y creo que es un mecanismo justo de aplicación de los derechos.

Algunas integrantes de organizaciones de mujeres, feministas, cuentan que aún la mayor batalla la libran en sus hogares...

Son importantes las transformaciones a nivel político y de las leyes, pero creo que estas no pueden provocar transformaciones si no se cambian las relaciones cotidianas. Por eso el movimiento feminista ha planteado que lo personal es político. Tal vez lo más importante es el respeto y la conciencia de los derechos, además del amor.

Usted publicó un libro titulado ‘Educación de las mujeres, maestras y esferas públicas’. ¿En el día a día, la gente olvida esa lucha?

A la historia de las mujeres no se le ha prestado suficiente atención. Se debe rescatar su presencia en la historia pues da un piso y permite avanzar. No debería tratárselas como íconos, sino conocer los procesos en los que se desenvolvieron como seres humanos de carne y hueso con luces y sombras.

ONU presenta campaña contra la violencia en el noviazgo

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ,en conjunto con el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), presenta la Estrategia de Prevención de la Violencia en las Relaciones de Noviazgo, un fenómeno alarmante del que dan cuenta las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

Con la campaña naciente de este programa se tiene el objetivo de evidenciar a la población, en particular a la femenina, de las prácticas violentas, mismas que se han asumido de manera equivocada como naturales y normales en todas las relaciones de pareja.

De acuerdo con el INEGI, 90 por ciento de las mujeres ha sufrido alguna forma de violencia en sus noviazgos pasados, mientras que 60 por ciento la vive actualmente, por lo que es urgente romper con los mitos en torno a la mujer violentada y el hombre violento que en muchas ocasiones contienen mensajes en donde incluso, se disculpa la agresión masculina.


Entre los mensajes que ilustran esta situación destacan: “Los celos son una muestra de amor”; “Las mujeres que permanecen en una relación abusiva, es porque disfrutan ser abusadas”; “Los hombres no pueden controlar sus impulsos sexuales, y si una mujer que no sea su novia los excita, se merecerá lo que reciba”; “Los insultos no lastiman a nadie” y “Las cosas irán mejor después de pasado el coraje”.

La campaña de educación contra la no violencia en el noviazgo se apoya en el sitio electrónico www.amorsinviolencia.com, donde puede apreciarse el video “Morir de amor”, canción interpretada por la agrupación chilena Kudai, la cual, a partir de hoy se convierte en la vocera de la primera campaña perteneciente a la Estrategia.

Por su parte, Arie Hoekman, representante del UNFPA en México y afirma que la Encuesta Nacional de Violencia en el Noviazgo 2007 (ENVINOV), señala que la violencia representa uno de los mayores problemas a los que enfrenta la juventud mexicana.

La investigación publicada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), señala que 15 por ciento de las y los jóvenes han experimentado al menos un incidente de violencia física en la relación de noviazgo que tenían al momento de la encuesta.

De acuerdo con la misma fuente, la violencia en las relaciones de noviazgo se define como cualquier agresión intencional hacia la persona con la cual se mantiene un compromiso de pareja. Se divide en violencia física, psicológica y sexual.

La violencia física es explicada por la ENVINOV como el uso de la fuerza física o armas que lesionen o hieran a una persona y está clasificada en tres rubros: leve (empujones, arañazos, jalones de cabello y mordidas); media (bofetadas, golpes, lanzamiento de objetos pesados, patadas y rompimiento de objetos personales) y severa (quemaduras, intentos de estrangulamiento y amenazas con cuchillo o armas de fuego).

En tanto, la violencia psicológica es entendida como el abuso emocional, y se expresa de manera verbal con menosprecio hacia las prácticas o el aspecto de una o varias personas. Ésta se clasifica en: actitudes de control (impedir a la pareja relacionarse con amistades y familia, así como hacer llamadas por teléfono con plena libertad) y subestimación (criticar las formas de ser y actuar de la otra persona). A diferencia de las actitudes de control, ésta última no limita las acciones de la pareja explícitamente.

La violencia sexual, de acuerdo también con la ENVINOV, ocurre cuando uno de los miembros de la pareja (generalmente el hombre) trata o consigue forzar al otro a sostener relaciones sexuales en contra de su voluntad. Ésta también se presenta cuando uno obliga al otro a mirar imágenes que considera desagradables, pornografía, por ejemplo.

Diversas formas de violencia en el noviazgo tienden a ser un reflejo presente y futuro de la violencia intrafamiliar. Por dicha razón, es de suma importancia brindar información para evitar la repetición de patrones de abuso.

Derechos sexuales y reproductivos, mínimo avance, gran retroceso

Por: Sandra Torres Pastrana
En la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) de Naciones Unidas, conocida como Cairo+15, que inicia hoy en Nueva York, México tendrá que explicar por qué cambió y retrasó la Norma Oficial Mexicana 046 para atender a las víctimas de violencia sexual y por qué se reformaron las constituciones de cinco estados para hacer imposible cualquier forma de interrupción legal del embarazo (ILE), aún en casos de violación de niñas, riesgo de muerte para la mujer o malformación congénita.

También deberá hablar sobre sus avances para reducir la muerte materna e infantil, porque todos esos temas, entre otros, forman parte de los compromisos que asumió el Estado mexicano ante dicha Conferencia, de donde surgieron también los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para todos las naciones parte.


Para las organizaciones de la sociedad civil (OSC) que trabajan a favor de los derechos sexuales y reproductivos, tanto la NOM-046 como la prohibición de la ILE en varias entidades del país contradicen el compromiso que México hizo ante la Comisión de Población y Desarrollo (CIPD), por lo cual presentarán un Informe alterno.

Es necesaria otra versión, señalan las OSC, debido a que los últimos 8 años se han puesto en riesgo los derechos humanos de las mexicanas, en particular los sexuales y reproductivos; el Estado laico ha sido trasgredido por los conservadores en el poder, y se han aprobado reformas constitucionales que buscan “reconocer y proteger” la vida desde la fecundación, anteponiendo sus creencias personales al ejercicio de la función pública.

La delegación que presentará el Informe alterno estará conformada por representantes de Católicas por le Derecho a Decidir; Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia; lo Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos; Elige, así como el Grupo de Información en Reproducción Elegida.

Y en la delegación oficial, como parte de las OSC, asistirán María Luisa Sánchez, directora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), y María Eugenia Romero, directora de Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia, quien asiste como presidenta del Consejo Consultivo Ciudadano del Consejo Nacional de Población (Conapo), además de funcionarios gubernamentales involucrados en las políticas públicas relacionadas con los temas de El Cairo.

LA CONFERENCIA

La Conferencia de El Cairo fue realizada por primera vez en 1994 en la capital de Egipto, fue uno de los primeros foros internacionales en reconocer el papel fundamental de las mujeres en los procesos de desarrollo y de aclarar el concepto de derechos reproductivos.

En 2005, la Plataforma de El Cairo se consideró entre una de las metas de los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM), que junto con la Plataforma de acción de Beijing, convergen en la afirmación de los derechos humanos de las mujeres.

Dice la Conferencia de El Cairo que la mujer es quien debe controlar su propia fecundidad para lo que establece garantizar servicios de planificación familiar y de salud reproductiva de calidad.

También se debe fomentar la educación de las niñas, principalmente, promover la igualdad entre los sexos y la reducción de la mortalidad neo natal, infantil y materna, así como el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva y de planificación familiar.

También en El Cairo se acordó evitar los embarazos no deseados, el aborto en malas condiciones y las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH/SIDA a través de la promoción de conductas reproductivas responsables e informadas para cada grupo de edad.

Y por primera vez se mencionó el derecho de las mujeres a acceder a la ILE en países donde éste estuviera permitido en condiciones salubres y seguras. Y recomienda también que adolescentes y jóvenes tengan satisfechas sus necesidades en las áreas económica, política y social, como la salud sexual y reproductiva, facilitándoles el acceso a métodos de anticoncepción y orientación y servicios de salud reproductiva de alta calidad.

RETROCESOS Y ALGUNOS AVANCES

María Antonieta Alcalde, coordinadora de comunicación de la Federación Internacional de Planificación Familiar del Hemisferios Occidental (IPPF/RHO), dijo a Cimacnoticias que aún hay temas prioritarios y pendientes no solo en México, sino también en la región latinoamericana, como la ILE.

Destacó que en México hay una contradicción en cuanto a los avances que hay en el Distrito Federal referidos a la ILE y de los retrocesos en el norte y centro del país, donde hay cambios constitucionales que otorgan personalidad jurídica al feto.

Esto último, dijo, constituyen una alerta importante y habla de que las OSC que trabajan por los derechos sexuales y reproductivos y los derechos de las mujeres se concentran en el DF, pero no han sabido fortalecer a las organizaciones que están trabajando en los estados del país.

En la región de América Latina y el Caribe, se han reportado avances gracias a la Plataforma de El Cairo, como en la disminución de la mortalidad materna y el incremento en el uso de anticonceptivos. Pero falta aún crear normas y lineamientos adecuados para que las mujeres verdaderamente puedan hacer uso de esas leyes y puedan acceder a la ILE.

Sin embargo, hay otros casos, como el de Nicaragua, donde el Gobierno, vinculado con la Iglesia católica, eliminó la ILE.

Insistió Alcalde en que se debe ampliar la despenalización del aborto, por lo menos en los casos de violación, donde la vida de la mujer corra peligro o en caso que el producto pueda tener malformaciones.

Sin embargo, en México, la tendencia parece contradecir la Plataforma de El Cairo, con leyes contra la ILE, la última aprobada el jueves pasado en Jalisco, e iniciativas en ese sentido en siete estados del país.

Mujeres indígenas las más discriminadas

Por: Cecilia Vargas
En el marco del XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe,representaciones de los grupos de feministas indígenas, trabajadoras sexuales, jóvenes, trabajadoras domésticas, discapacitadas, periodistas y víctimas de conflictos armados, entre otras, plantearon su problemática y demandas.

Una representación de las indígenas feministas, integrada por mujeres de varias etnias, entre otras de México, Bolivia, Perú, expuso que: "Las mujeres indígenas son víctimas de violencia racial, militar, política, institucional y despojo sistemático de sus tierras, territorios y culturas; que, en la práctica les siguen negando su derecho colectivo a la libre determinación y autonomía; que son objeto de investigación, y que, ni en lo individual, ni colectivo, reciben ningún tipo de reconocimiento."


Que las mujeres indígenas viven muchas discriminaciones: “por ser mujeres, por ser pobres y por ser campesinas”; que como protagonistas y actuantes, no son incluidas en los procesos de planificación, coordinación y desarrollo de los eventos feministas.

Falta responsabilidad del movimiento feminista, plantearon también, para involucrar a las mujeres indígenas en pie de igualdad, “somos la otra mirada del feminismo que busca transformar relaciones desiguales y el sistema de dominación patriarcal; los movimientos feministas deben respetar la diversidad cultural en el discurso y en la práctica.

Por último señalaron que es “urgente la desconstrucción de los planteamientos etnocéntricos del movimiento feminista y del discurso académico”.

Y propusieron:

Construir alianzas a nivel de países con mujeres indígenas y no indígenas y campesinas, para conocer sobre el feminismo, y la mirada de las mujeres indígenas, de acuerdo a sus ritmos y tiempos para ir creando conceptos y definiciones.

También, realizar intercambio de experiencias sobre los estudios y resultados de estudios sobre mujeres indígenas y su respectivo reconocimiento (academia, centros de investigación, organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil e instituciones; así como construir espacios de diálogo en los diversos niveles, entre mujeres indígenas, campesinas, empleadas del hogar y feministas.

Además, construir espacios de reflexión sobre el feminismo, desde las mujeres indígenas en sus pueblos, para una propuesta teórica en el marco de su cosmovisión; Generar procesos de reflexión, desde lo interno, desde las mujeres indígenas y pueblos indígenas, en relación a lo que se conoce como “usos y costumbres”, que afectan su dignidad y trabajar por la transformación y eliminación de las mismas.

Igualmente, considerar la realidad generacional en el abordaje de los diversos tipos de violencia; realizar trabajo de autocrítica de los programas gubernamentales y de organizaciones no gubernamentales en materia de salud, porque la mujer indígena es la única que tiene que tomar la decisión sobre su cuerpo y métodos anticonceptivos, no las instituciones, organizaciones o movimientos.

También, elaborar una agenda propia para discutir temas urgentes como: la diversidad sexual en los pueblos indígenas, el Sida, el aborto, la violencia familiar, militarización, migración, seguridad alimentaria, cambio climático, los problemas que enfrentan las empleadas del hogar y la Declaración de los Pueblos Indígenas.

Por último se pronunciaron por:

“Que nuestro modo de ver y concebir el mundo, sea otro, y que el uso y la costumbre sea el respeto y la inclusión de las mujeres indígenas y campesinas”.

Por su parte, las mujeres afrolatinoamericanas y afro caribeñas, presentes en el XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, demandaron:

El compromiso de todos para combatir el racismo en todos los espacios, fuera y dentro del feminismo y se erradiquen las prácticas fascistas en sus vidas personales y especialmente dentro de las organizaciones y espacios feministas.

También, respeto a las decisiones y acuerdos constitucionales del X Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, ya que en el mismo se acordó que el tema del racismo formaría parte de los ejes centrales de discusión en todos los encuentros siguientes;

Garantizar la participación de mujeres afrodescendientes y negras en los procesos de elaboración y ejecución de los encuentros feministas y que efectivamente se promueva la inclusión de la perspectiva étnico-racial.

Se quejaron de que al no proveer traducción adecuada a las mujeres de la región caribeña, no hispanohablante, se ha excluido de los encuentros a una cantidad importante de feministas afrodescendientes y negras.

Este grupo demandó, entre otras cosas, que se incluya en la agenda feminista, el compromiso de apoyar el Plan de Acción de Durban generado en la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo, Xenofobia y todas formas conexas de Intolerancia 2001.

Actualidad de Simone de Beauvoir

Por:Marta Lamas
Una no nace, sino que se convierte en mujer. Con esta idea Simone de Beauvoir inauguró la forma moderna de comprender la problemática femenina y se convirtió en la feminista más relevante del siglo XX. La empresa radical y ambiciosa de El segundo sexo fue mostrar que las características humanas consideradas femeninas son adquiridas por las mujeres en vez de derivarse «naturalmente» de su biología.

De Beauvoir sostuvo que el significado cultural se monta sobre el dato biológico o sea, que lo determinante en la construcción de la feminidad es el conjunto de procesos culturales y psicológicos que marcan con determinadas atribuciones y prescripciones a las personas con sexo de mujer.


Al tomarse a ella misma como referencia explicativa le dio a su argumento un etnocentrismo cuestionable desde una perspectiva antropológica, pero también le otorgó la inspiración que conmueve a sus lectoras. La fuerza de El segundo sexo radicó en su capacidad para responder a las inquietudes femeninas del momento y la consagró como la pionera de ese campo de investigación llamado estudios de género.

El segundo sexo se publicó por primera vez en 1949 y a principios de los setenta se convirtió en una pieza fundamental del nuevo pensamiento feminista. Las teóricas de distintas tendencias (Betty Friedan, Kate Millet, Shulamith Firestone, Juliet Mitchell, Germaine Greer y muchas más) le dedicaron sus trabajos, la visitaron en París, la entrevistaron. También en Francia las jóvenes feministas se le acercaron, pidiéndole apoyo para la causa. Simone de Beauvoir se comprometió en la lucha por la legalización del aborto, estableció una sección feminista en Les Temps Modernes y colaboró en la publicación de la revista Questions Feministes. Poco después, varias investigaciones biográficas exhibirían implacables las vulnerabilidades y mezquindades de esta celebridad e iniciarían la desmitificación de su figura. Así, detrás de su semblante impasible se vio a una mujer egoísta, débil y ambiciosa que se sometía a Sartre al mismo tiempo que seducía a varias de sus discípulas. ¡Ay los mitos y la condición humana! Pese a lo trágico de su impostura personal, quedan su obra y su compromiso político.

Hoy, a la distancia, parecería que las agresiones que recibió De Beauvoir por la publicación de El segundo sexo tenían más que ver con un gran resentimiento por el modelo atípico de mujer y de relación de pareja que ella ejemplificaba que con las reflexiones atrevidas que sostenía. Si bien ella había dicho que escribió esa obra para responderse qué le había significado ser mujer, su persona en sí representaba un inusitado ejercicio de liberación femenina que provocaba y hería.

Su vida y su obra continúan despertando debates apasionados pues ambas plantean cuestiones esenciales a la eterna interrogante sobre la condición femenina. Entrevistada por Margaret A. Simons en septiembre de 1985, De Beauvoir responde a una serie de preguntas sobre su vida, su feminismo y la opresión de las mujeres. Cuando Simons le dice: «¿Y la forma de eliminar la opresión es...?», ella responde tajante: «Ser independiente. Trabajar». Ella lo hace escribiendo.

Poco después Sartre indaga: «¿Cómo se siente en la vida una mujer de letras?» Ella exclama «¡Una mujer de letras es una expresión rara!», y más adelante dice: «No pienso que haya diferencia entre vivir la vida como escritor o como escritora. Pero se está lejos de admitir que una escritora es ante todo una mujer que ha consagrado su vida a la escritura y que no ha tenido lugar para otras ocupaciones llamadas femeninas. Por ejemplo, se me ha reprochado mucho el no haber tenido hijos, mientras que nadie se lo ha reprochado a usted, aunque sea tan normal para un hombre como para una mujer tener hijos y se los pueda querer tanto siendo padre como madre. Pero el reproche ha caído sobre mí porque se piensa que una escritora es, ante todo, una mujer que se distrae escribiendo, lo que no es cierto, porque es el conjunto de una vida que está estructurada por y sobre la escritura y, por tanto, aquello implica montones de renuncias, montones de elecciones también, y éste ha sido mi caso. He vivido verdaderamente en la medida en que quería escribir».

Tal vez lo verdaderamente impresionante de Simone de Beauvoir es que se trata de una mujer que tempranamente tomó conciencia de su deseo, y aunque éste iba en contra de las tradiciones y de la lógica cultural de la sociedad que le tocó vivir, tuvo la voluntad y la fuerza para convertirlo en realidad. Por eso su importancia no sólo radica en lo que escribió, lectura obligada para quienes desean pensar sobre las mujeres, sino también en su vida, pues, con todo y sus contradicciones, ésta es el testimonio de una mujer que se rebeló contra el status quo planteando su realización personal a través del trabajo. A cien años del nacimiento de Simone de Beauvoir, todavía muchas mujeres estamos librando esa batalla.

Desigualdad de mujeres iraquíes, en la educación y el trabajo

Por:Leticia Puente Beresford
El índice de analfabetismo de las mujeres iraquíes es dos veces mayor que el de los hombres, y las mujeres, sólo son el 18 por ciento de la fuerza laboral de esa nación, informa las Naciones Unidas (ONU) en la conferencia de apertura realizada en Bagdad realizada este mes, a fin de encontrar caminos para mejorar la situación de ellas en una democracia en ciernes.

De acuerdo con informacion recabada por agencias integrantes de la ONU, las dos disparidades más grandes entre hombres y mujeres iraquíes son alfabetismo y su participación laboral.


Aproximadamente 70 por ciento de analfabetas son mujeres, y es particularmente seria en las mujeres que se encuentran fuera de Irak, en 115 distritos donde es de 39 por ciento, y por lo que hace a lo laboral ellas representan más del 82 por ciento inactivas.

Por otra parte, la ONU informa que una de cada diez es la cabeza de la casa, donde más del 80 por ciento de estas mujeres es viuda. Y agrega que una de cada cinco mujeres iraquíes, ha sido víctima de violencia psíquica y doméstica, en tanto que una de cada tres ha sido sujeto de violencia emocional.

“Al paso de los años, las mujeres de Irak han sufrido la crisis económica y los efectos de la violencia, por el conflicto y las sanciones”, dijo David Shearer, secretario general y representante especial para Irak, durante la conferencia de los derechos humanos de las mujeres iraquíes.

“Tenemos la obligación de hacer de las mujeres el centro de la recuperación de Irak y asegurarles su camino a sus casas, escuelas, trabajos y su vida pública”, agregó.

La conferencia de mujeres que tuvo una duración de dos días, recomendará al gobierno y al parlamento la necesidad de la igualdad de las mujeres en ese país, de acuerdo con la Sección de la Misión de Asistencia para Irak (UNAMI).

Para estas tareas se requerirá la ayuda en asentar estrategias que mejoren la participación de las mujeres en la política y proveerlas de garantías constitucionales para contrarrestar la violencia en contar de ellas y en general del impacto del conflicto.

Al evento acudieron representantes de alto nivel de Irak y organizaciones de derechos humanos de las mujeres de toda la región.

La Iglesia pica y se extiende: Arzobispo lamenta feminismo radical

Para el arzobispo de León (en México), José Guadalupe Martín Rábago, las feministas radicales devalúan el concepto de la mujer.

Después de oficiar su misa, este "insigne (en el peor sentido de la palabra)" arzobispo, digno disícpulo de Ratzinger indicó que “no hay que llegar al extremo del péndulo… la actitud de una feminista radical devalúa a la mujer y le hace perder su condición femenina y su identidad”, dijo Marín Rábago, quien agregó que ellas, las mujeres, no deben tomar posiciones que no les corresponden.


Y es que para el Vaticano, el feminismo radical intenta eliminar las diferencias entre hombres y mujeres, a través de un documento diseñado por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger y autorizado por el finado Juan Pablo Segundo, en 2004, en el que se advertía que este movimiento representa una amenaza seria a la familia tradicional integrada por una madre y un padre.

Según el arzobispo, la mujer no debe devaluarse, debe destacar por su dignidad y debe hacer prevalecer su identidad.

lunes, marzo 30, 2009

El Patriarcado: una estructura invisible

Por: Marisa Montero García-Celay
Puede ser un buen momento para presentar lo que, en última instancia, subyace o está detrás de todo aquello que aprendemos en las relaciones familiares, sexuales, sociales, políticas; en la educación que nos forma o nos deforma desde la escuela, la televisión, la publicidad, los libros, los cómics; en los diferentes lenguajes: el lenguaje corporal, en el musical, en la pornografía, en el erotismo, en los silencios, en la palabra, en nuestra lengua… es decir, en todos los ámbitos de nuestra cultura, esa señora que nos crea y que a su vez contribuimos a crear, queramos o no. No en vano desde algunas filosofías se dice que el ser humano está condenado a tener que hacerse o (yo añadiría) deshacerse…

Este término lo utiliza, por primera vez en la historia, Kate Millett en su magnífico libro Política sexual, publicado en 1969, que pretende ser, dicho por la propia autora, “unos cuantos apuntes hacia una teoría del patriarcado”. Habrán de pasar unos cuantos años para que esta perspectiva sea incorporada en todos los análisis mínimamente serios que se hagan desde cualquier ciencia social.

Lo que vulgarmente se llama "machismo" no es más que la punta del iceberg de toda una organización social profundamente discriminatoria para con las mujeres, que se ha dado en llamar "patriarcado". Es decir, que el sistema patriarcal implica mucho más de lo que vulgarmente se entiende por machismo.


En el Congreso Internacional de las Familias, que se realizó este año en Sevilla, escuchaba con grata sorpresa a Miguel Lorente Acosta, director del Instituto de Medicina Legal de Granada y, hace ya algunos años, dedicado también al estudio de la violencia de género, decir delante de mujeres y hombres del ámbito político, judicial, universitario, representantes de la ONU, asociaciones de diferentes colores y condición, y ciudadanos y ciudadanas de a pie, que la causa última de la violencia de género estaba en el Patriarcado y que cualquier otra explicación era simplista o reduccionista (no puedo evitar el seguir sorprendiéndome cuando encuentro a un hombre hablando con gran sensibilidad y conocimiento de aquello que en principio parece ser un problema de mujeres y no de derechos humanos y que, por tanto, atañe a todas y todos).

Este término lo utiliza, por primera vez en la historia, Kate Millett en su magnífico libro Política sexual, publicado en 1969, que pretende ser, dicho por la propia autora, “unos cuantos apuntes hacia una teoría del patriarcado”. Habrán de pasar unos cuantos años para que esta perspectiva sea incorporada en todos los análisis mínimamente serios que se hagan desde cualquier ciencia social.

Lo que vulgarmente se llama "machismo" no es más que la punta del iceberg de toda una organización social profundamente discriminatoria para con las mujeres, que se ha dado en llamar "patriarcado". Es decir, que el sistema patriarcal implica mucho más de lo que vulgarmente se entiende por machismo.

En nuestra sociedad occidental ser machista ha empezado a estar mal visto, por lo que los mecanismos del patriarcado se han vuelto más sutiles o solapados y se esconden bajo nuevas justificaciones (aunque en el fondo son siempre las mismas).

Con esta palabra designamos una estructura social jerárquica, basada en un conjunto de ideas, prejuicios, costumbres, instituciones e incluso leyes respecto de las mujeres, por la que el género masculino domina y oprime al femenino. Quizás éstos términos (dominar y oprimir) pueden parecer excesivos, porque suenan a una especie de "conspiración universal" contra las mujeres. Y si hay una conspiración debería haber unos conspiradores culpables y, en este caso, no parece que haya ningún grupo concreto de hombres en alguna parte organizando y dirigiendo esta conspiración. Pero es que el Patriarcado es una estructura que está por encima de las personas, aunque cada persona (hombre o mujer) ponga su granito de arena, mayor o menor, para que dicha estructura se mantenga.

Al hablar del patriarcado, por tanto, no estamos buscando culpabilidades ni victimismos, sino tratando de comprender por qué pasan muchas de las cosas que les pasan a las mujeres y a los hombres. Por otra parte, resaltar los aspectos negativos de la situación de las mujeres sirve de revulsivo, para que se vean más claramente y para que, de esa forma, sea más fácil descubrirlos en la vida diaria. No se trata de ser pesimistas respecto de la vida y situación actual de las mujeres, ni de creer que todos y todas estamos en la misma situación: afortunadamente poco a poco se va mejorando en bastantes aspectos, aunque no tantos como se piensa vulgarmente.

Podemos decir, por un lado, que la sociedad es la suma de las actuaciones de cada uno de los individuos que la componen; por otro, que las estructuras sociales influyen en el comportamiento individual, a veces condicionándolo muy fuertemente. Pues bien, es aquí donde reside la diferencia entre machismo y patriarcado: mientras que el machismo es una actitud y una conducta (individual o colectiva), el patriarcado es toda la estructura social en la que muy diversos factores se entrelazan y refuerzan mutuamente para hacer posibles las actitudes y conductas machistas: categorías conceptuales, esquemas de percepción, universo simbólico, leyes, costumbres, instituciones, organización económica, educación, publicidad, etc.

Algunas manifestaciones externas de la estructura o sistema patriarcal se han convertido en evidentes para la mayoría de la gente, gracias a una labor de denuncia continuada por parte de muchas mujeres. Así, reconocemos las estructuras patriarcales en la discriminación salarial por causa del género, en la violencia conyugal o en el acoso sexual en el trabajo. Pero esas manifestaciones externas hay quien piensa que son cosas y casos puntuales, que están lejos, que en nuestra vida cotidiana no tienen incidencia.

Sin embargo, el patriarcado aparece hasta en los detalles más nimios de nuestra vida diaria, porque ha cristalizado en estereotipos que condicionan todos nuestros comportamientos, tanto de las mujeres como de los hombres. En la estructura o sistema patriarcal, se asigna a la mujer ese determinado papel social o “rol” subordinado al hombre, que condiciona la vida entera de las mujeres, del que les es muy difícil escapar y que es profundamente discriminatorio.

Es complicado resumir los múltiples aspectos bajo los que se manifiesta el patriarcado. No se sabe por qué, en algún momento de la prehistoria se comenzó a construir este sistema de dominación de los hombres sobre las mujeres que ha llegado a ser tan universal (a lo largo del tiempo y en todas las partes del mundo) que mucha gente piensa que es "natural". Pero igualmente mucha gente pensaba hasta hace relativamente pocos años (en comparación con la historia de la humanidad) que la esclavitud o la división jerárquica de la sociedad en clases sociales estancas eran también cosas "naturales". De ahí la falta de conciencia generalizada, la falta de conceptualización y divulgación del término "patriarcado".

Las principales manifestaciones del sistema patriarcal se pueden dividir en: aspectos socio-económicos, aspectos psicológicos y aspectos culturales, aunque todos están interrelacionados y se apoyan y refuerzan mutuamente. Estos aspectos pueden ser causas o efectos del Patriarcado, o las dos cosas a la vez.

Al ser una construcción social, los aspectos más visibles del sistema patriarcal son MANIFESTACIONES SOCIO-ECONÓMICAS, algunos de ellos son:

* Falta de independencia económica. Muchas mujeres son "menores de edad" en lo que se refiere al dinero y no pueden plantearse vivir por su cuenta, bien por falta de ingresos, bien porque los ingresos que tienen son bajos o procedentes de trabajos precarios, inestables o a tiempo parcial. Un indicador muy expresivo de la falta de independencia económica de las mujeres es el dato de que, de todos los créditos (préstamos de dinero) concedidos por los bancos a personas en todo el mundo en el año 2000, solamente un 3% fueron para mujeres. En España, en el año 2003, por ejemplo, de las 16.868.000 personas que trabajaron con algún tipo de remuneración, 6.538.900. eran mujeres, lo que supone el 38% de la población ocupada. La tasa de paro femenina dobla la tasa de paro masculina: 15,64, frente a 8,13. El 30% de las trabajadoras, es decir, 550.600 mujeres, son autoempleadas.

* División del trabajo en general según género. Esta división hace que las mujeres carguen con todo el trabajo no remunerado (trabajo doméstico y de cuidado de personas). Solamente el 38% de las mujeres en edad laboral tenía un trabajo remunerado en el año 2003 (población "ocupada") y solamente un 10% más (hasta llegar al 48%) estaban apuntadas como desempleadas buscando activamente empleo. O sea, que la población femenina considerada "activa" para las estadísticas no pasa del 48% de las mujeres (población "activa" = "ocupadas" + "desempleadas"); ¿es que el 52% restante no hace nada? Pues no: en España según María Ángeles Durán, socióloga especialista en asuntos de género, por cada hora de trabajo remunerado se realizan otras dos horas de trabajo sin sueldo, y son las mujeres quienes realizan el 80% de estas tareas. Las mujeres, por tanto, trabajan muchísimo más y cobran muchísimo menos.

* División del trabajo remunerado según género. Para las mujeres se reservan los puestos o tareas remuneradas de "bajo perfil" o de "perfil asistencial". El 76% de los contratos verbales, no sujetos a derechos, y el 58% de los contratos discontinuos se pactan con mujeres. Sigue habiendo profesiones "de mujeres" y profesiones "de hombres". Por ejemplo, poquísimas ingenieras ejerciendo de hecho como tales y muchísimas enfermeras.

* Expectativas del mundo laboral respecto del comportamiento de los hombres y de las mujeres. Los hombres deben tener disponibilidad total de tiempo y mente para con su trabajo o empresa, lo que implica que detrás de ellos debe estar siempre "la mujer" para ocuparse de "la casa y los/as niños/as". Las mujeres se supone siempre que no aspiran a más en el trabajo porque se deben a su familia y no se plantean otras metas, por lo que se las suele dejar en puestos, de una u otra forma, secundarios. De esta manera, el mundo de la empresa se convierte en el principal bastión actual del patriarcado. A pesar de lo que diga la ley, las estadísticas dicen que los salarios de las mujeres siguen siendo significativamente más bajos que los de los hombres, a igual responsabilidad (de 20 a 40% menos).

* El "techo de cristal". Aún cuando las mujeres asciendan a las altas jerarquías de la política, la administración o las empresas, se quedan siempre a un paso de los niveles reales de decisión o poder ¿Cuántas mujeres hay en los consejos de administración o en los consejos de dirección de las grandes empresas? Las que consiguen traspasar ese "techo" son siempre una minoría. Según datos del 2003, en España desde 1977, sólo 17 mujeres han sido ministras, frente a 238 ministros. De los 3.435 gobiernos municipales, el 10% están regidos por una alcaldesa.

* Consumismo
Desde la adolescencia, las mujeres aprenden a “ir de compras”. Al principio como pasatiempo, al final como tarea designada y convertida en hábito. ¿Pero es que no hay otras miles de maneras de pasar el tiempo? ¡con la cantidad de cosas productivas que se pueden hacer…! La publicidad va dirigida mayoritariamente a fomentar el consumismo de las mujeres. Eso sí, las mujeres en general hacen las compras rutinarias (alimentación, limpieza, ropa para todos y todas...), ¡total, ya están habituadas! Las compras “importantes” (realizadas mucho menos a menudo) son realizadas mayoritariamente por los hombres (el ordenador, el coche,…)

* Violencia doméstica, acoso sexual y violación. Aunque éstas prácticas parecen ser cada vez más rechazadas en nuestra sociedad, sigue habiendo demasiados casos y todavía una cierta complicidad en algunos sectores de la población. Así lo atestiguan determinadas sentencias judiciales que encuentran atenuantes de estos actos en la "provocación" de una manera de vestir, o determinados apoyos que han recibido de su partido político cargos públicos condenados por delito de acoso. En 2003, 164 mujeres sufrieron tentativa de asesinato a manos de su compañero o ex compañero sentimental; 64 fueron asesinadas. La violencia doméstica empieza en el maltrato psicológico en la vida cotidiana.

* El escandaloso negocio de los cosméticos y la cirugía estética. No nos referimos aquí a los cuidados normales de higiene o a una moderada preocupación y ocupación por el aspecto personal. Lo que es escandaloso es cómo la publicidad y los medios de comunicación retroalimentan un mercado multimillonario que se basa en el fomento y la explotación del sentimiento de inseguridad de las mujeres con su físico y en el tratamiento de las mujeres como objetos. Esto es tan absurdo que, al parecer, en el año 2001, en todo el mundo, se gastó muchísimo más dinero (del orden de tres veces más) en implantes de senos que en la investigación del Mal de Alzheimer (una forma de demencia senil).

* La existencia de la prostitución. Es otra señal del patriarcado. Aunque exista algo de prostitución masculina (los "gigolós"), la prostitución es esencialmente femenina y no sería posible, entre otras cosas, si: primero, no existiera la abismal diferencia de poder (y no sólo económico, sino poder vital) entre hombres y mujeres; y, segundo, si no se diera la "cosificación" o reducción de las mujeres a meros objetos sexuales.

Las anteriores manifestaciones sociales del patriarcado tienen su reflejo a NIVEL PSICOLÓGICO, algunas de ellas son:

* Falta de autoestima en las mujeres, inducida por la educación y el entorno. Una consecuencia de ello son las enfermedades psicológicas, que padecen mucho más las mujeres que los hombres, como la anorexia, la bulimia o la depresión.

* Falta de expectativas de logro y limitación de los propios intereses en las mujeres. Como las expectativas y la confianza que una tenga en sus propias fuerzas son condición para alcanzar lo que una se proponga y aunque las mujeres en la actualidad, por lo menos en nuestro mundo, se educan para proponerse lo que quieran, antes o después tendrán que optar o compatibilizar sus relaciones afectivas con su carrera. Desde la infancia aprenden que los/as bebés son cosa de niñas y no de niños (los niños no juegan con muñecas ¿por qué?), y al jugar con muñecas y ejercitarse desde su más tierna infancia a hacer de mamaítas y no de papaítos, una vez sean mayores les harán optar por su familia. Lo han visto en sus madres, lo han visto en la publicidad, lo han visto por todas partes. Son las máximas responsables de sus hijos e hijas. Por lo que muchas veces las mujeres carecen de tiempo y por tanto de estrategias, para investigar y aprender de las cosas y del mundo y tienden a centrarse exclusivamente en las relaciones (la otra cara de este aspecto es la incapacidad, falta de interés y estrategias de muchos hombres para con las relaciones afectivas interpersonales).

* Sentimiento de miedo e inseguridad física. Muchas mujeres son más fuertes que muchos hombres y, según las estadísticas, los hombres sufren muchos más delitos con violencia que las mujeres; sin embargo, desde pequeñas se mete miedo sólo, o mucho más, a las mujeres frente a la eventualidad de un ataque violento (especialmente con el fantasma de la violación), no se fomenta su educación física y su competitividad, se acrecienta su debilidad haciéndolas llevar ropa y calzado "a la moda", que impide moverse con agilidad. En consecuencia, las mujeres en general viven con más miedos, limitándoles a la hora de salir o de emprender actividades solas. La otra opción es tener siempre al lado a un hombre que les acompañe (muchos padres se complacen cuando sus hijas tienen novio a temprana edad porque así ya tienen protección garantizada, aunque sea a costa de la autonomía de ellas).

Las manifestaciones del patriarcado en el ÁMBITO CULTURAL también se hacen notar.

* La educación reglada (colegios, institutos, universidades) androcéntrica (centrada en los hombres). Todos los grandes nombres que se estudian en la historia, la literatura, el arte y la ciencia son hombres; no se da relevancia a las pocas mujeres que han podido destacar y no se explican las causas de que haya tan pocas mujeres destacadas, con lo que se transmite subliminalmente el mensaje de que las mujeres son incapaces o, al menos lo han sido, y se impide que las nuevas generaciones rompan con esa idea del inconsciente colectivo. Otras interpretaciones "tienen truco", por ejemplo cuando en historia se habla del advenimiento del "sufragio universal" en las democracias occidentales, se está hablando de la generalización del voto a todos los hombres mayores de edad; ¿se explica que lo que se dió por llamar "sufragio universal" impedía votar al 51% de la población, es decir, las mujeres? ¿Se explica acto seguido el movimiento sufragista protagonizado fundamentalmente por mujeres que hizo posible el voto de las mujeres en todos los países? Otro ejemplo: cuando se estudian los movimientos sociales de los s.XIX y XX no aparece el movimiento feminista por ningún lado, como si no hubiera sido uno de los movimientos determinantes del cambio social en esos siglos.

* El funcionamiento y la estructura de las familias. De las 319.800 familias monoparentales españolas, 286.800 están a cargo de una mujer (¿no se deberían llamar monomarentales?). De éstas, el 90% tiene menos de 45 años y dos hijos/as. Las mujeres dedican 7 horas y 22 minutos a las tareas domésticas un fin de semana, mientras que el hombre emplea 3 horas y 10 minutos. Son datos del año 2003. Los hijos y las hijas tienden a aprender y reproducir los roles que ven en sus progenitores; sería bueno que las nuevas generaciones de chicas y chicos sean (en algunos casos ya lo son) conscientes de ello y poco a poco vayan rompiendo con los roles de la familia tradicional que ha supuesto y supone tanta desigualdad, aunque sólo fuera por variar un poco... a mejor.

* Transmisión y fomento de los estereotipos por los medios de comunicación y la publicidad. La publicidad va dirigida fundamentalmente a las mujeres, a las que refuerza en su papel de encargadas del trabajo doméstico y de objetos sexuales, retroalimentando su insatisfacción con el propio cuerpo. Toda una nube de programas y prensa "rosa" o "especial para ti, mujer" (dirigidos a las mujeres), así como los programas y la prensa "deportiva", y la pornografía (dirigidos exclusivamente a los varones) contribuyen igualmente a la transmisión y fomento de los estereotipos femenino y masculino.

* La ciencia, las artes y las letras. Aunque se tiende a pensar que estas manifestaciones culturales son neutras o asépticas en términos de género, también están impregnadas de valores masculinos y colaboran en la transmisión y fomento de los estereotipos de género. Un ejemplo: Francis Bacon, siglo XVII, considerado como uno de los fundadores de la ciencia moderna, en su obra El nacimiento masculino del tiempo dice así: “la ciencia anterior representaba solamente un vástago femenino, pasivo, débil, expectante, pero ahora ha nacido un hijo varón, activo, viril, generativo”. “Establezcamos un maridaje casto y legal entre Mente y Naturaleza. La Naturaleza va a ser la novia, la que requiere ser dominada, conformada y sometida por la mente del científico”. Este fue el impulso científico en su nacimiento. Efectivamente, se ha dominado a la Naturaleza como Francis Bacon quería pero ¿a qué precio? Hemos puesto en peligro la supervivencia del planeta por ese deseo. ¿No es cierto que detrás de muchas mujeres asesinadas está el deseo de sus parejas de dominarlas? Otras muchas sobreviven sometidas.

* La religión. Las religiones, como manifestaciones culturales, contribuyen a mantener todos los prejuicios misóginos y la idea de la mujer siempre dependiente y subordinada al hombre, a través de su influencia en nuestro imaginario colectivo (incluso con una imagen masculina de Dios o de los dioses) y a través de las propias estructuras de poder, tanto de las iglesias cristianas, en España, en particular, la Católica, como de las grandes religiones en general.

* Los esquemas de percepción y el universo simbólico. La psicología, la antropología y la sociología actuales están de acuerdo en que vemos el mundo a través de una serie de “categorías” conceptuales y esquemas de percepción que nos sirven para estructurar la realidad. Igualmente el universo simbólico (las asociaciones que hacemos de determinadas imágenes, palabras y conceptos) determina nuestra percepción y comprensión de lo que nos rodea. Pues bien, tanto los esquemas de percepción y las categorías conceptuales como nuestro orden simbólico identifican el mundo del hombre con el mundo en sí, por lo que el universo masculino se asienta en nuestra mente como algo invisible o neutro. Lo típico del mundo dominante es que logra hacer que se reconozca inconscientemente como universal su manera de ser particular. A esto se denomina “androcentrismo” que no es más que la consideración de que los valores masculinos son únicos y universales, en detrimento de los valores femeninos. En antropología cultural, a este planteamiento se llama “etnocentrismo” y está totalmente desechado (etnocentrismo: consideración de que los valores de la propia cultura son únicos y universales).

El sexismo de nuestro orden conceptual y simbólico se manifiesta especialmente en el lenguaje. Mucha gente se burla de esto y dice que, por ejemplo, es una tontería lo de usar el "los/as" o l@s, o usar el plural femenino como genérico. Sin embargo, el lenguaje conforma nuestra manera de pensar y de ser, somos lo que de alguna manera podemos nombrar. Lo que no se nombra, no existe, o se ignora, o no se tiene en cuenta, o se da por supuesto, lo que en referencia a las personas, puede ser sangrante.

Los diferentes elementos que conforman el patriarcado son como piezas de un complicado puzzle. Cuando tenemos delante un puzzle complicado ocurre que, algunas piezas, por sí solas, no nos dicen nada, no podemos, en principio, encontrar su sitio y, por tanto, su significado. Otras piezas, por el contrario, tienen más significado debido a que lo que representan está expresado en ellas mismas.

Tanto unas como otras adquieren su máximo sentido en su relación con las otras, cuando todas las piezas encajan. El rompecabezas deja de ser tal para convertirse en un universo con sentido, con significado. Lo extraordinario de las piezas que conforman el rompecabezas del mundo es que las piezas han ido cambiando a lo largo de la historia, de nuestra historia. Si han ido cambiando pueden seguir cambiando… esperemos que a mejor.

En el 2009 Banmujer destinará 50% de la cartera crediticia para actividades agrícolas

Prensa Banmujer
Acompañando las políticas del Gobierno Nacional para garantizar la soberanía y seguridad alimentaria, la presidenta del Banco de Desarrollo de la Mujer (Banmujer), Nora Castañeda, anunció que el 50 por ciento de la cartera crediticia de la institución microfinanciera, para este año, será destinada a las actividades socioproductivas del sector agrícola.

Castañeda señaló que “se busca fortalecer el sector agrícola animal y vegetal en todo el país, en zonas urbanas y rurales. Por ello, los objetivos y las metas del Banco deben replantearse en función de estos lineamientos, emanados por la Ministra de Asuntos para la Mujer, María León”.

Banmujer para el 2009 presentará un plan de trabajo orientado a garantizar la soberanía y seguridad alimentaria con una visión de género, ofreciendo alternativas para una agricultura ecológica que permita el desarrollo de una mejor calidad de vida no sólo para las mujeres sino para sus familias.



“Queremos incorporar a las mujeres de manera plena a la economía, al desarrollo y a los beneficios del desarrollo. Impulsar una economía familiar, beneficiando, como siempre lo hemos hecho, a las mujeres más pobres a través de microcréditos”, dijo.

La presidenta de Banmujer dio estas declaraciones durante el I Taller con Promotoras Responsables del sector Agrícola, que se desarrolló en los espacios de la Escuela de Formación Socialista Agrícola “La Providencia”, en el municipio Mariño, durante los días 26 y 27 de marzo.

En el taller, también tuvo una especial participación, la socióloga Morelba Jiménez, quien expuso sobre los “Apuntes para el conocimiento del enfoque de género en el medio rural”. Jiménez es parte del Fondo de Población de las Naciones Unidas y resaltó la necesidad de un cambio de actitud y de conducta en la población, para evitar la discriminación, y propiciar la defensa de los derechos de las mujeres.

Al evento asistieron representantes de los 24 estados del país, quienes participaron en seis mesas de trabajo, en la cuales se debatieron sobre diversos aspectos del sector que llevaron a construir el Plan de Trabajo para el 2009.

Dicho plan se basa en la necesidad de fortalecer la gestión de las promotoras en los diferentes escenarios agrícolas; el organizar unidades económicas asociativas que faciliten el acceso a las familias campesinas a los servicios financieros y no financieros que ofrece la institución microfinanciera.

Asimismo, se presenta como objetivo fundamental lograr la articulación con los organismos públicos vinculados al sector agrícola.

Las promotoras determinaron la necesidad de organizar talleres de formación relacionados con la construcción del socialismo, la visibilización de la mujer y la producción con enfoque agroecológico para fortalecer la seguridad alimentaria, con el propósito de llegar a todas las familias campesinas.


-Prensa Banmujer-

La Doble Moral de la Iglesia...




Presidentes feministas

Por: Magdalena León T.
Este titular no es una ironía o una ficción futurista. Hace pocas semanas, gente de todo el mundo escuchó decir a presidentes latinoamericanos que se sienten identificados con el feminismo, que no conciben una transformación estructural, un cambio socialista que no sea feminista. Los presidentes fueron Hugo Chávez y Rafael Correa, quienes junto a Fernando Lugo y Evo Morales compartieron un intercambio con dirigentes sociales e intelectuales, en el marco del Foro Social Mundial (Belém, 2009). Vale resaltar este hecho, verdaderamente significativo, en estos días del mes de las mujeres. ¿Cuán feministas pueden ser estos presidentes? ¿Cuánto, en verdad, han interiorizado de esas visiones y propuestas, las han hecho suyas y las aplican en su día a día de ejercicio del poder?


La respuesta no es obvia, se necesitarían ‘más datos’ para ensayarla. Pero más allá de esa confirmación de autenticidad que muchas quisieran tener, desde un escepticismo quizá justificado, la declaración en sí misma es relevante por la intención y el compromiso que refleja y, ante todo, porque muestra que feminismo dejó de ser ‘mala palabra’ para, en los proyectos y búsquedas de cambio, reconocerse como uno de los pilares de una sociedad nueva, de una economía diferente, de otra América Latina.


No es, claro, una mutación espontánea o gratuita: de por medio está todo un universo de luchas, vidas entregadas, iniciativas en todos los terrenos impulsadas por las mujeres. Hemos llegado hasta aquí sumando acciones e ideas en todos los frentes, para que se nos abran espacios y derechos como seres humanos –algo tan básico-, para que se reconozca el machismo y el patriarcado como problemas de sociedad, para que se hagan visibles los múltiples aportes de las mujeres en el cuidado de la vida, en la preservación de saberes, en la creación y continuidad de lazos y prácticas sociales con lógicas constructivas, en los modos más humanos de hacer política.


También el tiempo decisivo que atravesamos pone su cuota para revalorizar el feminismo, pues temas largamente secundarizados por su feminización se han tornado estratégicos: la alimentación, que se formula con sus alcances de soberanía alimentaria; el cuidado y la reproducción de ciclos de vida humana y natural; el trabajo como base de la economía; las relaciones basadas en la reciprocidad, la solidaridad, la cooperación. Resulta imposible, así, no valorar las propuestas de una economía para la vida que se han gestado en el campo feminista.


Quienes estuvimos en ese encuentro de Belém, pudimos compartir esa sensación colectiva de que estamos de verdad en el siglo XXI –a veces lenguajes, políticas, acciones nos devuelven al XIX o antes y nos hacen dudar de los tiempos-, que estamos pisando firme en un camino de cambios, que en nuestro territorio se están produciendo revoluciones inéditas, sin que las apreciemos en su magnitud y significado.


Fueron unas pocas palabras, nunca antes pronunciadas por presidentes en América Latina –y quizá en el planeta-, que resumieron el espíritu de esta época que junta cosechas y nuevos desafíos, para avanzar en transformaciones que ya son una urgencia en la agenda de la humanidad.

El ciclo de la Violencia

"El ciclo de la violencia" aparece en las situaciones de maltrato. Es interesante ver como este ciclo se repite, y cuáles son sus particularidades, pues sin darnos cuenta podemos estar entrando en una situación de violencia que luego se convertirá en un círculo vicioso de maltrato. Este ciclo consta de varias fases, a saber:
1.Fase de acumulación de tensión
2.Fase de Explosión Violenta
3.Fase de Luna de Miel
4.Escalada de la Violencia de Género

A continuación describimos cada una de ellas:

1.- FASE DE ACUMULACIÓN DE TENSIÓN

El hombre maltratador empieza a mostrarse tenso e irritable, cualquier comportamiento de la mujer despierta en él una reacción de enfado. La mujer sorprendida intenta hablar con él para solucionar el problema, ver la causa, pero esto solo provoca más enfados en el hombre que la ve como excesivamente dependiente y empalagosa. La mujer, para no molestarle, comienza entonces a no hacer nada, intenta no expresar su opinión porque sabe que él expresará la contraria y entonces habrá “bronca”, también intenta hacer las menores cosas posibles, entra en una fase de inmovilidad, pero esto tampoco salva a la mujer, ya que el hombre la acusará de ser casi un “mueble” que no hace nada, que es una persona anodina y aburrida.


Si la mujer se queja él lo niega todo y vuelca la culpabilidad en ella, y esa desigualdad que el hombre ha ido construyendo a lo largo de la relación es utilizada para callar a la mujer. La intenta convencer de que él tiene razón y no ella, que su percepción de la realidad es equivocada, y como ya hemos dicho, la desigualdad creada permite al hombre este comportamiento.

Ella acaba dudando de su propia experiencia y se considera culpable de lo que pasa. Esto va a reforzar todavía más el comportamiento del hombre.

Él se distancia emocionalmente, la mujer se asusta pensando que lo va a perder y que si esto ocurre será culpa de ella puesto que no ha sabido conservar su amor.

El hombre ya no siente ningún amor y se distancia y cada vez está más irritable.

Ella se disculpa una y otra vez, confiando en solucionar así la situación, pero el hombre se harta y siente necesidad de castigarla verbal, físicamente, o de ambas formas a la vez.

2.- FASE DE EXPLOSIÓN VIOLENTA


Como su nombre indica, el hombre acaba explotando, pierde el control y castiga muy duramente a su pareja, verbal o físicamente.

La insulta, la golpea, rompe cosas, amenaza con matar a los hijos y a ella, la interrumpe el sueño, la viola...

La mujer, que sólo intentaba salvar la relación, se ve ahora impotente y débil, la desigual balanza que se ha establecido a lo largo de los años la paraliza.

No toma represalias, todo el poder está en él, eso lo ha aprendido muy bien y la mujer entra en una “indefensión aprendida” que le impide reaccionar.

3.- FASE DE LUNA DE MIEL


El agresor se siente muy arrepentido de su conducta (por lo menos las primeras veces), pide perdón, promete cambiar. Y realmente cambia, durante esta fase se convierte en el hombre más “encantador” del mundo, la lleva el desayuno a la cama, la cura las heridas, incluso se hace cargo de las tareas domésticas, le cede todo el poder a ella.

La mujer en esta situación se siente en éxtasis, tiene el poder y a su hombre detrás responsbilizándose y amándola. Él deja de ponerla tantas restricciones, se relaja un poco y la permite las salidas. Si bebía deja de beber, incluso puede ir a terapia.

La mujer al ver estos cambios piensa que si ha podido dejar la bebida puede dejar de pegarla y piensa de verdad que no volverá a ocurrir, ya que equivocadamente ella relaciona (en un porcentaje muy alto) el maltrato con la ingestión de alcohol, sin pararse a pensar que cuando bebe él no maltrata a todo el mundo, sino sólo a ella.

4.- ESCALADA DE LA VIOLENCIA DE GENERO

Una vez que ha conseguido el perdón de su víctima, se siente de nuevo seguro en la relación, ya la ha recuperado y no tiene que seguir complaciéndola, empieza de nuevo la irritabilidad y los abusos y cuando ella quiere ejercer su recién conseguido poder la castiga duramente.

Cada vez la mujer es más dependiente, cada vez tiene menos energía para luchar (Indefensión aprendida). Es el marido o pareja, y no ella, quien controla estos ciclos y el que decide cuando se acaba la Luna de Miel.

Ella empieza a darse cuenta de que haga lo que haga no puede controlar el comportamiento de su marido, los malos tratos son arbitrarios e indiscriminados. La mujer sólo tiene energías para intentar mantenerse con vida dentro de la relación o para que no se implique a los hijos e hijas.

Los ciclos de violencia se van sucediendo hasta que finalmente desaparece la Fase de “Luna de Miel”.

La RED Feminista lanza campaña para combatir el tremendismo de la iglesia

La Red Estatal de Organizaciones Feministas , integrada por más de 200 organizaciones de mujeres, han presentado una campaña a favor de la nueva ley del aborto que pretende combatir el ‘tremendismo’ de la Conferencia Episcopal y la ‘esquizofrenia’ del PP.

‘Vamos a inundar España con carteles de ‘A favor’, frente a la campaña tremendista de la Iglesia’, ha dicho una de las portavoces, Angeles Alvarez, quien ha explicado que se trata de una campaña ‘sensata’ y en el marco de la reflexión y el argumento, ‘pero si tenemos que salir a la calle, lo haremos’, ha advertido.


Además, ha pedido al PP ‘que deje de arremeter contra todas las leyes que reconocen derechos a las mujeres’, que deje de mantener ‘una situación esquizofrénica manteniendo un discurso y haciendo otra cosa’ y que ‘no se deje arrastrar por los sectores más integristas de su partido’.

Con citas bíblicas ha contraargumentado la presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, a la cúpula eclesial, que ha definido como el ‘partido fundamentalista extraparlamentario’ y al que ha recordado la obligación de ‘ser honestos, éticos y no engañar y asustar al pueblo’.

‘No es una ley de aborto, es una legislación que garantiza una ley que lleva funcionando desde hace 25 años y que ha salvado muchas vidas’, ha aclarado Pérez del Campo, quien ha aconsejado cumplir con la máxima de ‘dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios’.

Respecto a establecer la posibilidad de abortar a partir de los 16 años sin autorización paterna, la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Altamira Gonzalo, ha destacado que la ley reconoce a esa edad la autonomía para cualquier tipo de intervención (excepto aborto y fecundación) por lo que ha defendido que la nueva ley debe incluir ‘el derecho a decidir de las mujeres con plena garantía sobre su maternidad’.

Yolanda Besteiro, de la Federación de Mujeres Progresistas, ha recordado que esa es la ley penal, que permite emanciparse de los padres y contraer matrimonio, y que a partir de los 13 años se puede legalmente mantener relaciones sexuales consentidas.

La presidenta de esta federación ha defendido la necesidad de regular en la ley los términos de la objeción de conciencia de los médicos, ‘para hacerlo compatible con el derecho de la mujer a decidir sobre su maternidad’, ya que ha explicado que en algunas CCAA ‘no se practica ni una sola interrupción en los supuestos legales, por lo que deben ir a otras comunidades’.

Además, ha propuesto que se imparta educación sexual a partir de los 11 años, ‘con lo que se evitarían embarazos no deseados y casos de violencia de género’.

La campaña se difundirá a través de carteles y soportes con mensajes a favor de ‘Una maternidad libre’ o ‘Un aborto seguro’ en castellano, euskera, gallego y catalán, y se presentará a los diferentes grupos políticos, con los que están solicitando entrevistarse.

‘El debate debe llegar a mujeres urbanas y rurales’, ha señalado Teresa López, de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, porque ha recordado que una de cada tres mujeres viven en el ámbito rural.

También, a las mujeres católicas, ha reivindicado Mar Granda, de Católicas por el Derecho a Decidir, quien ha dicho sentirse ‘avergonzada’ por la campaña de la Conferencia Episcopal, que a su juicio, ‘sólo quieren tener el poder’.

domingo, marzo 29, 2009

28 de mayo. Llamado a la Acción 2009: La salud y los derechos sexuales y derechos reproductivos son derechos humanos y de ciudadanía

La Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe quiere hacer de esta fecha emblemática un ejercicio de interpelación política desde las mujeres frente a los Estados y frente a todos los actores sociales con poder de decisión, exigiéndoles que la salud sexual y reproductiva y los derechos correlativos sean reconocidos como un derecho humano y como un derecho de ciudadanía. Y que, en consecuencia, se entreguen los recursos, normativas y respaldos legales necesarios para su protección y puesta en práctica en la vida cotidiana de las personas.

El marco teórico político que sustenta dichos conceptos corresponde al Programa de Acción de la Conferencia sobre Población y Desarrollo de El Cairo, acordado en 1994, y en sus procesos de seguimiento; en la Plataforma de Acción de la Conferencia Mundial de la Mujer, de Beijing; al igual que en tratados y convenciones de derechos humanos, como por ejemplo, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, CEDAW.


Es por ello que ha definido los siguientes objetivos generales de esta campaña de activismo regional:

---Interpelar a los Estados para que: respeten, promuevan y garanticen la salud y los derechos sexuales y derechos reproductivos como derechos humanos y derechos de ciudadanía, en consonancia con el sistema internacional de derechos humanos y las Conferencias de El Cairo y Beijing, avancen en su incorporación efectiva al marco jurídico de cada país, incluso en las constituciones nacionales, y otorguen el respaldo político, programático y financiero suficiente para que mujeres y hombres puedan ejercerlos en la cotidianidad de sus vidas.

---Impulsar la articulación de una voz regional desde las organizaciones de mujeres para repolitizar las demandas sobre salud y derechos sexuales y derechos reproductivos frente a los tomadores de decisión: gobiernos, parlamentos, agencias financiadoras, etc.
Y como objetivo específico:

---Identificar y difundir las estrategias utilizadas por la membresía de la Red en distintos niveles (local, nacional, regional), para lograr la implementación de los acuerdos de la CIPD, conocer cuáles han sido los obstáculos principales para que ello ocurra (recursos insuficientes, negligencia y falta de voluntad de los gobiernos para implementar políticas, presencia de fundamentalismos, carencia de legislaciones, clima internacional desfavorable, etc.), y cuáles han sido las oportunidades favorables.

Este año 2009 coincide con una serie de hechos significativos. Se cumplen quince años desde la realización de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de Naciones Unidas, celebrada en El Cairo en 1994, donde surgió un nuevo paradigma –de la salud sexual y reproductiva–, el que constituye un claro avance respecto de conferencias anteriores en el tema de población, y donde los derechos reproductivos se expresaron y reconocieron desde un marco de los derechos humanos.

Por otra, este año asistiremos también al trigésimo aniversario desde que la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, CEDAW, fuera aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1979, constituyéndose en el tratado más amplio e integral de derechos humanos de las mujeres, que reconoce el derecho a la salud como un derecho humano y también el derecho de las mujeres a decidir el número de sus hijos, cuando tenerlos y a tener acceso a los medios que les permitan ejercerlo.

Y también en 2009 se cumplen 25 años desde la creación de esta Red de Salud, la cual surgió el año 1984 en Tenza, Colombia, como articulación regional del movimiento de salud de las mujeres. Desde sus inicios, definió como eje central de su agenda política la defensa de la salud de las mujeres y sus derechos humanos, en especial, sus derechos sexuales y derechos reproductivos, al igual que la promoción del ejercicio ciudadano en salud, entendido como la capacidad de las personas –en este caso, las mujeres– de apropiarse de los derechos que les asisten en este ámbito, de reclamarlos y exigirlos.

Sin embargo, se observan grandes retrasos a nivel de países y regiones en el cumplimiento e implementación de los acuerdos emanados de la Conferencia de El Cairo. El monitoreo ciudadano que impulsó la Red de Salud en siete países de la región entre 1996 y 2004, dio cuenta de este fenómeno.

Los seguimientos a los 5 y 10 años nuevamente demostraron que los Estados han sido renuentes en cumplir lo que ratificaron en El Cairo, en tanto que la revisión de los 15 años que se cumple en 2009 tampoco arroja avances significativos.

En este sentido, se observa una atención preferente de los gobiernos y de las agencias
internacionales hacia el cumplimiento de metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ODM, cuyo enfoque carece de la profundidad y amplitud necesarias, pues no dan cuenta de la compleja intersección de fenómenos propios de la vida y la condición de las mujeres.

Las organizaciones de mujeres vinculadas a estos procesos, están preparando informes-sombra nacionales y observatorios con indicadores específicos, en especial en lo referido a la situación del aborto, la mortalidad materna, la intersección entre violencia basada en género y VIH/SIDA, el embarazo adolescente, la prevalencia de uso de anticonceptivos, y las disparidades socioeconómicas, entre otros.

Es por ello que el Llamado a la Acción 2009 centra su atención en estas realidades, y sugiere la realización de actividades de interpelación, denuncia, información y sensibilización. Para conocer el texto completo de este documento, acuda a la columna auxiliar, donde se encuentran también hojas de datos alusivas y el formulario para presentar proyectos.

Mayores informaciones con:secretaria@reddesalud.org

Comisión Europea propone nuevas normas contra trata de humanos y pornografía

La Comisión Europea propuso hoy que los países de la Unión Europea adopten nuevas normas contra la trata de seres humanos, la explotación sexual y pornografía infantil, de forma que las legislaciones nacionales y penas sean más similares.

La propuesta relacionada al tráfico de personas considera permitir la realización de escuchas telefónicas en la investigación de esos delitos y garantizaría que se juzgue a los delincuentes incluso cuando cometan los delitos en el extranjero.

La iniciativa plantea además que no sólo los responsables del tráfico estarían sujetos a sanciones, sino también los empleadores que se aprovechan de las víctimas y los clientes de personas forzadas a ofrecer servicios sexuales.


Las víctimas tendrían derecho a alojamiento, atención médica y un abogado gratuito durante el proceso, además de la asistencia necesaria para reclamar una indemnización económica y protección policial para que no tengan miedo de declarar contra sus agresores.

Para mejorar la lucha contra la explotación sexual de menores, Bruselas recomienda establecer sanciones penales para nuevas formas de abuso.

Entre ellas, el atraer a los niños mediante señuelos a través de Internet y abusar de ellos, ver pornografía infantil sin descargar ficheros o hacer que los menores posen sexualmente delante de webcams.

También estarían sujetos a procesos judiciales en su país de origen los llamados "turistas sexuales", que viajan al extranjero para abusar de niños.

Los acusados recibirían un trato personalizado para que no reincidan y la prohibición de ejercer actividades que supongan el contacto con niños debería ser efectiva, no sólo en el país en donde fueron condenados sino en toda la Unión Europea (UE).

De acuerdo con la propuesta, las víctimas serían asistidas por un abogado de forma gratuita y podrían declarar en el juicio sin tener que encontrarse con su abusador, una manera de "ahorrarles traumas adicionales", afirmó la CE.

Bruselas también sugirió que se implementen sistemas para bloquear el acceso a sitios Internet que contengan pornografía infantil.

Con esas medidas, el Ejecutivo comunitario confía que se proporcionará una "mejor ayuda a las víctimas y una acción más dura contra los delincuentes responsables del abuso sexual y de la trata de niños".

Las propuestas se debatirán en el Consejo de Ministros de la UE y, una vez aprobadas, deberán ser incorporadas a las legislaciones nacionales, sustituyendo las legislaciones que han estado en vigor desde 2002 y 2004, de manera respectiva.

El comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Jacques Barrot, recordó que unas mil 225 millones de personas en todo el mundo son víctimas de la trata de seres humanos y un 43 por ciento de ellas es explotada mediante la prostitución, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Barrot se refirió también a estudios científicos que estiman que entre el 10 y el 20 por ciento de los niños en la UE sufrirá agresiones sexuales durante la infancia.

sábado, marzo 28, 2009

Del tamaño de su cerebro...Un obispo afirma que el preservativo no sirve porque "el VIH es muy pequeño"

"El tamaño del virus del sida es infinitamente más pequeño que un espermatozoide". Lo ha asegurado el obispo de Orleáns, André Fort, que ha echado así más leña a la polémica creada desde la Iglesia católica sobre el uso del preservativo. "Esa es la prueba de que el preservativo no es una garantía al cien por cien contra el sida", afirmaba el religioso en declaraciones a la radio France Info.Fort dijo también que "todos los científicos lo saben", lo que provocó una dura reacción de las asociaciones de lucha contra el sida en Francia y de la comunidad científica. Desde la Agencia Francesa de Investigación sobre el Sida afirmaron que las palabras del obispo "no tienen ninguna base científica" y precisaron que los preservativos homologados en Francia no dejan pasar el virus del sida.


Las asociaciones contra el sida consideraron peligrosas las palabras de Fort, ya que pueden llevar a los jóvenes a no utilizar este método anticonceptivo que consideran el más eficaz en la lucha contra la enfermedad.

Con estas declaraciones, el obispo de Orleans pretendía mostrar su apoyo al papa Benedicto XVI por sus declaraciones en África en las que afirmó que el preservativo agrava el problema del sida.

Documento de Plenaria Final del XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe

Las feministas ya reconocíamos al fundamentalismo religioso, pues hemos venido enfrentado a sus expresiones como la principal barrera y el primer obstáculo de confrontación para el avance de los derechos de las mujeres.

Hoy la percepción sobre el fundamentalismo está cambiando, a la luz de dos elementos del contexto:

El avance de la globalización y sus procesos unificadores, totalizadores y excluyentes por una parte y;

El hecho de que la diversidad, ha adquirido carta de ciudadanía plena.


Bajo estas nuevas premisas, la palabra "fundamentalismo" empieza a ser útil para definir a anteriores y nuevas expresiones de opresión y control sobre el cuerpo de las mujeres, caracterizadas como expresiones que articulan a diversos sectores hegemónicos de nuestras sociedades, de la política, la economía, los medios de comunicación masivos y la religión, que antes podían o no operar articuladamente, pero que hoy día y ante la profundización de los efectos de la globalización parecen fortalecer su acción conjunta.

Así desde los distintos grupos de discusión, fue común reconocer al fundamentalismo como mecanismo mucho más eficiente, para garantizar la reproducción de la cultura patriarcal y la desigualdad social, así como los modelos únicos de pensamiento. Señalamos que el hecho de pensar que la sociedad debe llegar a ser homogénea es en sí una postura fundamentalista.

Por ello consideramos, que más que un rostro común, el fundamentalismo tiene "características comunes", posibilitadas por los mapas mentales acostumbrados a una sola y única verdad, que no admite cuestionamiento, duda u opción y que en consecuencia niega lo diferente, lo diverso y no admitirá la posibilidad de decidir en libertad.

Las feministas hemos reflexionado críticamente y hemos encontrado que dentro del propio movimiento también hay prácticas fundamentalistas y estamos decididas a enfrentarla pues sabemos que de no hacerlo, estaremos fortaleciendo a los actores fundamentalistas de hoy y de siempre (las cúpulas del poder financiero, la jerarquía religiosa, la moral de occidente, todas las instituciones patriarcales) pues no podremos desarrollar las capacidades, los conocimientos y las alianzas necesarias para remontarlos y para hacer realidad los sueños y deseos de todas para las mujeres.

Otra forma de decirlo, es que en la medida en que neguemos las prácticas fundamentalistas internas al movimiento, nos alejamos de la posibilidad de enfrentarlas y eventualmente superarlas.

Pero en términos de interpretar la realidad política, económica, social y cultural de nuestra región, tenemos aún reticencias sobre el término "fundamentalismo" o "fundamentalismos". Así seguiremos hablando y afirmando la crítica sobre las formas de opresión que han fracturado los derechos de las mujeres con nombre y apellido, formas que conocemos bien: neoliberalismo, militarización, consumismo, exterminio, sexismo, discriminación, violencia y patriarcado, es decir esos ámbitos que han ocupado en las últimas décadas a la producción de la propuesta feminista.

En términos de los conocimientos y habilidades para analizar y enfrentar los fundamentalismos, nos manifestamos por consolidar espacios de discusión política permanente, que nos permitan debatir sobre las tensiones dentro del movimiento feminista, que en la práctica postergamos por los bomberazos impuestos por la coyuntura. Requerimos darnos el espacio para el debate que posibilite acuerdos y prácticas para superar la fragmentación y diseñar una estrategia de largo plazo.

De frente a los fundamentalismos y su acción en escalada, hemos identificado la siguiente ruta:

Primero.- Necesitamos caracterizar las expresiones fundamentalistas en los espacios y temas de nuestro trabajo regional, nacional y local y reconocer a los actores que los operan;

Segundo.- Necesitamos identificar los retos que nos presenta, así como los niveles de desarrollo que requiere nuestro movimiento para enfrentarlos;

Tercero.- Necesitamos jerarquizar o priorizar los frentes de batalla, sin olvidar que para nuestro movimiento, el espacio de confrontación principal es el patriarcado;

Cuarto.- Necesitamos encontrar formas equiparables a la acción fundamentalista, es decir, igual de complejas pero además creativas y radicales para enfrentar los efectos de su acción fundamentalista.

Al respecto hemos reconocido temas centrales, temas nodales para enfrentar el fundamentalismo:

Los Derechos Sexuales y Reproductivos siguen siendo un campo de trabajo y visibilización, dado el déficit en su representación política y la creciente despolitización en su conceptualización promovida por los gobiernos de la región. Además requerimos incorporar efectivamente los temas de la orientación sexual y la identidad de género, y no olvidar que el aborto sigue siendo una asignatura pendiente y urgente en la región.

Otro tema es el de los medios de comunicación masivos y su tradición y función de reproducir la cultura patriarcal. Requerimos incluir entre nuestras acciones inmediatas, las mediáticas y subir nuestras apuestas para el fortalecimiento de los medios de comunicación alternativos: el proyecto político feminista, que implica una profunda revolución cultural, nos lo demanda.

Desafortunadamente, y dado el incremento de los efectos de la violencia hacia las mujeres, seguirá siendo aspecto prioritario de nuestra agenda. La violencia y los discursos que exacerban la inseguridad y el miedo, se han transformado en nuevas justificaciones para reforzar el control y represión de los cuerpos y libertades de las mujeres.

La resignificación de la democracia es otro punto, que nos exige trasgredir los límites de los derechos políticos supuestamente conquistados en la región, pues por todo el continente prevalece la enorme brecha entre los avances consagrados en instrumentos internacionales y nacionales con la cruda realidad que viven las mujeres.

Ante ello, es necesario seguir visibilizando la diversidad entre las mujeres. No podemos dejar de señalar las distancias sociales que enfrentan las mujeres con identidades diversas frente al juego democrático. Y de ahí, la necesidad de seguir profundizando en el reconocimiento de las especificidades que enfrentan las indígenas, las afro descendientes, las jóvenes, las mujeres que construyen una identidad política desde su identidad de género, las mujeres con necesidades especiales, las mujeres en el trabajo sexual, las mujeres pobres, entre otras.

Las reflexiones dentro del XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe nos han llevado a identificar tareas para facilitar nuestra articulación con otros movimientos sociales:

Coincidimos en la importancia de trabajar por la ciudadanía de las mujeres, orientada por el anhelo de construir el poder de la sociedad organizada, el poder de las mujeres organizadas.

Es importante atender el nivel de trabajo comunitario. En todos los grupos nos manifestamos por un regreso al trabajo de base, al acercamiento y al diálogo con las realidades que viven las mujeres diversas en nuestra región.

Explorar alternativas de desarrollo económico sustentable, que proteja el medio ambiente y que permita disminuir las brechas de desigualdad que posibilite integrar a enormes poblaciones ahora en la marginalidad, además de cuestionar nuestros estilos de vida personales, pues la acción política individual también posibilita la acumulación.

El desafío por consolidar la laicidad en nuestros estados, se nos presenta como alternativa para debilitar las redes de poder que giran alrededor de la religión y su discurso dominante y represivo.

El trabajo por una agenda común, que nos permita dialogar con otros sectores de mujeres y con otros sectores del movimiento democrático.

En relación con las expresiones fundamentalistas dentro del movimiento feminista tenemos acuerdo en los siguientes retos:

Pasar de los discursos de la inclusión a prácticas verdaderas de inclusión de los diferentes feminismos, revisando de paso nuestra capacidad para respetar y reconocer los diversos liderazgos en la práctica cotidiana.

Profundizar nuestro conocimiento y trabajo en torno a la intersección de las agendas que integren las demandas de clase, etnia, etariedad y por supuesto de los géneros.

Fortalecer los mecanismos de comunicación y ampliarlos para que logren atender diferentes finalidades como: Acumular el conocimiento sobre nuestros avances y estrategias; Identificar los análisis comunes; Favorecer la acción regional en torno a nuestras agendas; Adquirir capacidad de accionar y reaccionar de manera inmediata y Fortalecer la capacidad de denuncia.

Incorporar los aspectos emergentes, como: mujeres privadas de libertad, mujeres con necesidades especiales, VIH, tráfico de personas, entre otras.

Asimismo, se identificaron un conjunto de debates que nos urgen actualizar:

La relación del feminismo y la izquierda

Las tensiones entre el denominado feminismo autónomo y el denominado feminismo institucional.

La tensión entre las posturas que proponen integrar o excluir a los hombres del feminismo.

Sostener el liderazgo de las identidades y sus agendas en el propio movimiento (¿Por qué se aparecen en este encuentro las demandas de las afrodescendientes (mujeres negras) y no las lesbianas por ejemplo? O ¿Porqué hay presencias de poblaciones y no hay discusiones políticas sobre algunas de nosotras como las mujeres con necesidades especiales o las mujeres que viven con VIH?). De alguna manera no terminamos de atender las condiciones relativas a la identidad o las capacidades y necesidades especiales, entre otras.

Revisar en qué medida la falta de recursos propios puede poner o no en riesgo la autonomía de nuestro movimiento, revisar la relación del movimiento con las organizaciones donantes nacionales e internacionales. En el fondo necesitamos establecer prácticas de transparencia y rendición de cuentas que alejen la satanización del dinero y las desconfianzas entre nostras.

Seguir fortaleciendo el vínculo entre la academia y la práctica feminista.

Poner en la mesa el desgaste de las militantes, y que el propio feminismo no ha atendido la generación de alternativas a la vejez o a la seguridad social.

Garantizar la formación de nuevas generaciones de mujeres feministas, así como estrategias para fortalecer el ejercicio de la ciudadanía plena de las mujeres.

Señalamos las expresiones de solidaridad dirigidas desde y para las mujeres nicaragüenses y afro descendientes, la bienvenida a las mujeres trans.

El Comité Impulsor del XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, aprovecha para agradecer que todas las asistentes atendieran al llamado a debatir y a refrendar los pactos entre nosotras. Nuestro esfuerzo, ha rendido sin duda frutos.