sábado, octubre 29, 2011

Aumenta la presión internacional por la despenalización del aborto

Sandra Chaher
Artemisa Noticias Anand Grover, relator de las Naciones Unidas en temas de salud, elaboró un informe sobre derechos sexuales y reproductivos en el que argumenta la necesidad de que sean respetados no sólo porque de lo contrario se atenta contra el derecho a la salud sino, y esto es lo innovador, porque se afecta el derecho a la autonomía de las mujeres. El informe pide la despenalización de las legislaciones que condenen el acceso al aborto y de las normativas que impidan el acceso a los derechos sexuales y reproductivos.

'Las restricciones jurídicas y penales (en relación con el aborto, la conducta durante el embarazo, los métodos anticonceptivos, y la planificación de la familia y el acceso a la educación y la información en materia de salud sexual y reproductiva) dificultan el acceso a bienes, servicios e información de calidad y, por consiguiente, vulneran el derecho a la salud. También atentan contra la dignidad humana al coartar las libertades dimanantes del derecho a la salud, en particular en lo que respecta a la adopción de decisiones y a la integridad física. Asimismo, la aplicación de esas leyes para obtener determinados resultados en el ámbito de la salud pública resulta a menudo ineficaz y desproporcionada' señala el Informe Provisional del Relator Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.

El informe de Anand Grover, presentado el lunes 24 de octubre durante las sesiones Nº66 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, representa un hito en la interpretación de los derechos sexuales y reproductivos dentro del Sistema de las Naciones Unidas. 'Este informe es una legitimación a derechos largamente postergados –señala la abogada Susana Chiarotti, integrante del Instituto de Género, Derecho y Desarrollo (Insgenar), de Rosario, y del Comité de Expertas de la OEA que evalúan el cumplimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer conocida como Convención de Belem do Pará-. No hay que olvidarse que desde la realización de la conferencia de El Cairo, en 1994, estamos en un proceso de legitimación de los derechos sexuales y reproductivos dentro del sistema internacional de derechos. El informe de Grove es el fruto del trabajo de decenas de compañeras y compañeros que vienen bregando hace años por el reconocimiento del impacto negativo de la criminalización de las diferentes formas de construir la sexualidad y ejercer la reproducción.'

El informe repasa el sentido del derecho penal ('regular conductas que se perciben como amenazadoras, peligrosas o dañinas para una o varias personas o para la sociedad') y advierte sobre la violación de los derechos humanos que implica en los casos de derechos sexuales y reproductivos: 'Las leyes penales y las restricciones de la salud sexual y reproductiva de otra índole podrían afectar negativamente al derecho a la salud en múltiples aspectos, incluso atentando contra la dignidad humana. El respeto de la dignidad es fundamental para el ejercicio de todos los derechos humanos. La dignidad exige que las personas sean libres para tomar decisiones personales sin la injerencia del Estado, especialmente en un ámbito tan importante e íntimo como la salud sexual y
Reproductiva. (…) Muchas de esas normas se basan en la convicción de que la libertad de la mujer, especialmente en lo que respecta a su identidad sexual, debe reducirse y controlarse. Cuando una mujer que reivindica su libertad sexual y reproductiva transgrede esas normas basadas en estereotipos suele sufrir severos castigos6, con los consiguientes efectos adversos para su salud; eso constituye una violación de su derecho a la salud'.

Impacto

El informe -que recomienda el libre acceso a información y educación sexual, métodos anticonceptivos de todo tipo y aborto seguro- tendrá un impacto que se irá midiendo con el tiempo, tanto en la jurisprudencia internacional como local. Se trata de un instrumento que puede ser utilizado por el Sistema de Naciones Unidas en futuros dictámenes y por las organizaciones de la sociedad civil para hacer cumplir los derechos de las mujeres en cada país.

'Tendrá consecuencias sin duda en los dictámenes de los Comités de Seguimiento de la CEDAW (Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer) y de los diferentes pactos de las Naciones Unidas, pero también en la jurisprudencia local -señala Josefina Durán, coordinadora del Area Jurídica del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género-. Tendrá influencia sin duda en la discusión que se está dando en la Argentina por la despenalización y legalización del aborto. En una línea de respeto a los derechos humanos, el Estado argentino no puede tener una política más regresiva que los acuerdos internacionales que suscribió.'

Chiarotti, que rescata del informe no sólo el señalamiento sobre el impacto negativo de la criminación del aborto sino también del control y sujeción de la expresión de las diferentes formas de sexualidad (trans, lesbianas, bisexuales, homosexuales), observa otra consecuencia posible sobre la redacción en trámite del comentario general sobre derechos sexuales y reproductivos del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, que está revisando la posible inclusión, dentro del artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de los derechos sexuales y reproductivos como parte del derecho a la salud. Esta posible inclusión, que probablemente sea apoyada por el informe de Grover, sería otro paso fundamental en la legitimación y reconocimiento por parte de la ONU, de los derechos sexulaes y reproductivos como derechos humanos fundamentales.

Los mejores países para ser mujer

Artemisa Noticias La revista Newsweek, con datos del Foro Económico Mundial y de la Organización de las Naciones Unidas, realizó un estudio sobre los países donde las mujeres han tenido más oportunidades de desarrollo y aquellos donde no. Islandia, Suecia, Canadá Dinamarca y Finlandia, están a la cabeza. Según el informe, los 20 mejores países para la mujeres son Gobiernos elegidos democráticamente y con un PIB de más de $200 000 millones, mientras que los países que están a la cola son los más pobres, muchos de ellos destrozados por la guerra.

Si bien no existe un factor determinante para hacer este tipo de clasificación, se tomaron en cuenta aspectos claves como el acceso a la salud, educación, su participación en la fuerza laboral y el poder político. Como resultado, las naciones de Occidente tratan mejor a sus mujeres, pues la discriminación por motivos de género está contra la Ley y porque la igualdad de derecho se garantiza en sus constituciones.

Las féminas han venido desarrollando un empoderamiento creciente a lo ancho y largo del globo, durante los últimos siglos. Sin embargo, aún hay zonas donde la igualdad parece algo más que distante.

¿Qué hace que Islandia, Suecia, Canadá Dinamarca y Finlandia, estén a la cabeza? De acuerdo con el estudio, Islandia encabeza la lista de los mejores países para ser mujer, pues cuenta con una agencia de supervisión de los derechos de las mujeres. Además, el año pasado, el Gobierno prohibió que las empresas lucren con la desnudez femenina. De este modo, se cerraron centros de desnudistas y se propinó un fuerte golpe a la industria de la explotación sexual.

Suecia se ubica en la segunda posición por sus políticas de protección a la maternidad y a la paternidad. Cada progenitor recibe 16 meses de permiso con sueldo luego del nacimiento de su bebé. Esto ha generado una mayor responsabilidad en los hombres y ha elevado la tasa de fertilidad de las mujeres. En un ranking de 100 puntos como mejor calificación, Suecia recibió por Newsweek la puntuación general de 99,2, su sistema de justicia recibió 90,8 puntos y la salud y educación femenina obtuvo una calificación de 95 puntos. Además, el equipo administrativo de las empresas del país debe contar por Ley con una cuota del 40% de mujeres.

Es el único país no Europeo que consta dentro de los mejores países para las mujeres. Las mujeres canadienses se están estableciendo cada vez con más fuerza en las ocupaciones gerenciales y profesionales. El 49% de todos los profesionales de negocios y finanzas y el 47% de todos los médicos y dentistas son mujeres. No obstante, trabajan 90 minutos más al día en tareas no remuneradas que los hombres y su cuota política es aún muy baja. En una calificación sobre 100 puntos, Canadá obtuvo 92 en educación y salud femenina. Cuenta también con un Comité para la Igualdad de la mujer y la Agencia Federal canadiense, encargada de defender sus derechos, ha logrado en pocos años disminuir la tasa de pobreza entre mujeres mayores.

El Foro Económico Mundial sitúa a Dinamarca en el cuarto lugar dado el alto índice de participación política de la mujer. El 42% de la representación política está en manos de mujeres y es uno de los países que más parlamentarias tiene. Con la última reforma constitucional, de 1953, entró en vigor la sucesión al trono por vía femenina. Prueba de esta elevada participación política es que, en las últimas elecciones del 19 de septiembre, la socialdemócrata Thorning Schmidt se convirtió en la primera mujer en la historia del país en ocupar el cargo de primera ministra. Dinamarca recibió una puntuación de 95,3 sobre 100.

En 1906, Finlandia se convirtió en la primera nación del mundo que reconoció a las mujeres el derecho al voto y a competir por un cargo político. De los cinco mejores países para la mujer, Finlandia es el que mayor cuota política femenina tiene: 62%. En Finlandia, el papel de las organizaciones feministas dentro de los partidos políticos así como la cooperación femenina interpartidista han sido decisivos en el proceso de mejora de la situación política de las mujeres. Aunque es uno de los países con más altas tasas de divorcio, el Gobierno lleva adelante una política de protección a las madres que tienen a sus hijos bajo custodia.

Los peores

Las féminas han venido desarrollando un empoderamiento creciente a lo ancho y largo del globo, durante los últimos siglos. Y hoy día, ocupan puestos de alto mando, dirigen grandes corporaciones, participan activamente de la política y son un elemento fundamental de la economía. Sin embargo, aún hay zonas donde la igualdad parece algo más que distante.

En Chad, los derechos son prácticamente desconocidos por las mujeres, quienes están sometidas a la voluntad de sus maridos y los recursos legales contra el abuso son nulos y se arreglan matrimonios con niñas de hasta 11 años. En Afganistán, más del 85% de las mujeres da a luz sin asistencia médica. El índice de mortalidad materna es el más alto del mundo. La violencia doméstica en Yemen no es ilegal, la violación marital tampoco está reconocida como un delito y muy pocas mujeres escogen a su esposo sino que son obligadas a hacerlo a edades tempranas. Los niveles de violencia doméstica en el Congo son los más altos en el mundo. En Malí, según la última encuesta demográfica y de salud realizada en 2005, el 91,6% de las mujeres han sufrido alguna forma de mutilación genital. En la India, la mayor parte de mujeres que está embarazada de una niña prefiere cometer feticidio antes de tenerla. En Arabia Saudita, las mujeres no pueden manejar y, recién dentro de cuatro años, podrán ejercer su derecho al voto por primera vez en la historia.

¿La emergencia de un nuevo machismo-leninismo?

Patricia García
Kaos en la Red

“Los seguidores del materialismo histórico aceptan plenamente las particularidades naturales de cada sexo y demandan sólo que cada persona, sea hombre o mujer, tenga una oportunidad real para su más completa y libre autodeterminación” (Alejandra Kollontai, Los fundamentos sociales de la cuestión femenina, 1907)

En los últimos años, se advierte una nueva tendencia entre algunos/as compañeros/as de la izquierda anticapitalista. Esta tendencia podría denominarse el “nuevo machismo-leninismo” pues constituye una reacción regresiva frente los avances y mejoras en la posición de las mujeres en la sociedad. El machismo dentro de las organizaciones anticapitalistas no es en absoluto nuevo. Recuérdense, por ejemplo, las polémicas de Lenin con Clara Zetkin o con Alejandra Kollontai.[1] El nuevo machismo dentro de la izquierda radical es la reacción de algunos/as militantes revolucionarios/as ante los cambios que se están dando en las relaciones de género, en la estructura familiar y, particularmente, ante la institucionalización de cierto feminismo liberal. Se trata de una actitud ideológica que proviene directamente del estómago: de la pérdida efectiva de privilegios masculinos y de las nuevas exigencias que plantean sus compañeras de partido o de vida.

El machismo-leninismo se caracteriza por aceptar el feminismo en abstracto, acepta las secretarías de mujer ocupadas por mujeres y tolera a sus compañeras feministas como mal menor. Ahora bien, estos/as militantes no se comprometen demasiado en las actividades relacionadas con la cuestión del género. Eso debe ser cosa exlusiva de mujeres. Del mismo modo, y a pesar de su exquisita formación marxista, estos/as militantes no se molestarán jamás en leer ni una sola página de la literatura feminista marxista (Alexandra Kollontai, Heidi Hartmann, Maria Rossa dalla Costa, Sheila Rowbotham, Giulia Adinolfi, Batya Weinbaum, Angela Davis y un largo etc.).

El nuevo machismo-leninismo se basa en fuentes de información variopintas: desde el Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado (Engels), La mujer y el socialismo (Bebel), hasta los artículos misóginos de prensa reaccionaria tipo LibertadDigital. El machismo-leninismo no es políticamente correcto, no se manifiesta mediante escritos públicos: la cuestión de la igualdad de género no les merece el esfuerzo; de ahí que sea un corpus de creencias sobre todo oral y práctico.

Frente al machismo-leninismo, hemos de reivindicar la confluencia positiva entre feminismo y marxismo, entre feminismo y anticapitalismo. Nuestra propia tradición histórica nos ofrece referencias positivas de lucha por emancipación de género y de clase. Sin ir más lejos, Marx y Engels –con sus limitaciones- fueron pioneros en la denuncia de la subordinación de las mujeres articulada por el capitalismo.

A continuación, repasaremos críticamente el argumentario del nuevo machismo-leninismo. Vaya por delante que no es nuestra intención calificar a todos los/as militantes revolucionarios/as de machistas. En absoluto: nuestra propia experiencia nos ha demostrado la posibilidad de confluir y compartir complicidades con la mayoría de compañeros/as. Por tanto, estamos convencidas, en contra de cierto sector del feminismo post-68, de que la presencia de feministas en organizaciones mixtas es tan factible como necesaria. Es precisamente la lacra del machismo la que dificulta esta unión. Pasemos ahora a la crítica de sus argumentos...


Argumento nº 1: “Las mujeres ya han conseguido la igualdad formal y real, el patriarcado ha tocado fin”.


De entre las razones del nuevo machismo de izquierdas, quizás la más débil sea la idea de que “las mujeres ya han conseguido la igualdad porque el modelo de mujer-esposa-ama de casa es cada vez más residual”. El nuevo machismo acepta discursivamente la emancipación de la mujer, su salida del espacio privado, aunque tiene problemas a la hora de asumir sus consecuencias. Son muchos los datos que ponen en cuestión el argumento de que las mujeres ya hayamos alcanzado la igualdad. Aquí van algunos:

· La brecha salarial entre hombres y mujeres supera el 21% en 2010 (variando según los parámetros de tipo de contrato, tipo de jornada, actividad productiva, etc.)[2].

· En los últimos 10 años, el desempleo femenino no ha descendido del 11%, frente al mínimo de 6,06% de los varones (Datos de la Encuesta de Población Activa).

· La tasa de actividad femenina era del 52,6% en 2010, del 67,7% entre los varones (datos que esconden obviamente el trabajo doméstico).

· El 8,2% de los hogares cuya cabeza de familia es una mujer sufren la pobreza, frente al 1,7% de los hogares encabezados por un varón (datos de 2001).

· El 95,6% de las personas inactivas que no buscan empleo por razones familiares son mujeres (2010, EPA).

· El 95,9% de las excedencias por cuidado de hijos/as corresponde a las madres (Tesorería General de la Seguridad Social, 2009).

· El 82,4% de las excedencias por cuidado de personas dependientes son de mujeres (Tesorería General de la Seguridad Social, 2007).

· El 88,4% de personas que sufren violencia doméstica son mujeres (datos de 2005, Instituto de la Mujer)

· En el año 2010, murieron 73 mujeres a manos de sus parejas o exparejas, frente a 7 hombres asesinados (Datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género).

Los datos son suficientemente contundentes y echan por tierra la afirmación de que las mujeres hayamos alcanzado la igualdad real con respecto a los varones; menos aún las mujeres de las clases populares. Por lo tanto, hoy es más necesario que nunca que el movimiento obrero se plantee la incorporación de las mujeres trabajadoras y sus luchas específicas.

Argumento nº 2: “El feminismo divide a la clase obrera. Es una ideología burguesa”.

En cuanto a este segundo argumento del machismo-leninismo, hay dos cuestiones importantes que precisar. Como todos/as sabemos, el origen del movimiento feminista es el sufragismo y la vindicación de los derechos civiles de las mujeres (Mary Wollstonecraft). El origen del feminismo, efectivamente, es burgués. Lo mismo podría argumentarse del socialismo temprano (Saint Simon, Fourieur, Proudhon… también de extracto social burgués o pequeño-burgués).

Sin embargo, la extracción social de los precursores de un movimiento no determina inexorablemente su carácter de clase en el futuro. Vale para el socialismo y vale para el feminismo. Así, al igual que existe un socialismo obrero en el XIX, también existe un feminismo popular en esta época, tradicionalmente silenciado. Un ejemplo claro es el de Flora Tristán (1803-1844) que reivindicó los derechos de las mujeres trabajadoras. Podemos hablar de un feminismo popular y socialista desde bien temprano, si bien nos queda mucho trabajo que realizar desde la historiografía para sacar a la luz la participación específica de las mujeres en la configuración del movimiento obrero. Al silenciar y desconocer el feminismo popular y obrero, le acabamos haciendo el juego al las corrientes liberales que tanto decimos denostar.

Partiendo de la identificación de feminismo con liberalismo y burguesía, el militante machista-leninista considera que las luchas de las mujeres (en tanto que género) dividen a la clase obrera. Los datos que expuse más arriba evidencian una realidad contundente: la clase obrera ya está dividida, es el capitalismo el que divide, el que potencia y reproduce la desigualdad entre géneros de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, el objetivo del movimiento obrero debería ser (a) superar sus propios prejuicios machistas, muy útiles a la división de la clase obrera y, por tanto, a la explotación capitalista y (b) ser capaces de articular nuestras luchas emancipatorias, en tanto que las mujeres conformamos la mitad de los trabajadores/as.

En suma, la tarea del movimiento obrero debería ser articular luchas y deshacer las divisiones y fracturas que el capitalismo abre entre nosotros/as. No son las mujeres trabajadoras, con sus reivindicaciones, las que crean las fracturas, sino que las afrontamos y articulamos en una dinámica de unidad. Por tanto, es un error –táctico y estratégico- plantear que el feminismo es esencialmente burgués y que las luchas específicas de las mujeres dividen a la clase trabajadora. Es el capitalismo el que divide y el que saca partido de esta fragmentación.

Argumento nº 3: “Las luchas específicas de las mujeres excluyen a los hombres”

Esta afirmación se deriva, de nuevo, de una visión reduccionista del feminismo. Hay sectores del feminismo (la corriente radical o de la diferencia) que reivindican en positivo los valores de la feminidad y plantean su lucha como una lucha contra lo masculino (independientemente de su clase, etnia, nación, etc.). Pero esa es sólo una de las fracciones del feminismo, no su totalidad. La corriente socialista en ningún caso plantea una estrategia contra los hombres. Así, nuestro objetivo es alcanzar la igualdad real entre sexos, acabar con las desigualdades y opresiones que se derivan de una sociedad patriarcal y de la estructura de géneros. Como dice Kollontai, conseguir la autodeterminación real de todos/as.

Por lo tanto, de entrada, los hombres no sólo no están excluidos, sino que son parte de nuestra estrategia de transformación. De hecho, también ellos serán beneficiarios del fin de la sociedad patriarcal. ¿O acaso el corsé del género no les oprime? ¿Acaso los hombres no tienen derecho a desarrollarse en esferas como la paternidad, la emotividad o los cuidados? Para las feministas socialistas, esta lucha es compartida; aunque la iniciativa recae en las mujeres, que son las que sufren la opresión de un modo más contundente dada la desigual distribución de cargas en la reproducción de la vida. Del mismo modo, en la lucha de los trabajadores/as inmigrantes están implicados todos los trabajadores/as, pero no se les puede negar a ellos/as la iniciativa porque son los/as que mejor conocen su situación. Así, los espacios limitados a mujeres tienen sentido por la necesidad de plantear estrategias desde la propia experiencia, pero, sin duda, necesitamos la complicidad del resto de los/as trabajadores/as.

Corresponde a los compañeros hombres reclamar su parte activa en esta lucha y esto sólo ocurrirá cuando alcancen un grado de conciencia y compromiso suficiente contra el patriarcado. Mientras esto ocurre, los machistas-leninistas se limitan a auto-excluirse y a “dejar las cosas de mujeres para las mujeres”. Los buenos marxistas se suman a nuestra causa porque entienden que la emancipación con respecto al sistema sexo-género beneficia a la clase social en su conjunto.

Argumento nº 4: “En nuestras organizaciones no se discrimina a las mujeres. Nosotros no reproducimos dinámicas patriarcales”.

Creer en la pureza y neutralidad de la propia organización es una muestra de idealismo. Nuestras organizaciones mixtas, como todas las instituciones de la sociedad, están atravesadas por la lucha de clases y también por patrones de relación patriarcales. Mujeres y hombres llegamos a nuestras organizaciones con un bagaje de socialización, basado en la interiorización de valores y relaciones de poder que actúan a un nivel muy inconsciente. No es común que nuestros compañeros nos traten como meros objetos sexuales o nos defenestren como subordinadas (aunque algunos sí que lo hacen). Sin embargo, las estructuras de nuestra organización pueden reproducir desigualdades de género preexistentes si no hacemos nada para evitarlo. En este caso, el no hacer importa y mucho.

Ser conscientes de esta realidad es tomar medidas para cambiarla. Por eso, la acción positiva, las políticas de cuotas, la potenciación de la participación de mujeres o los actos, campañas y formación en temáticas de lucha contra el patriarcado son fundamentales. Comparto con muchos compañeros/as la insatisfacción con el sistema de cuotas y de listas cremallera. Pero esto no puede conducir a que no hagamos nada, al laissez-faire. Los sistemas meritocráticos, supuestamente neutrales, ciegos ante la clase o el género, no hacen sino reproducir la desigualdad preexistente. ¿Desde cuándo somos partidarios del laissez-faire? ¿Confiamos en la mano invisible o en el mercado para diluir las desigualdades? Después de dos siglos de capitalismo, este hecho aún hecho aún no se ha producido.

No hacer nada respecto a un problema, no significa afrontarlo, sino dejarlo estar. Por eso, la lucha contra el patriarcado no puede quedar en el discurso y ha de empapar también nuestras prácticas. A falta de instrumentos más perfectos contra las divisiones de clase y género (incluso dentro de nuestras propias organizaciones) necesitamos hacer uso de las pocas herramientas de las que disponemos: acción positiva, cuotas, apertura de espacios sectoriales de lucha contra el patriarcado o la promoción de la participación de las mujeres. Los instrumentos de acción positiva interna cuentan con algunas ventajas:
Ayudan a dignificar el trabajo de las compañeras,
Crean referentes femeninos,
Desmienten tópicos como que “las cuotas elevan a los cargos a personas menos cualificadas”,
Mejoran y hacen más eficientes los procesos de elección y/o selección de cargos y responsabilidades,
Las propias mujeres aumentan su confianza y formación de cara al desempeño de funciones.

Debemos ir del discurso a las prácticas. Las organizaciones, en definitiva, deben hacerse cargo de una lacra histórica que tiene efectos de manera formal e inconsciente también en los espacios de lucha.

Argumento nº 5: “Los hombres estamos perseguidos, se ha anulado nuestra presunción de inocencia. Los hombres sufren la violencia de género tanto como las mujeres”.

A menudo, las conversaciones sobre las relaciones entre feminismo y marxismo conducen a temas de actualidad como la violencia de género, el divorcio, la tutela paterna o el aborto. El machista-leninista suele poner sobre la mesa una serie de argumentos y datos que parecen provenir de Intereconomía o de Libertad Digital. Estos datos demuestran –supuestamente- cómo la tendencia histórica se ha invertido por culpa del feminismo institucional: ahora los hombres son oprimidos por las mujeres. Ahora ellos son las víctimas del matriarcado. En esta línea, no es extraño escuchar cosas como “es que ahora los hombres estamos perseguidos”, “no se respeta nuestra presunción de inocencia”; o “los hombres sufrimos más violencia de género”.

La legislación impuesta recientemente por el gobierno ZP (LO 1/2004 de Medidas de Protección Integral Contra la Violencia de Género) ha abierto el debate sobre la vulneración de la presunción de inocencia y las denuncias falsas en casos de violencia machista. No hay más que buscar en Google para encontrar centenares de entradas sobre el asunto de las denuncias falsas que, supuestamente, interponemos las mujeres. Y es posible que haya casos individuales; sin embargo, los datos demuestran que el número de denuncias falsas por violencia de género no es superior a lo que se da en otros delitos. Así, en 2010, se calcula que sólo un 0,01% de las denuncias por violencia de género fueron falsas (datos del Ministerio Fiscal, 2010). Por tanto, no merece la pena darle más bombo al debate. El número de denuncias falsas es ínfimo.

Además, se suele argumentar que los procesos por violencia de género conllevan una inversión de la carga de la prueba hacia el maltratador[3] y que vulneran la presunción de inocencia. Estas acusaciones no son justas a la vista de la propia Ley Integral de Violencia de Género[4]. Si leemos la ley –cosa que no se suele hacer-, se observa que los medios de prueba en el procedimiento judicial son los mismos que en cualquier otro proceso vía penal. Las únicas especifidades son las medidas judiciales de protección y de seguridad de la víctima (alejamiento, suspensión de la tutela paterna, etc.) y el endurecimiento de las penas por agresión. Concretamente: se activa un procedimiento judicial rápido y el juez de guardia adopta medidas cautelares por el riesgo que asume la víctima de malos tratos. Estas medidas cautelares, previas al juicio, se justifican ante la posibilidad de un repunte en la situación de violencia. Basta con recordar el caso de Ana Orantes[5] que fue quemada viva por su marido después de denunciar ante los jueces y en los medios de comunicación. De ahí la necesidad de adoptar medidas cautelares eficaces. Se pueden producir excesos, como en cualquier proceso penal, pero no se puede concluir que haya una vulneración de la presunción de inocencia o que exista ningún tipo de persecución.

Otro tema interesante sería evaluar en qué medida una ley como ésta contribuye a acabar con la violencia de género. La ley ataja una situación desesperada y crítica: el feminicidio y la vejación machista en las relaciones de pareja. Sin embargo, desde el feminismo socialista entendemos que es insuficiente, que hay que ir a las causas. Mientras las mujeres se encuentren en una situación de vulnerabilidad, desigualdad y dependencia, la violencia que padecemos será un hecho cotidiano. Es lo que Zizek llama la violencia subjetiva y la violencia objetiva. La primera es aquella que supera el nivel de normalidad, el nivel 0 de violencia: por ejemplo, el asesinato de una mujer de un modo sádico a manos de su expareja. La violencia objetiva es la que perpetra el sistema cotidianamente: es la sobreexplotación, la doble jornada, la reducción a mero objeto sexual, la dominación psicológica, etc. Mientras no atajemos esta violencia objetiva o estructural que padecen las mujeres en el día a día, los malos tratos seguirán siendo sólo la punta del iceberg; los malos tratos son la consecuencia de una dominación previa prolongada y acumulativa.

En este ámbito, es urgente que desde el feminismo socialista realicemos una dura crítica al feminismo institucional. El número anual de asesinadas a manos de sus maridos no es más que el síntoma de una opresión mucho más silenciosa y profunda; un sistema de dominación íntimamente ligado al modo de producción y reproducción. Sin embargo, la insuficiencia del feminismo institucional (más aún en el contexto de la globalización capitalista que minimiza la capacidad de intervención estatal, por ejemplo, en medidas conciliatorias o laborales) no conlleva que las reformas positivas deban ser rechazadas. La Ley de Violencia de Género es insuficiente pero no mala per se. Del mismo modo, en el terreno laboral abogamos por las 35 horas aunque nos parezcan insuficientes para acabar con la explotación. Los marxistas debemos aplicar esa misma dialéctica de la reforma y la revolución, del programa de mínimos y máximos, a la hora de enfrentar la cuestión de la lucha contra el patriarcado.

A modo de conclusión: por una aproximación marxista al sistema sexo-género.

Desde luego, las relaciones entre marxismo y feminismo, tanto en la teoría como en la práctica, han sido relaciones a menudo conflictivas; ya decía Heidi Hartmann que se trataba de un matrimonio infeliz. El marxismo es una metodología para entender y transformar la sociedad capitalista. Por tanto, abordar la cuestión del patriarcado y de las relaciones de sexo-género es una necesidad inexcusable para cualquier política emancipatoria.

Cuando emergió el capitalismo industrial, éste se encontró con un sistema de sexo-género que subordinaba a las mujeres como mera propiedad del padre de familia. Esta estructura de relaciones preexistente entró en fricción con el capitalismo, fue modelada por él y completamente subsumida, en la actualidad, por la lógica del capital. Éste se ha valido de la dominación de género para sobreexplotar, dividir, reproducirse y fomentar el control ideológico. El patriarcado, o el sistema de dominación del sexo/género masculino sobre el femenino, es una estructura de relaciones materiales, económicas e ideológicas; relaciones que siguen vigentes -por más que sometidas a crítica- en los países imperialistas. A los datos nos remitimos.

Lo que llamábamos el nuevo machismo-leninismo es una actitud reaccionaria e idealista que niega esta realidad. Con la excusa de que el feminismo es una ideología burguesa, ignora el sistema de dominación de género que ha articulado –y sigue articulando- el capitalismo. Ignora los procesos más fundamentales de producción y reproducción de la vida y su encaje en la lógica del capital. Ignora y obstaculiza la emancipación de las mujeres trabajadoras. Sólo si nos tomamos en serio la articulación de clase y género, podremos dar una salida sensata y emancipadora a la otra mitad de los/as trabajadores/as. No permitamos que, también esta vez, el capitalismo nos divida.

[1] En 1920, Clara Zetkin se entrevistó con Lenin. Zetkin le informó sobre las actividades de organización de las prostitutas y de formación en educación sexual y matrimonial con las obreras alemanas. Ni corto ni perezoso, en dicha entrevista, Lenin calificó de “desviación morbosa” el trabajo con prostitutas y menospreció el trabajo de educación sexual y familiar con las obreras. Estas actividades, en su opinión, eran ociosas y una pérdida de tiempo. Ver en: WEINBAUM, B.: El curioso noviazgo entre feminismo y socialismo, S. XXI, Madrid, 1984.

[2] Encuesta de Estructura Salarial, junio de 2010, Instituto Nacional de Estadística.

[3] Y decimos “maltratador”, en masculino, porque la inmensa mayoría de agresores en el ámbito intrafamiliar o con la pareja o expareja son hombres. Aunque las estimaciones aún son muy controvertidas (véase, por ejemplo: Raquel Osborne, “De la violencia de género a las cifras de la violencia: una cuestión política”) es evidente que las mujeres padecen mayoritariamente el maltrato de la pareja o expareja: de ahí que 73 mujeres hayan sido asesinadas a manos de su pareja o expareja (2010), frente a 7 hombres (6 a manos de su pareja o expareja mujer, 1 a manos de su pareja-hombre).

[4] http://www.boe.es/boe/dias/2004/12/29/pdfs/A42166-42197.pdf

[5] http://www.elpais.com/articulo/andalucia/Ana/Orantes/elpepuespand/20071216elpand_2/Tes

miércoles, octubre 26, 2011

Feminismo para no feministas. La Vane contra Patrix

Un libro de feminismo divulgativo dirigido a quienes piensan que el feminismo es algo cursi, ridículo y trasnochado [.pdf 868 kb]

Por : Rosario Hernández Catalán

Fuente: Rebelión


Descargar el Libro AQUÍ...

Mujeres exigen en una marcha la despenalización del aborto terapéutico en Nicaragua

(EFE).- Cientos de mujeres nicaragüenses se manifestaron hoy por las calles del antiguo centro de Managua para demandar al Parlamento la restitución en la legislación nacional del aborto terapéutico, prohibido en el Código Penal desde 2006.

La manifestación pacífica se realizó con el lema "Día de luto nacional, ninguna muerta más" y culminó frente al edificio de la Asamblea Nacional, donde el 26 de octubre de 2006 se derogó y penalizó el aborto terapéutico, en el contexto de las elecciones presidenciales de ese año.

Las manifestantes, en su mayoría mujeres adultas y jóvenes, caminaron por algunas avenidas de Managua detrás de un ataúd que simbolizaba a las féminas que perdieron la vida en el último lustro por no practicarse un aborto.

También portaban mantas, pancartas y vestían con camisetas con mensajes en los que exigieron el derecho de las mujeres a "decidir sobre su vida".

Magally Quintana, miembro de la organización no gubernamental Católicas por el Derecho a Decidir, una de las organizadoras de esa manifestación, dijo a Efe que anualmente la mortalidad materna se cobra en Nicaragua la vida de unas 100 mujeres, de las cuales unas 30, consideró, podrían ser salvadas con el aborto terapéutico.



Por su lado, Carola Brancome, de la Red de Mujeres de Matagalpa, que también respaldó la protesta, dijo a Efe que en la "marcha de luto" exigieron a los legisladores no castigar "a una mujer que quiera interrumpir el embarazo", que pone en riesgo su vida.

"Estos han sido cinco años muy duros para las mujeres que necesitan el derecho de decidir sobre su vida", denunció.

El 26 de octubre de 2006 el Parlamento nicaragüense, casi al cierre de la campaña por las elecciones presidenciales de ese año, que ganó el actual mandatario, el sandinista Daniel Ortega, escuchó las peticiones de las Iglesias católica y evangélica para prohibir el aborto terapéutico, que figuraba en el Código Penal del país desde hacía más de un siglo.

La legislación facultaba a practicar este tipo de interrupción del embarazo si era "determinado científicamente, con la intervención de tres facultativos por lo menos, y el consentimiento del cónyuge o pariente más cercano a la mujer".

Ortega, quien buscará su reelección y es favorito para ganar los comicios del 6 de noviembre próximo, se opone a la restitución en la legislación nacional del aborto terapéutico, según ha dicho él mismo y su jefa de campaña y esposa, Rosario Murillo.

Los candidatos presidenciales opositores Fabio Gadea, Arnoldo Alemán y Enrique Quiñónez, quienes están detrás de Ortega en la intención de votos, según las encuestas, también han expresado su rechazo a la despenalización del aborto terapéutico.

En julio pasado, una delegación de Amnistía Internacional (AI) que visitó Nicaragua demandó la restitución del aborto terapéutico para el caso de niñas víctimas de violación y mujeres, cuyo embarazo ponga en riesgo su vida.

Según AI, el 98 por ciento de los países en el mundo permiten esa práctica.

Mujeres en AL tienen más oportunidades laborales, pero no bienestar: ONU

(CNNMéxico) — La equidad de género ha registrado una mejora “significativa” en América Latina y el Caribe desde 1980, aunque aún existen desafíos para lograr que esa situación se traduzca en mayor bienestar para las mujeres, de acuerdo con un estudio elaborado por el Banco Mundial y por la agencia de Naciones Unidas para la Mujer (ONU-Mujer).

El documento —titulado Trabajo y familia: Mujeres de América Latina y el Caribe en busca de un nuevo equilibrio— indica que algunos de los aspectos en los que es visible esa mejora es en el ingreso de más mujeres a la educación y al empleo, así como en el incremento de su participación en la política.

Desde 1980 a la fecha, casi 70 millones de mujeres latinoamericanas han entrado al mercado laboral y, actualmente, el porcentaje de mujeres solteras que trabajan es tan alto como el de los hombres solteros, según el estudio. América Latina tiene una población de casi 600 millones de personas, de los cuales la mitad son mujeres.

En materia de educación, la proporción de mujeres en los niveles básico y medio superior ha aumentado en las últimas décadas hasta incluso superar la de hombres. No obstante, este incremento no ha llegado a las poblaciones indígenas, en las cuales sigue siendo alta la desigualdad de género.



La participación de las mujeres en la política también ha crecido, al grado de que ocupan el 24% de los escaños legislativos en América Latina. Ese porcentaje, de acuerdo con el estudio, es el más alto “entre todas las regiones del mundo”.

“La región está dando pasos importantes hacia una mayor equidad social, con avances significativos en la reducción de la pobreza. (…) Estamos contentos de ver que el enfoque en mejorar la situación de la mujer está dando sus frutos”, dijo Pamela Cox, vicepresidenta del Banco Mundial para la zona, citada en un comunicado de ONU-Mujer.

A pesar de esos avances, el documento reconoce que el acceso al trabajo y la mayor independencia económica aún no se traducen automáticamente en mayor bienestar para las mujeres.

Las mujeres, por ejemplo, viven problemas para cumplir con varios roles —madre, estudiante o profesionista— o alcanzar sus expectativas. Por ello, una de sus demandas es que las instituciones públicas o privadas sean flexibles para ayudarles a lograr esas metas. Igualmente, buscan el apoyo de las políticas públicas.

“La mujer latinoamericana ha recorrido un largo camino en un tiempo relativamente corto, con un mayor acceso a la salud, la educación y el empleo”, dijo la titular de ONU-Mujer, Michelle Bachelet.

“Ahora tenemos que consolidar los logros y reducir las desigualdades, frente a la doble carga del trabajo no remunerado de las mujeres, y aumentar la participación política de las mujeres y su liderazgo”, agregó

Banmujer regresa a la radio con “Protagonistas de Siempre”

Prensa Banmujer. El Banco de Desarrollo de la Mujer (Banmujer) estrena espacio radial en la emisora Educativa 1.050 AM, con el programa “Protagonistas de Siempre”, dedicado a promocionar los servicios financieros y no financieros que ofrece la institución microfinanciera.

“Protagonistas de Siempre” será trasmitido todos los miércoles, en horario de 3 a 4 de la tarde, a través de la señal de la emisora institucional del Ministerio del Poder Popular para Educación, que abrió las puertas a Banmujer para poner al aire este programa con contenido social.

El espacio radial tendrá como invitadas e invitados a vocer@s de Banmujer, quienes semanalmente abordarán temas relacionados con el género, la participación protagónica de la mujer, las prácticas microfinancieras, los proyectos socio-productivos, violencia contra la mujer, entre otros.

Además, “Protagonistas de Siempre” busca convertirse en una ventana, para que las beneficiarias de Banmujer relaten sus historias de vida e incentiven a otras mujeres y hombres a trabajar para alcanzar el buen vivir.


La producción y conducción del programa estará a cargo del equipo del Área de Comunicación Banmujer. Y pueden escucharlo a través del portal www.me.gob.ve, haciendo click en logo de la emisora Educativa 1.050 AM.

L@s radioescuchas podrán establecer contacto telefónico a través de los números 0212/562.8847 y 562.5444 o escribir a nuestro correo prensabanmujer@gmail.com. También pueden visitar nuestra página web www.minmujer.gob.ve/banmujer para mayor información.

domingo, octubre 23, 2011

España: 21 de octubre: los hombres se manifiestan contra la violencia machista

AmecoPress. La Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE) convoca, como cada año en esta fecha, la celebración de actos en toda España para mostrar su rechazo a la violencia de género.

El 21 de octubre, fecha que coincide con el aniversario de la primera manifestación de hombres contra la violencia celebrada en España, se ha convertido en el día en el que grupos y asociaciones de hombres por la igualdad salen a la calle para visibilizar su trabajo ante la sociedad y especialmente ante el colectivo masculino.

Según explica Javier Covarrubias, portavoz de AHIGE, “los hombres no podemos permanecer en silencio ante un problema tan grave como la violencia de género. Tenemos que intervenir, tenemos que mostrar nuestro rechazo, tenemos que ser parte de la solución, porque el silencio nos hace cómplices”. AHIGE coordina la organización de estas ’Ruedas de Hombres’ contra la violencia de género, que se celebrarán este viernes de manera simultánea en 40 ciudades españolas.

Covarrubias asegura que “se trata de actos abiertos, en los que pueden participar asociaciones, colectivos y hombres a título individual que quieran mostrar su rechazo a esta lacra de la sociedad que es la violencia de los hombres hacia las mujeres. Obviamente las mujeres también están invitadas a participar”.

Las Ruedas consisten en la celebración de una concentración silenciosa donde primero se procede al encendido de velas alrededor de un enorme lazo blanco, después se guarda un minuto de silencio por las mujeres víctimas de violencia machista, y finalmente se procede a la lectura de un manifiesto bajo el lema ’Vivamos sin violencia’.

También el día 21, el Foro de Hombres por la Igualdad de Sevilla ha convocado una manifestación en contra de la violencia machista.

La Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE) es una entidad sin ánimo de lucro, que trabaja para favorecer la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres en la sociedad. Para ello AHIGE fomenta el cambio en los hombres hacia posiciones más favorables a la igualdad y de ruptura con el modelo tradicional masculino y apoya la creación de grupos y redes de hombres igualitarios.

Convocatorias

Barcelona. Plaça de Sant Jaume. 19:30 h

Las Palmas (Gran Canaria). Plaza de la Feria. 19:00 h

Logroño. Plaza del Ayuntamiento. 19.30 h

Madrid. Puerta del Sol. (hora por confirmar)

Málaga. Plaza de la Constitución. 19:30 h

Murcia. Plaza de Santo Domingo. 20:00 h

Santander. Plaza del Ayuntamiento. 19.30 h

Toledo. Plaza de Zocodober. 19.30 h

Valencia. Plaza de la Virgen. 20.00 h

Además hay concentraciones previstas en: Abrera (Barcelona), Albacete, Algeciras (Cádiz), Alicante, Almansa (Albacete), Aracena (Huelva), Arrecife (Lanzarote), Azuqueca de Henares (Guadalajara), Bilbao, Castellón, Córdoba, Ceuta, Los Llanos de Aridane (La Palma), Lleida, Mallorca, Melilla, Navahermosa (Toledo), Palma de Mallorca, Pamplona (Navarra), Petrer (Alicante), Puerto Real (Cádiz), San Bartolomé de Tirajana (Las Palmas de Gran Canaria), Santiago de Compostela, Sant Boi de Llobregat (Barcelona) y Tenerife.

Excepcionalmente, y por circunstancias de agenda, se celebrarán en fechas distintas ruedas en Valladolid y San Juan de Aznalfarache (Sevilla), el día 24 y en Burgos y Almagro (Ciudad Real), el día 25.

Habla, empleo y nivel educacional femenino en el siglo XXI cubano

Jorge Ángel Hernández
Cubaliteraria El vínculo entre el sexo y la violencia androcéntrica se expresa con relativa jerarquía en el repertorio del habla popular cubana. Numerosos términos contemporáneos presentan un sentido semántico primario que remite a asesinato, agresión o minimización. Se trata de un valioso indicador cultural a la hora de analizar la evolución y las circunstancias históricas de la diferenciación de género. Este, sin embargo, no suele aparecer en los estudios científicos que la sociología dedica al tema. Cuando más, se emplea de modo tangencial, para demostración ex-post, casi con las mismas perspectivas de supeditación que se le ha dado al papel de la mujer en la historia de la humanidad.

Para la fundamentación científica en el discurso de las ciencias sociales, las manifestaciones del habla, del folclor y de la cultura popular en general, analizadas transversalmente desde una perspectiva semiológica, pudieran ser tan válidas como el dato estadístico. Lejos de excluirse, se complementan. Ello, si se emplea con el rigor de interpretación requerido para que actúe como fuente confiable. Parte de ese rigor interpretativo pasa por la capacidad de manejar en niveles similares de profundidad, y de objetividad, las fuentes multidisciplinarias, algo que en no pocas ocasiones ha actuado como caballo de Troya en el extendido tránsito de la lingüística a la sociología. La humana necesidad de estrechar los marcos investigativos ha terminado convirtiendo a la especialización en parcelas de conceptos aislados que van a quedar definitivamente incomunicados de su operatividad en relación con el resto de las disciplinas. No es algo simple, desde luego. Como tampoco es sencillo alcanzar, una vez entendido y legislado en parte, el equilibrio de género en los ámbitos de la socialización cotidiana.

Los niveles de participación pública alcanzados por la mujer cubana en el periodo revolucionario ―sobre todo en las esferas de la educación y la salud, aunque, además, han crecido otros índices como el de la responsabilidad del núcleo familiar o el del acceso a cargos públicos y administrativos―1 no siempre consiguen que las reminiscencias discriminatorias del habla popular retrocedan o se replieguen del uso comunicativo. Estas se han arrastrado por generaciones aun cuando la conducta ha conseguido importantes variaciones. El hecho de que, al menos, 13 expresiones pertenecientes al complejo azucarero cubano del siglo XVIII y la primera mitad del XIX, algunas con derivaciones, hayan sobrevivido, por su designación sexual violenta, hasta inicios del siglo XXI indica hasta qué punto el habla actúa también como conservadora de valores retrógrados que obstruyen la correspondencia entre las transformaciones político-sociales y las culturales.

La relación entre pensamiento y lenguaje no es, por supuesto, mecánica, traducible en resultados lógicos que van de causa a efecto en un transcurso lineal. Los avances epistemológicos en el ámbito de la significación aportaron un punto de partida insoslayable en el momento en que intentaron superar esa idea de linealidad permanente entre el significante y el significado. El signo es, no dejo de insistir en ello, una estructura funcionante permanente y permanentemente efímera. Así hemos de ver la funcionalidad del habla en el contexto de las relaciones de género, para ajustarnos al tema en el que andamos escarbando.

Importante ha sido, en el comportamiento de la sociedad cubana, el descargo que ha sufrido la acusación sobre las relaciones sexuales por libre elección, tanto a edades tempranas como a edades más maduras. Una encuesta aplicada en 1996 en la Ciudad de La Habana arroja que 88% de la población entre 15 y 49 años se declara sexualmente activa.2 De las mujeres comprendidas en este rango de edad, 83% declara su comportamiento sexual activo. Los diferenciales acerca de la tenencia de pareja ocasional entre sexos son también reflejo de la supervivencia de estamentos patriarcales en un contexto urbano que se supone más avanzado en cuestiones de emancipación cultural. El número de hombres casados o con pareja estable que declara relaciones sexuales ocasionales es significativamente mayor (48,6%) que el de las mujeres que lo hacen (14,3%); estas se circunscriben a las que están solteras o carecen de pareja estable.

De modo que se halla una denuncia subyacente de la moral diferenciada como una forma de discriminación. Y una conducta femenina de evasión ante un peligro que, al menos en el nivel institucionalizado por el sistema de relaciones sociales, no debiera existir. Son componentes de tipo cultural que contribuyen al estancamiento de las nuevas concepciones.

Un elemento importante en el avance en la búsqueda de equilibrios sectoriales en las relaciones de género se halla en que la población cubana ha ido disminuyendo su relación de masculinidad, de 1 052 hombres por cada 1 000 mujeres en 1970, a 1 003 en 2010.3 Esto ha permitido no solo una mayor representatividad numérica, sino, además, una más significativa presencia de la mujer en roles determinantes, como la jefatura del núcleo familiar, la responsabilidad económica de manutención del hogar y el acceso a profesiones y cargos de mayor relevancia. No obstante, en edades más tempranas, hasta 39 años, el índice de masculinidad al terminar la primera década del presente siglo es de 1 059 hombres por cada 1 000 mujeres, lo que predice un nuevo periodo de superioridad numérica masculina hasta más allá de la primera mitad del siglo XXI. Es, por ello mismo, importante que los estamentos culturales que retienen las expresiones androcéntricas se vean cuestionados en los propios patrones de uso, para que no avancen culturalmente a través de esa desproporción demográfica que se avecina.

La tasa de actividad económica muestra que, entre 2001 y 2009, de 86 a 87% de los hombres en edad laboral se encuentran ocupados, en tanto entre las mujeres, disponían de ocupación 54% en 2001 y 60% en 2009.

Si atendemos al nivel educacional femenino en la primera década del siglo XXI, vemos que el nivel educacional de la mujer cubana empleada ha ascendido, pues se aprecia una disminución porcentual de los niveles primario y secundario y un ascenso de los niveles medio superior (más discreto) y superior (de mayor importancia). Veamos la tabla:

Esto contradice, al menos en cifras, cierto patrón de opinión que da por sentado que ha disminuido el nivel educacional de nuestra población. No solo ha aumentado el nivel educacional de las mujeres empleadas, sino, además, el porcentaje total de empleo, lo que permite avanzar en el reconocimiento de las igualdades. Si observamos, en forma de gráfico, esta misma información, nos preocupa aún el camino de la superación de las desigualdades, que necesita acelerar los ritmos de los últimos tiempos:

Queda, además, superar los índices de subalternidad en el empleo femenino por categoría ocupacional, aun cuando también apreciamos que las cifras informan crecimientos:

En números, las cifras de 2009 son superiores a las de 2002, aunque en cuanto al porcentaje del total de empleados, las estadísticas siguen revelando descompensación. No se trata, entonces, únicamente de un proyecto institucional relacionado con la oportunidad de empleo y participación, aunque ello es fundamental como punto de partida, sino también de una educación cultural de la propia práctica laboral y sus consecuencias en el resto de la existencia.

La relación entre el nivel educacional de las mujeres ocupadas respecto a la población económicamente activa femenina muestra asimismo índices de crecimiento en la primera década del siglo XXI en Cuba. Las mujeres ocupadas de nivel primario o menor constituían 10% en 2001, en tanto en 2011 ese índice se redujo a 4%. El nivel secundario, que alcanzaba 23% en 2001, disminuyó a 17% en 2009. El nivel medio superior era de 48% en 2001 y se elevó a 58% en 2009; en tanto las ocupadas del nivel superior, que representaban 19% en 2001, llegaron al 21% en 2009.

Esta suma de datos apoya, entonces, el valor de lo cultural para romper las resistencias androcéntricas machistas que el habla popular conserva. Se trata de un ámbito fundamental de la cultura, por cuanto define importantes direcciones de aceptación o negación de prácticas morales obsoletas que, sin embargo, continúan vigentes. No es cuestión, a mi juicio, de relativizar estos valores culturales, sino de hacerlos actuar en circunstancias de ruptura, en situaciones que conduzcan a la autovaloración.

Notas:

1- Cf. Fleitas, Reina, Proveyer, Clotilde y González, Graciela: «Participación social de la mujer cubana en los noventa. Lo público y lo doméstico», en Proveyer, Clotilde: Selección de lecturas de Sociología y Política social de Género, Editorial Félix Varela, La Habana, 2005, pp. 197-255.

2- V. ONE: Perfil estadístico de la mujer cubana en el umbral del siglo XXI (en http://www.one.cu). La Encuesta se aplicó entre enero y febrero de 1996, por el Centro Nacional de Educación y Promoción para la Salud, del MINSAP, y el Centro de Estudios de Población y Desarrollo, de la ONE, como parte de un proyecto desarrollado en cinco países de la región y dirigido por el Dr. Armando Peruga de la OPS/OMS Washington. Las cifras porcentuales corresponden a estimados, y las utilizamos porque, aun con márgenes de error mayores que los que presenta, se corresponden con lo que el habla popular refleja.
3- Anuario estadístico de Cuba (en http://www.one.cu).

Fuente: http://www.cubaliteraria.cu/articuloc.php?idcolumna=29

viernes, octubre 21, 2011

Notifalopio-Emisión del 19/10/2011

El Notifalopio es un programa informativo de caracter feminista, que se emite todos los dìas miércoles, en vivo a la 1pm por la televisora pública Avila TV.

Se trata del primer programa en Venezuela y América Latina que aborda una agenda feminista a nivel nacional e internacional, con el fin de mostrar los procesos en los que participan las mujeres y los logros que obtienen.

En esta emisión compartimos las siguientes informaciones: 1) La Araña Feminista en el XXVI Encuentro Nacional de Mujeres de Argentina, en Bariloche. Del 08 al 10 de octubre. 2) Marcha por la discriminalización de los movimientos populares y la incorporación al Gran Polo Patriótico 3) Foro "Mujer y Tecnologías de Información Libres", 14 y 15 de octubre 4) Encuentro Comunitario organizado por el Consejo Comunal "Manuela Sáenz", en Los Frailes de Catia 5) Y en la sección cultural Entromparte, la artista plástica María Egea

Notifalopio se transmite todos los miércoles a la 1:00pm; con reposición a las 7:30pm por (Ávila TV, Canal 47; Intercable Canal 89)

También los puedes encontrar en internet cada semana en nuestra web http://www.albatv.org/


jueves, octubre 20, 2011

II Explosión del Poder Popular realizó Foro sobre Socialismo Feminista

CAPP/GCC (Valencia).- En el marco de la II Explosión del Poder Popular que se está realizando en la ciudad de Valencia desde el pasado lunes 17 y hasta el próximo jueves 27 de Octubre, se llevó a cabo este jueves el Foro sobre Socialismo Feminista desde el CAVAM, con la Filósofa y militante feminista y socialista Alba Carosio, integrante de la Red de Colectivos la Araña Feminista y Coordinadora de la Línea de Investigación del Centro de Estudios de la Mujer de la UCV.
En la actividad se pudieron revisar importantes aspectos vinculados a la participación de las mujeres en la lucha por construir el Socialismo, así como los orígenes del feminismo y sus diversas expresiones. Carosio citó como aspectos relevantes y antecedentes indispensables para revisar, algunas obras clásicas del marxismo como los Manuscritos Económicos y Filosóficos, y el Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado.
Asimismo, se reconocieron las aportes de la Revolución Rusa es las luchas vinculadas a las mujeres, que casi 100 años despues no han podido ser conquistados por la mayoría de los pueblos del mundo, como son la protección integral de la maternidad, el aborto seguro y gratuito, la posibilidad de crear nuevas relaciones familiares y entre los sexos, entre otras.
Otro elemento central en la discusión fue reivindicar los aportes de las mujeres en las luchas revolucionarias, resaltando la vigencia del pensamiento de muchas de ellas, como Alejandra Kollontai para quien "el capitalismo ha cargado sobre los hombros de la mujer trabajadora un peso que la aplasta, la convertido en obrera, sin aliviarla de sus cuidados de ama de casa y madre". Por su parte, en América Latina, la ponente destacó a José Carlos Mariátegui como uno de los pioneros en rescatar y reconocer el carácter revolucionario del feminismo.

Previo a la realización del Foro se transmitió en vivo el programa radial "Mujer Género con Clase" que sale al aire todos los jueves desde las 9am por RNV Región Central, donde se tocaron diversos aspectos como la participación de las mujeres en el Gran Polo Patriótico, los avances de las mujeres en el marco de la Revolución Bolivariana y la necesidad de la organización de las mujeres como sector social específico.
Por parte del Colectivo Género con Clase tomó la palabra la compañera Yhosmary Franco, quien señaló que "este colectivo hace parte de la Campaña Admirable del Poder Popular que abraza las luchas de diversos sectores del pueblo organizado que trabajan como parte del Poder Popular por construir el socialismo".

Para Franco, la propuesta política del Colectivo Género con Clase es "un feminismo popular y revolucionario que debe materializarse en nuestra práctica cotidiana, que debe transversalizar nuestras vidas, y que debe destruir definitivamente las relaciones de opresión patriarcales y capitalistas".

Las anfitrionas del evento finalizaron haciendo un llamado a seguir profundizando las discusiones sobre el Socialismo Feminista y especialmente a materializar esas ideas en la organización popular, además que aprovecharon para extender la invitación a las y los presentes de emprender desde ya profundos debates sobre una nueva Ley Orgánica del Trabajo donde -destacaron- debe estar presente la perspectiva feminista y de género.

martes, octubre 18, 2011

Carabobo: "II EXPLOSIÓN DEL PODER POPULAR" - Octubre Rojo


2DA. EXPLOSIÓN DEL PODER POPULAR- OCTUBRE ROJO 2011
¡Impulsemos el Proyecto Nacional Simón Bolívar!
Lunes 17 de Octubre
LAS IDEAS Y EL PAPEL DE LA JUVENTUD EN LA REVOLUCIÓN – Invitad@s: Diego Castellano.
Lugar: Museo de Artes Vivas Alexis Mujica / Hora: 2:00 pm.

Martes 18 de Octubre
LA MASIFICACIÓN DE LA CULTURA CIENTÍFICA –Invitad@s: Carlos Ruiz, Jorge Arreaza, Red de Tecnólogos Populares, Centro de Estudiantes de Guárico, FREBIN.
Lugar: Museo de Artes Vivas Alexis Mujica / Hora: 2:00 pm.

Miércoles 19 de Octubre
MODELO PRODUCTIVO SOCIALISTA – Invitad@s: Luis Delgado, Jaime Corena, Pedro Eusse, Marcela Maspero.
Lugar: Museo de Artes Vivas Alexis Mujica / Hora: 9:00 am.

Jueves 20 de Octubre
FEMINISMO E IGUALDAD DE GÉNERO – Invitada: Alba Carosio.
Presentación del Periódico Género con Clase
Lugar: Museo de Artes Vivas Alexis Mujica / Hora: 9:00 am.

Viernes 21 de octubre
COMUNICACIÓN POPULAR – Invitad@s: Blanca Eekhout Gómez, Marco Hernández, Gabriel Gil, Vocer@s de la REDMAC (Red de Medios Alternativos y Comunitarios CARABOBO)
Lugar: Museo de Artes Vivas Alexis Mujica / Hora: 2:00 pm.

Sábado 22 de octubre
LA AGRICULTURA SUSTENTABLE – Invitado: Rómulo Alvarado (Todos manos a la siembra).
Lugar: Museo de Artes Vivas Alexis Mujica / Hora: 9:00 am.

Lunes 24 LA EDUCACIÓN LIBERADORA – Invitad@: Jaime Corena, Movimiento por la Educación Liberadora.
Lugar: Museo de Artes Vivas Alexis Mujica / Hora: 2:00 pm.

Martes 25 de Octubre LAS COMUNIDADES Y EL PODER POPULAR –Invitad@s: Juan Barreto, Víctor Álvarez, Vocer@s comunitarios ante el CFG.
Lugar: Museo de Artes Vivas Alexis Mujica / Hora: 2:00 pm.

Miércoles 26 de Octubre EL ARTE INSURGENTE- Invitad@s: Consejo de Trabajadores del Arte, FRAPOM.
Lugar: Museo de Artes Vivas Alexis Mujica / Hora: 9:00 am.

Jueves 27 de Octubre:
TODO EL PUEBLO ORGANIZADO a la Marcha del Poder Popular hasta la plaza Sucre.
· Contra el modo de gobierno derechista en el Estado Carabobo · Por el Cabildo Regional del Poder Popular 2011. · Presentación de las conclusiones del evento.

lunes, octubre 17, 2011

Día Mundial de la Mujer Rural y día Mundial de la Alimentación

Susana Arroyo Barrantes sarroyo@intermonoxfam.org
Campesinas de Latinoamérica reclaman sus derechos con un acto de “activismo fotográfico” en ocho países del continente
• Las mujeres pidieron inversión en la pequeña agricultura y facilidades para acceder a la tierra, entre otras demandas
• El acto se engloba en la campaña internacional de Oxfam centrada en el acceso a los alimentos CRECE

Campesinas de Paraguay, Perú, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Guatemala y República Dominicana organizaron la pasada semana un acto regional de “activismo fotográfico” para recordar a las autoridades del continente y a la comunidad internacional sus propuestas y demandas en el marco del Día Mundial de la Mujer Rural (15 de octubre) y el día Mundial de la Alimentación (16 de octubre).

Las mujeres se reunieron en plazas de las principales ciudades de sus países, allí se tomaron una fotografía sosteniendo una pancarta en la que se leyó el fragmento de una frase que sólo está completa cuando se coloquen juntas las fotos tomadas en los ocho países: “Exigimos tierra e inversión, reconocimiento y justicia. Nuestra lucha crece”.

Productoras de alimentos
Las mujeres productoras son un sector tradicionalmente excluido. Si bien los sectores rurales en general son los más pobres en los países de Latinoamérica, esta situación se acentúa más aún en el caso de las mujeres. En Colombia, por ejemplo, las mujeres jefas de hogar en zonas rurales ganan el 41% de los ingresos de los hombres en las mismas áreas. Por otra parte, en Honduras el 29% de la población rural es analfabeta, donde los mayores índices de analfabetismo en la ciudadanía femenina se presentan en la población mayor de 35 años. La tasa de analfabetismo de la mujer urbana es de 9.8 y de la rural de 25.7, según datos del instituto Nacional de Estadísticas (INE). “Organicémonos porque al estar organizadas adquirimos mejor conocimiento que nos sirve tanto en la casa como en la sociedad. Valemos y podemos tomar decisiones y dar opiniones. Ahora podemos tomar parte de organizaciones. Hay mejores condiciones de vida al estar organizadas. Alcanzamos metas o propósitos si estamos organizadas” dice al respecto Orfilia Quintanilla, vocal de la junta directiva del Comité de la Feria de Ventas de Productos Agrícolas de San Marcos (Honduras).



Existe una necesidad de aumentar masivamente las inversiones en las pequeñas agricultoras y pastoras, como una manera de empoderar a las mujeres rurales para mejorar la seguridad alimentaria de familias, comunidades y países enteros. “Sin embargo, aun si estas inversiones se llevan a cabo, es probable que no sean suficientes para cerrar la brecha del género en la agricultura, impulsar la producción, mejorar la seguridad alimentaria, y empoderar a las mujeres. Los estados deben mirar también a los niveles bajos de alfabetismo, leyes y prácticas discriminatorias con respecto a derechos de tenencia, herencia y acceso a servicios e información financiera, falta de servicios sociales adecuados en comunidades rurales, y violencia constante contra la mujer”, señala la coordinadora de la campaña CRECE de Oxfam para Centroamérica y Caribe, Ana Eugenia Marín.

“Pese a nuestro aporte a la economía familiar y a la alimentación nacional, padecemos los más altos índices de pobreza y analfabetismo, somos víctimas de violencia, nuestra salud es precaria y nuestro trabajo subvalorado pues solo el 4.7% de productoras rurales posee un título de propiedad debidamente registrado”, sostuvo Lourdes Huanca, presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas Nativas y Asalariadas del Perú (Femucarinap). “No estamos pidiendo regalos; pedimos que se hagan cumplir nuestros derechos a un trabajo digno, a una seguridad y soberanía alimentaria, a una vida sin violencia de género”, concluyó.

Mayor acceso a la tierra

Latinoamérica es una de las regiones con mayor concentración de la tierra, y ésta es una de las razones fundamentales de la desigualdad de la región. En el caso de las mujeres, este problema se acentúa. En Perú, por ejemplo, pese a que las cifras oficiales señalan que las mujeres son el 20.3% de los productores, sólo poseen el 4.7% de la tierra. Paraguay, por otro lado, es el caso más extremo de concentración de la tierra: las pequeñas fincas (83.5% de las explotaciones) ocupan menos del 5% de la tierra de cultivo, mientras que los grandes propietarios acaparan más del 95%.

En Guatemala, sólo el 8% de las tierras productivas a pequeña escala son propiedad de mujeres rurales. “La violencia para la mujer es el no tener tierra. En segundo lugar, el no tener una vivienda digna. Así estamos siendo violentadas por el estado. No tener una educación: estamos siendo violentadas, no tener una buena salud: estamos siendo violentadas y no tener una alimentación digna: somos violentadas” dice Senaida Cosagua del Comité de Unidad Campesina (CUC) en la comunidad de San Basilio (Guatemala).

En El Salvador, la reforma agraria sólo benefició al 11.7% de las mujeres campesinas en su primera fase y al 10.5% en la tercera, según señala el informe Género y propiedad en el salvador de PRISMA. “Deberíamos de tener tierra igual que el hombre porque somos mujeres inteligentes y sabemos cómo cultivarla. Por ejemplo, en este paso que estamos dando de los huertos caseros (un proyecto productivo y asistencia técnica para mujeres), ¿qué necesitamos? Un pedacito de tierra para darle seguimiento al cultivo de esos huertos caseros, para asegurar así nuestra alimentación sana.” dice Ana Cecilia Ramírez del municipio salvadoreño Chalatenango.

Las mujeres comparten la preocupación por la concentración de la tierra, fenómeno que en unos países es una realidad de antigua data mientras que en otros está reapareciendo. En los países en los que, como Colombia, se debaten leyes marco, se propone que las mujeres sean también favorecidas en los procesos de adjudicación. “Las demandas de las mujeres a lo largo de la región debieran ser escuchadas”, remarcó Asier Hernando coordinador de la campaña CRECE en Sud América, “no sólo porque es su derecho, sino porque demuestran un conocimiento profundo de la realidad del campo y una clara identificación de las áreas que se necesitan cambiar para disminuir la pobreza y asegurar una producción sostenible de alimentos”.

Nota para la edición:

• Según la FAO, si las mujeres dispusieran de los mismos recursos que los hombres podrían producir 20-30% más que lo que producen actualmente y se podrían alimentar 100-150 millones más de personas. Es decir: si se respetaran los derechos de las mujeres pequeñas productoras, habría un aumento de 2.5 – 4% de la producción agrícola de los países en vías de desarrollo, y una disminución de entre 12 y 17% de la desnutrición en el mundo – sólo por emparejar el terreno entre hombres y mujeres.

• Trabajan entre 14 y 16 horas diarias en actividades de cuidado del hogar y la familia, producción y procesamiento de alimentos y cría de animales.

• Las mujeres productoras son con frecuencia las principales productoras de cultivos de subsistencia, las encargadas de la recolección de agua y leña para sus familias y -también- las promotoras de la organización de sus comunidades, quienes exigen el cumplimiento de los derechos de todos y todas.

• Alrededor del mundo, 600 millones padecen hambre y tienen cada vez menor acceso al agua y la propiedad de la tierra. Las débiles o inexistentes políticas públicas dirigidas a las mujeres productoras las exponen cada vez más a los efectos de inundaciones y sequías, las obliga a migrar a las grandes ciudades y aumentar -aún más- su jornada de trabajo para lograr incrementar sus ingresos.


sábado, octubre 15, 2011

En el marco de la "II EXPLOSIÓN DEL PODER POPULAR" invitamos al Foro sobre Socialismo Feminista...

El Colectivo Género con Clase tiene el agrado de invitarles a compartir con nosotras y nosotros en el Foro sobre "SOCIALISMO FEMINISTA", con la Compañera luchadora y militante feminista y revolucionaria ALBA CAROSIO.
Este Foro se realizá en el marco de las actividades de la "II Explosión del Poder Popular" a realizarse del 17 al 27 de Octubre, específicamente en la agenda dedicada a las luchas de las mujeres por el feminismo y la igualdad de géneros.

Trabajadoras y Trabajadores de AutoSeat de Venezuela recibieron a la Diputada María León para conversar sobre SOCIALISMO FEMINISTA

GCC- AutoSeat de Venezuela es una empresa nacionalizada que viene atravesando por un exitoso proceso de reactivación. En ella se realizan butacas para vehículos automotores, y cuentan aproximadamente con 74 trabajadoras y 88 trabajadores, en su mayoría costureras que vienen apostando junto a sus compañeros a la construcción de nuevas relaciones de producción.
El pasado jueves con la presencia de la Diputada María León se dio inicio a la Escuela de Formación Socialista de la empresa, con un tema prometedor e indispensable para la transformación tanto de las relaciones de producción como de las relaciones sociales, el SOCIALISMO FEMINISTA.
La actividad que contó con la presencia de trabajadoras y trabajadores, así como de integrantes de la Junta Directiva, comenzó con un recorrido histórico de la Diputada León de los diversos modos de producción hasta llegar a la Sociedad Capitalista, develando con ello la larga historia de lucha clase obrera y trabajadora contra la explotación capitalista.
En el foro también se resaltó la necesidad de reconocer a las mujeres como iguales, y de luchar contra todas las formas de violencias impuestas por la ideología patriarcal por medio del machismo, y que han sido legitimadas y recrudecidas por el capitalismo. De allí la importancia –según la Diputada León- de emprender una lucha de género y de clase, para abonar a la construcción del Socialismo con carácter Feminista.
El llamado León –tras la receptiva acogida de las y los trabajadores- fue a formarse de manera permanente para comprender la magnitud de las luchas anticapitalistas y anti-patriarcales, para finalizar insistiendo en la necesidad de la unidad y la lucha por la construcción del Gran Polo Patriótico y la defensa de la Revolución Bolivariana.

Realizado Foro sobre “Socialismo Feminista” en Valencia

GCC.- El pasado jueves 13 de octubre se llevó a cabo un Foro sobre Socialismo Feminista con la Diputada a la Asamblea Nacional María León, quien comenzó su intervención resaltando la importancia del Gran Polo Patriótico para las fuerzas progresistas y revolucionarias, haciendo énfasis en la necesidad de lograr un verdadero espacio de unidad para la defensa de la Patria, y para lograr la construcción del Socialismo Feminista. Alertó sobre la permanente amenaza imperialista a la que se encuentra sometida la Revolución Bolivariana, destacando con ello la importancia de unir fuerzas entre partidos políticos de la alianza revolucionaria pero especialmente de los movimientos sociales que debemos ubicarnos al frente de las luchas y de las líneas estratégicas de la revolución.

Para la Diputada León, hablar de Socialismo no es posible sin tomar en cuenta los grandes aportes de la Revolución de Octubre que demostró la posibilidad concreta de construir una nueva sociedad. Revolución que vino a reconocer y valorar el papel de las mujeres en la sociedad, materializando gran parte de las reivindicaciones por las cuales aun hoy, seguimos luchando las mujeres del mundo.

León llamó a estudiar la categoría “género” para comprender la necesidad de imprimirle a las luchas socialistas el carácter feminista, al tiempo que señaló que fue la Revolución y el Presidente Hugo Chávez quien vino a reconocer las luchas de las mujeres, y gracias a quien se pudo romper una tradición de más de 6mil años de opresión de un sexo sobre otro.

Para María León, la Revolución Bolivariana ha posibilitado las condiciones para una lucha sin tregua contra el Patriarcado, por lo que llamó a todo el pueblo y especialmente a las mujeres, a seguir luchando por sus derechos y emprender una lucha por materializar el Artículo 88 constitucional que reconoce el valor económico del trabajo doméstico.
El Foro culminó con el llamado del Colectivo Género con Clase a seguir profundizando los debates sobre el Socialismo Feminista, y sobre todo a asumir el feminismo como una praxis política, una ética, que haga posible la transformación de las relaciones sociales para abonar el camino de una sociedad más justa e igualitaria, extendiendo la INVITACIÓN a participar el próximo jueves 20 de octubre en el marco de la “II Explosión del Poder Popular”, en el Foro sobre SOCIALISMNO FEMINISTA con la Militante Feminista y Revolucionaria ALBA CAROSIO, a realizarse a partir de las 8:30 am en el Centro de Artes Vivas Alexis Mujica (CAVAN), frente a la Plaza Bolívar de valencia.

martes, octubre 11, 2011

Género con Clase invita al Foro sobre SOCIALISMO FEMINISTA...

El Colectivo Género con Clase tiene el agrado de invitarles al Foro sobre "SOCIALISMO FEMINISTA" con la Diputada a la Asamblea Nacional y dirigente feminista y revolucionaria María León, a realizarse el día jueves 13 de Octubre del presente año, a partir de las 8:30 a.m.

Día: Jueves 13 de Octubre de 2011
Lugar: Sala de Artes Vivas "Alexis Mujica" - Frente a la Plaza Bolívar de Valencia

Hora: 8:30 am.



Y un esparadrapo en la boca...

Marta Mediano / Fuente: Apartemagazine.es
Al mismo tiempo que el aparejador orquesta paleta, masilla y plano y el promotor imagina piscina, zonas verdes y clientes; el administrador local dibuja impuestos y el recién aterrizado a las calles, aún sin equipar, imagina un sábado de barbacoa dorando chorizos y chocando decenas de copas de lambrusco y cerveza.

Si el aparejador se llama Yolanda, tendrá problemas para hacerse respetar. La cuadrilla le transmitirá en cada comentario, mirada, que es un perro verde en “un mundo de hombres” y cuestionará su autoridad o será tratada como una niña con un polo de limón. Si el promotor responde al nombre de Patricia, vestirá falda y se maquillará cada mañana a petición de su jefe, acercará a Jaime y Lorena (sus hijos) hasta el colegio cada mañana, les recogerá a la una para darles el almuerzo, les conducirá de vuelta a las tres y a las cuatro y media, le recordará a Anita (también mujer) que debe llevarlos del colegio a casa y acompañarlos hasta que ella cierre la oficina y llegue a eso de las nueve y media.

Olivia, la alcaldesa de nuestra localidad imaginaria de 56.589 habitantes recibirá todo tipo de pseudoargumentos por parte de la oposición, sus conciudadanos y compañeros de partido, que polemizarán continuamente sobre su papel como gerente municipal y su valía para decidir este tipo de cuestiones. Por último, Silvia quien sueña con un chalet con piscina y el sol pegándole en las mejillas, tendrá que enfrentarse al “mujer, pero cómo te vas a ir a vivir sola” y a una hipoteca imposible de pagar con su sueldo un 25% más bajo que el del resto de sus compañeros.

Y ésta es la cara más agradable, la de los países enriquecidos. Analfabetismo, mutilación genital, matrimonios forzados, violaciones sistemáticas, sometimiento a la autoridad masculina, exclusión de la educación formal, pobreza… y un esparadrapo en la boca: condena al silencio bajo amenaza de muerte, paliza o ridiculización, son las realidades cotidianas de millones de mujeres en todo el mundo.



Retiradas en grandes edificios de piedra, aisladas por sus familias, su honra o su educación ultracatólica, pero también refugiadas en espacios monasteriales; autoras como Úrsula Suárez (1666-1749), Francisca Josefa de la Concepción del Castillo (1671-. 1741) o Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695), fueron capaces de traspasar por primera vez durante los siglos XVI y XVII el telón de acero del acallamiento de las mujeres en el mundo literario. Víctimas de la Ley de la imitatio, un principio artístico y un requisito para todas ellas, lograron convertir su subyugación al género hagiográfico, en un espacio alternativo de creación, de legitimación y superación del censor vigilante.

La literatura conventual se sirvió del cuerpo, recipiente del sexo maldito (el de la mujer), como superficie artística. A través de la exaltación del dolor y del goce por el contacto con dios, reivindicaron su derecho al placer y crearon un lenguaje específicamente femenino. Herederas por mandato del hombre de la vida de los santos, trasgredieron los límites de sus censores, reivindicando y legitimando su “yo”, su identidad subjetiva, gracias a su posición como responsables de la escritura divina.

Cinco siglos después es imposible afirmar que la figura de la mujer sea referencia en la literatura, así como tampoco lo es la voz del indígena o el negro. A día de hoy, tal como señala Sofía Rosales en El Arte tiene sexo (1987), todo lo que la humanidad conceptúa como arte es solamente la opinión de los hombres y el lenguaje sigue siendo instrumento de poder y dominio masculino. La mujer literata continúa tras los barrotes de la mitificación femenina, lo que le obliga a enfrentarse a sus falsas imágenes, rechazarlas, y empezar a crear su verdadero rostro. (Trejo, 2011).

Las mujeres, obligadas a alcanzar los números de los hombres cuya experiencia en el mundo editorial aventaja considerablemente a la de las mujeres, son víctimas, por un lado, de la presión social de seguir el parámetro masculino (también en la creación), y por otro, del mercado que sobrestima las ventas en detrimento de la calidad, lo que conduce a que muchas autoras compitan, incluso deslealmente, por el pequeño espacio abierto a la literatura escrita por mujeres, o a que éstas imiten los tópicos o estilos hegemónicos en las librerías, en los que priman la voz masculina o la falta de originalidad.

Lograron convertir su subyugación en un espacio alternativo de creación y superación del censor vigilante.

No debemos olvidar que la palabra impresa, y por consiguiente la literatura, posee un valor simbólico y estratégico. Dentro de la cultura occidental la tradición del pensamiento etnocentrista otorga un valor desmesurado a la palabra escrita como portadora de la verdad incluso aún hoy en una sociedad claramente multimedia. La palabra impresa tal y como señala Postman se supone que es producto de la reflexión del autor y que ha sido revisada por él, por autoridades y por editores (Postman, 2001).

Como práctica social, la creación literaria es producto de la interacción entre las estructuras y las relaciones sociales. Estas estructuras dan forma al discurso literario que al mismo tiempo incide sobre ellas, fortaleciéndolas o cuestionándolas. La literatura, al igual que todo discurso social, posee un orden que radica en el poder y la autoridad de quienes la crean, que se proyecta y provoca desigualdad entre los diferentes actores. Descubrimos así un orden que se asienta sobre un principio de desigualdad entre hombres y mujeres creadoras, lo que explica por qué junto a discursos autorizados, encontramos discursos des-autorizados, frente a discursos legitimados, discursos des-legitimados, frente a discursos dominantes o mayoritarios, discursos minoritarios (Rueda, 2003). Sus significados, en consecuencia, son sólo una abstracción más de acciones sociales reales acaecidas en situaciones sociales (Van Dijk T. A., 1990), las que reproducen la desigualdad social hombre-mujer también en otros espacios cotidianos.

Todo discurso, como práctica discursiva, se enmarca en un contexto determinado, un tiempo y un espacio dentro del cual se comporta como una praxis más que facilita la realización de otras prácticas sociales (valorar, conversar, etc.). Dentro de esta situación se desenvuelve en función de unas normas sociales y las formas que el tiempo y el espacio le marcan, produciendo y reproduciendo el contexto social al que pertenece y las relaciones que se establecen entre los diferentes actores sociales (Fairclough, 1992).

Del mismo modo, dentro del discurso literario se proyectan los conflictos de interés de los distintos grupos sociales que compiten entre sí con el objetivo de intervenir sobre la producción, recepción y circulación de los discursos tratando de moldearlos en función de sus propios intereses. Esta competencia lo convierte en un ámbito de lucha para controlar o, incluso, apropiarse de este capital simbólico, que […] contribuye a estructurar, ejercer y deificar las relaciones de dominación y subordinación entre los grupos (Rueda, 2003). Dentro de él se incrementa la asimetría en las relaciones sociales entre hombres y mujeres, construyendo además una representación hegemónica, la masculina.

La literatura como discurso social posee un orden que radica en el poder y la autoridad de quienes la crean, que se proyecta y provoca desigualdad entre hombres y mujeres.

El discurso como práctica social produce y reproduce, y en ocasiones modifica, el contexto en el que se desarrolla, pero estas interacciones son, como se apuntó anteriormente, esencialmente asimétricas. La producción del discurso, como señaló Bourdieau (1978), está controlada por determinados grupos que imponen el uso de determinadas lenguas sobre otras, deniegan o limitan la circulación de ciertos discursos, admitiendo sólo aquellos autorizados o legitimados por ellos mismos, que se convierten en el origen de lo enunciado mientras otros son silenciados.

Dicha asimetría se explica por el contexto inmediato, por las estructuras y el orden social y cómo son gestionados los recursos económicos, simbólicos y lingüísticos. El poder del discurso reside, por lo tanto, en la capacidad de hacer predominar una formación ideológico-discursiva(Fairclough, 1995), facultad que es mayor en las personas que poseen un determinado estatus basado en la desigualdad imperante dentro de los derechos y obligaciones pragmáticas y discursivas (derechos de turno, de evitar silencios o interrupciones, etc.) (Álvarez Benito, Íñigo, López Folgado, & Rivas Carmona, 2003).

La ideología se convierte entonces en el equivalente cognitivo del poder, convirtiéndose en productora del “conocimiento social”, de lo que los individuos interpretan como “lo natural”, la identidad, los valores o los recursos de su vida cotidiana (Van Dijk, 1997). Este poder ideológico capaz de proyectar particulares como universales o de sentido común (Fairclough, 1989), es el elemento fundamental para aquellos que pretenden ejercer su influencia a través del discurso, intención que no suele estar representada en elementos explícitos dentro del texto, pero que subyace en los modelos posteriores de interpretación lectora.

El canon literario que durante siglos y aún hoy, cerró sobre las narices de miles de autoras su puerta, actúa como sustento de la historia oficial, y por consiguiente, del orden del discurso literario y del discurso social. Este canon blanco, masculino y etnocéntrico, oprime con sus directrices a los sujetos censurados, entre ellos, las mujeres, a las que obligó a perder sistemáticamente su identidad censurando su propia literatura y provocando la fragmentación de su identidad colectiva (Russell, 1999).

El canon ha de ser revisado, integrando en él la visión durante siglos marginada, incluyendo temas “prohibidos” como la sexualidad de la mujer, la denuncia de la opresión o la búsqueda de la identidad.

Esta censura mantiene en el centro del debate los textos masculinos, establece una identidad esencialista de la creación de la mujer a partir de la cual se analiza su obra de manera superficial, menospreciándola o desprestigiándola, e impide que la mujer como sujeto histórico social posea un espacio en la literatura.

Por lo tanto, hoy más que nunca si queremos avanzar en la justicia social, ya sea de géneros, etnias o socioeconómica, resulta esencial deconstruir el concepto de mujer también en la literatura, ya que el conocimiento y la realidad social se construyen discursivamente.

El canon ha de ser revisado, integrando en él la visión de media humanidad durante siglos marginada, incluyendo temas “prohibidos” como la sexualidad de la mujer, la denuncia de la opresión, la búsqueda de la identidad, o el proceso de escribir como mujer en las sociedades antiguas y la contemporánea. Es necesario comprometerse con la destrucción de los estereotipos temáticos y formales, la mujer creadora ha de ser juzgada por sus propios méritos y ha de ser agente de su propia significación como sujeto político que autorrepresenta su identidad.

Poco a poco y gracias al trabajo de hombres y mujeres comprometidos con la igualdad nos vamos alejando del mito de ser mujer, sin embargo, debemos recordar y siempre tener en cuenta, la doble alteridad de la mujer latinoamericana, africana o asiática, la lucha por la vida, la denuncia y protesta que su voz anticolonialista tanto económica como culturalmente representa, y crear una literatura que desarrolle una lengua común antipatriarcal, porque sin ella no se puede comunicar ni rebelar, porque la capacidad para cambiar voluntariamente la historia pasa por la emancipación.