martes, agosto 31, 2010

Carmen Murias: "El neoliberalismo ha provocado las mayores desigualdades entre hombres y mujeres"...

Raquel Quelart
Este año se celebra la tercera acción internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM), una plataforma que aglutina a más de 6.000 asociaciones feministas de todo el mundo. Carmen Murias, de 55 años de edad y activista en diferentes grupos feministas desde mediados de los setenta, forma parte de la representación que tiene el movimiento en Catalunya. La organización lucha contra las causas estructurales de la pobreza y la violencia contra las mujeres pero, sobre todo, contra el capitalismo global, a quien responsabiliza del crecimiento de las desigualdades sociales y estructurales que padecen hoy millones de mujeres.

Las acciones de la Marcha, que se llevan a cabo cada cinco años, finalizarán el próximo 17 de octubre en la ciudad de Bukabu, en la República Democrática del Congo. Lugar donde viajarán centenares de activistas, una gran parte procedentes de otras zonas del continente africano, para denunciar las violaciones, muertes y situaciones inhumanas de las que son víctimas miles de mujeres cada día.

- ¿Qué es la Marcha Mundial de las Mujeres?
- Un movimiento feminista que lucha contra las causas estructurales de la pobreza y la violencia contra las mujeres. La MMM forma parte de una amalgama de grupos de resistencia que se oponen al capitalismo y al militarismo imperial. También recoge la visión feminista que no puede quedar al margen en la construcción de las alternativas.



- ¿Cómo se originó?
- Se remonta al año 1995, cuando las mujeres de Quebec organizaron una marcha, que ellas llamaron del "pan y las rosas", aludiendo a las mujeres obreras de principios de siglo. La movilización tenía como objetivo denunciar los efectos de las políticas neoliberales sobre las mujeres. Esta experiencia la llevaron a Beijing y allí, en la conferencia alternativa, se gestó la idea inicial de la MMM.

- ¿Y qué ocurrió?
- Durante los siguientes cinco años se construyó una plataforma reivindicativa para denunciar los efectos del neoliberalismo y el patriarcado en las condiciones de vida de las mujeres. Se denunciaba el papel del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial (BM), las políticas de ajuste estructural y el mecanismo de la deuda externa como instrumento de dominación.


- En el 2000 la Marcha organizó su primera acción feminista internacional con la presentación de los documentos elaborados a la ONU y dos grandes manifestaciones simultáneas, una en Nueva York y otra en Bruselas donde participaron más de 50.000 mujeres.

- El capitalismo global ha perjudicado a la mujer…
- ¡Y tanto! Por culpa del capitalismo han aumentado las desigualdades sociales, que afectan de manera especial a las mujeres. Este sistema es sexista y se sostiene, aunque no sólo, con el trabajo gratuito o mal pagado de las mujeres. Cada vez trabajamos más y tenemos menos acceso a los recursos. Sustituimos al Estado cuando recorta gastos sociales, las actividades de la economía sumergida se duplican para atender a las necesidades de las familias en los países pobres, donde las niñas dejan la escuela para trabajar...¡Las mujeres representan hoy el 70% de los pobres del planeta!

- También ha habido un aumento de la violencia contra las mujeres.
- En parte, a causa de la proliferación de ideologías fundamentalistas, ya sean religiosas o no, que atacan directamente las propuestas del feminismo y los derechos de las mujeres. Por otro lado, estamos delante de un proceso de remilitarización de las relaciones internacionales, que va ligado también a un incremento de la violencia contra las mujeres.

- ¿Qué tipo de violencia?
- Prostitución, trata, pornografía, violación de mujeres y niñas en zonas con presencia de bases militares o ejércitos extranjeros. En el caso de conflictos bélicos, el uso y abuso de la violación como arma de guerra, un hecho que se repite en cada uno de los conflictos armados, desde Bosnia hasta el Congo.

- ¿Cuáles son los campos de acción de la Marcha?
- La paz y la desmilitarización, la violencia contra las mujeres, los trabajos que ejercen, la defensa de los servicios públicos y los bienes comunes que incluye la lucha por la soberanía alimentaria.

- ¿Qué es la soberanía alimentaria?
- El término surgió como una propuesta de la Vía campesina en el 1996 en la cumbre de la FAO de Roma para acabar con el hambre en el mundo. Se refiere a que los pueblos y territorios puedan definir libremente su política agrícola. Es una propuesta alternativa al modelo agroindustrial dominante, un enorme negocio al servicio de las multinacionales de la alimentación y la distribución que pone en el mercado alimentos caros y nada saludables.

- ¿En qué afecta a las mujeres?
- Están presentes en la lucha contra la privatización de las tierras para dedicarlas a otros negocios más rentables, como los agrocombustibles por ejemplo, del agua, de las semillas. Ellas se organizan y reclaman acceso a la tierra y a los recursos en igualdad de condiciones, que se reconozcan sus saberes y conocimientos, y ser incluidas en la construcción de la Soberania Alimentaria. Es lo que ocurre con Argentina, un país que, a pesar de ser muy rico agrícolamente, tiene que importar alimentos ya que buena parte de sus cultivos están dedicados a la soja, con la que se da de comer a las vacas europeas y se hacen agrocombustibles.

- ¿Cuál es el rol que asumen las mujeres en la agricultura de subsistencia?
- Los datos nos dicen que a nivel mundial la propiedad de la tierra en manos de las mujeres no llega al 2%, pero que más de un 45% de los alimentos que se consumen son producidos por mujeres y que en África este porcentaje se eleva al 80%. La desaparición de esta economía de subsistencia supone una pérdida de autonomía de las mujeres y un enorme riesgo para todas aquellas personas que se alimentan de sus productos, que son las más pobres.

- ¿Y qué ocurre con las semillas?
- Los campesinos siempre han controlado las semillas de una cosecha a otra, mientras que las semillas modificadas genéticamente (transgénicos) están bajo el control de grandes multinacionales. A partir de ahora las y los campesinos no sólo tendrán que comprar las semillas, sino también los abonos y herbicidas a la multinacional de turno. Y los datos sobre los efectos en la salud humana son cada vez más alarmantes.

- ¿Por qué finalizar la tercera acción internacional de la Marcha en la ciudad congolesa de Bukabu?
- Por las características especiales que la guerra adquiere en la zona, donde ha habido decenas de violaciones, secuestros, esclavismo y muertes de mujeres y niñas a causa de la utilización de la violencia por parte de grupos armados. Otra de las cosas, y muy importante, es porque existen organizaciones de mujeres haciendo una imporante labor.

- Otro de nuestros objetivos es denunciar el conflicto del Congo, del cual casi no se habla, y desenmascarar lo que hay detrás de él. Suelen venderlo como una guerra étnica, cuando en realidad hay enormes intereses en los recursos naturales de este país por parte de multinacionales y en la venta de armas.

- La lucha contra la desmilitarización es otro aspecto que defiende la Marcha.
- El pasado mes de agosto tuvo lugar en Colombia el Encuentro de Mujeres y Pueblos de las Américas contra la Militarización. Pretendía denunciar el aumento de los gastos militares, hechos como el acuerdo militar Uribe - Obama, el golpe militar en Honduras que amenaza cualquier proceso de carácter social en la región, y el uso de la fuerza militar para apropiarse de los recursos naturales en un momento de reestructuración del capitalismo. Se trataba de denunciar también los efectos que esta militarización está teniendo de manera particular sobre las mujeres.

- Algo que se suma a la dramática situación de violencia que ya vive este país desde hace años.
- En Colombia hay una violación constante de los derechos humanos: decenas de desaparecidos, el asesinato de civiles a sangre fría (los mal llamados falsos positivos), los desplazamientos forzados, ataques a la soberanía alimentaria, la falta de acceso al agua, a la educación..., y los movimientos sociales están siendo criminalizados.

- ¿Y qué ocurre en la base militar de Palanquero?
- Es una de las siete bases incluida en el tratado entre Estados Unidos y Colombia, ahora invalidado por la corte de justicia. Se realizó un estudio que constató un alarmante incremento de la prostitución y de las violaciones, así como la existencia de sitios de Internet que ofrecen servicios de prostitución y catálogos de fotos de mujeres y niñas hechas en las poblaciones cercanas a esta base militar.

- También hay desigualdades entre hombres y mujeres en los países occidentales.
- Las luchas de las mujeres y feministas han arrancado muchas mejoras, pero estamos lejos de acabar con la explotación y la opresión. En el ámbito laboral, ellas suelen ocupar sitios de trabajo precarios, malpagados, que no les permite una independencia económica, lo cual no quiere decir que haya excepciones. Pero cuesta romper el techo de cristal. Por ejemplo, en Catalunya la diferencia salarial entre hombres y mujeres llega al 30% de media.

- ¿Pero no existían estas diferencias antes de que empezara la globalización capitalista?
- Sí, pero es en esta fase del neoliberalismo donde se han producido las mayores desigualdades, ya sea entre países, sociales o entre hombres y mujeres.

- En los últimos años los grupos feministas han visto perjudicada su imagen. ¿Cómo valora este hecho?
- Lo que hay que dejar claro es que el feminismo no va en contra de nadie, no se puede contraponer feminismo a machismo. Simplemente, es un movimiento político de las mujeres a favor de las mujeres, para mejorar sus condiciones de vida y luchar contra las desigualdades estructurales de una sociedad que ha sido organizada para los hombres.

- ¿Cuál es la clave para romper el techo de cristal del que hablaba?
- Acabar con el capitalismo, por su carácter patriarcal y machista. Sustituirlo por otro sistema basado en la justicia social y la igualdad entre hombres y mujeres.

Femicidio... Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia

Por: Jesús Silva R.
Con profunda convicción ideológica sobre el Estado garante de los derechos humanos que contempla la Constitución Bolivariana y como actores de la democracia participativa y protagónica, elevamos una propuesta a nivel institucional sobre la incorporación de un artículo en un nuevo Código Penal a fin de tutelar la igualdad de género. Para erradicar el régimen social (patriarcado) que ancestralmente ha promovido que el hombre degrade a la mujer en las relaciones afectivas, que tolera la violencia del macho proveedor económico en la pareja, que da al varón el privilegio de una participación protagónica y preferencial en la vida pública, que promueve la idea de superioridad biológica masculina, contra la marginación social y la cosificación sexual que sufre la mujer, y ante los alarmantes datos que emanan de estadísticas recientes sobre casos de violencia; planteamos un tipo penal autónomo, del acto que en infrahumano escenario, elimina la vida.

Enmarcados en el estudio exhaustivo del Derecho Penal y la Teoría de Genero, tipificamos por primera vez el Femicidio: “El cónyuge, ex cónyuge, concubino, ex concubino o persona con quien la víctima mantuvo vida marital, unión estable de hecho o relación de afectividad con o sin convivencia; amistad, compañerismo, relación laboral, o aquel que pretendiendo infructuosamente establecer o restablecer una relación de pareja o de intimidad con la víctima; o como resultado de la reiterada manifestación de violencia en contra de ella, o toda persona que por misoginia o con el propósito de establecer vínculo de poder, dominación o control sobre una mujer, le diere muerte por su condición de mujer; será castigado con pena de veintiocho a treinta años de prisión”.


Tania en el Ñancahuazu Guerrillero

Revista Mujeres.- Su nombre es un ejemplo para las mujeres del mundo entero. Tamara Bunke Bider, una de las más altas figuras del internacionalismo femenino en América reafirmó su vocación revolucionaria en Cuba, donde vivió entre los años 1961 y 1964. Durante su estadía cubana, la joven dedicó mucho de su entusiasmo y capacidad creadora al trabajo con la Federación de Mujeres Cubanas.

Forjada en la lucha desde muy joven, Tamara supo ser consecuente con sus ideales. Los que la conocieron íntimamente dicen que la argentina-cubano-alemana hizo cuánto pudo para llegar a ser una guerrillera. Su reencuentro con el Che (lo conocía de cuando le sirviera de intérprete en 1960, durante un viaje suyo a Leipzig) definió su futuro: Integrar la guerrilla boliviana. Su misión era muy específica: servir de enlace y de apoyo a los combatientes.

Detrás de la sonrisa franca y los ojos claros de la joven porteña Tamara Bunke Bider, le latía la tristeza por un mundo de desposeídos, alimentando en lo íntimo la inquietud que se reflejaba en su constante “me queda mucho por hacer”.



Luego, cuando recorría Europa con el nombre de Laura Gutiérrez o María Iriarte, o ya en La Paz, Bolivia, aparentaba hacer investigaciones folclóricas, cuando en realidad servia de enlace a la guerrilla del Che y cumplía una tras otra los trabajos encomendados, Tamara reafirmaba su condición de internacionalista

En abril de 1967, en Bella Vista, paraje del sudeste boliviano, los combatientes guerrilleros se separaron en dos grupos. La vanguardia y el centro, encabezada por el Comandante Ernesto Che Guevara, iniciaron la marcha rumbo a Mayupampa; la retaguardia, con 13 guerrilleros, entre ellos cinco combatientes del centro, permanecería en la zona, bajo el mando del comandante Joaquín (Vitalio Acuña).Tania fue incorporada a esa columna.

Acontecimientos posteriores impidieron que se restableciera el contacto entre ambos contingentes. La delación de un traidor, Honorato Rojas, posteriormente ajusticiado, arrojo al grupo a la emboscada de Vado del yeso, donde fue aniquilado el 31 de agosto de 1967. Allí, la Tania universal se hizo flor en el Ñancahuazu guerrillero.

"Mujeres del Alba": porque la Revolución también tiene rostro de mujer

BIENVENIDA MUJERES DEL ALBA
Prensa:MinMujer.- "Mujeres del Alba": porque la Revolución también tiene rostro de mujer, es el nombre del nuevo programa radial que será transmitido, este viernes 27 de agosto a las 7:00 pm, a través del circuito Yvke Mundial, 550 AM, moderado por Arlenes Flores.

En "Mujeres del Alba", las usuarias y usuarios de Yvke Mundial tendrán la opotunidad de informarse acerca de los logros alcanzados por las mujeres venezolanas y de los países de Suramérica, para la construcción de la Patria Grande, así como podrán escuchar las propuestas y proyectos que buscan crear políticas y concienciar a la colectividad en torno a la igualdad y equidad de género.

El Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, como principal institución promotora del programa informará, a través de sus entes adscritos: Misión Madres del Barrio, Instituto Nacional de la Mujer (InaMujer) y el Banco de la Mujer (BanMujer), los servicios y ayuda que ofrece a la mujer en materia legal y psicosocial, además orientarlas en lo referente a la solicitud de créditos agrícolas y la planificación de proyectos comunitarios.

Campaña opositora promueve violencia y descalifica a las mujeres

AVN .- Sectores de oposición centran su campana electoral para las elecciones parlamentarias, a efectuarse el 26 de septiembre, en promover la violencia y descalificar a las mujeres revolucionarias.

Así lo evidencia el comportamiento y las declaraciones de algunos de sus candidatos, como Pablo Medina, quien acusó a las mujeres que representan al poder público de no tener “dignidad y de ser una vergüenza para el país”.

“Las actuaciones de las Presidentas del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la Asamblea Nacional (AN), el Consejo Nacional Electoral (CNE), la Fiscal General de la República y la Defensora del Pueblo llenan de vergüenza a la mujer venezolana porque los exabruptos que cometen a diario estas señoras, son reprochados tanto en Venezuela como en el exterior, ellas no serán jamás las representantes de la mujer venezolana".

Así lo manifestó Pablo Medina, este sábado durante la marcha convocada por el Frente Nacional de Mujeres opositoras contra la inseguridad, que con pancartas y consignas defendieron a prófugos de la justicia venezolana como Manuel Rosales y Nixón Moreno, éste último solicitado por la justicia venezolana por delitos de corrupción, enriquecimiento ilícito, violación e intentó de asesinato, respectivamente.

Las mujeres que representan los poderes públicos fueron elegidas por el pueblo o designadas como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.


Vale destacar que desde la llegada del presidente Hugo Chávez al poder, se ha promovido en el país la igualdad de género. De hecho, por primera vez en un gobierno venezolano, las mujeres lideran tres de los poderes más importantes: judicial, electoral y parlamentario.

Pablo Medina, quien ahora aspira ser diputado a la Asamblea Nacional, participó activamente en el Golpe de Estado de 2002 auspiciado por sectores de la derecha, durante el cual se desconoció la constitución e instauraró durante 48 horas una dictadura.

En el 2006, cuando se realizaron las elecciones presidenciales, donde el Jefe de Estado Hugo Chávez resultó electo con una mayoría de 61% de los votos, Medina acusó al CNE de incurrir en un supuesto “fraude”.

En el diario opositor el Nuevo País del 11 de diciembre del 2006, escribió: “A billetazo limpio despojaron del triunfo al zuliano (Manuel Rosales). Estafador y estafado pasan velozmente la página para olvidar el atraco” (…).

Medina, junto otros opositores como Yván Olivares, Antonio Ecarri y Ramón López, protagonizaron hechos violentos en los alrededores de la Asamblea Nacional (AN), el pasado 25 de agosto como parte del inicio de la campaña electoral.

Actitud similar mostró el candidato opositor Pedro Pablo Alcantara, quien agredió a puñetazos a militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela, quienes se encontraban en uno de los centros de votación habilitados en el estado Lara, durante el simulacro electoral del pasado domingo 22 de agosto.

En esa oportunidad, Alcantara se encontraba en compañía del derechista Ramos Allup, quien huyó en lugar de hacer algo para detener la agresión.

Este hecho no fue reflejado en los medios privados, como El Nacional, quien apoya su candidatura, a pesar que durante el segundo gobierno de Carlos Andres Perez, fue el censor de este rotativo.

domingo, agosto 29, 2010

La ONU condena la violación masiva de mujeres en la República Democrática del Congo

AmecoPress El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas expresó este jueves su gran indignación por la violación masiva de mujeres por parte de grupos armados en el este de la República Democrática del Congo, demandó que se tomen las medidas necesarias para prevenir que se vuelva a producir ataques similares e instó a todas las partes involucradas en el conflicto del país africano a que pongan fin a la violencia sexual, según expresó la ONU en un comunicado.

Al menos 154 mujeres y niñas fueron violadas entre el 30 de julio y el 2 de agosto en trece aldeas situadas a lo largo de un tramo de 21 kilómetros de carretera en la provincia congoleña de Kivu Norte. Los asaltantes bloquearon la vía, haciendo imposible que los habitantes de las aldeas pudieran tener comunicación con el exterior.

En una declaración leída a la prensa por el embajador ruso Vitali Churkin al término de una sesión a puerta cerrada celebrada este jueves, el Consejo de Seguridad urgió al gobierno congolés a que investigue rápidamente la agresión y juzgue a los responsables.

Durante el asalto, que ha sido atribuido a las milicias Mai-Mai y a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), sus autores también saquearon viviendas y realizaron otro tipo de atrocidades contra la población civil. Especialmente contra las mujeres, muchas de las cuales fueron violadas por grupos de entre dos y seis soldados, según ha denunciado una oenegé.

El Consejo de Seguridad también instó al Gobierno del país africano a que aumente sus esfuerzos para acabar con la impunidad y demandó que se tomen las medidas necesarias para prevenir que se vuelva a producir un ataque similar.

Por otro lado, los quince miembros del organismo mostraron su acuerdo con la decisión del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, de enviar una delegación encabezada por Atul Khare, subsecretario general para Operaciones de Paz, y Margot Wällstrom, representante especial para violencia sexual, para esclarecer lo ocurrido y atender a las víctimas de las violaciones. El retorno de esta misión está previsto para el 8 de septiembre.

El equipo encabezado por Khare se reunirá con las autoridades competentes, con el representante especial de la ONU en República Democrática del Congo y con el personal de Naciones Unidas desplegado en el terreno. El objetivo es recabar datos sobre el terreno que posibiliten conocer los hechos y las circunstancias en las que se produjeron las violaciones masivas, así como evaluar qué medidas se pueden tomar para asegurar una protección más efectiva de la población civil.

El subsecretario de la ONU para asuntos humanitarios, John Holmes, calificó de "verdaderamente horroroso" lo ocurrido y dijo que la violencia sexual contra mujeres, que describió como un "flagelo" en el este de República Democrática del Congo, seguirá siendo un alto riesgo mientras los grupos armados y milicias sigan operando en la región.

Estados Unidos: Práctica sistemática, de violación y abusos sexuales en centros de detención de emigrantes

Guadalupe Cruz Jaimes
Cimac.- Ante los múltiples casos de violación y abuso sexual de mujeres y niños migrantes en centros de detención de Estados Unidos, Human Rights Watch (HRW) dirigió 14 recomendaciones al gobierno de ese país, para garantizar que estos hechos no se repitan.

Entre las recomendaciones, que HRW señala en su informe “Detenidas y en riesgo: Abuso sexual y acoso en los centros de detención de inmigrantes de Estados Unidos”, destaca que las autoridades de esa nación deben aprobar normas de detención que sean obligatorias y se apliquen en todos los centros de detención de personas migrantes.

Esta organización internacional afirma que las violaciones y abusos sexuales no son casos aislados, sino prácticas sistematizadas en los centros de detención de migrantes, aún en los que son considerados familiares, donde se tiene registro de estos delitos cometidos por los guardias o por otros migrantes, en contra de mujeres y menores de edad.

El registro de las agresiones sexuales va de 2005 a 2010 en Texas, Florida, Washington, Arizona, Nueva York, Nueva Jersey, Wisconsin y California. Las y los migrantes agredidos en dichos estados, provenían de América Latina y países asiáticos y la mayoría fueron detenidos por su situación migratoria irregular.


En 2007, cinco mujeres fueron detenidas en Puerto Isabel, Servicio del Centro de Procesamiento en Texas, donde el custodio Robert Luis Loya entró a sus habitaciones en el área de enfermería del Centro, ordenó a las migrantes que se desnudaran y tocó sus genitales.

Tres años después, varias mujeres detenidas en la Residencial T. Don Hutto Center, un centro de detención de inmigración también en Texas, acusaron de abuso sexual a un trabajador de Inmigración y Aduanas (ICE), según sus testimonios, éste las “manoseó” mientras las transportaban a un aeropuerto y una estación de autobuses, donde las y los migrantes estaban siendo liberados.

En Florida, una migrante jamaiquina detenida fue transportada a otro centro de detención, cuando un agente de ICE la llevó a su casa y la violó sexualmente.

“Tenía miedo por mi vida, él tenía un arma. Yo esperaba que me protegiera, no que se aprovechara de mí”, señaló la mujer, quien en 2007 llevaba 12 años viviendo en Estados Unidos, con sus dos hijos.

A la violencia en contra de las migrantes, se suma la que el personal de ICE ha cometido en contra de menores de edad, uno de estos casos ocurrió en Texas, donde nueve niños de Centroamérica denunciaron abuso sexual y físico.

De acuerdo con HRW, debido a la falta de información disponible no se puede dimensionar con precisión la problemática, sin embargo, los incidentes que han sido denunciados “son demasiado graves y demasiado numerosos como para ignorarlos”.

La situación “apunta a la necesidad de investigación y de acción rápida para corregir las deficiencias evidentes en la política de detención, la práctica y la supervisión”, de los procedimientos a los que son sometidas las y los migrantes en Estados Unidos.

Según el documento elaborado por HRW, en 2009 fueron detenidas más de 383 mil personas, lo cual representó un incremento de 64 por ciento respecto a 2005. El sistema de detención tiene una población promedio diario de 31 mil, de los cuales, las mujeres constituyen el 9 por ciento.

En respuesta a las agresiones físicas y sexuales contra migrantes, el ICE ha dado “pasos importantes hacia una reforma”, pero aún son necesarias otras medidas para garantizar la seguridad y el trato justo de los inmigrantes detenidos, menciona el informe.

Algunas de estas acciones que debe realizar el gobierno estadounidense son informar acerca de las agresiones sexuales denunciadas, asegurar que sean investigadas y mejorar la supervisión del cumplimiento de las normas de detención en los centros de detención.

También debe acelerar la implementación de la normatividad de prevención y respuesta a las agresiones sexuales y abusos en todas las instalaciones que alberguen a detenidos del ICE. Además deben garantizar que se informe a los detenidos de cuáles son sus derechos en relación a agresiones sexuales.

HRW exigió al Congreso de Estados Unidos, la publicación de los archivos del ICE relacionados con casos de agresión sexual, abusos y acosos en los centros de detención y aprobar una legislación que fije estándares para las condiciones en los centros de detención.

Mujeres, no objetos: ¿la autorregulación basta?

Elena Duque
AmecoPress. El cuerpo desnudo o semidesnudo de las mujeres, mucho más que el de los hombres, llena portadas de revistas, carteles, póster y espacios publicitarios en espacios públicos y en los medios de comunicación. Muchas de estas imágenes están dirigidas al consumo masculino, pero también el icono del cuerpo perfecto se ofrece como modelo a seguir para miles de mujeres en búsqueda de un artificioso ideal de belleza. La mayoría de las veces tanta exuberancia se recibe con normalidad, pero en ocasiones la delgadísima línea entre lo correcto y lo vejatorio se tensa.

La utilización del cuerpo de las mujeres para obtener repercusión y llegar a la ciudadanía aunque sólo sea por su atractivo visual es una práctica especialmente recurrida por la publicidad.

El Observatorio de la Imagen del Instituto de la Mujer, especialmente desde que Laura Seara está al mando de la institución, mantiene activa la batalla por sensibilizar a la población de los efectos perniciosos de reproducir una inadecuada imagen de la mujer y por evitar estas prácticas entre anunciantes.

Imágenes desvinculadas

Hace algo más de una semana, el peluquero Eduardo Souto, de Lugo, se sorprendió de ver aparecer la imagen de su negocio, con el mismo nombre, en los periódicos de la región. Era la primera noticia que recibía de que el cartel con el que publicitaba su servicio de depilación láser resultaba sexista.

“Tengo el mismo anuncio en los tres establecimientos, porque es la imagen del servicio, y resulta que se quejaron del de la calle que menos afluencia tiene”, se sorprendía Souto, cuya publicidad llevaban en el mismo sitio desde el pasado mes de enero.

La razón de la queja fue que el cartel, que anuncia depilación láser, y que muestra a una mujer con vaqueros y el torso desnudo, cubriéndose el pecho con un brazo, asimila a las mujeres con un objeto sexual. “Sólo muestra el ombligo y una axila de la mujer”, señala el empresario. “Además está en blanco y negro y difuminado, porque lo que yo busco es crear una imagen con clase”.

Unos días después llegaría la notificación del Instituto de la Mujer instándole a retirar la publicidad por ser contraria al artículo 3 de la Ley General de Publicidad, que especifica que es ilícita la publicidad que atente contra la dignidad de la persona, y en concreto “los anuncios que presenten a las mujeres de forma vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar”.

“Es incongruente”, considera el empresario de la nota recibida. “La imagen no está desvinculada del producto, yo vendo depilación láser, no un coche ni golosinas”. Y afirma que el ataque recibido es una exageración. “Da igual la ciudad o el pueblo, cualquier negocio que viva del culto al cuerpo, como los gimnasios, las peluquerías, la depilación, los solarium... llevan imágenes de este tipo porque es lo que venden”.

Souto se puso en contacto inmediatamente con su abogado, y decidió cubrir a la mujer de la imagen pero no la retirarla. “Le pusimos una camiseta con la inscripción ‘¿mejor así?’”. Afirma que le enviará unas fotos con el resultado al Ministerio de Igualdad.

No entiende de dónde viene la indignación por su campaña, y hace referencia a las numerosas imágenes publicitarias de mujeres y hombres en el sector de la lencería. “Por ser grandes marcas y por contar con modelos famosos, ¿lo que transmite su cuerpo no es lo mismo? A lo mejor tendrían que ir con bata”.

El peluquero no tiene interés en llegar a juicio, porque cree que una sentencia de este tipo es muy ideológica, y que puede depender de si se topa con un juez o con una jueza. “Si es mujer, a lo mejor tienes las de perder”.

La exuberancia como reclamo

Algo parecido les ha ocurrido a las personas responsables de la empresa Jacinto Jaramillo Desing & Quality en Miguelturra. Hace unos meses decidieron ampliar su negocio de suelos e introducirse en el mercado de los muebles vendiendo sofás. Para hacerlo notar, pusieron anuncios con la imagen de algunos de ellos, pero la clientela no parecía responder. Cuando la empresa de publicidad que contrataron les propuso una nueva campaña, creyeron que sería graciosa y atraería al público.

“Pensamos que el culo es lo que se planta en el sofá”, explica Beatriz Sánchez, contable de la empresa. Con esa relación en la cabeza, consideraron que poner en la calle anuncios con las nalgas de chicos y chicas llamaría la atención de la gente. Y éxito han tenido, porque mucha gente se ha acercado desde entonces a preguntar por los sillones.

Aunque la campaña comenzó después de Semana Santa, hace dos semanas recibieron la queja de una mujer por uno de los anuncios, colocado en una valla junto a la autopista muy cerca de Ciudad Real. La imagen mostraba las nalgas de una mujer con un tanga rosa y, sobre la foto, el nombre de la empresa y una promoción de descuento en el producto.

Aquí, la vinculación entre el producto y la imagen se hace más difícil de interpretar. Cuando unos días más tarde recibieron una notificación similar del Instituto de la Mujer, decidieron sin más retirar el anuncio, cuyo espacio será ocupado de forma temporal por un mensaje de disculpa.

“En este país funciona este tipo de publicidad, por mucho que les duela a algunos”, señala Sánchez, que considera que la sensibilidad de cada persona es muy diferente y que no cree que el anuncio en sí fuera ofensivo. “Yo soy madre de dos hijos, soy mujer, y no sé qué tiene de malo”.

El resto de anuncios de la colección muestran el trasero tanto de hombres como de mujeres en ropa interior, pero ellos con calzoncillos y ellas con tanga. Los de los chicos no llamaron mucho la atención, pero ellas si que consiguieron captar clientes.

Hasta siete veces más denuncias en lo que va de año

El Observatorio de la Imagen de la Mujer, adscrito al Instituto de la Mujer, recibe cada año numerosas denuncias por la existencia de mensajes públicos, comerciales o no, que atentan contra la dignidad de las mujeres.

Aunque consultado por este medio el organismo afirmó no contar aún con los datos del informe de 2009, que no se harán públicos al menos hasta septiembre, y menos con los de 2010, Servimedia adelantaba hace unas semanas que, en lo que llevamos de año, se ha multiplicado por siete el número de quejas recibidas por el contenido televisivo respecto al año anterior.

Concretamente habría recibido un total de 2.464 quejas hasta finales de junio, frente a las 353 presentadas en 2009. De ellas, 2.095 corresponden a la serie Inocentes, de Telecinco. Aumenta el número total de denuncias, y aumenta, aunque más lentamente, las referidas a contenidos publicitarios. De las 353 quejas de 2009, 197 fueron sobre contenidos publicitarios y de las 317 de 2008, lo fueron 188.

En 2007 hubo otro repunte y se recibieron 1.176 quejas, de las cuales 1076 correspondieron a contenidos publicitarios. En total se denunciaron 131 contenidos publicitarios. La elevada cifra bruta se debió, como en 2010, al número de denuncias acumuladas por un solo motivo, que en este caso se correspondía con los contenidos comerciales: 741 denuncias coincidieron en un anuncio de Arman Junior. Dicho anuncio mostraba a dos niñas pequeñas orientales y con un marcado maquillaje, que se consideró que hacían alusión al turismo sexual.

Las denuncias no se producen sólo por la identificación de las mujeres como un objeto sexual. Se valoran igualmente aquellos contenidos que promueven los estereotipos sexistas y domésticos, aquellos que atentan a la dignidad de las mujeres, que promueven la discriminación o la violencia, que asocian determinados valores a la condición de género, que utilizan el cuerpo de la mujer como reclamo o que utilizan un lenguaje sexista.

El Observatorio trabaja emitiendo recomendaciones e instando a la introducción de modificaciones e incluso a la retirada de campañas. En 2008 emitió 15 reclamaciones de cese o rectificación y 12 escritos de recomendación.

La Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial, Autocontrol, que realiza los informes del Instituto de la Mujer, recibe cada año numerosas consultas para valorar, antes de salir a la calle, la potencial vulneración de los límites aceptables en las campañas publicitarias.

De los casi seis mil proyectos a consulta durante 2009, en 31 ocasiones se hizo alguna observación o se recomendó aplicar algún cambio para evitar que un anuncio resultase sexista, y en 17 ocasiones se desaconsejó su difusión. Tales circunstancias por tanto se dieron en menos del uno por ciento de los casos.

Para este organismo, en España se produce baja conflictividad en este sentido. El Jurado de la Publicidad, principal entidad de resolución de controversias publicitarias, sólo ha recibido en 2009 tres reclamaciones por estas cuestiones y sólo una, por presentación ilícita de comportamiento estereotipado, fue estimada. Afirman que tampoco conocen sentencias de los Tribunales en esta materia.

Mujeres en prisión, los alcances del castigo

Agencia Walsh/Rebelión
El 86% de las presas encuestadas son madres, y en su gran mayoría encabezaban familias monoparentales en las que ejercían la jefatura del hogar.

"En relación con las requisas personales surge de las descripciones de las mujeres, la exposición del cuerpo en distintos niveles y la violencia sexual que dicha exposición conlleva, destacándose la modalidad más degradante y vejatoria, el desnudo total con flexiones y la inspección vaginal –el 24% de las mujeres entrevistadas reconoce como muy/o bastante frecuente la intrusión degradante sobre la intimidad del propio cuerpo bajo la forma de inspecciones vaginales”.

Estas palabras son parte de reciente investigación sobre la situación de las mujeres en prisión y revelan la presencia clara de prácticas de la dictadura militar sobre las personas privadas de libertad. Aquí volcamos parte de este sustancioso estudio.

En las últimas décadas hemos presenciado el aumento sostenido de los índices de exclusión social y del trato violento hacia los sectores más empobrecidos. Muestra de ello es el incremento continuado de la tasa de encarcelamiento, que en el caso de las mujeres aumentó de manera exponencial. Según el Servicio Penitenciario Federal (SPF), la población de mujeres en cárceles federales pasó de 298 en 1990 a 1.039 en 2007, lo que implica un crecimiento que alcanza el 350%.


La pena de prisión tiene distintas implicancias para varones y mujeres. Sin embargo, las instituciones legales, las normas jurídicas, y las prácticas judiciales y penitenciarias suelen desconocer este impacto diferenciado de la cárcel por razones de género e invisibilizar los requerimientos propios de las mujeres.

Existe una gran desproporción entre el daño social que producen los delitos por los que principalmente se encarcela a las mujeres en el sistema federal y el castigo al que son sometidas, no sólo por la duración de las condenas, sino sobre todo por las consecuencias que acarrea para ellas y para sus familias la privación de libertad (preventiva o con sentencia). Las mujeres encarceladas se enfrentan a un lugar violento, donde ven afectados casi todos sus derechos (salud e integridad física, educación, trabajo, vínculos afectivos), pero además su castigo las trasciende y afecta a sus allegados ya que en la mayoría de los casos se traduce en un aumento de la vulnerabilidad de su núcleo familiar, cuando no en el desmembramiento de las familias y en el desamparo de sus hijos.

Esta investigación describe todas las violencias, abusos y vulneración de derechos que sufren las mujeres presas en las cárceles federales del país, así como las gravísimas consecuencias que su encierro provoca en cuanto a desmembramiento de sus hogares y desamparo de sus hijos. Ello, con el objetivo de abrir un debate que involucre tanto al poder legislativo, como al judicial y al ejecutivo, en el marco del cual se evalúen alternativas menos nocivas que el encierro carcelario. Si pese a todo deciden no revertir la situación, ya no podrán alegar desconocimiento de la situación para no asumir la responsabilidad política y ética de sus consecuencias.

Esta investigación combina el análisis de información de tipo cualitativa y cuantitativa. La mayor parte de la información fue producida por la aplicación de una encuesta realizada a 148 mujeres privadas de libertad del sistema penitenciario federal.

La violación sistemática de los derechos fundamentales de las mujeres presas pone en evidencia la irrealización de los pretendidos fines resocializadores que constitucionalmente se le han otorgado a la pena de prisión. El derecho a la educación, al trabajo, a la salud, así como el derecho a condiciones dignas de detención, son vulnerados cotidianamente, lo que confirma que la cárcel es incapaz de producir efectos positivos, y permite definirla como un espacio de reproducción de desigualdades, violencia y exclusión.

¿Quiénes son las mujeres encarceladas?

La investigación reveló que las mujeres encarceladas pertenecen a los sectores más vulnerables. Por otra parte, los datos muestran que el 86% de las mujeres encuestadas son madres, y en su gran mayoría encabezaban familias monoparentales en las que ejercían la jefatura del hogar.

Un dato significativo es que en la población carcelaria femenina se encuentra un alto índice de extranjeras que conforman prácticamente la mitad de las mujeres presas (48%).

Con relación a la edad las mujeres detenidas tienen 36 años en promedio, dato que confirma la tendencia de una población penitenciaria femenina más longeva que la masculina.

Es especialmente relevante que la inmensa mayoría de las presas son primarias: el 80% no estuvo detenida en otra oportunidad. En el caso de las extranjeras, el porcentaje de primarias es aún mayor, alcanzando el 96%.

La política de persecución penal sobre las mujeres

El incremento de la población penitenciaria femenina de las últimas décadas es el resultado de la aplicación de una política criminal que se centra en los delitos relacionados con la comercialización y el tráfico de estupefacientes. La mayoría está detenida por delitos como la comercialización o el contrabando de estupefacientes. Casi 7 de cada 10 mujeres responden que están procesadas o condenadas por delitos vinculados con las drogas. El 16,2%, está detenida por delitos contra la propiedad y sólo el 14,2% por delitos contra las personas. El restante 3,4% está procesado o condenado por otro tipo de delitos. Cabe señalar que 9 de cada 10 mujeres extranjeras están privadas de libertad por delitos vinculados a las drogas.

Situación procesal de las detenidas

El 55,4 % de las mujeres encuestadas se encuentran con prisión preventiva; una medida cautelar que, en tanto afecta derechos de rango constitucional, debe aplicarse con carácter excepcional.. El alto porcentaje de mujeres presas parece señalar una utilización abusiva del instituto que es incompatible con los fines procesales y excesiva si se tiene en cuenta que se está ante una población penitenciaria que, en términos generales es “primaria”, está detenida por delitos “no violentos”, y se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad en razón de las responsabilidades familiares a su cargo, en contextos de extrema pobreza.

La maternidad en prisión

Un dato categórico que surgió de esta investigación es el vinculado a la maternidad de las mujeres encarceladas en el ámbito federal. El 85,8% de las mujeres encuestadas declara ser madre.En promedio, las reclusas que son madres tienen tres hijos y el 86% tiene hijos menores de 18 años; más de una quinta parte es madre de niños menores de 4 años.

Por otro lado, el 88 % de las mujeres que tienen hijos menores de 18 años declaró que convivía con 2 o 3 hijos menores de 18 años al momento de la detención y el 22% expresó que convivía con hijos mayores de 18 años. Es decir, estas mujeres ocupaban un rol central en lo que hace al cuidado cotidiano y al mantenimiento económico de sus hijos, circunstancias que profundizan las consecuencias del encierro.En los casos de las mujeres que tienen hijos menores de edad y que han perdido la convivencia con ellos por su detención, las secuelas del encierro suelen resultar devastadoras ya que su encarcelamiento suele aparejar el desmembramiento del grupo familiar y gravísimas consecuencias en sus hijos, tanto en el plano afectivo y psicológico, como material.

Las detenidas que cursan un embarazo o que conviven con sus hijos en el penal deben enfrentar además mayores dificultades que el resto. Los escasos servicios previstos no abarcan todas las necesidades específicas que presentan y las coloca en una situación de mayor vulnerabilidad, ya que a las carencias comunes, se suman las que tienen por la condición de gestante, en período de lactancia o por los deberes de atención y cuidado de sus hijos pequeños.

El impacto que provoca el encarcelamiento de la madre en los hijos menores de edad alcanza no sólo al vínculo materno-filial, sino que se proyecta también a casi todos los aspectos de la vida de los niños y adolescentes. En el caso de los bebés y niños que viven en la cárcel este impacto es muy claro, ya que padecen las mismas condiciones deficientes de encierro que sus madres. En los hijos menores de edad que perdieron la convivencia con la madre, algunas de las consecuencias más reiteradas son el desmembramiento del grupo familiar, pérdida de contacto con la madre y con los hermanos, peregrinación por distintos hogares, incremento de la vulnerabilidad económica, abandono de los estudios o dificultades de aprendizaje, situación de explotación laboral infantil, depresión, problemas de salud, entre otros.

La ausencia del Estado ante las necesidades especiales de las reclusas y sus hijos se advierte en la falta de asesoramiento, asistencia o acompañamiento en el proceso que le sigue al apresamiento para decidir sobre el destino de los hijos menores de edad y para propender a la preservación del vínculo. Esta falta de atención del Estado acentúa la vulnerabilidad de las mujeres apresadas y deja sin protección a los niños y adolescentes que, muchas veces, quedan en situación de desamparo.

Frente a las necesidades especiales de las madres presas y de sus hijos, las agencias gubernamentales no ofrecen la necesaria asistencia, quedando los niños librados a su suerte. Todo ello hace que la adaptación a la cárcel y el encierro de las mujeres que son madres conlleven un plus de sufrimiento, suplemento punitivo no considerado ni computado por el legislador o los tribunales.

Condiciones de detención

La salud dentro de las cárceles federales constituye un grave problema que ha motivado reclamos colectivos por parte de las mujeres. Así, el 40% de las que solicitaron atención médica sólo a veces fueron atendidas. Además, la mitad de las mujeres se encuentran disconformes con la atención y con el trato de los agentes de salud. A su vez, y si se relacionan las condiciones materiales de alojamiento, higiene, y alimentación, con el deficitario sistema de salud, es posible concluir que el encierro tiene consecuencias gravísimas en cuanto al deterioro de la salud de las mujeres. El 47% de las mujeres que padecían una enfermedad, la habían contraído durante la detención. En relación a la educación, la investigación ha revelado que el 64% de las mujeres no realiza ningún curso de educación formal, dato que si se refuerza con el porcentaje de mujeres que no han terminado sus estudios secundarios –el 63%- describe una alarmante situación, considerando además la obligatoriedad de la educación secundaria. Los datos indicaron que si bien el 70% de las mujeres trabajan en prisión, más de la mitad de ellas se desempeñan en actividades con escaso nivel de formación, que no logran brindar recursos suficientes y acordes a las exigencias del actual mercado laboral, lo que pone en entredicho las posibilidades reales de inserción de las mujeres luego de la detención.

Si bien el 85% de las mujeres tienen hijos y en su inmensa mayoría ellos son menores de edad, sólo el 22% son visitadas por éstos al menos una vez por mes y el 67% nunca fueron visitadas por sus hijos menores de edad. Por otro lado, sólo el 15% de las mujeres son visitadas habitualmente por su pareja o cónyuge, a pesar de que más de la mitad tenía pareja. Uno de los motivos por los que se da esta situación es que los visitantes son sometidos a procedimientos de requisa que suelen consistir en la obligatoriedad de desnudarse y exhibir las cavidades del cuerpo -boca, vagina, ano-, así como el registro de ropas y pertenencias, todo lo cual se enmarca en un trato humillante y vejatorio. Durante el 2008, los visitantes del 38% de las mujeres padecieron inspecciones genitales, pese a que han sido declaradas ilegítimas por organismos internacionales de derechos humanos.

Otras penas añadidas

El encierro en prisión involucra siempre un elevado nivel de violencia. En el caso de las mujeres detenidas, se agrega la violencia de género que, en muchos casos, se traduce en agresiones sobre el cuerpo de la mujer. El ejemplo paradigmático son las requisas vejatorias a que son sometidas y que consisten en desnudos totales y en la revisión de la zona vaginal y anal, que todavía se practican a pesar de estar prohibidas por la legislación internacional.

El ejercicio de la violencia física por parte del SPF dentro de las cárceles federales de mujeres no pareciera ser un hecho marginal ni excepcional, sino que hace referencia a prácticas cotidianas y sistemáticas: El 32.4% de las mujeres encarceladas reconoce haber presenciado situaciones de violencia física en prisión -golpes, patadas, empujones, etc.- ejercida directamente por parte del personal penitenciario sobre alguna detenida, y casi 1 de cada 10 mujeres (el 8,1%) afirman haber sido personalmente objeto de estas situaciones. Además, los resultados indican una focalización de dichas prácticas violentas en el grupo de las mujeres detenidas en la unidad 3 (el 13% de las detenidas en esa unidad fueron agredidas físicamente de manera directa por el SPF), así como en el colectivo de las más jóvenes.

Una segunda cuestión a destacar es el rol del SPF en el desarrollo de las dinámicas de violencia en las cárceles estudiadas. Este rol se hace visible tanto en su responsabilidad directa como ejecutor de las prácticas de violencia y castigo físico, como por su responsabilidad indirecta. En este último caso, la actuación del Servicio posibilita el ejercicio de violencia entre detenidas, decidiendo cuándo intervenir o no y en qué momento hacerlo.

Además, la encuesta arroja que 1 de cada 10 mujeres encarceladas reconoce haber sido sancionada a través del aislamiento, y los testimonios dan cuenta de que su aplicación suele estar rodeada de hechos de abuso, maltrato físico y violación de derechos de todo tipo, a modo de “suplementos punitivos”.

En relación con las requisas personales surge de las descripciones de las mujeres, la exposición del cuerpo en distintos niveles y la violencia sexual que dicha exposición conlleva, destacándose la modalidad más degradante y vejatoria, el desnudo total con flexiones y la inspección vaginal –el 24% de las mujeres entrevistadas reconoce como muy o bastante frecuente la intrusión degradante sobre la intimidad del propio cuerpo bajo la forma de inspecciones vaginales-.

Algunas líneas de trabajo alternativas al encarcelamiento como única respuesta punitiva del Estado frente a las mujeres en conflicto con la ley penal:

Una primera alternativa al encierro de mujeres que podemos destacar está vinculada a la condición de madres de niños menores de edad. Tras el reconocimiento de jerarquía constitucional de numerosos tratados internacionales de derechos humanos, y la aprobación de la Ley Nº 26.472, que incluye a las mujeres embarazadas o madres de hijos menores de 5 años entre los supuestos en los que procede el arresto domiciliario, se debería evitar el uso del encierro o sustituirlo, cuando ello no es posible, por el arresto domiciliario como regla general. En segundo lugar, las instituciones involucradas en esta investigación sostenemos la propuesta de una modificación legislativa, y de las correspondientes prácticas judiciales, que permita suspender el encierro carcelario cuando se trata de mujeres primarias imputadas por delitos no violentos, como es el caso del tráfico de drogas a pequeña escala.

En tercer lugar, también la legislación de ejecución penal contiene instituciones jurídicas de morigeración del encierro basadas en el principio de autodisciplina, como es el caso de la semilibertad o las salidas transitorias, instituciones a las que se puede acceder a mitad de la condena (art. 17 Ley 24.660). La semilibertad –prevista en el art. 23 de la Ley 24.660- permite a la persona condenada salir a trabajar fuera de la cárcel, regresando al finalizar la jornada laboral, y además incluye una salida transitoria semanal. Por su parte, las salidas transitorias permiten efectuar salidas de la cárcel de 12, 24 o hasta 72 horas para afianzar lazos familiares y sociales, cursar estudios o participar en programas de prelibertad. Estas instituciones forman parte del ya mencionado régimen penitenciario progresivo orientado a la resocialización y reinserción social. No obstante, son absolutamente subutilizadas en el sistema federal. A diciembre del año 2009, sólo el 15% de las mujeres condenadas tenían salidas transitorias, y ninguna estaba incorporada al régimen de semilibertad.

Se ha destacado que el régimen de progresividad y la forma en que es implementado no se encuentra adecuado a las condenas cortas, que son las aplicadas a la inmensa mayoría de las mujeres presas, haciendo que estas mujeres condenadas se concentren en las primeras fases del tratamiento. Esto tiene impacto sobre todo en el hecho de que las mujeres no acceden a las salidas transitorias o al régimen de semilibertad.

Estas son tan sólo algunas propuestas dirigidas a generar una drástica reducción de la cantidad de mujeres detenidas en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal, así como la morigeración del encierro, con el objetivo de reducir el enorme daño social que produce el encarcelamiento de mujeres, que no guarda proporción alguna con el daño social producido por los delitos que se les atribuyen.

Sobre la investigación:

La investigación fue realizada en conjunto por la Comisión sobre Temáticas de Género de la Defensoría General de la Nación, la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), y, en la primera etapa de la investigación, el Grupo Justicia y Género del Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas (CIEPP). La idea de realizar en forma conjunta este trabajo se centró en aprovechar y potenciar las distintas experiencias, conocimientos, y herramientas de las instituciones intervinientes, además de las ventajas de conformar un equipo multidisciplinario que permitió combinar diferentes enfoques de análisis.

El trabajo de campo se llevó adelante entre el 20 de Junio y el 21 de Agosto del 2008 en unidades de alojamiento de mujeres del Servicio Penitenciario Federal: Unidad 3 “Instituto Correccional de Mujeres” (Ezeiza); Módulo V del “Complejo Penitenciario Federal I” (Ezeiza); Unidad 31 “Centro Federal de detención de mujeres Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás” (Ezeiza); Unidad 13 “Instituto Correccional de Mujeres Nuestra Señora del Carmen” (La Pampa); Unidad 22 “Cárcel Federal de Jujuy” (Jujuy); Unidad 27 “Unidad Psiquiátrica Moyano” (Ciudad de Buenos Aires). Además, en la Unidad 23 (Salta) se realizó un estudio piloto y observación, tomando la información cualitativa para el diseño del proyecto e instrumentos de producción de datos.

Fuente: http://www.agenciawalsh.org/aw/index.php

“Hablo desde la mujer que soy"

Helen Hernández La Jiribilla
Entrevista a Marilyn Solaya, directora del documental "En el Cuerpo equivocado"

Quién sabe si por la cercanía que ofrece la experiencia común de la feminidad, esta entrevista con la cineasta Marilyn Solaya fue pasando del diálogo profesional a una charla entre amigas. La admiración por su documental En el cuerpo equivocado, estrenado este 18 de agosto en el cine Charles Chaplin y exhibido en varias salas de la capital, me llevó hasta su apartamento del Vedado una noche de sábado, con la intención de indagar en las razones que singularizan su discurso audiovisual y su enfoque de un tema tan sensible como la transexualidad.

Comenzó en el séptimo arte por la actuación, en películas como Fresa y Chocolate (1993), de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío; Despabílate amor (1996), del argentino Eliseo Subiela, así como en cortos y coproducciones del ICAIC y la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños. Pero esto no fue más que un paso para acercarse a la vocación verdadera: la dirección cinematográfica. Luego de graduarse de esta especialidad en el Instituto Superior de Arte (ISA), y echando mano a los recursos aportados por sus estudios de teatro en la Escuela Nacional de Arte (ENA), Marilyn ha escrito y dirigido varios cortos y documentales, entre ellos Hasta que la muerte nos separe, Mírame mi amor, Show room, Alegrías y Retamar. Cuenta además con un multilaureado guión de ficción, Vestido de novia, que aún espera por llegar a la gran pantalla.

En el cuerpo equivocado , proyecto premiado en la segunda edición del Programa de Fomento a la Producción y Teledifusión del Documental Latinoamericano DOCTV IB Latinoamérica, se centra en la historia de Mavi Susel, a quien se le realizó la primera operación de reasignación sexual en Cuba en el año 1988. Lo interesante es que la realizadora elige como línea argumental una arista poco explorada cuando se abordan dichas temáticas: la construcción de la feminidad en medio de una sociedad donde perviven estereotipos y prejuicios machistas, sexistas y patriarcales.

El discurso creativo de la realizadora demuestra encontrarse en un momento de madurez y crecimiento, al entregar una obra de impacto no solo por su contenido, sino por el cuidado formal. Existe en el filme un dominio evidente del lenguaje cinematográfico que le permite desplazarse con destreza entre la realidad y la ficción. La puesta en escena, uno de los aspectos más atractivos, aprovecha también la dimensión simbólica e inserta elementos metafóricos que sirven para cuestionar la tradicionalidad del género.

Desde el instante mismo de su presentación —con una abarrotada sala Chaplin y ovaciones cerradas a la protagonista, la realizadora y el equipo de filmación—, En el cuerpo equivocado promete convertirse en uno de los sucesos cinematográficos más significativos del año en Cuba. Mientras disfruta de este momento de su carrera, Marilyn ya concibe un nuevo proyecto, en el cual polemizará desde la academia sobre las construcciones sociales y culturales de la feminidad y la masculinidad.

Se trata de una creadora que ha sabido labrar su camino con esfuerzo, talento y la convicción absoluta de luchar por lo que cree. He ahí una de las claves del éxito de su película, porque solo desde el verdadero comprometimiento ético con la realidad defendida, se puede alcanzar la transparencia.


¿Cómo llegaste a Mavi?


Cuando estaba preparando el documental Mírame mi amor, sobre los exhibicionistas, visité la Clínica de la Niñez y la Adolescencia. Allí el doctor Lázaro Hernández, encargado de la consulta de trastornos de la identidad, me dijo que cuando quisiera hacer un documental necesario, abordara el tema de los transexuales. Se trataba de un tabú hasta para los libros especializados, que le dedicaban capítulos casi invisibles. Yo me quedé pensando en la conversación, y cuando estrené Hasta que la muerte nos separe en la televisión, me preguntaron sobre mi próximo proyecto y dije que había descubierto un asunto interesante, pero que todavía tenía mucho por investigar. Resulta que Mavi estaba mirando la entrevista, le gustó el documental y comenzó a averiguar la manera de contactarme. Yo acababa de parir a mi hija, y un día me llama una señora para decirme que cómo pretendía hacer un documental sobre la transexualidad si todavía no la había buscado. Le expliqué que el proyecto era solo una idea; pero la invité a mi casa, nos conocimos y a partir de ahí comenzamos a trabajar.

Ese proceso duró siete años, en los que prácticamente estuviste sin filmar.

En el 2002 terminé Mírame mi amor y de ahí me centré en este proyecto. Además, tenía a Carolina pequeña y después llegó Raúl, al mismo tiempo que escribía y organizaba lo que quería hacer con todo lo que iba aprendiendo; porque me di cuenta de que en aquel entonces no podíamos realizar un documental.

¿Por qué?

Cuando se trabajan estas temáticas hay que conocerlas a fondo para no cometer errores, sobre todo porque estás trabajando con un ser humano. Debía investigar y no era de un día para otro. Por otra parte, ella tenía muchos problemas de su propia condición por resolver. En el camino nos fuimos alfabetizando, sobre todo en las cuestiones referidas a la transexualidad, la diversidad sexual y el género, y eso me permitió percatarme de lo que representa ser una mujer desde el punto de vista social y cultural.

Tomamos la decisión de escribir un guión de ficción a partir de la investigación realizada, que sobrepasa la historia de Mavi, pues incluye fragmentos de lo que sucedió a esas otras personas que entrevisté. De ahí nació Vestido de novia, un título inspirado en el poema de Norge Espinosa que, aunque se refiere a la homosexualidad, tiene una ambigüedad muy rica que aproveché como símbolo para contar mi historia.

Ese guión ha recibido varios premios: en Cinergia; Dreamago, en Suiza; y en el I Taller Latinoamericano del Sector Industria en el XXX Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Sin embargo, llegó primero el documental.
Desde el primer premio que obtuvo Vestido de novia hasta la realización de En el cuerpo equivocado pasaron tres años. La decisión provino de Mavi. Un día llegó a mi casa para decirme que teníamos que hacerlo. Le aclaré que los motivos por los cuales no lo decidimos antes continuaban vigentes, sobre todo los relativos a su entorno; le hice pensar en lo que podría suceder una vez salida a la vida pública. Pero ya no le importaba porque sentía que, a pesar del tiempo transcurrido y del trabajo de instituciones como el CENESEX (Centro Nacional de Educación Sexual), quedaba mucho por superar en cuanto a los prejuicios de la transexualidad. Quería ayudar con su historia a todas las muchachas en espera de operación, para que no pasaran por lo mismo que ella: el tiempo perdido, lo difícil de la elección.

¿Este cambio de actitud tendría que ver con la celebración de las Jornadas contra la Homofobia en Cuba en los últimos años?

Creo que todo conspiró para que ocurriera. Primero la decisión de Mavi de contar su vida, no por sensacionalismo, sino para ayudar a las muchachas que conoció en el CENESEX. También apareció la convocatoria de DocTV Latinoamérica, un concurso que se realiza por segunda ocasión, y aproveché para preparar un proyecto que me conocía muy bien, centrado en la historia de vida que venía trabajando por siete años. Lo curioso es que, aunque estuvo entre los cinco finalistas, mi proyecto no era el favorito. Pero cuando me dieron la oportunidad de exponerlo, demostré que tenía algo bien consolidado. Ella se presentó como una mujer con un problema que desea denunciar. La filmé en su casa y llamó mucho la atención su imagen, porque cuando se aborda este tema la gente no piensa en una señora. Tienen en la cabeza el estereotipo del cuerpo semejante al de Barbie. Les expliqué mis intenciones y entonces la decisión fue inapelable.

En el documental se percibe la preocupación por no vulnerar a tu personaje, un aspecto indispensable de reiterar en tiempos en los cuales parece ser más importante lograr el golpe de efecto que la ética. ¿Cómo lo manejaste tú?

El guionista o escritor tiene que ser amoral. No le puede asociar lo que piensa y cómo lo piensa a sus personajes. Debe concebir todos los protagonistas y los antagonistas del mundo con una coherencia, una lógica, y por eso no puede tener prejuicios. Pero cuando se trata de un ser humano real, las cosas cambian. Primero, hay que acortar esos egos de los realizadores cuando tenemos en la mano un tema que puede ser un boom. Hay que salirse de ahí y pensar en la persona que está delante de uno, pues tiene un corazón, una familia, un esposo, hijos o sobrinos, vecinos, etcétera. No se puede manipular, sino ser sincera, pactar. En la medida en que se conoce más sobre el tema, se sabe la mejor manera de no cometer errores y de cuidar, desde un respeto por el ser humano con el que se trabaja. Debía tener en cuenta que ella estaba haciendo un desnudo constante. Si te percatas de eso, de que alguien te está entregando su intimidad, las interioridades de su casa, que estás entrando a su vida, lo menos que puedes hacer es respetar.

Tu película cuenta la historia de una mujer cercana a los 50 años, que se cuestiona cómo ha construido su feminidad. ¿Por qué este punto de vista?

Independientemente de que estábamos trabajando, Mavi y yo nos hicimos amigas y en medio de esa amistad ambas nos fuimos alfabetizando en la teoría de género. En nuestras conversaciones hablábamos sobre muchas cuestiones, sobre la infidelidad, sobre la vida doméstica. Y de pronto empiezo a descubrir que una persona tan transgresora en su momento, capaz de lograr una operación de reasignación sexual en el año 88, se había convertido en alguien muy tradicional. Yo trataba de ayudarla en ese sentido, de mostrarle que existía otra manera para conducir la vida, menos rígida, y ella me escuchaba siempre desde su propia valoración, según como fue educada.

Cuando la concebí como personaje, primero la vi como la mujer capaz de ir sola a operarse para concluir un proceso que la convirtió en lo que siempre había sido, desde su niñez. A partir de ahí empezó a vivir según lo que entendía que era ser mujer, lo que aprendió de su entorno y de su familia. Para ella un hombre tenía que ser bien macho y heterosexual, y la mujer era la encargada de las labores domésticas. Mientras pasaron los años, abandonó sus sueños de ser cantante y comenzó a vivir para su esposo, su casa y su madre enferma, como lo han hecho muchas mujeres que conozco. Pero en un momento comenzó a despertar.

Con mi documental me interesa cuestionar que en pleno siglo XXI aún estemos estancados en esa manera convencional de entender la vida. Nos encontramos en una sociedad machista, hegemónica, patriarcal y heterosexista y, a pesar de todos los avances, a las mujeres nos siguen tratando como minorías, al igual que a las personas no heterosexuales o no blancas.

El final de la película plantea una evolución en la protagonista. ¿Cuánto influyó en ella todo el proceso de realización?

Ningún documental le cambia la vida a nadie; pero los procesos sí. Desde el momento en que Mavi y yo nos conocimos hasta que llegó a mi casa a decirme que quería contar su pasado, siento que ella comenzó a tener una opinión diferente sobre su historia. Quería hacer otras cosas, se anotó en el coro comunitario, fue a cantar al museo, visita una peña donde están los artistas que admira. Recuperó los deseos de salir al mundo y se dio cuenta de que aunque debía seguir con sus obligaciones, también podía salir de su casa porque la vida no es solo eso. El documental ayudó a aumentar el interés y la compresión de su entorno sobre ella. Subió su autoestima. La gente comenzó a mirarla de otra manera, también porque se lo ha ganado. Ella me ha dado lecciones de muchas cosas, porque nadie tiene derecho a juzgar a los demás.

Ciertos creadores y creadoras son reticentes a enmarcar su obra dentro de la teoría de género; sin embargo, tú lo reconoces como una ganancia. ¿Crees que el género puede definir una manera de hacer cine?

La mayoría de las mujeres del cine, y de este país, no manejan el tema del feminismo. Decir que eres feminista es una cosa medio rara, como una mala palabra. Si eres feminista será porque odias a los hombres, porque no sé a quién se le ocurrió decir que el feminismo es lo contrario del machismo. En todo el proceso de investigación para este documental obligatoriamente debí acudir al feminismo, y me identifico muchísimo con sus teorías, sobre todo las que se pueden enmarcar en nuestra realidad. Me interesa defender los derechos de la mujer, hacer entender que ser mujer es mucho más que una condición del cuerpo. Si eso es ser feminista, yo lo soy, y no tengo ningún problema en declararlo.

Lo mejor que tiene este trabajo es que uno se da cuenta de que no puede mentir; no puede contar historias que desconoce. Si alguien me pregunta cuál es el director que mejor representa la realidad cubana, digo que Fernando Pérez; pero él es una persona que camina de su casa al ICAIC, que se relaciona con la gente, que tiene hijos y está cerca de los estudiantes, de los jóvenes. Me identifico más con ese tipo de cineasta sincero.

Primero que todo, estoy buscando mi estética y creo que la he encontrado. Tiene que ver con lo que soy: una directora de cine, una comunicadora, madre de dos hijos, cubana. No hay más sinceridad que hablar de lo que uno es y cómo vive. Mi obra tiene una mirada femenina y por ahí se conforma el concepto de mi trabajo. Todos mis temas van a ir encaminados a que se reconozca a la mujer. Si una mujer es violentada, hay que denunciarlo. Si una mujer es víctima de una construcción social como en el caso de Mavi, hay que cuestionarlo. Para el patriarcado es más cómodo que continúe el silencio; pero yo hablo desde la mujer que soy, y no puedo cargar con prejuicios patriarcales.

¿Cómo transcurrió tu tránsito de actriz a directora?

Siempre tuve claro que quería ser directora. Cuando llegué a esta ciudad para la universidad, cada día de mi vida iba a la cinemateca a ver una película. Estudiar teatro fue importante porque me dio herramientas de dramaturgia, me enseñó a trabajar con actores. Lo que pasa es que me aburre el teatro, por aquello de repetir muchas veces la misma obra, a pesar de la magia de que cada presentación puede ser distinta. Prefiero el proceso de investigar, hallar un tema, crear el guión.

Respeto mucho la actuación, pero no amo ese trabajo. Sucede que no había otra manera de acercarme al cine que como actriz. Un día me dijeron que estaban haciendo un casting para una película y resultó ser Fresa y Chocolate. La imagen que tenía yo de Titón era la de las revistas, muy distinto al hombre con canas que me evaluaba. Cuando me preguntó por el cine que prefería yo le dije que el de Tomás Gutiérrez Alea, pues había visto Memorias del subdesarrollo un millón de veces y siempre le descubría algo nuevo. Él se percató de que no lo reconocía y tal vez por esa espontaneidad me dio el personaje. Después de todo lo que implicó participar en una película tan importante, de ser dirigida por él y Juan Carlos Tabío, y ver a Titón recién operado en el rodaje, revisando cada plano hasta en el hospital, me convencí de que la de director es una profesión que demanda una entrega, aprendí a respetar el oficio.

Cuando entré al ISA a estudiar dirección todo el mundo me veía como la actriz. Incluso, hasta tuve que cambiar mi imagen en función de eso. Me construí un personaje y no hubo un casting en que no me aprobaran. De ahí aprendí que hay que seleccionar muy bien a los actores, porque a veces te puedes equivocar. Confío en la herencia del teatro, de conversar, de hacer taller, porque sé lo que te puede pasar cuando alguien te quiere dar gato por liebre. Trabajé muchísimo como actriz, con Eliseo Subiela, en una película canadiense, en la Escuela de Cine de San Antonio. Para mí estar en esa Escuela era muy cómodo, porque por allí pasaban directores de todo el mundo y después daban una charla. Fue fundamental en mi aprendizaje.

Todos los trabajos que he hecho después de salir del ISA fueron a partir de convocatorias del ICAIC. He aprovechado todos los concursos y he tenido la posibilidad de haber sido seleccionada. Me siento muy orgullosa porque me queda el buen sabor de que nadie me lo regaló, me gané la oportunidad de dirigir.

Has llamado a trabajar contigo a un grupo de los más prestigiosos especialistas del cine cubano para este documental. ¿Cómo reaccionó el equipo ante este tema?

Ha sido la experiencia más grande que he tenido dentro del mundo del cine. Para mí fue un salto. Soy una persona muy exigente con mi trabajo, para muchos conflictiva, que confronto todo porque me gusta que las cosas queden bien. Hicimos un trabajo de mesa muy fuerte; pero desgraciadamente no todo el mundo entendía el documental que estaba haciendo. Traté de estar al tanto hasta de lo mínimo. Por ejemplo, en la entrevista de Mavi trabajé con el equipo indispensable porque la consideraba un desnudo, a veces más fuerte que quitarse la blusa y el ajustador. Algunos no compartían que los sacara del set, pero era una medida de respeto, porque ella exteriorizó un grupo de asuntos que no están en el documental por ética, y las demás personas no tienen por qué saberlos.

Por otra parte, pasaron tantos años sin que yo filmara, que la gente no tiene por qué creer en mí. En mi equipo la más nueva era yo, por tanto, si alguien tenía que equivocarse era yo. Lo que chocó quizá es mi manera recta de ver las cosas. Soy preciosista y eso en estos tiempos que corren es medio raro. Sentí que a la gente le falta información sobre este tema. Tuvimos que hacer casting hasta para el chofer que todos los días traería a Mavi, porque todavía hay quien no se mete en la cabeza que es ella y no él. Es difícil para una persona común como Mavi tener de pronto frente a su casa cinco camiones, una guagua, un set de luces, que todo el mundo acuda a su baño, y todo eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de filmar este tipo de documental.

Pero esas son nimiedades comparadas con todo lo que aprendí. Los problemas se solucionaron pronto y sentí mucho placer cuando llamé a algunos de los miembros del equipo para que vieran la primera versión del documental y me dijeron: “De verdad tenías tu película en la cabeza”.

Atendiste mucho el aspecto formal, y eso es una de las ganancias de En el cuerpo equivocado, sobre todo en cuanto a la fotografía y la edición. ¿Cómo las concebiste?

Existen directores que quieren tener el control de todo; pero me parece un error porque para eso existen las especialidades, las cátedras. Trabajar con Raúl Pérez Ureta es un honor. Se trata de un maestro que también descubrió su oficio trabajando, experimentando, hasta convertirse en el tremendo director de fotografía que es hoy. Lo escogí porque quería que mi historia se contara a través de la luz, y su fotografía, sobre todo en los últimos años, tiene mucho de eso. Para mí es un privilegio expresarme a través de su mirada. Manolito Iglesias es también una persona muy sensibilizada con el tema, que tiene una actitud positiva. Sabía que siempre que nos sentáramos a trabajar, él iba a entenderme y enseguida se conectó con el proyecto. Editamos en dos semanas, aunque la gente no lo pueda creer.

Estuviste todo el tiempo trabajando la puesta en escena, con una línea muy fina entre realidad y ficción.


A la gente le llama la atención eso, pero no estoy inventando nada. Es la herencia de la escuela del documental cubano que hizo invisibles los límites. La realidad a veces supera a la ficción, pero a la hora de comunicar es mejor recrear ciertas cosas, y si se logra hacer una fusión equilibrada, el trabajo puede quedar mejor. Soy una espectadora muy exigente, y esos documentales que todo el tiempo se están explicando no me funcionan.

La columna vertebral es la entrevista de Mavi, pero por otro lado está mi punto de vista como realizadora. Tenía que llevar dos discursos. El de Mavi es el real, y en el mío se encuentra toda la carga simbólica de la puesta en escena. Los momentos que iba a ficcionar me los dio la investigación previa, y la continuidad del documental la encontré en las ideas, no en el vestuario.

Incluso convertiste a Mavi en actriz...

El documental es una puesta en escena desde el comienzo hasta el final. Desde que pactas con una persona para que reproduzca su rutina de todos los días, está actuando para ti. Es su casa, tiene su ropa y sus chancletas, pero está frente a una cámara y se convierte en un personaje. Esa es mi formación, llevo muchos años aprendiendo esto y es uno de los aspectos que más disfruto del cine. Además, para nadie es un secreto que me gustaría dar ese salto hacia el largometraje de ficción.


Tenías también otro riesgo ante ti, el de caer en el melodrama.


Lo primero que me planteé es que no podía hacer de esto un carnaval, ni una feria. Por otro lado, escogí a Mavi porque siento que es un ejemplo, una persona con valores humanos que respeto mucho. Si voy a defender una causa, no voy a poner sus lados oscuros. Todas las personas tenemos algo bueno y malo, no tengo por qué pasar por los lados negros de esta historia para avanzar o para que la gente se sensibilice. Tenía que explotar la parte más humana y quitar todo lo pintoresco.

¿Crees que este documental te lleve a realizar tu película de ficción?

Estoy viviendo hoy mi primer día de los 40 años, que históricamente ha sido la edad en que los realizadores cubanos han llegado al largometraje de ficción. Siempre he luchado por lo que he querido y siempre lo he logrado. Disfruto mucho cuando me lo gano y no cuando me lo regalan. He estado dispuesta a defender mi proyecto y a explicarles a todos en qué consiste, para qué sirve. En algún momento he tenido diálogos con distintas personas del ICAIC para realizar el largometraje, pero no se han concretado. Hubo quien me dijo que ese no era un guión de interés porque la transexualidad en Cuba se ve como algo muy terrible, pero en el mundo no es ningún problema. Entonces comencé a llevarles información, porque a veces se pueden tener ciertas posturas debido a la ignorancia. Quiero que si un día mi proyecto se vuelve a revisar la gente diga: “sí, ella puede”. Este es un documental de 52 minutos, con una puesta en escena, con una tesis, una mirada. Se ve que soy una realizadora con cosas por decir, que las puedo decir...

Y decir bien...

La obra habla por sí sola; aunque, por supuesto, no es perfecta. Es muy complicado llegar al cine como mujer. Cuando editaba mi segundo documental en el ICAIC, embarazada de mi hija, una realizadora me dijo que esa barriga era un error, porque en lo que el niño creciera me iba a costar mucho tiempo retomar la carrera. Pero es una felicidad ver a mis hijos crecer, educarlos, enseñarlos. Es una fortaleza para mi vida, y ahora mismo soy un tren blindado gracias a ellos. Me ayudan a tener otra mirada sobre las cosas.

¿Cuál es tu nuevo proyecto?

Sigo con estos asuntos. Me he percatado de que la gente todavía no conoce sobre diversidad sexual ni tienen información para entender estas problemáticas. El tema está muy maltratado y por eso quiero hacer un documental que se llamará Sobre el cuerpo, que polemice desde la academia sobre el género. Pretendo utilizar todas las entrevistas con especialistas que grabé para los extras de En el cuerpo equivocado, y otras nuevas, para abarcar las distintas miradas que existen entre los mismos especialistas. Quiero profundizar en cómo las construcciones de la feminidad y la masculinidad marcan la vida de las personas y dejan sus consecuencias. Me interesa el enfoque desde el género para definir mis temas, mi estética.

Fuente: http://www.lajiribilla.cu/2010/n486_08/486_06.html

sábado, agosto 28, 2010

Bolivia: Juana Azurduy, la valiente capitana...

Liliana Aguirre (Especial de SEMlac).- "Juana Azurduy, flor del Alto Perú, no hay otro capitán más valiente que tú", reza una de las primeras estrofas de la cueca dedicada a una de las heroínas de la lucha independentista de Bolivia.

Lo curioso de la composición, escrita por Félix Luna, es que, según el texto, Juana es el más valiente capitán y no capitana. Y el género de esta palabra no es simple coincidencia, ya que en el tiempo que Azurduy vivió (1780-1862), las mujeres no tenían participación en la sociedad y menos en la lucha armada a favor de la independencia.

"La mujer estaba enfocada a los trabajos de la casa y al cuidado de la familia", cuenta el historiador Roberto Domínguez.

Ella fue la excepción, añade, "porque el hecho de tomar las armas a la par de su esposo, Manuel Ascencio Padilla, a favor de una causa revolucionaria, quebraba cualquier esquema pensado en esos tiempos".
La rebeldía, valentía y fuerza de esta heroína, nacida en el Alto Perú, territorio que actualmente ocupa este país, se destacaron desde temprana edad.



"Era una mujer mestiza, en sus venas corría sangre indígena e ibérica. Su madre era oriunda del Alto Perú; su padre, un hombre adinerado, cuyas raíces se remontaban a España, pero que también tenía presente lo altoperuano", especifica Domínguez.

A los siete años Juana perdió a la madre y poco después al padre, y por el hecho de haber quedado huérfana a tan temprana edad, a juicio de la historiadora Carmela Marcos, su vida quedó marcada por el sino de la pérdida y también de la entrega.

"Al quedar huérfana, con su hermana, pasa al cuidado de una tía paterna, quien ve en Juana un alma rebelde que debe ser aplacada. Por ello, la ingresa, a los 17 años en un internado de monjas. Al salir de allí, Juana es aún más rebelde y cuestionadora".

Además, Marcos deduce que "quizá los golpes de la vida y su capacidad de cuestionar a una sociedad caracterizada por ser sumamente estratificada, machista, clasista y excluyente, forjaron en ella a una mujer que decidió levantarse en contra de aquello que creía malo".

Datos históricos dan cuenta de que Juana Azurduy tenía un contacto muy directo con los indígenas de la zona, cuya situación era totalmente precaria y de opresión dentro del Virreinato de La Plata. Conocía muy bien el quechua y también hablaba aymara.

"Hay que tomar en cuenta que la actitud de Azurduy no era considerada de la mejor forma en aquel tiempo. Muchos decían que era mujer bastante varonil. Claro está que los parámetros de la femineidad van cambiando y mutando con el tiempo", añade la especialista.

A los 25 años, el amor toca a su puerta y Juana Azurduy se une sentimentalmente a Manuel Asencio Padilla.

"En 1805 Padilla ya está participando de grupos que, influidos por la ilustración francesa, planean la revolución", añade Roberto Domínguez. El 25 de mayo de 1809, una agitación popular en Chuquisaca destituyó al virrey.

Cada batalla era compartida y la vida de los esposos guerrilleros no era nada fácil. Esconderse de la persecución, jugarse la vida en el campo de batalla y además, para Juana como madre, cuidar de sus hijos y luchar con ellos.

"Ella luchaba con ellos y para ellos. Luchaba por la libertad, por terminar la injusticia de aquellos tiempos y, como mujer, probaba su temple de generala y de madre", complementa Carmela Marcos.

En 1814, Juana y su esposo han vencido a los realistas en varias batallas y esperan el contraataque. Las tropas revolucionarias deben dividirse. Manuel se encamina en un rumbo distinto al de su esposa.

Juana se interna con sus cuatro hijos pequeños y un grupo de guerrilleros en un refugio cercano al río, en el valle de Segura, provincia de Tomina. A ella le han dicho que Padilla está en peligro. Sale en su auxilio, pero debe volver pronto, ya que los españoles avanzan hacia el valle donde quedaron sus niños.

"Con esa imagen histórica se resume todo. El sentimiento y la fe ideológica. No es difícil imaginar el sentimiento de una madre en esa situación tan dramática y peligrosa", reflexiona Marcos.

Nuevamente, el sino de la pérdida se hace presente y sus cuatro niños, sin alimento, expuestos a las inclemencias del clima, mueren.

El 2 de agosto de 1814, Padilla y Juana siguen entregándose a la lucha. Ella está embarazada y pelea contra los españoles.

Los biógrafos de Juana Azurduy narran un hecho sorprendente —explica Domínguez—, y es que al dar a luz y encontrarse débil, algunos soldados conspiraban y planeaban quedarse con el botín de guerra que ella custodiaba.

"Hay que tomar en cuenta que la cabeza de esta valiente mujer tenía un alto precio, que los españoles iban a pagar, y la codicia se manifestó en algunos solados", cuenta Domínguez.

Por otro lado, la historia cuenta varias versiones. Una de ellas —y que destaca Carmela Marcos— es que, al percatarse de la conspiración y aún débil, se levanta y toma su espada para decapitar al líder de los conspiradores.

"También se dice que escapa, con la bebé en brazos, ayudada por los indígenas que eran parte de la guerrilla y le guardaban mucho cariño y respeto".

Las peripecias de la valiente generala no concluyeron allí. El momento más dramático se hizo presente con la muerte de su esposo.

"La hija recién nacida se queda a cargo de una indígena, que la cuidará durante el resto de los años en que su madre continúe luchando por la independencia americana. Sufre la terrible muerte de su esposo y las travesías para rescatar su cabeza, incrustada por el enemigo en una pica, en la plaza pública", escribe Graciela Batticuore en Juana Azurduy, de la editorial Alfaguara.

Tras la muerte de Manuel Ascencio Padilla, ella combate en el noreste argentino. Su lucha la vinculó con ambos países (Bolivia y Argentina).

Sin embargo, el final de su lucha no fue precisamente un cuento de hadas. La valiente capitana murió en la miseria. Olvidada por todos y también por la flamante República de Bolivia. Si bien obtuvo una pensión que se prolongó dos años, otorgada por el propio Simón Bolívar, posteriormente no recibió ni un centavo más.

Y por las paradojas de la vida, ella murió a los 82 años el 25 de mayo de 1862, sin homenaje alguno, la misma fecha en que se festejaba el aniversario del primer grito libertario de América, donde la lucha de la valiente capitana, como la de otros hombres y mujeres, había gestado la emancipación.

Aumenta prostitución en municipio donde está base militar de Palanquero

AVN .- El aumento de los niveles de prostitución en el municipio colombiano de Puerto Salgar, sede de la base de Palanquero, se debe a la creciente militarización del país, denunció en un estudio el Movimiento Social contra la Guerra y por la Paz (MSGP).

Esta sede militar es la más importante dentro del acuerdo rubricado entre el gobierno de Estados Unidos y la administración del ex presidente Álvaro Uribe, en noviembre de 2009, y que ahora está estancado por una decisión de la justicia colombiana.

La investigación del MSGP estableció la existencia de sitios en internet dedicados a ofrecer servicios de prostitución así como catálogos con fotografías de mujeres y niñas de este municipio, donde confluye un puerto ribereño y la base militar.

También se demostró la fuerte incidencia de la sede militar en la vida cultural, política y social de Puerto Salgar, como la existencia de un colegio que funciona al interior del predio.

El informe aseveró que esta situación “viola el principio de distinción que establece el Derechos Internacional Humanitario”.



Los resultados de la investigación fueron dados a conocer durante el Encuentro Internacional de Mujeres y Pueblos de las Américas contra la Militarización, que se llevó a cabo en Colombia entre el 16 y 23 de agosto.

Durante el evento se denunció que la proliferación de la prostitución y los impactos para los derechos de las mujeres son una de las consecuencias de la creciente militarización de América Latina, principalmente por tropas estadounidenses.

También se rechazó la utilización de las mujeres como "botín de guerr"a.

La denuncia sobre la prostitución en Palanquero no es una nueva situación en lugares donde tropas norteamericanas se establecieron por períodos prolongados.

En Ecuador, mientras funcionó la base militar de Manta desde 1999 hasta que el presidente Rafael Correa ordenó su desmantelamiento, las consecuencias contra las mujeres estuvieron presentes.

Entrevistado por IPS en 2009, el integrante de Trasnational Institute, Wilbert van der Zeijden, alertó que las instalaciones castrenses “son habitadas sobre todo por hombres jóvenes, aburridos y frustrados. Lejos del hogar, familia, amigos, novias o esposas, buscan distracciones en la ciudad” más cercana.

“El resultado ha sido un notable aumento de delitos, incluyendo violaciones, tráfico de drogas, robos y abusos violentos”, señaló el especialista.

Para Van der Zeijden, la experiencia de militares estadounidenses en Ecuador “condujo a un marcado crecimiento de la prostitución en Manta”.

Otro ejemplo del problema todavía se vive en Irak, luego de la invasión encabezada por tropas estadounidenses en marzo de 2003.

La periodista y feminista norteamericana Debra McNutt denunció en un artículo que “las familias no dejan que las chicas salgan a la calle, no sólo para evitar que sean atacadas o asesinadas, sino para impedir que sean secuestradas por redes organizadas de prostitución”.

“Estas redes también obligan a algunas familias a que les vendan sus hijos para convertirlos en esclavos sexuales”, explicó.

McNutt denunció que los “contratistas privados” llevados por Estados Unidos “están cambiando la naturaleza de la prostitución militarizada”.

Empleados de la compañía DynCorp “fueron descubiertos cuando traficaban con mujeres en Bosnia y hay indicios que sugieren que en Irak puede estar ocurriendo lo mismo”, recordó.

La referente feminista además indicó que tanto en Afganistán, como en Corea del Sur y Filipinas, las bases militares norteamericanas generan el aumento de la prostitución de mujeres, niños y niñas.