miércoles, febrero 29, 2012

Uruguay: Mujeres políticas unidas para preservar la cuota

Por: Isabel Pérez de Sierra /SEMlac
El pasado 16 de febrero, una cumbre de mujeres políticas convocada por algunas de sus principales referentes, reunió a representantes de los tres partidos mayoritarios uruguayos (incluyendo la fuerza política de gobierno) en torno a la preocupación común por la aplicación de la Ley de Participación Política.

La norma, aprobada en 2009, reserva un tercio de los puestos electivos para mujeres y deberá aplicarse por primera vez en las elecciones generales en 2014/2015.

En este marco, las mujeres que conforman la multipartidaria bancada bicameral femenina se reunieron en el último mes, suponiendo que los intentos por eludir la norma no estarán ajenos y reafirmando su intención de "no quedar afuera".


De esta forma las mujeres políticas uruguayas vuelven a dar cuenta de su unidad extrapartidaria para con los asuntos de género.

Mejor prevenir...
Todas las participantes del encuentro bregaron en su momento por la sanción, concretada en 2009, de la ley de cuotas ya aplicada en las internas del mismo año con resultados diversos.

Para las elecciones nacionales y departamentales el texto prevé una única aplicación en 2014 y 2015, con evaluación posterior para definir su continuidad o no.

Como lo que se jugará en esa instancia es más que la cuota, se espera que la embestida en contra también sea mayor, y señales no faltan. En ese contexto es que las mujeres políticas decidieron advertir a sus correligionarios: "Miren que sabemos lo que está pasando y vamos a pelear duro".

Por otro lado, manifestaron que renuevan su "compromiso de apoyarnos", más allá de los partidos de pertenencia, según precisó Beatriz Argimón (Partido Nacional, de derecha), una de las convocantes.

La aplicación de la ley en las elecciones generales cuenta con la ventaja de que la Corte Electoral tiene que rechazar las hojas de votación que no la cumplan (en elecciones partidarias no hay sanción).

Sin embargo, son muchas las maneras de evadirla como, por ejemplo, al confeccionar las listas presionar a las eventualmente electas a renunciar a favor de varones.

Estar atentas
La primera será la instancia más peligrosa y "ahí es necesario estar juntas para darnos fuerza y contención", advirtió Glenda Rondán (exintegrante del Partido Colorado, también de derecha), mientras Constanza Moreira (Frente Amplio, partido de gobierno) puntualizaba que debe haber al menos una mujer en esas instancias.

El celo en la aplicación efectiva no responde a "estar por estar, ni a que seamos mejores que los varones, sino a que estén en la agenda pública los temas que más preocupan a las mujeres", apuntó Mónica Xavier (también del partido gobernante).

Sobre "la fuerza de estar juntas, aunque confrontemos distintos proyectos en las elecciones", hablan por sí mismas la Red de Mujeres Políticas y la Bancada Bicameral Femenina, organizaciones que nuclean a mujeres de todos los partidos.

Entretanto, cantidad y calidad de mujeres electas supone distintos criterios. A Rondán no le gustaría "que en las listas vayan mujeres sin conciencia de género". En cambio, Moreira se inclina porque "las mujeres electas sean muchas", confiando en que sobre la marcha pueden adquirirla.

Y visualizar estrategias...
Todas coinciden en que de cara a las próximas elecciones hay que definir desde ya estrategias específicas, comenzando por aquellas a aplicar al interior de los partidos.

El proceso de reglamentación de la ley de cuotas, a cargo de la Corte Electoral, debería concitar mucha atención y la obtención de apoyos externos para el diseño y ejecución de las campañas también.

"Las mujeres tienen que tener una campaña propia, no sólo la de la lista" en que estén insertas, apuntó Moreira, mientras que Xavier convocó a centrar el enfoque en que "las mujeres no tengamos más techo" y a no dejar de dar la batalla por la paridad, entendiéndola como equilibrio en la representación.

Tiempo de adaptar el clima a vivencias de las mujeres

Por Mariela Jara(IPS) -
La actual temporada de lluvias en Perú mella el bienestar y salud de las mujeres de zonas rurales que deben, por ejemplo, caminar el triple de horas para conseguir leña y agua, sin que las autoridades reconozcan y atiendan la situación.

"Padecemos para encontrar la leña, pero no solo eso, como está húmeda por las lluvias tenemos que ventearla hasta que seque para que prenda bien la candela y eso nos está trayendo males broncopulmonares", contó a IPS la productora agraria del norte costero peruano María Témpora Pintado.

Presidenta de la Asociación Distrital de Mujeres de Tambogrande, un valle agrícola situado a unos 950 kilómetros al norte de Lima, Pintado describió que para secar la leña deben exponerse al humo durante horas, muchas veces acompañadas de sus hijos pequeños.

"Esas tareas las hacemos las mujeres que nos quedamos en las casas, los hombres salen temprano y no regresan hasta la noche, no se involucran en el recojo (recogida) del agua, ni el cuidado de los niños a quienes tenemos que estar atendiendo siempre para evitar que el mosquito que trae las lluvias haga nido en sus ojitos", relató.



Las lluvias han afectado durante febrero a 12 de los 24 departamentos de Perú y, según el estatal Instituto Nacional de Defensa Civil, han dejado hasta ahora 32.216 damnificados.

La cifra no es desagregada por género pero se estima que la mitad son mujeres, entre ellas Pintado y sus compañeras de los 186 caseríos del valle de Tambogrande, situado a unos 60 kilómetros de Piura, capital del departamento del mismo nombre.

Una campesina peruana acarrea leña para su hogar, desde distancias cada vez más lejanas.

Debido al cambio climático este fenómeno, usual en los primeros meses de cada año, presenta una mayor intensidad. Por ejemplo, la región surandina de Arequipa ha registrado lluvias mayores en 327 por ciento respecto de sus valores regulares, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología.

Como consecuencia se desbordan los ríos; se inundan casas, chacras (fincas familiares) y carreteras; los pueblos quedan aislados; escasean los alimentos y se hace muy difícil el acceso a los servicios públicos de salud.

"Nuestros cultivos de yuca, camote, plátano, choclo, zarandaja, mango, limón, han sido arrasados, ¡qué les vamos a dar de comer a nuestros hijos! Es una angustia, pero nosotras no nos quedamos en la preocupación, salimos, caminamos, buscamos la forma de hacer una sopa y darle su comidita", explicó Pintado.

La yuca (mandioca), el camote (batata o boniato), el plátano (banano para cocinar), el choclo (maíz) y la zarandaja (vainita o judía verde) son partes esenciales de la dieta peruana.

La actividad económica principal en las zonas rurales es la agricultura. Las mujeres realizan labores productivas como sembrar, regar y cosechar. Además cumplen jornadas de trabajo adicionales en sus casas preparando alimentos y cuidando a la familia, y en sus organizaciones comunales.

Pero su aporte no es reconocido. Por el contrario, tanta concentración de responsabilidades, que se incrementa debido a los efectos del cambio climático, está causando estragos a su salud, comienzan a alertar especialistas y activistas.

"Nosotras sufrimos de inflamaciones vaginales y descensos (prolapsos) porque andamos corriendo todo el día entre traer leña, orearla, buscar agua, cocinar, ver la chacra, alimentar a los animales, atender a los hijos", precisó Pintado.

"¿Acaso alguna autoridad reconoce eso? Como todos son hombres son indiferentes, nos dicen que para eso hemos nacido", criticó la lideresa comunal.

Esta discriminación de género y la pobreza en que las mantiene la ausencia de políticas estatales inclusivas se ahonda con los diversos impactos de la persistente variación climática.

Las mujeres del campo tienen menos recursos para enfrentar este fenómeno global porque, precisamente, no acceden en igualdad de oportunidades a la educación, formación, capacitación técnica y a la propiedad, indican especialistas y estudios.

Según el último Censo Agrario Nacional, de 1994, en este país con una población actual de 29 millones, más de siete millones rurales, 20,3 por ciento de las unidades agropecuarias eran conducidas por mujeres, pero menos de cinco por ciento de ellas tenían títulos de propiedad.

Blanca Fernández, socióloga del Programa de Desarrollo Rural de la organización feminista Flora Tristán, manifestó a IPS que el impacto de género del cambio climático está poniendo en evidencia la carencia de derechos de las mujeres rurales y las enormes barreras para que ellas puedan ejercer plenamente su ciudadanía.

Fernández argumentó la urgente necesidad de que el IV Censo Nacional Agrario, pautado para octubre, incorpore variables de género para poder conocer la realidad socioeconómica de las peruanas andinas y amazónicas de las zonas rurales.

"Una data actualizada permitirá el diseño de políticas públicas sostenibles –con participación de las propias mujeres– para promover su desarrollo integral, lo que constituye una estrategia viable para avanzar en las tareas de adaptación y mitigación frente al cambio climático", remarcó.

Uno de los frentes prioritarios a abordar es precisamente la agricultura, plantea el Estado peruano en la segunda comunicación nacional que realizó en 2010 a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

En el documento se indica que la megabiodiversidad de Perú, uno de los 10 países en el planeta en esta condición, se encuentra gravemente amenazada por el impacto del cambio climático en el sector agrícola, donde el principal factor de vulnerabilidad es la pobreza. Setenta por ciento de la población rural peruana es pobre.

Para Pintado es fundamental que las autoridades locales, regionales y nacionales reconozcan que cuando se habla de cambio climático es necesario preguntarse cómo afecta a las mujeres, hacer un registro de lo que ocurre en este aspecto en las diferentes regiones del país y luego empezar a tomar medidas.

"Cuando por ejemplo una autoridad dice 'vamos a evaluar el daño en las casas por las inundaciones', tiene que incluir el perjuicio causado a las mujeres y asegurar que las acciones a desarrollar traerán un beneficio a nuestra calidad de vida", planteó.

Esta y otras propuestas provenientes de organizaciones de mujeres de ocho regiones del país se han condensando en un documento de propuesta nacional.

El contenido de la Agenda de las mujeres rurales, andinas y amazónicas de Perú se compartirá en una reunión internacional a realizarse del 5 al 9 de marzo en Santo Domingo de los Tsáchilas, en el noroeste de Ecuador.

Se trata del III Encuentro de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe, impulsado por una red de activistas y organizaciones de la región, constituida en 1980 durante el V Encuentro Feminista Latinoamericano, con la finalidad de fortalecer la voz, propuesta y acción de las mujeres rurales de la región.

La agenda peruana, a la que tuvo acceso anticipado IPS, resalta tres aspectos relacionados con el ejercicio de sus derechos individuales y colectivos: violencia, seguridad y soberanía alimentaria, y cambio climático.

Las propuestas se dirigen a las autoridades y son entre otras el cumplimiento de la Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, y la puesta en marcha de una política nacional del agro con énfasis en la pequeña agricultura.

Campesinas marcan el paso, ¿las seguirá el mundo? Parte 1

Por corresponsales de IPS
La gran mayoría de esas 560 millones de mujeres viven al límite, y hasta los cambios ambientales más pequeños pueden conducirlas al hambre crónica y la miseria.

Ante las consecuencias sin precedentes del cambio climático, como la generalizada inseguridad alimentaria de 2011 y este año en varias regiones del mundo, las campesinas son en extremo vulnerables e ignoradas por sus gobiernos y otras autoridades encargadas de diseñar estrategias para erradicar el hambre y la pobreza.

En este contexto, la 56 sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés), que sesiona desde el 27 de este mes hasta el 9 de marzo en la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, ha puesto en lugar prioritario el empoderamiento de las campesinas.

Si las campesinas tuvieran un acceso equitativo a los insumos, su rendimiento aumentaría entre 20 y 30 por ciento, y se elevaría la producción agrícola del Sur en desarrollo de tal modo que entre 100 y 150 millones de personas dejarían de pasar hambre, reza un comunicado de prensa divulgado el jueves 23 por ONU Mujeres (http://www.unwomen.org/es/).



La CSW se propuso este año analizar el "empoderamiento de mujeres rurales y su papel en la erradicación de la pobreza y el hambre, el desarrollo sustentable y los desafíos actuales, y acordará medidas urgentes para marcar una diferencia en la vida de millones de campesinas".

Resistiendo a la sequía a escala local

Mosammet Rini-Ara Begum muestra con orgullo un montón de arroz guardado en un cobertizo de lata provisorio ubicado en el jardín de su casa, en la noroccidental región árida de Barind Tract, en Bangladesh.

"Es la tercera vez que tengo una cosecha tan buena a pesar de la sequía", comenta la mujer de 34 años y madre de tres hijos, mientras abre la cerca de bambú de su pequeño almacén y los granos de arroz hervido que resplandecen al sol.

Hace varios años, miles de agricultores de esta región de 7.500 kilómetros cuadrados abandonaron la producción, en especial de arroz y trigo, debido al calor y a las sequías inusuales.

Asesorados por especialistas en cultivos resistentes a esas condiciones climáticas, Rini y su esposo cultivaron una nueva variedad, conocida como BRRI-56, que tolera bien el exceso de calor y la escasez de agua.

A diferencia de otras variedades que necesitan lluvia inmediata después de la siembra, la BRRI-56 crece sin agua durante varias semanas. También sobrevive al calor excesivo, que en esta región suele alcanzar los 50 grados entre julio y noviembre, cuando madura el grano.

"Ofrecemos todo tipo de apoyo a los agricultores, en especial a las mujeres pobres, que suelen necesitar asesoramiento profesional y la demostración de los logros obtenidos por sus pares", explicó Mujibor Rahman, líder del Club de Gestión Integrada de Pesticidas, una red de agricultores locales del distrito bangladesí de Chapainawabganj.

"Hay riesgos meteorológicos cuando se cultiva en condiciones extremas. Pero como tenemos suficiente conocimiento en materia de adaptación, estamos listas para asumir cualquier desafío", dijo a IPS la agricultora Joynab Banu, de 32 años, del distrito de Rajshahi.

La agricultura representa 36 por ciento del producto interno bruto de Bangladesh y emplea a aproximadamente 60 por ciento de la fuerza de trabajo. El arroz cubre 75 por ciento de las tierras agrícolas del país, la mayoría en la zona noroccidental.

Con una mayor conciencia sobre la resiliencia climática, más mujeres, en especial campesinas sin tierra, viudas, divorciadas y otras en situación de aislamiento en el noroeste de Bangladesh, trabajan en tierras abandonadas para contribuir a la producción y a la seguridad alimentaria.

Mujeres encabezan cultivos "orgánicos"

La región de Anantapur, en el sureño estado indio de Andhra Pradesh, es árida, carece de árboles y tiene un pobre suelo rojo. La escasez de lluvia, unos 553 milímetros al año, la convierten en el segundo distrito del país más vulnerable a las sequías.

Las imprevisibles lluvias monzónicas, por un lado, y la escasez de precipitaciones, por otro, atribuidas al cambio climático, dejaron malas cosechas año tras año, y a principios de 2000 eran miles los agricultores endeudados que se habían suicidado.

La desesperación y la creciente producción por contrato (http://www.fao.org/ag/ags/contract-farming/index-cf/es/) entre productores y agroempresas llevaron a una dependencia insostenible de fertilizantes químicos, creando suelos cada vez más necesitados de agua, un recurso escaso, y disparando los costos de producción.

Pero en la localidad de Singanamala, una subdivisión administrativa rural de Anantapur, campesinas como Ramadevi, de 41 años, Lingamma, de 38, y Katamayya, de 41, decidieron volver a los pesticidas y fertilizantes orgánicos y, desde entonces, lograron importantes ahorros.

Nagamanamma, de 31 años, también se pasó a la agricultura orgánica en 2009 en un predio arrendado que no llega a una hectárea.

"Opté por la agricultura orgánica por una razón: requería trabajo familiar y no el tipo de inversión que demanda el cultivo con químicos", dijo a IPS.

El primer año elevó su producción de cacahuetes, plantada en la mitad del terreno, de siete a 15 sacos de 42 kilogramos, y redujo sus costos de 40 a 12 dólares.

En esta región son comunes los ataques de gusanos rojos peludos a las plantaciones de sandía, colocadas junto a la de cacahuetes.

Antes, las mujeres debían pagar 40 dólares por una dosis de 80 milímetros de un pesticida químico concentrado, pero los insumos orgánicos redujeron el costo a menos de la décima parte.

Con semillas de nim, recolectadas en la selva vecina, se elabora un pesticida que cuesta solo 10 dólares la bolsa de 50 kilogramos.

Los beneficios de la agricultura orgánica llegaron hasta los campesinos sin tierra. Un grupo de recolectores, de pequeños agricultores y de mujeres de 10 aldeas vecinas mantienen la Cooperativa de Productores de Singanamala, que elabora pesticidas orgánicos.

Con ayuda de una organización no gubernamental instalaron una máquina para pulverizar las semillas. Antes, los comerciantes locales explotaban a las recolectoras de semillas, pero ahora se comparten los beneficios de forma equitativa.

Las mujeres encabezan la marcha hacia un futuro orgánico más justo. La pregunta para los gobiernos y la comunidad internacional, incluida la CSW, es si el mundo las seguirá, o no.

* Con aportes de Naimul Haq (Barind Tract, Bangladesh) y Manipadma Jena (Anantapur, India).

* Este es el primero de dos artículos sobre mujeres rurales, cambio climático y seguridad alimentaria.

ONU pide a todos los países que ayuden a erradicar la mutilación genital

EFE.- La ONU reiteró su llamamiento a la comunidad internacional para que todos los países ayuden a erradicar la mutilación genital femenina, una práctica que afecta a la vida de millones de mujeres de África, Oriente Medio y Asia.

El director ejecutivo del Fondo de la ONU para la Población (UNFPA), Babatunde Osotimehin, señaló durante una conferencia de prensa que cada vez son más las comunidades que abandonan esa práctica "en apoyo de valores más positivos de sus mujeres y sus niñas".

Según datos de la ONU en los últimos tres años unas 8.000 comunidades de todo el mundo, incluyendo 15 países africanos, han abandonado esa práctica considerada como una violación de los derechos humanos de las mujeres.



Osotimehin consideró como "verdaderamente alentador" que esas comunidades estén cambiando algunas de sus prácticas culturales para proteger los derechos de las niñas y las mujeres.

En la misma conferencia de prensa participó una víctima, la guineana Saran Dioubate, que señaló que esa violencia supone una amenaza para la vida y es traumatizante.

"Es como si me hubieran cortado algo de mí sin preguntarme si yo quería eso", dijo Dioubate.

La mujer explicó que sufrió la mutilación cuando tenía seis años y "si alguien me hubiera explicado lo doloroso que es, hubiera dicho que no. Esta práctica tiene que acabar y para ello se necesita un esfuerzo colectivo para educar a las comunidades".

Por su parte, la cantante beninesa y embajadora de buena voluntad de Unicef, Angélique Kidjo, se unió a ese llamamiento a la comunidad internacional y señaló que era una práctica cruel que "busca rebajar a las mujeres y privarles de su identidad".

"Me gustaría convencer a todos los países de que firmen una resolución (en la Asamblea General del organismo) que prohíba esa práctica. Mientras exista la mutilación genital femenina no tendremos los beneficios de una sociedad moderna", señaló la cantante, ganadora de un premio Grammy, a la radio de la ONU.

Kidjo apeló también a la voluntad política de los dirigentes para lograr el objetivo de la erradicación total de una práctica que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a 140 millones de mujeres que viven con los efectos secundarios de esa mutilación.

La cantante africana, muy activa en potenciar la educación de mujeres y niñas, se refirió también a la necesidad de que se busque sumar a la causa a los jefes de las comunidades y autoridades religiosas, además de a las mujeres que practican y a los hombres que lo consienten.

Según datos de la ONU en África hay 92 millones de niñas de 10 años o más que han sufrido ese tipo de violencia, una práctica que, además de en ese continente, es corriente en otros países de Oriente Medio y Asia como India, Indonesia, Irak, Israel, Malasia y Emiratos Árabes Unidos.

Es una práctica dolorosa y peligrosa que es alimentada con prejuicios sociales y religiosos, según Naciones Unidas que recientemente alertó que aunque la cifra de mutilaciones genitales femeninas ha descendido en los últimos años, aún hay 3 millones de niñas y adolescentes que corren peligro cada año de sufrir esta práctica.

La OMS documentó en 2010 ese tipo de prácticas en 28 países de África y en unos pocos de Asia y Oriente Medio, que abarcan desde el llamado "tipo 1", que consiste en la extirpación parcial o total del clítoris, hasta las formas más graves, como es la infibulación, que incluye la escisión de los labios mayores y menores y el estrechamiento de la vagina.

La mutilación genital femenina se practica sobre todo a niñas y adolescentes de entre 0 y 15 años, aunque la edad varía en cada país dependiendo de tradiciones locales y otras circunstancias.

Los países donde se ha documentado más prevalencia de esta práctica considerada por la ONU como una violación de los derechos humanos, son Somalia, donde en 2010 afectaba al 97,9 % de las mujeres, Egipto (95,8 %), Guinea Conakry (95,6), Sierra Leona (94), Yibuti (93,1) y Mali (91,6).

También supera el 70 u 80% en Burkina Faso, Eritrea, Etiopía, Gambia, Mauritania y el norte de Sudán.

Entre los principales peligros y consecuencias para la salud que conlleva la mutilación genital están el dolor severo, hemorragias, dificultades para orinar e incluso para defecar, posibilidad de sufrir infecciones por el empleo de instrumentos contaminados e incluso la muerte.

Además, según datos de la ONU, las niñas que sufren esa violencia tienen más posibilidades de contagiarse del sida, además de padecer consecuencias psicológicas, problemas en su calidad de vida sexual, complicaciones en el parto y, en los casos más severos de mutilación, supone un peligro para el recién nacido.

Obtienen su libertad tres mujeres indígenas en Chiapas

Tuxtla Gutiérrez / Notimex
Tres mujeres indígenas obtuvieron su libertad tras permanecer cerca de nueve años en prisión por arbitrariedades, informaron autoridades estatales.

Adela Ramírez, con expediente 279/2003 por el delito de homicidio por parentesco, tenía una sentencia de 15 años, de los cuales purgó casi ocho; cuando la detuvieron no sabía leer ni escribir y la hicieron firmar su declaración sin respaldo jurídico.

'Gracias a Dios que me apoyó, tengo 29 años y siete años y medio estuve detenida por homicidio', expresó.

Mientras que Juana Hernández Santís, de 40 años de edad tenía el expediente penitenciario 279/2003 por delito de homicidio calificado, madre de tres hijas de 23, 20 y 15 años y tres hijos de 18, 13 y 11.



Cuando fue aprehendida únicamente hablaba tzeltal y sin intérprete la condenaron a una sentencia de 27 años, de los cuales cumplió nueve en prisión.

Por su parte, Adela Gómez Martínez, con expediente penitenciario 117/2003 por delito de violación, fue sentenciada a 10 años de los cuales purgó nueve años.

'Me jalan como cómplice de violación y era una sirvienta de la señora, pero no le guardo rencor a esa persona, que Dios me la bendiga', dijo.

Al igual que las otras mujeres, 'cuando entre no sabía nada y me obligaron a firmar muchos papeles, no supe cómo defenderme, me agarraban las manos para firmar y de miedo firmaba yo, no declare para nada', dijo.

Al entregar sus boletas de libertad, el gobernador Juan Sabines Guerrero lamentó que en el pasado se hayan detenido de manera injusta a personas como estas tres indígenas.

'Nosotros creemos en la palabra de las mujeres, creemos en las injusticias que han ocurrido durante tantos años, y por ello buscamos remediar esta justicia, mediante la mesa de reconciliación', destacó.

A través de la Secretaría para el Desarrollo y Empoderamiento de la Mujer, de la Procuraduría General de Justicia, Poder Judicial y Consejo Estatal de Derechos Humanos, se analizaron sus expedientes y determinaron su libertad.

Refirió que hasta ahora se ha liberado a mil 368 personas, a través de la mesa de reconciliación, y se espera que esta instancia sea un referente de justicia para el país.

De acuerdo con un comunicado del gobierno del estado, a las tres mujeres también les entregaron equipos para emprender su propio negocio y así reincorporarse a la sociedad.


martes, febrero 28, 2012

"El arte contribuye a cuestionar el patriarcado"

Por: Amaia Aldamiz Fuentes: AmecoPress/Cimac
Mónica Mayer es una de las artistas feministas más importantes de México. A lo largo de 30 años de trayectoria como artista visual, investigadora y crítica de arte, ha analizado, diseccionado y replanteado la imagen y arquetipos tradicionales con los que las mujeres lidian en la construcción de su identidad.

Mayer ya gozaba de una extensa trayectoria artística nacional e internacional cuando comenzó a ser conocida por el gran público mexicano en 1987 gracias a su performance "Madres", en el que junto con su cómplice y compañera del grupo Polvo de Gallina Negra, Maris Bustamante, embarazó y nombró Reina del Hogar al conductor Guillermo Ochoa durante la emisión del programa matutino "Nuestro Mundo".

Desde entonces, además de su labor de performance, ha creado diversas obras visuales; tuvo una columna de arte en el diario El Universal; ha expuesto obras en México, Estados Unidos y Europa; ha dado conferencias en congresos nacionales, internacionales, universidades y galerías, y ha escrito los libros "Rosa chillante: mujeres y performance" y "Escandalario: los artistas y la distribución del arte".




Mayer comparte sus experiencias y visión artística construidas en 30 años de activismo feminista.

Arte y feminismo

¿Cómo llegó a convertirse en artista feminista?

Me hice feminista porque cuando estudiaba arte, una compañera habló de mujeres artistas y mis compañeros dijeron que las mujeres éramos menos creativas porque la creatividad se nos iba por la maternidad. A lo cual yo dije: "¿Y estos son los artistas revolucionarios, progresistas e intelectuales?". Me cayó el veinte: por más que una fuera buena artista y que mis compañeras fueran buenas artistas, pues no iba a pasar nada, porque ya había esta marca.

Mayer usa el humor como medio para plantear las situaciones más insospechadas: "El sentido del humor es algo así como una estrategia. Cuando trabajamos Maris Bustamante y yo en nuestro grupo, el sentido del humor era la única estrategia posible de lucha contra la forma tan cerrada de sexismo que hay en este país".

Prosigue: "¿Cómo hablas de cosas como violación o aborto si no es a partir del sentido del humor? En general, la mayoría de la gente está tan cerrada que piensan que las feministas odian a los hombres, sin entender".

¿Porque cree usted que el feminismo goza de tan mala fama?

A mí me sigue sorprendiendo. Hay esta confusión extraña de que feminismo es antónimo de machismo. El feminismo es algo que cuestiona y sigue molestando, y por lo mismo ha habido una campaña muy fuerte, muy profunda y muy constante en contra del feminismo.

"Tan es así que en general se hacen estudios de género y no estudios de la mujer. Ha habido estrategias como de suavizar las palabras. ¿Debería uno decir que hacemos arte feminista o que estamos involucradas en una discusión de género? La palabra sigue estando muy estigmatizada; tiene que haber un trabajo para

reivindicarla, cambiarla o utilizar las dos estrategias a la vez: cuando hace falta utilizarla para escandalizar, escandalizar".

Mónica Mayer observa también que hay una reticencia del mundo cultural hacia el arte feminista: "Muy seguido me topo con curadoras que están tratando de organizar exposiciones en un museo, y no se las aceptan. En las grandes antologías del arte contemporáneo mexicano casualmente no se incluyen las cosas de arte feminista, aunque tengan un capítulo entero dedicado a la identidad".

Con todo, es optimista respecto a la situación actual del arte feminista en México: "Está en muy buen momento. Estamos organizando exposiciones, hay más artistas, me encuentro en las redes sociales grupos de mujeres artistas y feministas todo el tiempo: Las Sucias, Las Disidentes, Las Desobedientes, La Mala Leche, La Madre Araña... hay muchos grupos. Falta su presencia en el medio artístico en general. En el mainstream hay una invisibilidad; no somos parte de ese medio".

Impacto social

Mayer destaca que la unión entre el arte y el activismo feminista ha contribuido al reconocimiento de los derechos de las mujeres: "El movimiento feminista en México si ha tenido algún impacto es por todo el trabajo de las artistas, diseñadoras, mujeres que hacían arte sin saber que eran artistas. Ahora es nuestra responsabilidad sacar ese trabajo, analizarlo y cuestionar la historia del arte que ha invisibilizado a las artistas con todo este trabajo".

Señala que en la reciente "Marcha de las putas" el manejo visual de la protesta fue muy convencional. "En los setentas y ochentas nos metimos a cambiar lo que eran las marchas: nos hace falta otra vez trabajar con eso y darle al movimiento feminista y a este tipo de marchas una imagen diferente", recalca.

"El arte contemporáneo de hoy en día no existiría como tal si no hubiera habido movimientos feministas que han cambiado la concepción entera de lo que es el arte y de cómo funciona, para qué sirve y cuales son los públicos y su relación. Hay trabajos de intervención con grupos sociales que vemos hoy en día como perfectamente normales; cosas que ni parecen arte. Eso viene de los movimientos de arte feministas setenteros que buscaban precisamente que su trabajo tuviera otro tipo de efecto".

Mayer reconoce que hay avances sociales a favor de las mujeres pero aún es insuficiente: "Existe el mito de que el feminismo ya ha pasado, ya se ha logrado todo y ya podemos irnos a otra cosa. No es cierto. Lo cambios no se dan tan rápidamente. Los cambios son en lo social, en nuestra forma de ser y de sentir y en la forma en la que estamos conformadas. Desafortunadamente es muy difícil que los cambios sean tan rápidos".

Obstáculos

¿A qué se debe la menor presencia de la obra de mujeres en los círculos artísticos?

Hay muchos problemas sociales de entrada. El tener hijos es algo que se nota. En México, las mujeres dedicadas a la cultura, es el sector de la población que menos hijos tiene. No puedes tener hijos e ir a la escuela de arte el horario es corrido; no puedes ir a las escuelas de arte y trabajar, lo cual implica una cuestión de clase muy fuerte.

"Hay problemas de ese tipo, pero las mujeres si se van y crían a sus hijos, luego regresan. Los hombres que dejan el arte en general no regresan.

"No se les da el permiso a las mujeres de creérsela, y para dedicarte al arte tienes que creértela. Si no te exponen, no vives de tu trabajo y nadie escribe de tu trabajo, es muy difícil decir 'no soy buena artista' y abandonar. Tenemos que fortalecer mucho nuestros egos", destaca.

Mónica Mayer asegura que la desigualdad no es algo que simplemente sea impuesto, sino que se trata de algo más profundo en lo que se debe trabajar: "Tendríamos que cambiar cómo somos por dentro: quitarnos el patriarcado interiorizado es bastante más difícil que cambiar las leyes. Yo, con tantos años de feminista, hay cosas que no es porque el mundo me esté oprimiendo, sino que yo misma no he podido cambiarlas".

¿Qué podríamos hacer para cambiar esos comportamientos patriarcales y avanzar hacia la igualdad?

Es donde sirve el arte, porque el arte nos pega en muchos niveles diferentes: de repente ver un trabajo hace cuestionar las cosas de otra manera. No está naturalizado lo que generalmente consideramos como natural en nuestra vida diaria. Cuestionar es la fuerza que puede llegar a tener el arte. También sirve ir viendo que hay mujeres que están trabajando; tener ejemplo de otras mujeres.

"Mi activismo dentro del feminismo es exactamente este: visibilizar a las artistas, ver su trabajo, promoverlas, dar talleres... realizar toda esta labor de documentación y análisis poco a poquito".

Medio adverso

Mónica Mayer compagina en la actualidad su labor de escritora y conferencista con el espacio alternativo "Pinto mi Raya" que inició en 1989 junto con su pareja, el artista Víctor Lerma, y a través del cual realiza exposiciones, performances y actividades literarias.

Recientemente recibió una beca del Sistema Nacional de Creadores para trabajar en un proyecto sobre archivos, en el que está preparando una pieza relativa al acervo de la feminista Ana Victoria Jiménez, con la que espera revitalizar los eventos políticos feministas.

La artista advierte que se debe impartir educación artística en las escuelas para fomentar el desarrollo de nuevos valores. "En México se quitaron los contenidos artísticos hace muchos años, lo cual afecta, por un lado a quien quiere desarrollar su creatividad en cualquier campo (porque la creatividad no sólo sirve para crear arte); y por otro lado afecta porque a nadie le interesa el arte ya que nunca has visto y no sabes nada sobre arte. ¿Cómo te va a interesar?", lamenta.

"Mientras no haya contenidos artísticos en la educación y en los medios de comunicación, y mientras no haya públicos que lo consuman, lo que vamos a hacer es consumir lo que se produce en otros lados", concluye.



lunes, febrero 27, 2012

MÉXICO: ¡Marchemos este 8 de marzo por el día internacional de la mujer trabajadora!

Frente de Mujeres Proletarias, Unión General de Trabajadores de México, Rosas Rojas, Grupo de Acción Revolucionaria, Nuestras Hijas de Regreso a Casa, Feminismo comunista
A 102 años de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Dinamarca donde a iniciativa de Clara Zetkin se estableció el 8 de marzo como el día de lucha por la emancipación de la mujer trabajadora, la burguesía capitalista ha intentado borrar este objetivo deformándolo en “el día festivo de todas las mujeres”, es decir un día de conciliación de clases en nombre del género, a fin de erradicar la tradición de lucha de las explotadas y convirtiéndolo en una celebración sin conciencia social ni de clase, a través de festivales, comidas y regalos.

Pero hay que enfatizar que por sobre estas “celebraciones” prevalece la deplorable situación que vivimos millones de mujeres en el mundo y el país, donde la crisis capitalista afecta con más virulencia a las de la clase trabajadora, quienes tenemos que cargar el peso que los gobiernos y los grandes capitalistas imponen sobre nuestros hombros.

Frente a los retrocesos y graves embestidas contra las mujeres como son la precarización de la vida, la sobreexplotación en maquilas, fábricas, e industrias, la imposición del trabajo doméstico como labor no remunerada, el acoso sexual en las calles y el hostigamiento sexual laboral, la falta de verdadera representación política, la feminización de la pobreza, las reformas antiaborto en varios estados, el asesinato, desaparición y trata de millones de mujeres en el mundo, así como la criminalización de la protesta social y de las luchadoras sociales, no podemos permanecer inmóviles.



Las vías institucionales han demostrado su ineficacia y su límite histórico, por ello debemos recuperar la tradición de lucha feminista proletaria que se lleva acabo en las calles, en las fábricas, en el campo. Hacer patente que hay muchas mujeres que no solo estamos hartas e inconformes sino que estamos dispuestas a luchar por la emancipación definitiva de la mujer y de la clase trabajadora internacional. No necesitamos más candidatas burguesas que ocupen puestos políticos de alto nivel, necesitamos organizaciones proletarias que impulsen un programa de lucha para las mujeres. Por ello, convocamos a todas las obreras, campesinas, indígenas, amas de casa, migrantes, de barrios populares, desempleadas, estudiantes, maestras, ecologistas, defensoras de derechos humanos, trabajadoras sexuales, lesbianas, entre otras, a marchar este 8 de marzo, en una jornada internacional de lucha colocando en el terreno de la movilización nuestros reclamos fundamentales y buscando coincidir en la formación de un movimiento amplio de mujeres proletarias, con nuestros hermanos de clase y los pueblos oprimidos para construir una sociedad justa que elimine toda forma de explotación humana. ¡Súmate!



MARCHA

JUEVES 8 DE MARZO, 4 PM

ZÓCALO DE LA CIUDAD DE MÉXICO A LA SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN

¡No a la reforma laboral; por una Central Unitaria de Trabajadores, hacia la huelga nacional!
¡Alto a los femicidios, desapariciones y trata de mujeres!
¡Por una maternidad libre y voluntaria; despenalización del aborto!
¡Contra la militarización del país y la criminalización de la protesta social!
¡Contra el capitalismo y el imperialismo!

HACIA EL ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES TRABAJADORAS 2012

Frente de Mujeres Proletarias, Unión General de Trabajadores de México, Rosas Rojas, Grupo de Acción Revolucionaria, Nuestras Hijas de Regreso a Casa, Feminismo comunista,

Correo electrónico: encuentromujerestrabajadoras@yahoo.com.mx

Las trabajadoras del campo y la LOT

Rebeca E. Madriz Franco / Género con Clase
Según datos de la FAO, las mujeres producen entre el 60 y 80% de los alimentos en los países en desarrollo, y la mitad de la producción mundial total. Las trabajadoras del campo han estado vinculadas a la agricultura desde su propia invención, y aun hoy juegan un papel primordial en la soberanía alimentaria. Sin embargo esta realidad es infravalorada, producto de la función que cumple el patriarcado en la vida cotidiana, naturalizar la inferioridad y la precariedad femenina.

Por ello es la necesario la valoración de los conocimientos de nuestras campesinas, un saber que se debe rescatar porque está cargado de aportes a la sociedad que se les niegan a las mujeres, y que resultan esenciales, especialmente en lo que tiene que ver con los procesos de las semillas y sus diversas propiedades, pero sobretodo se trata de transformar las relaciones capitalistas de producción en el campo, des-mercantilizando los aportes que desde éste ámbito se realizan, relaciones que han ido en detrimento de nuestro planeta y ante las que se viene planteando una alternativa política: la agro-ecología como posibilidad sustentable de garantizar la soberanía alimentaria de nuestros pueblos, promoviendo una alimentación integral y la salud de la población. La propuesta feminista que plantean nuestras mujeres del campo es una alternativa clara al sistema capitalista–patriarcal que tienden a colonizar, patentar y privatizar los conocimientos.

Nuestras mujeres trabajadoras del campo juegan un papel fundamental en el futuro de la construcción socialista en nuestro país, pues sus aportes representan un paso definitivo en la soberanía alimentaria y por lo tanto en la soberanía de la patria, y desde sus propias experiencias deben trazarse las líneas que hagan sustentables la producción, distribución y el consumo de alimentos; lo cual debe ir acompañado de una serie de cambios que toquen las relaciones sociales entre mujeres y hombres y donde sean posibles prácticas sociales más igualitarias. Esta propuesta, como todas las que giran en torno al socialismo feminista son, fundamentalmente, una ética, una concepción del mundo basado en la solidaridad y la corresponsabilidad.

En tal sentido, la nueva Ley Orgánica del Trabajo debe permitir materializar el artículo 14 de la Ley de Tierras y ampliar el reconocimiento de las mujeres del campo como Trabajadoras garantizando plenamente sus derechos laborales.


Del ser al hacer: ¿QUÉ SIGNIFICA SER UN(A) PRISIONER@ POLÍTIC@?

Por Colectivo de Prisioneras Políticas Manuelita Sáenz
Uno de los presupuestos básicos de toda Democracia -real por supuesto- es el de ser garante del respeto y la existencia misma de la oposición política.
Ese, claramente, no es el caso de la auto proclamada “democracia más antigua de América Latina”, al contrario, el Estado “democrático” colombiano, a través de la sucesión en el poder de gobiernos bipartidistas (liberal-conservador) se ha caracterizado por limitar, obstruir, excluir y eliminar de los espacios de participación y toma de decisiones a sus opositor@s politic@s.

El “miedo al pueblo” que sienten oligarcas y poderosos, ha sido materializado en estrategias y políticas de seguridad ajustadas a cada coyuntura, pero con un fin único, contener la lucha popular. La guerra de Baja Intensidad, el Estatuto de Seguridad Nacional, las leyes antiterrorismo, la Seguridad Democratica… independientemente del nombre, la exclusión de la oposición política se ha dado en forma de negación violenta.



La guerra no es solamente confrontación armada entre las partes en contienda. Hay múltiples formas de hacer la guerra contra el pueblo: la desigualdad, la pobreza y miseria extremas, la exclusión, pero también pasa por la alienación y desinformación mediática de los ciudadan@s, por el uso del lenguaje, la semántica y la propaganda sucia para deslegitimar al opositor político, y ni que decir de las aberrantes y sistemáticas practicas del terrorismo de Estado: las ejecuciones extrajudiciales o falsos positivos, el asesinato selectivo, las masacres, la desaparición forzada, la tortura, el desplazamiento forzado, el genocidio, la persecución, la criminalización y el encarcelamiento de miles de disidentes, de opositor@s de las organizaciones populares, sociales y políticas.

Como resultado inocultable de tan deplorables acciones de los padres de nuestra “democracia”, si acaso restringida, si acaso imperfecta, ahí están para testimoniarlo, entre miles de casos, el genocidio contra el Movimiento Político Unión Patriótica, con más de 5000 de sus militantes asesinados, y ahí estamos también en las hacinadas cárceles y penales los más de 8 mil prisioneras y prisioneros políticos (unos 800 prisioneros políticos de guerra y más de 7 mil prisioneros políticos de conciencia)

¿QUÉ SIGNIFICA SER UN(A) PRISIONER@ POLÍTIC@?
En Colombia los gobernantes de turno cínicamente no se conforman con ponernos a miles de luchador@s sociales tras las rejas. Aun ahí, se pone en juego todo el entramado estatal para negarnos, ocultarnos, anularnos y desconocernos en nuestra condición política.

A través de los aparatos legislativo y judicial vindicativos ambos, se convierten la disidencia y la rebeldía en delitos, y se nos llama “terroristas”. Desde ministerios y Congreso se traza la política criminal y penitenciaria, se hacen leyes y se ordena la construcción de nuevas prisiones haciendo calco del modelo gringo, reconocido en el mundo, no precisamente por el respeto a los derechos humanos de quienes se encuentran privados de la libertad. Y pos su parte los carceleros se encargan de pisotear nuestra dignidad y derechos para que olvidemos y renunciemos a lo que somos: luchador@s del pueblo. Si el Estado colombiano se empeña en desconocernos y así deslegitimar nuestras luchas, aunque la tarea no sea fácil, es nuestro deber reconocernos y defender nuestra posición como prisioner@s politic@s y desde las careles y penales trabajar colectivamente para visibilizarnos.
Pero para llegar a ello es necesario que nos unifiquemos como un primer paso, en el lenguaje, en el concepto, en el que significa ser un(a) prisioner@ politic@, y así evitar caer en las trampas semánticas que nos tienden el régimen y nuestros detractores.

L@s prisioner@s polític@s somos todos aquell@s hombres y mujeres que hemos sido privados de nuestra libertad por hacer oposición política al establecimiento, bien sea a través de las ideas, de la disidencia, individual o colectiva, de nuestra pertenencia a organizaciones sindicales, de derechos humanos, campesinas, indígenas, afrocolombianas, estudiantiles, populares, políticas de izquierda o progresistas. Son los que también se reconocen como PRISIONER@s POLÍTIC@s DE CONCIENCIA. Pero también son PRISNER@S POLITIC@S, aquell@s mujeres y hombres que perteneciendo a una organización insurgente se han alzado en armas contra el Estado, en este caso son reconocidos como PRISIONER@S POLITÍC@S DE GUERRA.

Lo que es importante destacar es que tanto los prisioner@s de conciencia como los prisioner@s de guerra, compartimos la esencia de ser actores políticos por eso cuando hablamos de prisioner@s politic@s en general indistintamente hablamos de los prisoner@s de conciencia y de l@s prisioner@s de guerra. un@s y otr@s buscamos por diferentes vías objetivos altruistas: reivindicar derechos, la igualdad, la justicia social, la inclusión política, la paz. Y por lo tanto no somos delincuentes menos aun terroristas, somos luchador@s polític@s y sociales y por eso miramos con la frente en alto.

EL QUÉ HACER DE UN(A) PRISIONER@ POLITIC@
En segunda instancia debemos unificarnos en cuanto a cuál debe ser nuestro qué hacer en prisión, pues un prisioner@ polític@ no es solo la forma sino fundamentalmente la esencia practica.

Si bien la prisión es un espacio duro, difícil, de soledades, de carencias, de ausencias, de abusos, de negación de derechos, de despersonalización, para un (a) prisioner@ polític@ debe ser un lugar de templanza, de resistencia, de prueba, de nuevas luchas y reivindicación, de solidaridad, de trabajo colectivo, de dar ejemplo, de actuar siempre ético, siempre consecuente.

Si el Estado, sus instituciones judiciales y represivas buscan quebrarnos y desmoralizarnos al ponernos por años tras los barrotes de la infamia, a los prisioner@s polític@s nos corresponde elevar nuestra moral, fortalecer nuestras conciencias y aprender, al conocer el monstruo desde sus entrañas, a reafirmar nuestros principios y compromisos. Eso es lo que nos hace realmente ser prisioner@s polític@s.

Cuando elegimos un lugar en nuestras organizaciones sociales, populares y/o políticas, cuando voluntariamente decidimos defender unos ideales, una causa altruista en esta “democracia” colombiana, de antemano sabíamos que la prisión podría ser una estación en nuestras vidas. Ahora estamos en prisión, hagamos que este paso transitorio (más largo para un@s que para otr@s) tenga un sentido y que valga la pena esta cuota de sacrificio personal y colectivo. Adelante esta el futuro, esta la nueva patria que ayudamos a construir. ¡ADELANTE!


COLECTIVO DE PRISIONERAS POLÍTICAS “MANUELITA SÁENZ”


http://www.abpnoticias.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=1376:colombia-del-ser-al-hacer&Itemid=89

ARGENTINA: La Plata: Marcha contra los femicidios

Por ANRed
A tres meses del cuádruple femicidio de Bárbara Santos, Susana Bárttole, Micaela Galle Santos y Marisol Pereyra y a 5 años del femicidio de Sandra Ayala Gamboa, se realizó ayer en La Plata una marcha bajo la consigna “No son crímenes pasionales, son femicidios”.

Bajo cantos, pancartas coloridas y cruces pintadas de color violeta que simbolizaban a las víctimas de la zona de La Plata, comenzó la movilización, de la que participaron alrededor de 200 personas. Esta partió desde los tribunales de 7 y 56, para luego dirigirse hacia la gobernación y finalizar en ARBA (7 entre 45 y 46).

En el camino, varias militantes feministas entonaron cánticos con consignas como: “Justicia. Justicia. Justicia patriarcal. Cuando matan mujeres no es un crímen pasional”; otras decían: “Para ganar, hay que luchar contra la justicia patriarcal”.



La movilización fue organizada por la Casa de la Mujer Azucena Villaflor, y otras agrupaciones feministas, estudiantiles y de DDHH. También contó con la participación de Daniel Galle, padre de Micaela Galle, y de Nelly Gamboa, la madre de Sandra Ayala Gamboa.

Dentro de las principales organizaciones asistentes participaron la Corriente de Organizaciones de Base (COB) La Brecha, Frente Popular Darío Santillán, Colectivo de Varones Antipatriarcales, Las Rojas (MAS), MST en Proyecto Sur, La Marejada, Centro de Estudiantes de la Facultad de Medicina, y organizaciones de DDHH como Hijos La Plata y el Centro Hermanos Zaragoza. También se contó con la adhesión de ATEM y lxs trabajadorxs de la Secretaría de DDHH de la Provincia de Buenos Aires en lucha.

Las consignas principales de la marcha fueron:
- Esclarecimiento de los femicidios Bárbara Santos, Micaela Galle, Susana de Barttole, Marisol Pereyra y Sandra Gamboa, y de todos los aún no resueltos.
- Políticas públicas contundentes que sancionen y condenen la violencia contra las mujeres.
- Se hace responsable al Estado de asegurar la asistencia y prevención de la violencia de género, así como disponer de los recursos económicos y humanos para la capacitación, fortalecimiento de los Servicios de Atención en sus distintas modalidades, y, dispositivos de protección que sean necesarios. En este sentido se exigen acciones concretas y eficaces que desnaturalicen la violencia contra las mujeres y un compromiso social para que no se repita.

Al llegar a la gobernación, se desarrolló un acto con varias oradoras de distintas organizaciones. Desde la Casa de la Mujer Azucena Villaflor se planteó que “la justicia tiene un rol que refuerza la cosificación y la victimización de las mujeres”. “Exigimos al Estado acciones concretas y eficaces para que se desnaturalice la violencia contra las mujeres”.

Desde la Asociación de Mujeres La Marejada, se mencionó que “La violencia es necesaria para mantener relaciones desiguales de poder entre mujeres y hombres, así como en el resto de las relaciones sociales.” Además se observó que “ todos los femicidios tienen en común que subyace en ellos la concepción de que las mujeres somos desechables, matables”.

Por otra parte, integrantes de Las Rojas indicaron que era necesario exigir la presencia del gobernador Daniel Scioli, y su compromiso público para evitar los femicidios en la ciudad y en la provincia.”

Las manifestantes marcharon de la Gobernación hasta el edificio de ARBA, ubicado en calle 7 e/45 y 46, donde fue asesinada Sandra Ayala Gamboa y donde hoy se erige su imagen sobre una lámina de dos metros de alto. Allí se clavaron cruces sobre la rambla de la avenida 7 frente a ARBA, y se colgó una guirnalda con los nombres de las mujeres actualmente asesinadas en actos de femicidio.

Nélida Gamboa, la mamá de Sandra Ayala Gamboa, dijo, muy emocionada:“(...)Toda la fuerza para que no vuelva a suceder lo que sucedió y lo que sucede día a día. Les agradezco y los abrazo... muchísimas gracias, porque palabras no encuentro para agradecerle. Los quiero un montón y bueno pronto voy a tener la fecha del juicio; espero también que estén presentes y estemos juntos para que todos estos asesinos (vayan presos). (Porque) no solamente es uno ... falta que sea preso el entregador , faltan los cuatro que todavía no están encerrados , la justicia lo sabe; hoy vamos por éste uno pero después vamos por los demás. Porque no quiero que quede impune la muerte de Sandra y estando en las calles con ustedes vamos todos encontrar la justicia. Gracias, de todo corazón”.


Mujeres se organizan ante la embestida del régimen hondureño

(CIMAC).- Feministas hondureñas celebraron los acuerdos del “Encuentro Internacional por los Derechos Humanos en solidaridad con Honduras”, realizado en el país centroamericano y en el que se definió un plan de acción, para combatir la violencia que se agudizó contra la población femenina tras el golpe de Estado en 2009.

La activista Karla Lara dijo a Radio Internacional Feminista "estar satisfecha con los acuerdos y logros a los que se llegaron en el encuentro, ya que las feministas pudieron liderar las discusiones e incluir su posición sobre lo que se vive en Honduras, y cómo la violencia afecta de manera especial a las mujeres".

"Cada vez las feministas vamos ganando más espacios, no sólo es llevar el discurso, sino reflexiones y un posicionamiento político", destacó.



El "Encuentro Internacional por los Derechos Humanos en solidaridad con Honduras" se realizó del 17 al 20 de febrero, en la ciudad de Tocoa, departamento de Colón, con la participación de activistas locales y de organismos humanitarios de América Latina, Europa, Estados Unidos y Australia.

Ahí se presentaron testimonios y denuncias de víctimas de la violencia del régimen hondureño, principalmente de la región del Bajo Aguán (norte del país).

De acuerdo con las y los organizadores de la reunión, en esa zona hondureña "el interés capitalista, patriarcal y racista pone a disposición de las naciones del norte y sus trasnacionales, los terrenos de cientos de familias que han sufrido de hostigamiento y represión por parte de terratenientes y militares, quienes los han expulsado de sus tierras".

AGRESIONES GENERALIZADAS

En la declaración final del encuentro las y los asistentes coincidieron en la creación de una campaña nacional e internacional por los Derechos Humanos (DH) como parte de la no violencia en Honduras, una escuela popular de DH con equidad de género, y el fortalecimiento del Observatorio Permanente de DH de la zona del Bajo Aguán.

Tras el golpe de Estado en Honduras el 28 de junio de 2009, feministas, activistas, periodistas, líderes campesinas y ciudadanas han sido objeto de amenazas, hostigamiento, persecución y violación constante a sus DH.

Ejemplo de ello es el asesinato de la dirigente campesina Teresa de Jesús Flores Elvir del Frente Nacional de Resistencia Popular, el 17 de agosto del 2010, así como de la campaña de desprestigio en contra de defensoras de DH, como Gladys Lanza Ochoa, a quien se le otorgaron medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por las constantes amenazas y persecución en su contra.

En el encuentro se exigió a las autoridades la solución definitiva en el conflicto agrario de la zona de Bajo Aguán, el cierre de los 500 casos de procesadas y procesados por defender sus tierras, así como cárcel y castigo para los agresores y asesinos de las y los activistas y las y los campesinos de todo el país.

En el evento también se demandó la desmilitarización inmediata de la región en particular, y de todo el territorio nacional, luego de que en agosto de 2011 el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, decretó la presencia militar permanente en Bajo Aguán debido a los conflictos agrarios.

El golpe de Estado contra el ex presidente Manuel Zelaya devino en el nombramiento de Roberto Micheletti como mandatario interino, y tiempo después fue sustituido por Porfirio Lobo Sosa.

Con Lobo al frente del país se han afectado gravemente a las niñas y mujeres hondureñas, ya que son ellas quienes sufren agresiones sexuales y "viven en un clima de terror, encarcelamiento y exilio", según denuncias de organizaciones civiles.

Las y los participantes del encuentro acordaron que el 20 de junio de cada año se conmemore el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Hondureño, para realizar actividades frente a las embajadas de la nación centroamericana en todo el mundo.

También se organizarán redes de defensa y protección de DH, comités de apoyo y de denuncia sobre violaciones a las garantías fundamentales, y cadenas internacionales de radios comunitarias a nivel internacional en solidaridad con Honduras.

Cuerpos de feministas cubanas. Isabel Moya

June Fernández -http://gentedigital.es
Una de las mecenas de mi proyecto cubano, Gisela, me propuso el siguiente tema: cómo las feministas cubanas sienten sus cuerpos y los cambios corporales. También preguntaba qué discurso tienen las feministas hacia el papel que juega la vestimenta y la estética en la construcción de la feminidad, si asocian el ser feminista a una estética determinada… Me dediqué a hacerles esa pregunta y luego me di cuenta de que mis compañeras feministas cubanas presentan cuerpos de lo más diversos: blancos, negros, mestizos, gordos, flacos, quemados, recién paridos, en sillas de ruedas… He podido recoger experiencias dispares sobre cómo ser feminista les ha ayudado a aceptar su cuerpo o, por el contrario, cómo tener un cuerpo diferente al de la norma les ha acercado al feminismo. Empiezo esta serie con Isabel Moya Richard, directora de la Editorial de la Mujer de Cuba, quien además es experta en las representaciones de las mujeres en la prensa y la publicidad.

Isabel Moya, periodista
“El feminismo me ayudó a aceptar mi cuerpo, a sentirme feliz en él, aunque esté en silla de ruedas”
¿Cómo ha influido el feminismo en la relación que tienes con tu cuerpo?
Yo tengo una discapacidad física, una enfermedad que me impide asimilar el calcio, por lo que tuve que usar aparatos para caminar hasta los 12 años. Después hubo que operarme las piernas, así que he tenido cicatrices. Yo diría que la propia representación del cuerpo me hizo acercarme al feminismo. En mi casa me criaron con mucho cariño y reforzaron mi autoestima. Tengo un hermano menor y nos criaron igual, sin lástima y sin sobreprotección. En mi casa naturalizaron que las personas son diferentes. Mi madre siempre hace un cuento: pasaba por la tele una novela, ‘Enrique de Lagardere’, cuyo protagonista se disfraza de un jorobado, Esopo. Todas las niñas querían ser la princesa, y todos los varones Enrique de Lagardere. Yo decía toda contenta: “¡Yo soy Esopo! ¡Yo soy Esopo!”, y mi madre lloraba, pero yo le digo que eso quiere decir que me quería como era.



Siempre fui un poco transgresora. No me ponía a intentar seguir lo que todo el mundo hacía porque yo ya era diferente. Tenía dos opciones: o sufría todo el tiempo o hacía de mi diferencia un motivo de orgullo, como el orgullo gay. Fui una protofeminista: no tenía ni idea de feminismo pero me sentía muy empoderada. Después caí en la revista Mujeres de pura casualidad y al principio me parecía que no tenía nada que hacer ahí. El verdadero periodismo me parecía el de política. Pero cuando empecé a hacer reportajes, a conocer la teoría de género y a feministas latinoamericanas, descubrí que eso era lo que había pensado siempre sin haberlo sistematizado.

El feminismo ha sido muy importante en mi vida profesional y personal. Juan Carlos y yo llevamos como 25 años juntos y hemos constituido una relación de pareja totalmente atípica. Cuando me propuso matrimonio, le contesté: “No te cases conmigo porque yo no creo en el matrimonio tradicional”. Me dijo: “Está bien, yo ya he pasado por un matrimonio tradicional”. A mí me dicen: “Cuida a Juan Carlos”. Nadie le dice: “Juan Carlos: cuida a Isa”. Cuando tuve a la niña estuve todo el embarazo acostada, y después pasé seis o siete meses sin caminar. Tenía muchos dolores pero no podía medicarme porque quería amamantar a la niña. Fue Juan Carlos quien la bañaba y desempeñaba los roles considerados tradicionales femeninos. Si Juan Carlos tiene una exposición, él trabaja y el resto asumimos las tareas. Si yo estoy escribiendo un libro, ellos se encargan. Así veo las cosas, se trata de crear un espacio en el que cada quien pueda desarrollarse.

El feminismo me ayudó mucho a aceptarme, a decir: “Este cuerpo es mío, en este cuerpo habito y lo quiero como es”. La discapacidad ha ido avanzando: después de tener a la niña empecé a usar muletas, y ahora voy en silla de ruedas. Y yo me siento muy feliz con mi cuerpo. Acabo de cumplir 50 años.

¿Cómo has vivido esos cambios físicos?

Noté un gran cambio cuando tuve a la niña. Yo era una persona delgada, muy activa, pero después tuve una hernia en el vientre, hubo que hacerme una histerectomía… El cuerpo sufrió mucho, no podía hacer ejercicio, así que no lograba bajar de peso. Sin embargo, también lo asumí con mucha normalidad. Al contrario que para otras mujeres, la hiserectomía no fue el fin del mundo para mí; incluso me quitó la preocupación de quedarme embarazada, porque mi cuerpo no podía sobrellevar otro embarazo.

Hay que cuidar el cuerpo para tener calidad de vida, pero estoy en contra de la dictadura sobre los cuerpos. El control sobre el cuerpo de las mujeres es una forma en la que el patriarcado se reproduce en tiempos en los que el discurso de lo políticamente correcto habla de igualdad para las mujeres. Como dice Susan Sontag, creo que las discapacidades y la enfermedad se representan de una forma muy peyorativa. La propuesta que nos imponen es la de un cuerpo delgado, eternamente joven, bello (según cierto paradigma), en el que no cabe huella alguna de los procesos considerados como enfermedades.

¿Cómo vives el control de la feminidad, que sigue tan vigente en Cuba?

Yo no soy de pintarme las uñas, pero me encanta pintarme los ojos. Estoy en contra de cualquier dictadura. No creo ni en la dictadura del cuerpo ni en esa que dice que si eres feminista no puedes pintarte las pestañas. Muchas veces mis auxiliares me cuestionan por no ser lo suficientemente tradicional. Me quieren peinar varias veces al día porque consideran que nunca estoy bien peinada. Pero a mí eso no me interesa.

Y eso sí: yo no juzgo a las personas por su físico ni por cómo se visten. Jamás. Fui tutora de la tesis de un alumno que estaba lleno de tatuajes. Muchas personas me decían: “¿Pero tú le vas a tutorear?”. Pues sí, claro, era un alumno brillante y hoy es un fotógrafo destacadísimo. Una de las cosas más terribles que ha dejado la sociedad dividida en clases es el concepto de normalidad, o el de decencia. Si tú decides ponerte un mechón de pelo verde, eso te pone en el punto de mira. En la revista se puede trabajar como cada una quiera. Tengo desde una señora de sesenta años que viene con su falda, hasta una joven diseñadora con un enorme tatuaje de Betty Boop. Somos una comunidad muy diversa, y nos respetamos.

También me parece importante estudiar cómo el cuerpo de los hombres empieza también a ser normado, aunque no tanto como las mujeres. La idea de eterna juventud está cayendo como una espada de Damócles también sobre ellos. Aunque determinados comunicadores y personalidades peinan canas como símbolo de estatus, para la mayor parte de los hombres y mujeres llegar a los 50 supone un momento de crisis de cara a buscar un nuevo empleo o seguir formándose. Tenemos un modelo que está negando el natural devenir de la vida humana, buscando un ser humano irreal que crea problemas no sólo en las mujeres sino también en los hombres, que tradicionalmente han sido educados como proveedores. Así, esa crisis de los hombres desencadena crisis en la propia pareja, lo cuál propicia casos de violencia de género. No digo que la violencia sea resultado de la crisis de identidad, pero sí que creo que esa presión lastra la autoestima de los hombres y repercute en cómo ejercitan el poder sobre las mujeres.

En Cuba existe cierta polémica sobre cómo el reguetón, el género más popular entre la gente joven, sexualiza a las mujeres en sus canciones y vídeos.

Yo no estoy en contra del reguetón; es una expresión de la cultura urbana. También puede haber un bolero muy sexista, o una salsa. No es un problema de géneros. Estoy en contra de las letras sexistas del reguetón, esas que incluso alaban la violencia contra las mujeres como una forma de exaltar la masculinidad.

¿Eso ocurre?

Sí, hay una que dice algo como “Te voy a dar por la cara. Pafata”, emulando el ruido de una bofetada. Otras muchas exaltan la violencia entre los hombres.

¿Y qué hay del famoso Chupi Chupi, censurado por sus letras explícitas?

Pues es de los menos malos. Yo no estoy en contra de que se hable del sexo oral en una canción. Estoy en contra de la violencia, de las relaciones de pareja sexistas, de los insultos: esto de “ella es una loca, ella es una bruja, una interesada…” Se trata de una mirada masculina sobre las mujeres que es degradante. El problema no es llevar más o menos ropa ni que haya una carga sexual. Hay muchísimos ritmos en la música tradicional cubana donde el baile en pareja es una representación erótica: la rumba, el guaguancó, el danzón… El problema es que en muchas canciones se reduce a la mujer a una hembra en celo. Eso permite justificar el resto de mitos que se elaboran a partir de esa imagen sexista. Se despoja a las mujeres de sus características psico-socio-culturales, para convertirlas en unas tetas, en unas nalgas. Hay que cambiar esa lógica de la mujer en función del placer masculino. Es importante, porque en Cuba, donde tratamos de propiciar una cultura de la igualdad, la gente se socializa mucho a través de la música. La gente me dice: “Ay, Isa, pero cuando estás bailando no prestas atención a la música”. Es verdad, pero luego la vas a tararear, y la van a tararear tus hijos, y así se van naturalizando sus mensajes. Por eso ha habido tanta polémica con el Chupi Chupi, porque ese “trágatelo tuti” supone una exaltación pública de lo que en principio es algo íntimo: el sexo oral.


Colombia - Marcha de las Putas: 'Este es mi cuerpo y se respeta', gritaron mujeres en marcha nacional

Fuente: Terra
“Todas las mujeres en algún momento de nuestras vidas hemos sido tildadas de putas. Los motivos son muchos: porque nos acostamos con más de un hombre o con uno casado, porque no cocinamos, porque decimos que no queremos tener sexo, porque somos y pensamos diferente, porque vivimos nuestra sexualidad abiertamente, porque no queremos tener hijos, porque coqueteamos, etc… Pero no existe ningún motivo que justifique la violencia machista”.
La Marcha de las Putas es una manifestación de mujeres que inició en Canadá como repudio a Michael Sanguinetti, un policía de ese país que durante una conferencia de seguridad civil, aseguró que la manera evitar violaciones en este género era que las mujeres dejaran de vestirse como putas.
Esta declaración hizo que miles de mujeres alrededor del mundo se hicieran sentir y protestaran en contra del machismo. Para ellas, el planteamiento del policía canadiense dejó un mensaje errado porque convierte a la mujer en responsable de las violaciones de las que son víctimas.
Para Adriana Gutiérrez, vocera del movimiento en Bogotá, detrás de la palabra *** se han escudado para violentarnos con el pretexto de que no valemos nada, entonces nos han violentado física, sexual, psicológicamente a algunas hasta les han causado la muerte. Si decimos no, es no y no hay excusa para que nadie nos manosee ni nos ultraje así, sea puta o no lo sea.

A partir de ese hecho, en diferentes ciudades del mundo se ha realizado la Marcha de las putas y Colombia no fue indiferente al llamado de millones de mujeres del mundo que buscan el respeto de sus derechos y acabar con el machismo.
En Bogotá, cientos de mujeres marcharon por la emblemática Carrera Séptima, desde la Plaza de Bolívar hasta la calle 26, con pancartas, cánticos y algunas con sus cuerpos desnudos como muestra de que la forma de vestir no justifica la utilización de la palabra puta para referirse a un ser humano.



Pero no sólo participaron mujeres, los hombres también se unieron a la manifestación, también educadores, población LGTB, amas de casa y otros simplemente se detuvieron sobre la Séptima para observar.

Una de las organizadoras del evento, Iska Lozano, aseguró que detrás de esta marcha hay un movimiento que pretender presentar un proyecto de ley que penalice todo tipo de violencia contra la mujer como manoseo.

Lozano dijo que se planteará el proyecto porque ya se habló de una pena que buscaba penalizar el manoseo, hubo dos casos muy famosos acá en Bogotá, pero eso no ha tenido fuerza.
Para la reconocida feminista y escritora, Florence Thomas, ésta es una manifestación donde por primera vez las mujeres se han hecho dueñas de sus propios cuerpos en un país atravesado por el conflicto armado y por la violencia donde se considera que el abuso contra una mujer es un botín de guerra.

Algunos estuvieron en desacuerdo

Algunos espectadores quedaron atónitos al ver como a pesar de la lluvia, algunas manifestantes caminaban sin ropa. Otros no entendieron el propósito de la marcha o simplemente no estuvieron de acuerdo con los desnudos y con el vocabulario.
Arturo González, quien pasaba por la Séptima, aseguró que es muy bueno que realicen este tipo de manifestaciones, pero que se desnuden y que se muestren no me parece bien, tampoco que se digan ***, yo no dejaría venir a mi hija aquí.
Andrea Martínez, una bogotana que se encontró con la marcha, dijo que yo no estoy de acuerdo, por más que ellas quieran no hacerse ver como *** así lo hacen y dígame ¿Quién las va a respetar?.

Pero para las activistas y para quienes participaron de la manifestación, su objetivo estaba claro y lo demostraron en sus arengas: Alerta, alerta, alerta que camina la marcha de las putas por América Latina. Si te han dicho ***, para ofenderte, si te han tocado sin permiso, si estás de acuerdo con que esto sea delito y se trabaje contra el manoseo y el acoso callejero, ven a marchar.
María Lujano, una de las asistentes a la marcha, expresó que ante todo esta marcha es por la defensa de la mujer al derecho de transitar por la calle sin que se nos agreda, sin que se nos viole o que se nos culpe por la ropa que llevamos puesta.

En nueve ciudades de Colombia marcharon

La marcha se realizó de manera simultánea en nueve ciudades del país: Bogotá, Barranquilla, San Andrés, Medellín, Pereira, Tunja, Villavicencio y Manizales. La convocatoria se hizo a través de las redes sociales.
En el exterior esta manifestación se ha realizado en 60 ciudades como Melbourne, Brisbane, Saskatoon, Montreal, Los Ángeles, Seattle, Filadelfia, Londres y Nueva Delhi, entre otras.

Y es que las redes sociales como Facebook han sido claves en la convocatoria de las mujeres. En esos portales se pueden ver mensajes de apoyo y en los que las mujeres expresan lo que sienten.
Algunos mensajes señalan: Yo soy la *** de quien me dé la gana. Atentamente la libertad. *** santas y brujas todas contra la violencia Machista. Ni puta, ni loca, mi cuerpo no se toca.

¿Cuál es el origen de la opresión de la mujer?

Gema Puga / Kaos en la Red
El próximo 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en el marco de la ofensiva de los gobiernos, que recortan los pocos derechos democráticos conquistados por las mujeres, y del aumento vertiginoso de la violencia machista.

Los gobiernos, medios de comunicación y empresas hablan de la opresión de la mujer como algo superado, enalteciendo “políticas de igualdad” que ocultan la verdadera situación de la mujer trabajadora. De hecho, la existencia de sectores oprimidos y marginalizados dentro del sistema capitalista no es casualidad. Es el resultado de un sistema que se asienta en la desigualdad, en una sociedad dividida en clases y en un sistema económico basado en la explotación. Al concentrar toda la riqueza producida por la sociedad en pocas manos, el sistema marginaliza (oprime) a millones de personas.



¿Qué es la opresión?

Entendemos por opresión la actitud de aprovecharse de las diferencias que existen entre seres humanos para colocar a unos en desventaja en relación a los otros. Significa beneficiarse de una diferencia en provecho propio generando así una situación de desigualdad de derechos, de discriminación social, cultural y económica.

Entre todas las formas de opresión, aquella que se ejerce contra la mujer en la sociedad capitalista tiene un carácter distinto de las demás porque abarca a más de la mitad de toda la especie humana.

La sociedad patriarcal es uno de los recursos que la burguesía ha utilizado y utiliza para mantener a la mujer marginalizada. Se trata de un sistema jerárquico que se asienta en la familia, en el cual toda mujer ya viene al mundo a ocupar un lugar subordinado definido en la sociedad. Fueron los historiadores del siglo XIX los primeros en preocuparse en el estudio del origen de la familia y, cuál fue la sorpresa, cuando afirmaron que la mujer no siempre fue oprimida.

El origen de la opresión de la mujer

La opresión de la mujer no es una invención del capitalismo, sino una característica de las relaciones sociales a partir del surgimiento de la propiedad privada de los medios de producción. Esto significa que, durante un largo período de la historia de la humanidad, antes de las sociedades divididas en clases sociales, la mujer ejerció en pie de igualdad con el hombre, o con ventajas en relación a él, sus derechos sociales.

En el llamado comunismo primitivo, los bienes materiales eran colectivos, pertenecían a la comunidad, y se obtenían a partir de la recolección de alimentos y de la caza, la agricultura y la domesticación de animales. Como no existía propiedad privada de los medios de producción, tampoco existían clases sociales. En la familia primitiva, el matrimonio se realizó, durante un largo período, a través de grupos –dentro de las gens (estructura familiar de lazos consanguíneos)- donde los hombres eran maridos y las mujeres, esposas. No existía la monogamia. Los hombres eran padres de todos los niños y las mujeres, madres. En un sistema como ese, la descendencia sólo podía ser verificada a través de la madre, lo que originó el matriarcado. La importancia de la mujer, como reproductora y único pilar seguro de la descendencia familiar, se extendía también a las tareas que desempeñaba en la comunidad: la transformación de los alimentos y el desarrollo de la agricultura.

El matriarcado fue sustituido por el patriarcado cuando el desarrollo de la agricultura, del pastoreo y las técnicas de fundición de metales para crear nuevos instrumentos propició el surgimiento del excedente de producción. Por un lado fueron los hombres quienes pasaron a controlar las más sofisticadas técnicas e instrumentos de producción, controlando también los excedentes que generaban. Por otro, como en los matrimonios por grupos era imposible determinar la descendencia paterna, la sociedad se readecuó para que los hombres pudiesen legar a sus hijos legítimos los bienes que acumulaban en vida. Para garantizar la herencia, surgió la monogamia.

Para Federico Engels, en su libro “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”, el desmoronamiento del derecho materno (matriarcado) supuso “la gran derrota histórica del sexo femenino en todo el mundo”. Apartada de la producción social, la mujer se refugió en el mundo doméstico, donde la tarea de reproductora de seres humanos, que en el pasado fue su principal triunfo, se volvió su grillete más pesado. A partir de ahí, en los distintos modos de producción (esclavismo, feudalismo y capitalismo) de las sociedades divididas en clases, la historia de la mujer fue la historia de su opresión.

Opresión y explotación

Más arriba veíamos cómo en el capitalismo la opresión es utilizada por la clase dominante para someter a la clase explotada y justificar esa explotación. Esa opresión-explotación de las mujeres se manifiesta de varias formas: la reproducción y el mantenimiento de la fuerza de trabajo a través del trabajo doméstico no remunerado y la utilización de la mano de obra femenina con salarios más bajos, propiciando mayor extracción de plusvalía (más beneficio para la clase dominante, la burguesía).

Estas dos categorías (opresión y explotación) se combinan, son distintas. La opresión ataca a todas las mujeres en su desarrollo profesional, derecho al trabajo, su libertad para decidir sobre su vida y disponer de su cuerpo. Para justificar la opresión, se creó el mito de la inferioridad femenina, presentándose en mayor o menor énfasis dependiendo de la época histórica. Actualmente, la tesis de inferioridad es disfrazada por el concepto de “desigualdad”.


Pero, aunque la opresión es común a todas las mujeres, las trabajadoras son más oprimidas que las mujeres burguesas, la doble jornada de trabajo es un buen ejemplo. En cuanto a la mayoría de las asalariadas se refiere, después de trabajar en la oficina, en la fábrica o en el campo, debe cumplir sus tareas domésticas; mientras que las mujeres burguesas o de clase media, aunque trabajen, pueden relegar a otras mujeres esa segunda actividad. Las mujeres burguesas, en síntesis, utilizan la opresión de su sexo para explotar a las trabajadoras. Por eso, si hay afinidad en la lucha genérica contra la opresión, esa unidad está limitada por el papel que cada clase social ocupa en la producción. Solamente las mujeres trabajadoras, por el hecho de ser oprimidas y explotadas, pueden luchar de forma consecuente contra la opresión.

Por su naturaleza, basada en la desigualdad y la explotación, el capitalismo es incapaz de acabar con la opresión femenina. La igualdad entre hombres y mujeres sólo podrá lograrse a partir de una revolución socioeconómica y política que derrumbe este sistema. Las trabajadoras y trabajadores deben unirse en la lucha por la emancipación de la mujer.

Artículo publicado en Página Roja de febrero 2012, publicación mensual de Corriente Roja/Corrent Roig

www.corrienteroja.net

Globalización y esclavitud sexual

Esther Pineda G./ estherpinedag@gmail.com
El “nuevo orden mundial” de nuestras sociedades modernas, definido y liderado por Europa y Estados Unidos ha sido introducido en el imaginario colectivo denominándolo “globalización” y el cual se erige como el sistema por excelencia al privilegiar aparentemente el acceso e intercambio económico y cultural entre los diferentes y lejanos lugares del mundo.

Sin embargo este acceso e intercambio no es tan equitativo como se presenta, por el contrario continúa siendo el medio de apropiación de los recursos de los países históricamente expoliados y la explotación de sus ciudadanos y ciudadanos. Siendo bajo este denominado orden mundial que habrá de establecerse una nueva forma de esclavitud, en este caso específico de las mujeres, esclavizadas sexualmente.




No obstante, se desestima que en nuestra época las mujeres pueden ser exclavizadas sexualmente, se afirma que existe prostitución, sin embargo se hace necesario distinguir la prostitución de la trata de mujeres, pues:

La prostitución puede ser definida como una relación comercial en la cual se hace presente la oferta y la demanda, existiendo niveles de conciencia y voluntad de quien se prostituye, donde si bien la incursión en dicho estilo de vida, puede atribuirse a diversos factores que impulsan a la mujer, siendo algunas obligadas por la pobreza, otras frente a la carencia de opciones, oportunidades, apoyo institucional, familiar o conyugal, las denominadas prostitutas de elite deslumbradas por el lujo, entre otras.

No obstante, la trata puede considerarse como un hecho social en el cual la mujer es involucrada en la prostitución mediante engaño, mandato o coacción física y psicológica, dejando a la mujer sin opciones y donde las ganancias o recursos económicos obtenidos de la explotación de sus cuerpos y su sexualidad se encontrarían sin cuestionamientos en manos de sus proxenetas.

Este hecho puede explicarse como producto de que históricamente la mujer ha sido concebida como objeto saciador de los deseos incontenibles del hombre, al servicio de este ya sea por voluntad o contra ésta, pues desde la lógica androcéntrica y misógina de nuestras sociedades las mujeres no poseen autonomía sobre su cuerpo, por el contrario, su cuerpo es un medio para el ejercicio del poder masculino.

A partir de este criterio se constituyó todo un sistema de explotación de la mujer y su sexualidad, su trata y comercialización, ya sea mediante el secuestro o la inducción.

Pero ésta esclavitud nuevamente es perpetrada fundamentalmente por Europa y Estados Unidos, mediante la explotación de las latinoamericanas, las cuales figuran entre las favoritas en la trata de mujeres en el exterior.

Un alto índice de mujeres latinoamericanas víctimas de la trata son registradas como simples desaparecidas, obviándose además que su desaparición responde a razones de género, es decir, que son secuestradas por el hecho de ser mujeres. No se ha establecido relación sexo-género de las desapariciones de mujeres en los países de América Latina, y hay una ausencia de perspectiva de género en las investigaciones de las instituciones policiales y de justicia.

Pero además esta situación de secuestro coloca a la víctima como responsable de lo sucedido, la sanción social, cultural y comunitaria recaerá sobre las mujeres, quienes en este sistema de explotación, son mantenidas en cautiverio en lugares que desconocen, rotadas en prostíbulos improvisados y clandestinos a los que se les conoce como “cambio de elenco”, obligadas a recibir “clientes” o prostituyentes cada cierto tiempo, generalmente en estados de inconciencia y donde una gran proporción de ellas mueren producto de sobredosis de sustancias psicotrópicas que son obligadas a consumir, como así mismo, pereciendo producto de la desatención, infecciones y enfermedades de transmisión sexual.


De una mujer excepcional... Tina Modotti

Por María del Carmen Mestas
Tina Modotti lo vio en toda su varonil belleza y sucumbió a su encanto; él, Julio Antonio Mella, tartamudeó frente aquella mujer que había llegado a El Machete, donde el líder estudiantil trabajaba. A partir de ese momento solo la muerte los separaría. Ella, quien amaba la justicia, abrazó los ideales de él. Antes tuvo que dejar al pintor comunista Xavier Guerrero, quien la amaba. Para romper esa unión le escribió una carta que calificó la más dolorosa de mi vida.

Tina y Mella, Mella y Tina unidos en el amor y el combate. Todo terminó con el asesinato del joven cubano el 10 de enero de 1929. Entonces, la acusaron de “Mata Hari del Komintern” y trataron de hacer ver aquel asesinato perpetrado por Machado como un crimen pasional. Tina fue deportada. Viajó a la Unión Soviética, donde llegó a ser segunda jefa del Socorro Internacional y tuvo participación en la Guerra Civil Española.

Regresaría al México que con tanta devoción amó y fue escenario de sus últimos momentos. Cuentan que era el 5 de enero de 1942 cuando salió de casa de su amigo el arquitecto Hannesmeyer, donde se había reunido con otros conocidos. Arrivederci, dijo y tomó un taxi: minutos después falleció de un ataque cardiaco. Volvió la prensa amarilla a atacarla como lo hizo cuando el asesinato de Mella.



A Pablo Neruda ella le inspiró un poema que él leyó en el cementerio, donde dejaron el cuerpo de la mujer que vivió a plenitud su vocación de artista y revolucionaria. Para quien tantas justas rebeldías encarnó, expresó el poeta:

Tina Modotti, hermana, no duermas, no, no duermas
tal vez tu corazón oye crecer la rosa
de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa…

De su vida
Tina nació en 1896, en Udine, Italia, en el seno de una familia muy humilde que emigró a Estados Unidos. Allí, la muchacha realizó varios trabajos como modista, actriz del teatro latinoamericano y apareció en varios filmes.

Casada con el poeta Roubaix de l’Abrie Richey, a la muerte de éste se unió en México al conocido artista Edward Weston, quien le descubre las ricas posibilidades de la fotografía. Tuvieron una estrecha colaboración.

De Tina, los críticos alabaron su gran capacidad simbólica y emotiva. En 1929, ella realizó una exposición en a Biblioteca Nacional de la capital, y Diego Rivera, para quien modeló, expresó su admiración al manifestar que se trataba de “la primera exposición revolucionaria de México”.

Catalogadas de verdaderas joyas artísticas, las obras de la fotógrafa fueron publicadas en reconocidas revistas como Horizonte y Forma, entre otras. Dejó hermosos retratos de Mella, el amor que nunca olvidó.


miércoles, febrero 22, 2012

“La economía no cuenta cifras clave como el número de niños que sufren desnutrición o los kilómetros que debe andar una mujer para conseguir agua”

Mercé Rivas Torres / Kaos en la Red
Física, filósofa, pacifista y feminista, es una de las pioneras del movimiento ecofeminista. En 1993 le concedieron el Premio Nobel Alternativo y es una de las voces más críticas contra la globalización y contra los alimentos manipulados genéticamente...

Vandana Shiva (India, 1952) es una mujer polifacética: física, filósofa, pacifista y feminista. Es una de las pioneras del movimiento ecofeminista y directora de la Fundación para la Investigación en Ciencia, Tecnología y Ecología (Research Foundation for Science, Technology and Ecology, en inglés) en Nueva Delhi. En 1993 le concedieron el Premio Nobel Alternativo. Es una de las voces más críticas contra la globalización y contra los alimentos manipulados genéticamente.

Para Vandana, “el ecofeminismo es poner la vida en el centro de la organización social, política y económica. Las mujeres ya lo hacen porque se les ha dejado la tarea del cuidado y del mantenimiento de la vida”.“El ecofeminismo, como su nombre indica, es la convergencia de la ecología y del feminismo”, explica didácticamente Vandana Shiva, la cual saltó a la fama en los años setenta al impedir la tala indiscriminada de bosques de su país abrazándose a los árboles al igual que miles de mujeres, creando el movimiento chipko.



Poseedora de una gran fuerza vital e intelectual, Vandana explica la importancia de la ecología y el feminismo para garantizar la supervivencia y la igualdad entre hombres y mujeres que forman parte de una misma especie. Esta optimista mujer fue capaz de movilizar a cinco millones de campesinos de India contra la Unión General de Tarifas de Comercio y de ponerse a la cabeza de la gran movilización contra la globalización en la cumbre celebrada por la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Seattle a finales de 1999.

“Pienso que la acción y la reflexión deben ir unidas. No hay una ideología perfecta, es simplemente una política de responsabilidad. La diversidad no es el problema, es la solución para las crisis políticas de la intolerancia, las crisis ecológicas de la no sostenibilidad y las económicas de la exclusión y de la injusticia”, sigue afirmando con una gran convicción.

Vandana cree que el capitalismo ha sido presentado como un modo de crecimiento “pero es en realidad un modo de pobreza y de algún modo la globalización es el clímax final del capitalismo”, reflexiona Vandana en voz alta.

Gran comunicadora, siempre sonriente, afirma que ella viene de una región del norte de la India, a los pies del Himalaya en donde hay muchas cosas para las que no necesitan dinero, sólo amor mutuo. “Por lo tanto, las relaciones son la alternativa al capital. Crear relaciones es la alternativa a la pobreza que causa el capital”, concluye.

Autora de numerosos libros, es muy crítica con la consideración de su país como potencia emergente: “El modelo económico de la India es una catástrofe porque solo funciona para un puñado de personas mientras que son millones las que comen menos y tienen menos agua”. Y, frente a la admiración por el crecimiento de la economía india, que el año pasado fue de un 9%, denuncia: “Lo que muchos consideran un milagro económico es un desastre, sobre todo porque ha dado la espalda a la naturaleza, a sus procesos ecológicos y a los ecosistemas vitales”.

Detrás de un colorido sari al que dice que no piensa renunciar nunca, ya que para ella es un signo de identidad y “bastante más favorecedor que unos vaqueros”, Vandana Shiva es un huracán que sacude conciencias por donde pasa. Es capaz de plantarle cara a las grandes corporaciones internacionales, a las que acusa de criminalizar la agricultura, apropiarse de los recursos básicos y expoliar la tierra.

Mujer vital, valiente, incansable en sus denuncias, es una firme defensora de la agricultura orgánica como la verdadera solución al cambio climático y cree en la necesidad urgente de reforestar el planeta.

Se indigna al hablar de los millones de personas que comen menos y que tienen menos agua para beber, “muchas comunidades se ven obligadas a abandonar sus tierras para que otra fábrica pueda instalarse y miles de granjeros luchan a las afueras de Nueva Delhi contra los proyectos de convertir su tierra de cultivo en zonas urbanas”, matiza.

Vandana denuncia que la economía no tiene en cuenta las cifras clave, “como el número de niños que sufren desnutrición o los kilómetros que tiene que andar una mujer para conseguir agua”. Se siente muy identificada con el líder Mahatma Gandhi cuando afirmaba que los recursos naturales deben ser de dominio público, por lo que el agua no puede ser privatizada ni la tierra monopolizada.

Esta filósofa reconocida mundialmente opina que “la igualdad puede significar dos tipos de cosas, por un lado el parecerse, ser similares, o puede significar diversidad sin discriminación. Yo creo en esta última definición. Quiero tener la posibilidad de ser hindú, no quiero convertirme en una europea. Yo quiero ser y quiero espacio para ser hindú. Yo quiero ser mujer, no quiero convertirme en un hombre, no quiero poder ser violento, como mi segunda naturaleza, no quiero ser irresponsable, no quiero asumir que otra persona tenga que arreglar el desorden que dejo tras de mí, yo tengo que arreglar el desorden que creo”. Por lo tanto, resume con firmeza, “yo quiero la libertad para ser diferente, pero no quiero ser castigada por serlo. Eso es para mí la igualdad”.

Lúcida, revolucionaria, enérgica y carismática, es consciente de las críticas y rechazo que despiertan sus opiniones. Afirma que “el patriarcado capitalista dominante es una ideología basada en el miedo y la inseguridad. Miedo a todo lo que está vivo, ya que cualquier libertad autónoma es amenazante para ellos”. Por eso defiende a capa y espada su ecofeminismo, “que es la filosofía de la seguridad, de la paz, de la confianza”.

Pero quizás uno de sus posicionamientos más duros sea contra el Banco Mundial porque forzó al Gobierno de India a reducir los subsidios que hacían que funcionara la distribución de alimentos. “Ellos lo llamaban subsidios, pero en realidad eran apoyos. Hay que gastar dinero para mantener los derechos fundamentales de nuestra gente. Y el Banco Mundial dijo: ‘No se puede gastar este dinero para alimentar a la gente’. Y así empezó la crisis alimentaria”.

Como consecuencia de esa política, “la gente dejó de comprar comida y empezó a morir de hambre. 50 millones de personas están a punto de morir de hambre mientras 60 millones de toneladas de alimentos se pudren en los graneros. Pero esos 60 millones de toneladas no son excedentes, yo les llamo pseudoexcedentes y ahora están siendo exportados al mercado mundial anunciando que India tiene tanto alimento que lo puede exportar. Pero lo que no dicen es que nosotros tenemos tanto alimento porque la gente se está muriendo de hambre”, remata con indignación.

Asegura que los hindúes ven lo que está pasando y protestan mucho pero sigue soñando con una biodiversidad libre, que pertenezca a los campesinos, donde el agua sea accesible al igual que la comida. “El sistema es muy sencillo de crear”, opina optimista Vandana, “pero está siendo impedido por las políticas que nos gobiernan a nivel internacional y éste es el motivo por el que cada día de mi vida insisto en que tenemos que dejar de cooperar con esas políticas”.

Recuerda con rostro nostálgico a Gandhi cuando caminó hasta la playa para buscar sal mientras los británicos decían que ellos eran los únicos que podían hacer sal, “para así tener más dinero para financiar mayores ejércitos para dispararnos”, concluye con una sonrisa irónica.

Fuente: http://periodismohumano.com/mujer/vandana-shiva.html

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=144836