viernes, marzo 30, 2012

BOLIVIA: El acoso y violencia política contra las mujeres será sancionado hasta con ocho años de cárcel

fmbolivia.com.
Tras una espera de 11 años, finalmente la "Ley contra el acoso y violencia política en razón de género" será tratada en el plenario de la Cámara de Diputados en la segunda semana de abril, en la que incluye una sanción de hasta con ocho años de cárcel a los infractores.

La información fue confirmada por la presidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado, durante la última socialización del proyecto de ley que se realizó ayer en la ciudad de La Paz.

El proyecto de ley especifica 17 actos de acoso y/o violencia política contra las mujeres y señala sanciones administrativas y penales. Entre las primeras define amonestaciones escritas y descuentos de hasta 15 días de haber, mientras que en las penales se sanciona con penas privativas de libertad de dos a cinco años en el caso de acoso político y de tres a ocho años de cárcel en el caso de violencia política.



Definiciones
Se define acoso político al acto o conjunto de actos de presión, persecución, hostigamiento o amenazas cometidos por una persona o grupo de personas, directamente o a través de terceros, en contra de mujeres candidatas, electas, designadas o en ejercicio de la función político-pública o en contra de sus familias, con el propósito de impedir, inducir u obligarla a que realice, en contra de su voluntad, una acción o incurra en una omisión, en el cumplimiento de sus funciones o en el ejercicio de sus derechos.

En cambio la definición de violencia política, son las acciones, conductas y/o agresiones con el fin de suspender, impedir o restringir el ejercicio del cargo u obligarlas a tomar decisiones en contra de su voluntad.

La elaboración de esta ley fue propuesta en 2001 por la Asociación de Concejalas de Bolivia, Acobol, ante la inexistencia en la legislación nacional y municipal de artículos que permitan pedir un amparo legal para los casos de acoso y violencia política.

Entre el 2000 y el 2001 Acobol recibió más de 300 denuncias de concejalas y alcaldesas sobre acoso y violencia política. Las denuncias eran en su mayoría por presiones recibidas para que renuncien a su cargo, actos de violencia (sexual, física y psicológica), exceso de autoridad, impedimento del ejercicio de sus funciones, alternabilidad ilegal de la concejalía, entre otras denuncias.

El proyecto de ley fue varias veces presentado a las comisiones legislativas pero nunca llegó a ser tratado en el plenario, aunque sí en algunas comisiones, donde causó incomodidades y fue objeto de malas interpretaciones; incluso parlamentarias mujeres se opusieron a su tratamiento, según contaron activistas que impulsaban esta norma. Ahora el proyecto ingresó a la Comisión de Derechos Humanos donde se la analizará en la primera semana de abril.

La Presidenta de Diputados anunció que esta vez la ley sí será debatida y aprobada. "Ya tendremos el tiempo de debatir fuertemente en la Cámara de Diputados y ¡uay que se opongan!", expresó Rebeca Delgado, quien anunció que en esta gestión también se tratará la ley integral contra la violencia hacia las mujeres y se incorporará en el Código Penal el tema del feminicidio.

La socialización del proyecto de Ley contra el acoso y violencia política fue organizada por Acobol y tuvo la asistencia de organizaciones y activistas feministas, organizaciones sociales de mujeres, y representantes de instituciones públicas y privadas que apoyaron esta iniciativa a lo largo de 11 años.
mp/eb

Tras su aprobación en el Senado: Lanzan una campaña para pedir a los diputados uruguayos que legalicen el aborto

Recientes encuestas señalan que el 63 por ciento de los uruguayos está a favor de dicha despenalización.
(Efe) L@s activistas, convocados por la Coordinadora por Aborto Legal, realizaron esta "intervención urbana" en el entorno de la terminal central de autobuses de la capital para recordar también a la ciudadanía que mañana comenzará a viajar de forma masiva por las vacaciones de Semana Santa, la proximidad de este "decisivo" debate parlamentario.

"En realidad, todo se trata de presionar a l@s diputados, porque l@s ciudadanos, en realidad según las encuestas que se hacen desde hace 15 años, están a favor del aborto legal y que se dé un cambio en las leyes actuales", dijo a Efe Soledad González, portavoz de la organización.

La idea es indicarle a l@s diputados "que el Parlamento en esta ocasión" no está siendo "representativo" en cuanto a los deseos de l@s uruguay@s de despenalizar la práctica del aborto.


González se refirió así a la falta de apoyo que esta iniciativa legal, que fue aprobada el pasado 27 de diciembre por el Senado, parece estar recibiendo en la Cámara baja, donde sus partidarios aparentemente aún no cuentan con los suficientes votos para aprobarla.

"Todavía no se sabe de la votación ni cuando se producirá, así que no la vamos a dar por perdida. Hay gente a favor y en contra en todos los partidos políticos y todos están siendo presionados, porque este es un tema transversal a los partidos y trasciende la posición ideológica", dijo González.

En ese sentido, la activista apuntó al deseo de que este tema no quede "prisionero de riñas partidarias" en las que las mujeres no tienen porque "pagar el plato".

"La población uruguaya apoya la despenalización porque según estimaciones se realizan 33.000 abortos al año y eso afecta a toda la población. Es un problema real. La penalización del aborto te ubica en un lugar donde el Estado dirige lo que quiere hacer una persona, ya que es algo íntimo", indicó.

El proyecto de ley que ahora debatirán los diputados busca despenalizar completamente el aborto hasta la semana 12 de gestación, con un plazo mayor en caso de que haya riesgos para la salud de la madre.

Durante su trámite en el Senado votaron a favor el oficialista e izquierdista Frente Amplio (FA), impulsor de la medida, y algunos senadores del opositor Partido Nacional, mientras que representantes del Partido Colorado argumentaron a favor de la ley pero votaron en contra obligados por su grupo político.

Por el contrario, varios diputados del FA anunciaron que votarán en contra en la Cámara baja y aún no se sabe si al final la iniciativa contará con mayoría para su aprobación.

En noviembre de 2008, el Parlamento uruguayo aprobó una ley similar que no entró en vigor debido al veto impuesto por el entonces presidente Tabaré Vázquez, médico, en un gesto que causó una gran molestia en el seno del FA y entre organizaciones feministas.

Mujeres revolucionarias tomarán Casco Histórico de Caracas este viernes

AVN/VTV
Iniciará a las 10:00 de la mañana y culminará a la medianoche. Se desarrollarán expoventas de libros y artesanía, teatro, música, poesía, cine foros; además de jornadas de promoción de lactancia materna y conversatorios.
Las mujeres realizarán este viernes una toma cultural en Casco Histórico de Caracas, que se iniciará a las 10:00 de la mañana y que culminará a la medianoche.

La actividad forma parte de las iniciativas organizadas por el Gobierno del Distrito Capital y la Alcaldía de Caracas para conmemorar el mes de la mujer.

Expoventas de libros y artesanía, teatro, música, poesía, cine foros; además de jornadas de promoción de lactancia materna y conversatorios, entre otras actividades se llevarán a cabo en la Plaza Bolívar, las esquinas del centro histórico, la Casa de Gobierno, el Terminal Río Tuy y los cafés y restaurantes recientemente abiertos en la zona.


Además habrá oferta de gastronomía venezolana, competencias en tacones, exposiciones fotográficas y un espacio para la recreación infantil en la Plaza El Venezolano.

Jóvenes y mujeres los más afectados por desempleo: OIT

Si bien el desempleo urbano a nivel regional en América Latina disminuyó del 7.3 al 6.8% del 2010 al 2011, sigue siendo uno de los graves problemas de la región.
Juan Antonio Lara / Finsat
Los jóvenes y las mujeres son los grupos más afectados por el desempleo en América Latina, dijo Miguel Ángel del Cid Molina, director del Sistema de Información Laboral para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo.

En entrevista, el funcionario de la OIT señaló que si bien ha disminuido el desempleo juvenil durante el 2011, sigue siendo el grupo más afectado.

En América Latina, la tasa de desempleo en los jóvenes es del 14.9%, mientras que en los adultos es del 5%, señaló Del Cid.



Mencionó que en los países latinoamericanos, incluido México, 60 de cada 100 jóvenes enfrentan problemas de empleo y sienten que el mercado laboral los discrimina y les paga bajos salarios.

En cuanto a las mujeres, el especialista dijo que la tasa de desempleo de este grupo de la población es 1.4 veces superior a la de los hombres.

Por tal razón, dijo que los gobiernos deben establecer políticas públicas para impulsar el empleo tanto para jóvenes como para mujeres.

Del Cid expresó que si bien el desempleo urbano a nivel regional en América Latina disminuyó del 7.3 al 6.8% del 2010 al 2011, sigue siendo uno de los graves problemas de la región.

Sin embargo, mencionó para este año no se espera un cambio significativo en esta materia, ya que los pronósticos de la OIT ubican al desempleo en un 6.8% afectando a 15.7 millones de personas.

Respecto a los salarios, dijo durante el 2011 se registró un ligero aumento en los sueldos reales. Los mínimos subieron 4.5%, contra un aumento en la inflación del 5.7%, en el 2011.

Comentó que la OIT urgió a los líderes del G-20 en Cannes a perseguir el empleo, la protección social y los derechos básicos en el trabajo con la misma diligencia aplicada para controlar la inflación y equilibrar las finanzas públicas.

México asumió la presidencia del G-20 en diciembre del 2011 y dirigirá los trabajos de este grupo hasta noviembre del 2012, constituyéndose en el primer país latinoamericano y la segunda nación emergente en tomar esta posición

“Creemos que se requiere enfrentar esta situación con determinación”, indicó el ex director de esta organización para México y Cuba hasta el 2008.

Consideró que México tiene un gran potencial para generar empleos en el sector agrícola y en la actividad industrial, especialmente en los nuevos sectores de la economía.

Mujeres iraníes demandan a Reuters por difamación

RNV/Patria Grande
Un grupo de mujeres iraníes que practican artes marciales han tomado acciones legales en contra de la agencia de noticias británica Reuters por catalogarlas como asesinas.

El mes pasado, Reuters mostró a un número de mujeres iraníes entrenando artes marciales en una ciudad cerca a Teherán, afirmando que Irán estaba entrenando a más de 3.000 mujeres ninjas para asesinar a cualquier posible invasor extranjero. El distorsionado informe de Reuters fue recogido por otros medios de comunicación británicos.

Luego de la fuerte reacción de los medios iraníes al informe, Reuters hizo cambios a partes del informe pero se negó a disculparse por la calumnia.



Las mujeres iraníes, acusadas por Reuters de ser asesinas, afirman que el daño ya está hecho y ahora ellas están tomando acciones legales en contra de la agencia por difamación.

Las atletas dicen que la periodista de Reuters les preguntó qué harían ellas si su país fuese atacado. Reuters utilizó la patriótica respuesta de las mujeres como una escusa para llamarlas asesinas.

“La periodista de Reuters me hizo solo una pregunta la cual tenía una respuesta muy obvia. Creo que cualquier persona en cualquier parte del mundo defendería a su país si éste fuera atacado (…) pero ella tergiversó nuestras palabras para hacernos quedar mal y describirnos como asesinas en el titular de su historia”, dijo Khatereh Jalilzadeh.

“Estamos tomando acciones legales porque las mujeres que entrenan en Ninjutsu en primer lugar lo disfrutan como un deporte. Se trata de hacer ejercicios y estar en forma. Reuters ha mentido descaradamente acerca de nosotras“, añadió.

Otra mujer ninja expresó que el informe de Reuters definitivamente puede ser un problema.

“Puede perjudicar nuestras oportunidades de viaje a otros países para tomar parte en torneos mundiales y campeonatos internacionales debido a que Reuters es considerada por muchos como una fuente confiable”, dijo Raheleh Davoudzadeh.

“En este momento, no hay mucho que puedan hacer para reparar el daño (…) Es por eso que estamos tomando acciones legales (…) Queremos que todo el mundo sepa que Reuters ha mentido sobre nosotras”, añadió la ninja iraní.

Akbar Faraji, quien estableció el Ninjutsu en Irán hace más de 22 años, condenó las acusaciones de los medios británicos, diciendo que sus alumnas tramitarán la denuncia hasta el final.

“Hemos presentado una demanda por difamación en contra de Reuters y tenemos la intención de ir tan lejos como sea necesario porque es un asunto de reputación”, dijo Faraji.

“Reuters nos ha presentado como unos asesinos al mundo entero. La verdad debe salir a a luz y todos deberían saber que somos solo un grupo de atletas. Somos supervisados por el Ministerio de Deportes y la Federación de Artes Marciales”, concluyó el fundador.

La periodista de Reuters que condujo la entrevista a las mujeres iraníes, abandonó Irán poco antes que el proceso judicial se iniciara.

miércoles, marzo 28, 2012

El uso sexista del lenguaje

Atenea Acevedo / Rebelión
Leí con interés de feminista, traductora y docente de talleres sobre lenguaje incluyente el informe de Ignacio Bosque titulado Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, cuya publicación a principios de este mes puso nuevamente sobre la mesa un debate que se esperaría rancio por innecesario en sociedades encaminadas hacia una auténtica democracia, y seguí con curiosidad sus repercusiones en distintos medios. Si bien la reacción más ostentosa es el llamado Manifiesto de apoyo al lingüista que ya cuenta con más de 500 firmas, los comentarios en blogs y periódicos, así como en listas de correo de profesionales de la lengua obligan a una reflexión crucial para atender la desigualdad y el uso del lenguaje para perpetrarla y perpetuarla.

Lo primero que se advierte es la escasa capacidad de disentir con respeto y cortesía; la descalificación y la diatriba, expresadas de manera culta o vulgar, marcan el tono de la mayoría de los intercambios. El segundo hecho que llama la atención es el desconocimiento generalizado de nociones clave para sostener un debate productivo. Es común encontrar expresiones como «yo no soy machista ni feminista» o «se insiste en confundir sexo y género». Aprovechemos la renovada controversia para puntualizar brevemente algunos conceptos.

El feminismo no es la contraparte del machismo
El feminismo es un movimiento social de larga data cuyo principal objetivo ha sido promover la valoración de lo considerado femenino por oposición a la exaltación de lo considerado masculino. El feminismo, como todos los grandes movimientos de la historia de la humanidad, ha evolucionado con el tiempo y sus demandas o reivindicaciones han cambiado o se han reformulado, y el debate en su seno está vivo, lo que habla de su buena salud.



El motor del feminismo no es propugnar la superioridad de las mujeres sobre los hombres, sino fomentar la igualdad en el acceso a las oportunidades en todos los ámbitos de la vida y construir sociedades donde la diferencia sexual no se traduzca en desigualdad. La lucha feminista cuestiona todo el entramado socioeconómico porque desarticula los atributos tradicionalmente adjudicados a los seres humanos a partir de su genitalidad, al tiempo que abre un abanico de posibilidades para el desarrollo de todas las personas en la esfera pública y en el ámbito privado. Algunas conquistas del feminismo son tan obvias que muchas mujeres, sobre todo las que gozan de un mínimo bienestar material, se benefician de ellas sin detenerse por un momento en la complejidad de su historia: participan activamente en la vida política, tienen acceso a la educación formal, eligen casarse o divorciarse o vivir solas o en pareja, optan por la maternidad o renuncian a ella, reciben un sueldo por el trabajo realizado fuera de casa, adquieren y heredan bienes, viajan solas o con quien ellas prefieren, expresan sus opiniones, se vinculan afectiva y sexualmente por elección y no por necesidad. Gracias al feminismo hay hombres con derecho a una licencia de paternidad, hombres que disfrutan de la crianza de sus hijos y dejan lentamente el mandato social de ser proveedores intachables o amantes incansables so pena del cuestionamiento de su masculinidad. En síntesis, mujeres y hombres ejercen derechos que han naturalizado e incluso afirman que ser feminista hoy es anacrónico, como si viviéramos en plena equidad. Sin embargo, el feminismo sigue planteando la urgente necesidad de continuar modificando un sistema social y económico basado en el trabajo gratuito de las mujeres, un sistema que no las dota de la infraestructura para realizarse laboralmente y como personas sin sentirse culpables por parejas o familias rotas, pero que también aprisiona a los hombres en el estereotipo de la violencia, la sexualidad que sigue el modelo aprendido de la pornografía, la fortaleza inquebrantable y la insensibilidad.

Por el contrario, el machismo sí sostiene la superioridad de los hombres sobre las mujeres y su contraparte es la androfobia, no el feminismo. El machismo, cobijado con el disfraz de la galantería y la protección, o diáfano en su prepotencia y control, coloca a poco más de media humanidad en situaciones de desventaja económica y condiciona sus posibilidades de elegir con libertad. No deja de sorprender, por cierto, la cantidad de personas aún convencidas de que son solo las madres quienes «crían» a los machos, cuando una mirada mínimamente atenta y seria evidencia que la plaga del machismo es responsabilidad de toda una sociedad que forma y educa a partir de valores discriminatorios en el hogar (incluido el padre presente o ausente), la escuela, la televisión, los medios electrónicos y la publicidad. Es también inaudito constatar cuánta gente todavía señala por qué las mujeres no buscan la igualdad laboral «hacia abajo», a saber, por qué no luchan por empleos en los sectores predominantemente masculinos que se distinguen por la precariedad. Quizás la respuesta radique en que la mayor parte de la población pobre del planeta ya está conformada por mujeres, y en que son ellas quienes llevan siglos limpiando la mierda propia y ajena.

Sexo y género

El sexo es biológico y se determina a partir de tener pene o vagina y el aparato reproductor correspondiente. La categoría sexual es esa primera etiqueta («niño» o «niña») que nos colocan al nacer. A diferencia de lo que sostienen muchos lingüistas, la palabra género es mucho más que una categoría gramatical: este vocablo es de uso común desde hace decenios en disciplinas como la antropología y la sociología para referirse a la construcción cultural de la diferencia sexual, es decir, los atributos socioculturales que se otorgan a quienes nacen con sexo de hombre y a quienes nacen con sexo de mujer. ¿Qué significa culturalmente ser hombre o ser mujer? ¿Cómo determina nuestra sexualidad las relaciones de poder que se establecen en el entorno social? Por ejemplo, en la cultura de los países de habla hispana se supone que los hombres son proveedores; un varón desempleado puede caer en una depresión clínica aterradora, no solo porque no dispone de ingresos, sino sobre todo porque no está cumpliendo con la función social que se le ha impuesto. Seguramente se le escuchará decir «soy un fracasado»… si cuenta con la contención necesaria para expresar sus emociones. Por desgracia, lo común será que recurra al alcohol, un medio culturalmente fomentado y considerado masculino para evadir la realidad.

Desde luego, sexo y género no son palabras intercambiables, pues sus significados son claramente diferentes: sexo es genitalidad, en tanto género es la identidad que se adopta por un proceso de socialización en determinada cultura, en otras palabras, la asunción de comportamientos conforme a lo que se supone femenino o masculino.

El lenguaje incluyente

En lo que respecta a las críticas hacia los manuales para un uso no sexista del lenguaje, lamento que gran parte del debate caiga en el reduccionismo al centrarse en el desdoblamiento de sustantivos o la nefasta arroba, e ignorar otras propuestas viables para la comunicación escrita entre las organizaciones y la sociedad, por ejemplo la preferencia de sustantivos colectivos incluyentes como «profesorado» o «cuerpo docente», «niñez» o «infancia», «población», «personal médico»; la preferencia de sustantivos abstractos (por ejemplo, en lugar de decir «el director» o «el gerente» si no sabemos el sexo de la persona en el cargo o se trata de un texto general, decir «la dirección» o «la gerencia»), y las propuestas fácilmente adoptables tanto en la escritura como en la expresión oral, como la eliminación del supuestamente genérico universal «hombre» y la adopción de «humanidad», «ser humano», «persona» o «gente» según el contexto, y el uso del femenino en las profesiones y puestos que, sabemos, están ocupados o pertenecen a mujeres. Es revelador que aún se cuestione la feminización de las profesiones u ocupaciones, particularmente en casos en los que no hay argumento gramatical que valga (arquitecta, médica, ingeniera). La razón detrás de ese masculino presuntamente universal no es otra que la mayoría masculina en esas profesiones u ocupaciones. No olvidemos que cuando los varones incursionan en ámbitos tradicionalmente femeninos se masculiniza el sustantivo o se inventan nombres nuevos. Nadie dice «el enfermera», «el nana», «el costurera» o «el modista», «el cocinera» ni «el azafata» o «el aeromoza». ¿Por qué? Pues porque el camino más corto para insultar a un hombre es feminizarlo, por eso se prefiere «enfermero», «cuidador» o «niñero», «cocinero» (o «chef»... aunque no siempre lo sea), «sastre», «sobrecargo» o «comisario a bordo».

Quisiera resumir mi postura sobre el sexismo lingüístico y la visibilidad de las mujeres con el siguiente fragmento, tomado de un texto que publiqué en 2009 sobre la necesidad de un periodismo con perspectiva de género:

Demasiada tinta se ha perdido en chistes fáciles y laboriosos cuestionamientos por igual que pretenden (y muchas veces consiguen) echar por tierra un debate capaz de ser fructífero y motivarnos a reflexionar sobre el porqué de nuestros decires. Hoy se dedican páginas enteras a discutir si la palabra «presidenta» rasguña la semántica, en tanto las mismas personas que dicen defender una lengua a la que, contra viento y marea, quisieran preservar inmaculada, nunca antes cuestionaron el uso de palabras como «sirvienta» o «asistenta». Hoy se dedican horas a discutir si la noción «violencia de género» es lingüísticamente correcta (y lo es en tanto se refiere a actos de agresión verbal, física, psicológica o sexual cometidos en la esfera doméstica o pública, ya sea por un hombre o una mujer, en contra de otra persona, también varón o mujer, so pretexto de que no cumple con las expectativas socioculturales adjudicadas a su sexo biológico), mientras miles de seres humanos la padecen en todos los rincones del planeta. Las grandes plumas publican diatribas centradas en el poco afortunado desdoblamiento o duplicación de sustantivos como estrategia para evitar el masculino genérico, pero ni siquiera mencionan la multiplicidad de recursos viables que plantean otras propuestas. Se dice que queremos cambiar la realidad a partir del lenguaje, no que creemos en la necesidad de nombrar nuevas dinámicas sociales, y nuestros críticos se pierden en polémicas bizantinas en lugar de colaborar con el cambio social desde todas las trincheras, incluida la de la palabra. Aportar al genuino debate requiere de reconocer el valor de conceptos que delimitan un objeto de estudio y nos permiten avanzar en la reflexión de temas fundamentales para el bienestar de todas las personas. No sorprende que aquello que antaño se consideraba chismerío, aquelarre y escasa capacidad de articulación de las mujeres, y fuera motivo de mofa entre la mayoría de los hombres, sea hoy el motor de la descalificación automática y gratuita. Es que, para decirlo sin eufemismos, resulta más políticamente correcto intelectualizar el machismo que reconocerlo en el espejo.

Más allá de las anteojeras académicas

¿Dónde está, pues, el sexismo en el uso del lenguaje? Además de atender las estrategias lingüísticas incluyentes ya citadas, es necesario reconocer y combatir las numerosas expresiones sexistas que persisten en todos los países de habla hispana, por ejemplo:

Feminizar ofende. ¿Quiere usted agraviar, ridiculizar o degradar a un varón? Es muy sencillo: feminícelo. Recurra directamente al femenino del insulto o dígale que llora o baila como niña, se queja o fastidia como mujer, es un mantenido o parece maricón. No olvidemos que la homofobia es prima hermana de la misoginia y que en nuestras culturas prevalece el mito de que todos los hombres homosexuales en el fondo son o quisieran ser mujeres.

Licencias lingüísticas masculinas. Si usted es mujer, ¿ha notado que en distintas situaciones cotidianas hay hombres que se arrogan el derecho de hablarle con una familiaridad que no usarían con uno de sus pares, usar palabras cariñosas o de clara referencia a su físico, sin conocerla en absoluto? Un empleado en un aeropuerto o banco la llama «nena» si usted es joven o «linda» si ya no lo es tanto, pero conserva cierto atractivo; un camarero la llama «damita» o usa otro diminutivo que no viene al caso. Si usted es la camarera o la empleada y él es el cliente, peor será.

Imposibilidad de expresarse acerca de una mujer sin mencionar su físico o su relación con un hombre. Una constante en conversaciones, reportajes periodísticos, editoriales, noticias y prensa rosa es que cuando se habla de una mujer, aun cuando se destaque su talento, carácter, actitud profesional o determinación para afrontar la vida, se añade alguna observación sobre su belleza o falta de ella, su atractivo sexual gracias o a pesar de su edad, delgadez o gordura. También es común definirnos a partir de nuestra relación erótica o afectiva con un hombre: «es la mujer de Fulano» o «la ex amante de Sutano». Asimismo, cuando se señala el machismo o la misoginia en el comportamiento o la actitud de un hombre es común que éste responda aludiendo a entes supuestamente universales y exclusivamente femeninos, como la belleza o la ternura, para justificar o eliminar del intercambio dicho comportamiento o actitud. Pensemos en respuestas tipo «¡Cómo pueden tacharme de misógino, si me encantan las mujeres!», «¿Machista, yo? Si lo primero que reconozco es su belleza, mucho hacen con alegrarnos con su presencia» o «¡Qué guapa te ves enojada!».

El cuerpo de las mujeres como bien público. El cuerpo de las mujeres no es suyo, pertenece y sirve a las televisoras, las agencias de publicidad, los medios electrónicos, las empresas que organizan concursos de belleza para niñas de 5 años hasta mujeres de veintitantos, los rotativos que adornan las páginas deportivas con semidesnudos femeninos, las instituciones religiosas, el Estado y sus políticas de control o fomento de la natalidad o los ejércitos que han hecho de la violación un arma de guerra. El vínculo entre estos usos del cuerpo de las mujeres y la violencia verbal, psicológica, económica, sexual y física que se ejerce contra ellas se explica por un continuo que parte del cuerpo de las mujeres como el principal elemento que las define en el contexto social, un cuerpo que es propiedad de una sociedad patriarcal que califica y descalifica conforme a su imagen, se apropia y desprecia con base en lo meramente visual, premia y castiga principalmente por cómo nos vemos, qué edad tenemos y qué tan sexuales somos o parecemos. Son incontables los programas de televisión de habla hispana donde las mujeres son fundamentalmente atractivo visual o blanco de toda clase de bromas de mal gusto, programas que forman opiniones y modelos de comportamiento. La publicidad no solo continúa perpetuando los estereotipos del éxito masculino (dinero y sexo) y el éxito femenino (casa impecable, ropa sin gérmenes, niños sanos y comida rica); además, el cuerpo de las mujeres sigue siendo el objeto publicitario más rentable y funciona para vender prácticamente cualquier idea, producto o servicio. Se trata de un cuerpo que no es un espacio íntimo del que solo dispone su dueña, por eso en nuestras culturas tantos hombres se viven con el derecho de violentarnos por la calle con los mal llamados piropos, de invadir nuestra intimidad o interrumpir nuestros pensamientos cuando caminamos solas por la calle, y se transforman en corderitos cuando vamos acompañadas de un hombre, al que no solo consideran como un par, sino como dueño de nuestro cuerpo… y entonces nos convertimos en propiedad ajena. Por eso es posible fotografiarlo, dibujarlo, tocarlo, mirarlo o gozarlo sin permiso, transformarlo en herramienta de marketing, violarlo, golpearlo o mutilarlo.

Visto el panorama, casi dan ganas de dar la razón parcialmente a los académicos y sus inoportunos informes. Reflexionemos sobre el lenguaje periodístico, cómico, publicitario, empresarial, militar y político, pero también sobre nuestro lenguaje cotidiano, casi siempre plagado de expresiones que denotan una doble moral, fomentan estereotipos y legitiman la violencia sutil o descarnada.

28 de Marzo de 1920: Se instaura el voto femenino en Estados Unidos

Teniendo como antecedente y motor de causa la lucha por los derechos de las mujeres y los movimientos feministas que además de las reformas sociales y económicas buscaban cambios civiles como el derecho al sufragio, un día como hoy pero de 1920 se instaura en Estados Unidos el voto femenino.

Como dato histórico es de saberse que el sufragio femenino ya había sido aprobado en otros países y en algunos casos también había sido revocado tras su aprobación, así mismo es de saberse que aunque Estados Unidos otorgaba el derecho femenino al voto no se trataba de un derecho universal, pues ni hombres ni mujeres de otras etnias podían emitir sufragio.

Como dato curioso vale mencionar que el sufragio femenino ya había sido aprobado en Nueva Jersey en 1776, pues se utilizó la palabra personas en lugar de hombres en las leyes que regían el voto, provocando que las mujeres pudieran votar. Tal resolución fue corregida en 1807 y el voto volvió a ser sólo un derecho masculino.

Organizaciones de Mujeres denuncian como FEMINICIDIO, asesinato de la concejala Juana Quispe Apaza en Bolivia

Las organizaciones de mujeres denuncian este caso como un femicidio. Juana Quispe era integrante de la Federación Departamental de Mujeres Campesinas Indígenas y Originarias de La Paz Bartolina Sisa, una entidad afín al Movimiento al Socialismo.

Con manifiesto de repudio, rechazo y condena a este feminicidio de la concejala Juana Quispe Apaza, del municipio de Ancoraimes, de la provincia Omasuyos del departamento de La Paz, se pronunció el Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (CIDEM), tras su muerte el pasado 13 de marzo.

Apaza, además de dirigenta de las mujeres campesinas en la provincia Omasuyos, también fue una de las gestoras del proyecto de Ley Contra el Acoso y Violencia Política que se encuentra en la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.

Las investigaciones de la fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz presumen que el asesinato de la municipalista sería consecuencia de una venganza de orden político.


Quispe, elegida como concejala por la agrupación ciudadana FSUTCLP-TK, e interpuso dos recursos de amparo contra todos los concejales y contra el alcalde de Ancoraimes, pues no se le permitía participar en las sesiones, señala CIDEM.
Agrega que la justicia declaró procedente el recurso, ante lo que intentó habilitar a su suplente, pero tampoco se le permitió hacerlo, así que presentó un nuevo recurso que también fue declarado procedente.

La jornada nacional de acullico, el 12 de marzo, fue la última actividad pública en la que Juana Quispe Apaza participó, y al día siguiente apareció asesinada.

Las investigaciones preliminares establecen que la concejala fue estrangulada. Su cadáver ha sido encontrado en inmediaciones del río Orkojahuira, en la ciudad de La Paz.

Por tanto, el CIDEM, organización defensora de los derechos humanos de las mujeres, exigió a las autoridades policiales, fiscalía y operadores de justicia que el asesinato de la concejala no quede en la impunidad.

DECLARACION DEL III ENCUENTRO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE DE MUJERES RURALES

Santo Domingo de los Tsáchilas, Ecuador, 9 de Marzo del 2012
Las Mujeres rurales de Latinoamérica y el Caribe: de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, que conformamos la REDLAC, así como la representación de mujeres rurales de Guinea Bissau, reunidas del 6 al 9 de marzo de 2012, en la Provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas en Ecuador, con el propósito de analizar la situación específica que vivimos las mujeres rurales en relación a tierra, agua, violencia, derechos y comunicación.

Las mujeres rurales vivimos un estado de postergación por la pobreza de ingresos económicos y oportunidades políticas y sociales; pero a la vez, nuestro espacio de vida es infinitamente rico en redes de solidaridad, recursos naturales, tradiciones y biodiversidad que tienen valor y estamos decididas a defender.

Por lo que:
Reafirmamos que la intensiva explotación minera de las transnacionales, la concentración de tierra en pocas manos, el desplazamiento y la inequitativa comercialización de nuestros productos, agudizan nuestra condición de pobreza y la pérdida de nuestras riquezas naturales.

Tenemos la firmeza que, la escasez, contaminación y el calentamiento global, reducen la posibilidad de ejercer nuestro derecho humano al agua.

Denunciamos que la triple jornada de trabajo, sin ningún reconocimiento económico, político y social, los elevados niveles de analfabetismo funcional, el desarraigo, desterritorialización y desplazamiento forzado derivado de conflictos sociales, económicos, políticos, culturales, ambientales y del narcotráfico, la invisibilización de la violencia contra las mujeres rurales en las estadísticas oficiales que ocultan su alto índice, consolidan la afectación del estado psicoemocional de las mujeres rurales, su baja autoestima, perpetuando las diversas formas de violencia y el femicidio.



Ratificamos que el modelo sociocultural patriarcal-machista, la cultura de sumisión, los estereotipos de género y las barreras que impiden el acceso a espacios políticos de toma de decisión, postergan la construcción de las mujeres rurales como sujetas de derechos.
La falta de acceso a la información y a las tecnologías de comunicación, el desconocimiento de los derechos desde las mujeres rurales, nos mantienen aisladas del conocimiento y ejercicio de los mismos.

Frente a ello demandamos:
1. Implementar políticas de mitigación y adaptación al Cambio Climático con programas y proyectos con
Financiamiento que incorporen las demandas de las mujeres rurales.
2. Asegurar la tierra para la producción de alimentos, preservándola de la concentración en pocas manos, el agua para riego y consumo humano, con una administración comunitaria del agua, desde la acción y exigencia de los derechos de las mujeres rurales y la participación activa en los espacios de toma de decisiones.
3. La aprobación de políticas nacionales de reforma agraria equitativa para el desarrollo del agro que garanticen la tenencia no sólo de la capa arable de la tierra sino también del subsuelo, con énfasis en agricultura familiar con enfoque de género e interculturalidad como estrategia sostenible de lucha contra la pobreza de ingresos y oportunidades.
4. Fortalecimiento de las organizaciones de mujeres rurales mediante políticas públicas para la efectiva participación en los espacios nacionales e internacionales de toma de decisiones.
5. Políticas para la creación, fortalecimiento y recuperación de los mercados rurales locales, regionales y nacionales con énfasis en la producción orgánica y de la economía solidaria.
6. Recuperación y conservación de forestales y semillas nativas frente al uso de transgénicos.
7. Que se declare y se garantice el cumplimiento del derecho al agua como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad.
8. Asegurar que todo el marco legal incorpore propuestas surgidas desde lo rural y el reconocimiento de los trabajos compartidos.
9. Garantizar el Sistema de Acceso y Atención Oportuna al Aseguramiento social campesino de las mujeres rurales.
10. Generar estadísticas oficiales con enfoque de género sobre la situación de las mujeres rurales (salud, educación, violencia, producción, comercialización y participación política)
11. Asignar presupuesto público para la lucha contra la violencia a las mujeres rurales y posicionar el tema de la violencia en la agenda de los organismos internacionales, ocasionadas por todos los tipos de violencias: sexual, física, psicológica, laboral, económica, política y patrimonial.
12. Institucionalizar Escuelas de Formación de Mujeres Rurales a nivel local, nacional, regional.
13. Promover programas de acceso al crédito flexible para impulsar la producción y comercialización, y garantizar la soberanía alimentaria.
14. Acceso universal y capacitación en Tecnologías de la información y la comunicación
(TIC´s) en lo rural.
15. Impulsar la implementación de la Agenda de Mujeres Rurales del III ENLAC en las Agendas Estatales de cada País y de gobiernos sub nacionales.
16. Elaboración y vigencia de marcos normativos que sancionen la comunicación sexista y el uso de la imagen de las mujeres rurales como un objeto.
Por lo expuesto demandamos a nuestros gobiernos e instancias internacionales el cumplimiento de estas exigencias y así mismo declarar la DECADA DE LA MUJER RURAL, como una estrategia que permita compensar las brechas y desigualdad que afectan a las mujeres rurales.

Mujeres rurales de Latinoamérica y El Caribe firmes en nuestros saberes, persistentes en nuestros derechos.

“Nosotras damos de comer a la humanidad”

Blanca Diego / Periodismo Humano
La Red de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe se ha reunido en Santo Domingo y consensuado una serie de reclamaciones sobre el Cambio climático, la soberanía alimentaria, el cuidado del agua, la erradicación de toda forma de violencia y el derecho al acceso a la comunicación y sus diversas tecnologías.

"El tiempo y el destino nos han golpeado pero ¡basta, sigamos adelante! Seamos propositivas y superemos la desigualdad"
Con estas palabras quedó inaugurado el Tercer Encuentro de la Red de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe (Red LAC), que se celebró del 6 al 9 de marzo en la localidad ecuatoriana de Santo Domingo de los Tsáchilas. El encuentro concluyó con la definición de una agenda propia de temas con la que “queremos golpear la voluntad de los tomadores de decisiones”.

Ha sido la tercera vez, en sus 22 años de vida, que la Red LAC generó un espacio y un proceso para mujeres rurales, quienes reclaman que tradicionalmente han estado ausentes en conferencias y reuniones feministas. La Red LAC quiere que Naciones Unidas declare la Década de las Mujeres Rurales, algo que podría concretarse si continúa el énfasis, mostrado desde inicios de año, en el papel fundamental que tienen las mujeres rurales del mundo en la erradicación del hambre y la pobreza. Para la Red se trata de una estrategia clave que permitirá compensar los años de exclusión, las brechas y la desigualdad que afectan a las mujeres rurales de Latinoamérica y el Caribe y a nivel global.



Dos actos celebrados en este mes de marzo centraron su atención en las rurales. La Sesión 56 sobre la Situación de la Mujer de ONU y el discurso “Empoderar a las mujeres rurales: Acabar con el hambre y la pobreza”, de la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, por el 8 de marzo, donde afirmó que: “Abrir las oportunidades económicas a las mujeres haría aumentar el crecimiento económico y reduciría la pobreza considerablemente”.

Nosotras parimos la tierra

Las prioridades de la Red de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe han quedado estampadas en la Declaración de Santo Domingo. Los acuerdos hacen referencia al cambio climático, la soberanía alimentaria, el cuidado del agua, la erradicación de toda forma de violencia y el derecho al acceso a la comunicación y sus diversas tecnologías (TIC).

Según la FAO, entre 100 y 150 millones de personas padecen hambre en el mundo. Y según las mujeres de la Red LAC, la producción agrícola a pequeña escala está en manos de las mujeres del campo pero la falta de visión y de planes que apoyen este potencial económico han llevado al mundo a padecer hambre, a la escasez de alimentos para humanos, a precios desorbitantes de los productos y a la pérdida de la soberanía alimentaria de los países productores.

En la Declaración de Santo Domingo, la Red exige la recuperación y conservación de forestales y semillas nativas frente al uso de transgénicos. Para muchas mujeres el acceso a semillas y a créditos es imposible porque no son propietarias de su tierra o no tienen la titularidad, así que ésta es una de las principales reivindicaciones de la Red LAC, “seguimos dependiendo de nuestros maridos, padres, hermanos o tíos como si fuéramos chicas pequeñas”. La prioridad, por lo tanto, es tener leyes y reformas agrarias que concedan todos los derechos relacionados con la titularidad y propiedad de la tierra, la autonomía de la mujer es urgente, sin este avance la violencia física y psicológica no disminuirá.
“Nosotras damos de comer a la humanidad”, “nosotras parimos la tierra”, fueron algunas frases repetidas durante los cuatro días de discusiones y debates acalorados y exposiciones magistrales a cargo de las propias campesinas e indígenas participantes. Algunas de ellas llegadas de México, como Berta Herrera, de Morelos, quien por primera vez en su vida había viajado en avión: “he gritado mucho, pero la reunión ha merecido la pena”, era su primer encuentro, o ENLAC, y piensa repetir porque la libertad que respiró entre las mujeres esos días no la había sentido jamás en su vida.

Nosotras cuidamos las fuentes de agua

La Red exige que se declare y se garantice el cumplimiento del derecho al agua como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad. Sin el trabajo de las mujeres del campo la humanidad moriría de hambre: hoy con más razón que antes porque, en líneas generales, los hombres son jornaleros para las grandes empresas transnacionales, es decir, trabajan en las plantaciones industriales dedicadas a la exportación; mientras que las mujeres se quedan en la tierra familiar o comunal. “Nosotras labramos y cosechamos para alimentar los mercados internos y, obviamente, a nuestras familias”, dice Florencia Aróstica, de Chile. Las mujeres han querido dejar patente que la escasez de agua, la contaminación y el calentamiento global reducen la posibilidad de mejorar su vida y la de sus familias, y conduce a la feminización de la pobreza. En palabras de la lideresa peruana quechua, Lucinda Quispealaya, “la seguridad alimentaria, la calidad y preservación del agua o el tratamiento de basuras está en nuestras manos, somos nosotras en nuestras comunidades y hogares donde ejercemos las buenas prácticas”.

Vilma Chiroyca, una joven de Guatemala, primeriza en la Red LAC, salió renovada del encuentro y satisfecha de haber participado en la construcción de una agenda de cambio e incidencia política exclusiva para las mujeres campesinas, rurales, indígenas. Vilma insiste en que los niveles de violencia y discriminación hacia las indígenas en su país son “intolerables”. En el encuentro ha recibido más fuerzas y más estima para seguir dando la pelea. Estar organizadas en un nivel superior al nacional se vuelve hoy una condición imprescindible.

Las dificultades en el continente no son tan diferentes

Desde Panamá del Movimiento de Mujeres Rurales Costa Abajo de Colón, Julia Núñez explica que el cambio climático se da por las deforestaciones, “por eso nuestro país está en una situación difícil peleando por las tierras, hay mal manejo de las tierras, estamos en esa lucha, apoyamos a los indígenas porque no queremos que haya explotaciones mineras”.

Sin escatimar palabras, las mujeres criticaron, con la legitimidad que les otorga su vivencia personal, a las transnacionales por los abusos que cometen en los territorios rurales; denunciaron la contaminación provocada por la explotación minera y petrolera aceptada por sus gobiernos; denunciaron el mal uso que se hace del agua en las áreas urbanas; y exigieron el fin de la violencia cometida contra ellas, aquella que sufren en el hogar y la que es producto de la prostitución impuesta por las compañías, por el tráfico de armas o de drogas, o aquella perpetrada de forma sistemática y premeditada en el conflicto armado de Colombia.

Para Margarida Pereira da Silva, otra de las históricas de la Red, llegada desde Pernambuco, Brasil, y parte del Comité internacional de la Red, “las dificultades que tenemos las mujeres rurales del continente en temas como tierra, productividad, agua y violencia no son tan diferentes, por ello lo importante es fortalecer la organización para transformar esta sociedad injusta aún con las mujeres del campo”.

Hacer visibles a las mujeres rurales del continente, hacer oír su voz y exigir sus derechos, es la gran meta de la RED LAC. Mientras unos defienden que hay que convertir Río+20 en un proceso mundial de fuerte movilización y se prepara la Cumbre de los Pueblos paralela a la Cumbre de Estados, la red LAC apuesta por tener incidencia al más alto nivel. Fruto de esta visión y de negociaciones, el gobierno de Ecuador llevará la agenda de la Red a la cumbre oficial Río+20. Las mujeres permanecerán vigilantes para que la promesa se cumpla.

Muchos cantos, muchos bailes, risas sin pudor y derroche de comprensión y calor humano; también diferencia de pareceres e ideologías opuestas. Llegar a una agenda única no les ha resultado fácil porque la embestida en los campos latinoamericanos del gran capital es violenta y arrasa con todo: “el tema de los desalojos, hasta ahora es duro, en mi provincia siempre se pierde una vida y eso es triste para nosotros”, dice otra histórica de la Red, María Elena Ovejero de Argentina. La Declaración de Santo Domingo contiene exigencia de derechos y propuestas de cambio para la incidencia política. En ella plasman la necesidad de alzar su voz propia sin intermediación de autoridad alguna.

Mujeres latinas ganan menos que resto de la población de EEUU según informe

EFE.- Los salarios inferiores a la media nacional persisten entre la mayoría de las mujeres latinas, que ganan un 40 % menos que un hombre estadounidense blanco, según el Consejo Sindical para el Avance de los Latinoamericanos (LCLAA, siglas en inglés).

La entidad, que representa a dos millones de latinos de diferentes sindicatos, presentó hoy un informe que denuncia que las latinas conforman el segmento poblacional, tanto entre hombres como mujeres, con el menor nivel de ingresos en su trabajo.

En concreto, las mujeres de origen latino cobraron en 2010 una media de 508 dólares a la semana, inferior a los 592 dólares que ganan de media las afroamericanas y los 684 de las ciudadanas blancas.

"El 65 por ciento de las mujeres latinas en este país solo tienen una educación de escuela media o inferior, y el nivel de educación define en gran parte las oportunidades que una mujer puede aprovechar en el ámbito laboral", destacó a Efe Andrea Delgado, una de las autoras del informe.


Delgado apuntó que la mayoría de hispanas realizan su trabajo en negocios vinculados a la venta comercial, la preparación de comidas, la limpieza de casas y edificios, la asistencia sanitaria y el cuidado de niños, entre otros.

"Son trabajos en los que una latina no gana suficiente para mantener a una familia y mejorar", lamentó Delgado.

Alega el informe que la mayoría de mujeres persisten en puestos de baja remuneración y calificación que impiden a las familias salir de situaciones de pobreza, satisfacer las necesidades básicas y conseguir una estabilidad financiera.

El texto del sindicato ve a la mujer latina más vulnerable a sufrir en el trabajo ataques contra sus derechos, a la vez que más indefensa para denunciarlos, algo contra lo que "el derecho laboral no puede proteger a las trabajadoras".

La autora del estudio justifica que "si una latina no habla el idioma o es una recién llegada al país, si en general no sabe sobre sus derechos laborales, no sabrá identificar si sufre un acoso sexual en el trabajo o un robo salarial".

Un mejor nivel educativo se perfila como la solución para acabar con estas rentas menores, según el documento, que dibuja un sector todavía pendiente de explotar y que podría contribuir a la mejora.

El sector de la economía verde significa para las hispanas "nuevos trabajos en la energía verde y en la eficiencia energética, que, aunque sean sectores tradicionalmente poco ocupados por mujeres, demandarán muchos empleados en los próximos cinco años", apuntó la autora.

Otro de los asuntos que preocupan a los investigadores es la salud: el nivel de mujeres latinas sin seguro médico (29,1 %) duplica de largo la falta de cobertura asistencial entre las mujeres de etnia blanca (12,8 %).

Para Delgado, la reforma sanitaria promovida por el Gobierno de Obama no soluciona el problema porque ni contempla la posibilidad de que los indocumentados se aseguren, ni se lo permite a los inmigrantes con una situación regularizada en los primeros cinco años en el país.

Entre las prioridades políticas, el informe aboga por aumentar la dotación presupuestaria de las agencias que hacen inspecciones laborales, por garantizar el pago de los días de baja, promover finalmente la reforma migratoria y mejorar el acceso a la atención médica.

El director ejecutivo de LCLAA, Héctor Sánchez, subrayó a Efe las desigualdades que persisten entre la población hispana femenina e instó a que "se acabe con el extremismo en el país, que está afectando a comunidades enteras y particularmente a las latinas".

Denuncian ante Cidh atentados contra los derechos de las mujeres en Colombia

EFE.- La Red Nacional de Mujeres de Colombia denunció hoy ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) el incremento de los casos de violencia contra la mujer y la falta de efectividad de las políticas del Gobierno para erradicar la vulneración de sus derechos.

"En Colombia aun persiste una alta cantidad de casos de violencia contra las mujeres, y pese a que existen normas para la protección, no se están implementando", expuso Linda Cabrera, abogada de Sisma Mujeres.

Según afirmó la peticionaria, el aumento de las amenazas contra las mujeres y contra las defensoras de derechos humanos se pone en evidencia con la experiencia de su propia organización, que desde su fundación en 1998 no había sufrido ninguna amenaza hasta 2010, momento de "presunta desmovilización paramilitar" en el país.


Entre el 70 y el 80 por ciento de las mujeres colombianas que sufre alguna agresión en el ámbito doméstico no denuncia su situación, y según la contabilidad de la Red Nacional de Mujeres, se dan 191 casos al día en todo el país, 8 a la hora.

En cuanto a los datos ofrecidos por las peticionarias en el 144º periodo de sesiones del organismo, añadieron que según sus reportes 47 mujeres sufren al día episodios de abuso sexual, mientras que se dan unos 8 casos al mes de abusos en el marco del conflicto armado.

"La respuesta del Estado es bastante deficiente, no existen políticas efectivas ni aplicación de la reglamentación de no violencia contra la mujer.

En algunos casos existen profusas medidas pero un incumplimiento sistemático de las mismas", añadió Cabrera. Además expusieron las violaciones contra el derecho a la salud reproductiva de la mujer en Colombia, y aseguraron que el 99 por ciento de los abortos que allí se practican son ilegales, lo que implica un alto riesgo para su salud.

Las peticionarias solicitaron a la Comisión que "continúe con el seguimiento a la situación de las mujeres en Colombia, que exprese su preocupación por la violación del derecho al aborto por funcionarios públicos y que lleve a cabo una visita para el seguimiento de la situación.

La asesora de la Alta Consejería colombiana para la Igualdad de la Mujer, Ana María Ferguson, representante del Estado, explicó que el Gobierno colombiano ya está llevando a cabo medidas enfocadas a poner fin a un problema "reconocido" en el país.

Ferguson explicó que la Adminitración del presidente Juan Manuel Santos ha triplicado el presupuesto para la Consejería para la Igualdad y ha elaborado diversas políticas encaminadas a una tolerancia de cero en cuanto a la violación de los derechos de las mujeres.

El representante de la Fiscalía General de Colombia, Néstor Armando Nova, afirmó que su organismo "está haciendo un estudio muy puntual sobre los atentados sexuales dentro del conflicto interno".

Además, el Estado anunció la entrada en vigor el próximo junio de nuevas políticas para trabajar sobre los casos de desigualdad y violencia contra la mujer.

domingo, marzo 25, 2012

La criminalización de los feminismos y otros (s)ismos

Fuente: gezialepoan / GARA
La violencia a la que estamos expuestos los seres vivos de este planeta se extiende ya hasta el infinito. Torturas sexistas (duras y muy duras). Ilegalizaciones, acusaciones y criminalizaciones. Guerras y más guerras. Extinción y domesticación de las especies. «Hermanos musulmanes» que vetan y reprimen a nuestras hermanas árabes. Imperialismo, exterminio y euro ordenes. Radioactividad nuclear e intoxicación mediática. El mundo se retuerce entre sismos revolucionarios y tsunamis reaccionarios. ¿Alianzas políticas? Solo una gran metamorfosis colectiva y cósmica puede transformar esta pesadilla mundial en un sueño plácido y libertario. Mientras la deseada metamorfosis va tomando cuerpo en la matriz universal, y con la sana intención de darle la vuelta a este cataclismo, no nos queda otra opción que seguir pensando en lo que tenemos más cerca, en la construcción de una Euskal Herria feminista y socialista, hermanada con otros pueblos del mundo, y por supuesto no quisiera olvidarme de la importancia de otros ismos como el ecologismo, el antimilitarismo... ya que es conveniente hablar de movimientos, categorías e identidades relacionales que engloban nuestras luchas políticas y personales.

Las fusiones de las categorías relacionales entran en juego en nuestro propio cuerpo y lo conforman. Estas categorías relacionales son altamente versátiles, entrelazadas y casi inseparables analíticamente. Son formaciones (no esencias), formaciones ideológicas, raciales, sexuales, de clase, de género. Nos encarnamos en este juego de fuerzas y de relaciones conflictivas, conflictuadas entre sí, y gracias a la comprensión de las mismas contrastamos las diferentes versiones de los hechos hasta ser capaces de articular nuestras propias genealogías políticas. En el proceso de constitución de dichas categorías relacionales, adquiere una enorme relevancia lo que entendemos por posicionamiento político.



La filósofa de la ciencia Donna Haraway se define como feminista marxista (como hija ilegítima de Marx) en la introducción a sus tesis, y esta declaración funciona ante el público lector como un aviso para navegantes. De esta manera, Haraway profundiza en la idea de sujeto situado y de objetividad fuerte, ahondando en la figura de un testigo modesto transgresor: «Mi testigo modesto jamás será simplemente un antagonista. Más bien es suspicaz, implicada, conocedora, ignorante, preocupada y esperanzada; se compromete con aprender a evitar las narrativas y realidades que amenazan el mundo, e intenta aprender a practicar las conciencias diferenciales».

La práctica de las conciencias diferenciales nos conduce a la búsqueda de conexiones consecuentes y contingentes. Tal y como nos recuerda la especialista en género, nación y cultura popular Helena González: «Nos toca explicar quiénes somos nosotras en las formulaciones nacionales, y quiénes somos en las formulaciones feministas. Resolver el conflicto identitario que supone conjugar un discurso en principio internacionalista y transversal como el del feminismo con los discursos nacionalistas». Nuestra tarea como feministas vascas, por lo tanto, también debe centrarse en evitar que en esta ocasión el discurso nacionalista se priorice y actúe como paraguas totalizador, ya que el nacionalismo logra comúnmente el efecto ideológico de un discurso completo y supuestamente macropolítico, mientras que las cuestiones feministas (u otras cuestiones ísmicas) no consiguen una identidad autónoma macropolítica y permanecen en un gueto.

Hay quienes, al mismo tiempo que luchan y resisten, piensan también en la posible resolución de los conflictos, en la reconstrucción, y plantean las dificultades de las diversas cuestiones que nos afectan a todas las personas. Otros, sin embargo, se dedican a contemplar impasivos la destrucción de nuestras culturas, la violación de nuestros cuerpos y la contaminación del mar y la tierra que nos acoge; y hay quienes se decantan por intoxicarnos más si cabe, por ejemplo, emborronando las páginas de los medios de comunicación con insultos, mentiras y un sinfín de aberraciones grotescas. Sin ir más lejos, al hilo de las detenciones de activistas anticapitalistas y feministas acusadas de haber profanado la capilla del Campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid, algunos fascistas indeseables han esgrimido su pluma diciendo que las detenidas son unas zorras proetarras. ¿Estamos ante una nueva oleada de criminalizaciones? ¿Hasta dónde va a llegar la fórmula todo es ETA, todo vale contra las disidencias (disidencia = terrorismo)? Si ya lo dijo el lehendakari Ibarretxe en una ocasión: «La cuarta ola feminista va a surgir en Euskal Herria, y la vamos a protagonizar los vascos y las vascas».

Con estos hechos, torturas, ilegalizaciones, criminalizaciones,... se pone de manifiesto lo que Nietzsche señaló como la condición del juicio, es decir, la conciencia de tener una deuda para con la divinidad. Una deuda que se vuelve infinita, por lo tanto impagable. Friedrich, nuestro querido travelo, aquel elefante hembra que parió centauros, no dudaba de la existencia de una justicia que se opone a todo juicio, según la cual los cuerpos se marcan unos a otros, y así la deuda se asienta directamente en el cuerpo. De esto se deduce que el derecho no tiene la inmovilidad de las cosas eternas, sino que se desplaza sin cesar entre familias o grupos que deben derramar o devolver la sangre. Todo un sistema de crueldad, ciertamente, signos terribles que labran los cuerpos, pero según la filosofía nietzscheana, aunque cruel y agresiva, la justicia cuerpo a cuerpo es una escritura de sangre y de vida que a diferencia de la doctrina del juicio, no nos condena a un avasallamiento sin fin ni anula los procesos libertarios.

¿Hasta cuándo y hasta dónde, como afirma Deleuze, los dioses y los hombres (los hombres endiosados: militares, policías, curas, banqueros...) van a seguir elevándose a la actividad de juzgar (de asesinar, de torturar, de exterminar la vida en este planeta) por encima del bien y del mal? La doctrina del juicio aparece en el Apocalipsis o el Juicio Final. Los jueces parecen mantenerse siempre más allá. ¿Más allá del bien y del mal? Contra sus instancias y sus personajes, solo la lucha carnal se opone al juicio divino. Una lucha justa, una lucha de justicia. La lucha a la que nos referimos no es en absoluto la guerra, no es una voluntad de destrucción. En la guerra, afirma Deleuze, «La voluntad de poder sólo significa que la voluntad quiere el poder como un máximo de poder o de dominación; Nietzsche considera la guerra como el grado más bajo de la voluntad de poder, su enfermedad. La lucha, por el contrario, es esa poderosa vitalidad que completa la fuerza con la fuerza, y enriquece aquello de lo que se apodera». Revoloteemos pues hasta captar en todas las direcciones el máximo de fuerzas posibles, de las cuales cada una recibe sentidos nuevos al entrar en relación con las demás.

Los sujetos políticos feministas nos estamos exponiendo en este intento de huir de esa forma moral y teológica. Nuestra situación política consiste, en parte, en manejar de la mejor manera posible esa exposición. Nuestro deseo nos incita a pensar en las posibilidades de mundos vivibles, más justos. Las feministas, como sujetos políticos y creadores, somos agentes y fuentes de nuestra visión. Imaginamos un mundo que nos separa de los imaginarios misóginos violentos; estamos confrontadas con las narrativas de la guerra como órgano reproductivo masculino. No en vano, de una manera o de otra, sufrimos el trauma y la violencia por no encajar en las normas. Pero ese no encajar en las normas nos permite mantener posiciones de poder y de autonomía. Nuestras voces son analíticamente poderosas, precisamente por estar fuera del juicio imperante y colonizador. Somos conscientes de que nuestro cuerpo es un campo de batalla, es el lugar donde se libran las luchas, donde suceden los conflictos, donde afloran el amor y el odio, los afectos y las intensidades. Cuerpos anormales y transgresores. Cyborgs, zorras y perras mutantes, mestizas, sujetos nómadas, netianas, pornoterroristas, multitudes queer y otros inapropiados... figuraciones que forman parte de una fauna disidente y muy prolífera, textualidades y corporalidades subversivas que nos animan a transgredir los juicios divinos y las imposiciones normativas. Máquinas extraordinarias que elaboran múltiples series de repeticiones que liberan. El cuerpo marcado es un lugar crítico de contestación, fundamental para el lenguaje de las políticas libertadoras. La cuestión, dice Haraway, es marcar una diferencia en el mundo, arriesgarnos por unos modos de vida y no por otros. Para ello, se debe estar en la acción, ser finita y sucia, y no limpia y trascendente.

Feminicidio, un mal ancestral

Por Sinay Céspedes Moreno / Revista Mujeres
En medio de las acciones mundiales por igualdad social para las mujeres, el feminicidio o asesinato de mujeres por razones de género anualmente cobra numerosas víctimas en todo el orbe, y es un delito frecuente en estados latinoamericanos y caribeños.

Para los defensores del sexo femenino, luchar contra las inequidades y aplicar reformas educativas son factores clave en el intento de frenar la elevada incidencia de ese flagelo.

Asimismo, muchos coinciden en que en la búsqueda de soluciones contra ese mal se deben incluir componentes socioeconómicos, ideológicos y legales, e involucrar a todos los sectores de la sociedad.

Con el objetivo de eliminar esa práctica, son varios los gobiernos, sobre todo latinoamericanos y caribeños, que implementan programas destinados a favorecer a la mujer y condenar la violencia en su contra.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) aboga por reivindicar los derechos de ese sector de la sociedad, golpeado y minimizado por siglos.

Entre las acciones más recientes de ONU a favor de la mujer, destaca un llamado a reforzar la lucha contra la desigualdad de géneros y por el empoderamiento de las mujeres.

La convocatoria coincidió con las celebraciones a nivel mundial por el Día Internacional de la Mujer, conmemorado anualmente el 8 de marzo, fecha en la cual se alzan miles de voces contra el feminicidio, que incluye hechos de lesa humanidad como crímenes y desapariciones.

A juicio de estudiosos de esa materia, el homicidio de mujeres está vinculado fundamentalmente a las relaciones de inequidad y exclusión que enfrenta ese sector de la sociedad.

Según estiman algunos expertos, las mujeres entre 15 y 44 años enfrentan mayor probabilidad de ser mutiladas o ultimadas por hombres, que de morir víctimas de cáncer o enfermedades como la malaria, en accidentes de tráfico o guerras.

Por su parte, el Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas indicó que la desaparición de representantes del género femenino se debe también a otras prácticas en diferentes regiones del orbe.

Entre ellas destacan el aborto selectivo para interrumpir embarazos cuando los fetos son hembras, el infanticidio en algunos estados donde hay preferencia por los varones, y la falta de alimentación y atención médica a las niñas para priorizar el cuidado y salud del sexo masculino.

También influyen en el feminicidio los denominados asesinatos por cuestiones de honor, las muertes de dotes, el tráfico de mujeres y la violencia doméstica.

Esos males han sido abiertamente tratados por defensores de los derechos de las mujeres, sobre todo en los países latinoamericanos y caribeños, donde abunda el fenómeno.

En esas zonas existen 14 de los 25 estados con mayor tasa de muertes violentas de mujeres, de acuerdo con la organización Small Arms Survey.

En esa lista también aparecen El Salvador, Venezuela, Jamaica, Guatemala, México, Honduras, Colombia, Bolivia, Belice, Ecuador, Brasil, República Dominicana y Bahamas.

Solo en el estado guatemalteco se han cuantificado alrededor de seis mil registros de mujeres y niñas torturadas y asesinadas en la última década.

En México, los feminicidios en Ciudad Juárez y las muertas de Juárez son dos expresiones comunes para referencia a la suma de homicidios y asesinatos de mujeres de escasos recursos, ocurridos en esa localidad del estado de Chihuahua.

Aunque los datos varían en dependencia de las fuentes, los estimados indican que solo en 2010 fueron tres mil 100 las mujeres asesinadas.

Entre las naciones afectadas en otras regiones se encuentran Suráfrica, Rusia Azerbaiyán, Lituania, Belarús, Letonia, Kazajastán, Moldova, Kirguistán, Ucrania y Estonia.

Small Arms Survey resalta que alrededor de 66 mil mujeres son asesinadas cada año y un 17 por ciento de ellas son víctimas de homicidios intencionados.

El informe "Feminicidio: Un Problema Global" analizó los datos a nivel mundial entre 2004 y 2009 y concluyó que el flagelo es significativamente mayor en los territorios con altos niveles de homicidios.

La pesquisa recalca que, en general, los porcentajes son más elevados en países caracterizados por altos niveles de violencia, y en estos casos las mujeres "son atacadas en la esfera pública y los asesinatos son perpetrados en un clima general de indiferencia e impunidad".

Un tercio de los crímenes se perpetraron con armas de fuego, precisa.

Especifica además que en Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras el 60 por ciento de las muertes ocurrieron por heridas de balas, mientras en Ciudad Juárez la cifra cubrió al 80 por ciento.

Ante esos estimados, la lucha por eliminar los actos violentos y homicidios de mujeres se han convertido en prioridad de varias administraciones nacionales y en tema central del trabajo de organizaciones no gubernamentales.

De esa manera, México, Colombia, Costa Rica, Nicaragua y Venezuela son algunas de las naciones que cuentan con instituciones que apoyan los derechos de las mujeres y abogan por concederles un lugar justo en la sociedad.

A pesar de los avances, según cifras de ONU hasta los países con los mejores indicadores todavía registran desigualdades entre mujeres y hombres, en cuanto a salarios por igual trabajo y participación en la toma de decisiones, entre otros aspectos.

Fuente: PL

Las mujeres y el agua...

Por Adriana Apud (Dirección de Comunicación de UNICEF España)
El agua es uno de los recursos más preciados del planeta, es una necesidad y un derecho humano primordial. Sin embargo, casi una sexta parte de la población mundial no tienen acceso a ella. En ésta crisis, las más afectadas son las mujeres ya que, en muchas sociedades, juegan un papel central en la obtención, manejo y distribución de este líquido vital.

En Tanzania, Febronia, una mujer de 35 años de edad, ha dado a luz a siete hijos, pero por la falta de condiciones sanitarias e higiénicas sólo lograron sobrevivir cuatro. Ella y su familia viven en una choza de madera, barro y lata. Febronia dedica una hora cada día a recoger agua de un arroyo que dista a unos 3 kilómetros de su casa.

La historia de Febronia, se repite en muchos rincones del planeta. En la mayoría de los países en desarrollo, las mujeres son las responsables de la gestión del agua a escala doméstica y comunitaria. Además, se estima que las mujeres y las niñas de muchos de estos países emplean más de 8 horas diarias recorriendo de 10 a 15 kilómetros para trasladar entre 20 y 15 litros de agua por viaje, lo que puede tener un impacto negativo sobre su salud física y mental.


El agua es uno de los recursos más preciados del planeta, es una necesidad y un derecho humano primordial. Sin embargo, casi una sexta parte de la población mundial no tienen acceso a ella.

Como usuarias las mujeres pobres son las que se enfrentan día a día a la carencia y los obstáculos para acceder al agua potable. Además, son ellas quienes resuelven esta necesidad familiar, porque el agua que está estrechamente vinculada con el trabajo cotidiano que se les asigna en el interior de los hogares. El agua es vital para preparar alimentos, lavar la ropa, asear la vivienda, la higiene familiar y la producción de alimentos.

Los obstáculos para acceder al agua potable para personas más pobres pueden deberse a diferentes razones, como que la fuente quede muy alejada de la vivienda, o que el terreno de acceso sea muy accidentado (cuestas pronunciadas, terrenos pedregosos o arenosos) y al suministro insuficiente para la cantidad de personas que habitan la vivienda.

Por otra parte, la discriminación de género y su relación con el agua también afecta a millones de niñas, sobre todo cuando su papel se reduce a quedarse en casa para limpiar, preparar la comida, cuidar de los hermanos más pequeños, además de tener que ir todos los días a recolectar agua.

El agua potable y un saneamiento adecuado son tan importantes para la enseñanza como lo pueden ser los lápices, los libros y los maestros.

El agua potable y un saneamiento adecuado son tan importantes para la enseñanza como lo pueden ser los lápices, los libros y los maestros. Estos servicios, que en los países desarrollados parecen tan normales, tienen una vital importancia para que las niñas de los países en desarrollo vayan a la escuela. En muchos países hay escuelas que no tienen condiciones higiénicas adecuadas, con un suministro de agua inseguro y unas instalaciones averiadas, sucias, con lavabos y letrinas que no son adecuados para los niños, en particular para las niñas.

Si bien esta situación afecta a los niños de todas las edades, un saneamiento inadecuado perjudica especialmente a las niñas, a muchas de las cuales empuja a abandonar la escuela por falta de privacidad y de respeto a su dignidad.

Por otra parte, la dura tarea de ir a buscar agua a pozos distantes para uso familiar a menudo recae en las niñas, por razones de discriminación y de los papeles asignados en razón del género. Esto trae como consecuencia que en lugar de asistir a la escuela, las niñas pasen horas dedicadas a esa tarea de conseguir agua, y cuando tienen la buena suerte de poder asistir a la escuela están a menudo demasiado cansadas para realizar cualquier tipo de aprendizaje.

La falta de educación de las niñas conlleva la marginación aún mayor de las mujeres: las incapacita para poder mejorar su situación y para tomar decisiones importantes sobre su vida, pero sobre todo, les niega un derecho fundamental para todo ser humano: el derecho a la educación.



Hechos Y cifras sobre le agua y la mujer

· Las mujeres y las niñas emplean más de 8 horas diarias recorriendo entre 10 y 15 kilómetros para recoger agua. En cada trayecto estas mujeres y niñas transportan entre 20 y 15 litros de agua.

· En la mayoría de los países en vías de desarrollo, las mujeres son las responsables de la gestión de los recursos hídricos a nivel domestico y comunitario.

· A menudo, las mujeres han desempeñado el liderazgo en la promoción de la ética medioambiental, la reducción de la explotación de recursos y el reciclaje de los mismos, con el fin de minimizar los desperdicios y el consumo excesivo. Las mujeres, especialmente las mujeres indígenas, poseen un conocimiento particular de los vínculos ecológicos y la gestión de los ecosistemas frágiles. Las prácticas de desarrollo sostenible que no impliquen a la mujer no tendrán éxito a largo plazo.

· Un 30% de las mujeres en Egipto camina más de 1 hora al día para satisfacer las necesidades relacionadas con el agua.

· Al menos el 50% de los alimentos del mundo son cultivados por mujeres agricultoras y en algunos países africanos esta cifra alcanza el 80%.

· El 70% de las personas ciegas del mundo son mujeres que han sido infectadas, directamente o a través de sus niños, por el tracoma, una infección bacteriana ocular que se produce sobre todo en comunidades con un acceso limitado al agua.

· En África, el 10% de las niñas en edad escolar no van a la escuela durante la menstruación o la abandonan en la pubertad debido a la ausencia de instalaciones sanitarias limpias y privadas en las escuelas..

· El término Niddah significa separación. Durante su período menstrual y varios días después, a una mujer judía se la considera Niddah: se separa de su marido y no puede practicar los ritos sagrados del judaísmo. La purificación en un miqveh (baño ritual) después de su período le devuelve plenamente su estatus como esposa y miembro de la comunidad judía.

· Ya en los años 70, las mujeres africanas se implicaron en proyectos relacionados con el abastecimiento de agua y el saneamiento. En Ghana y Burkina Faso, las mujeres tienen cada vez una mayor influencia en la toma de decisiones comunitarias: son ellas las que deciden cuándo excavar nuevos pozos.

· En Ecuador, las mujeres dirigen los esfuerzos de las comunidades indígenas para fortalecer los canales y los derechos de aguas en la región andina.


Fuente: Portal del agua de la UNESCO.

Mujeres rurales de Latinoamérica y el Caribe: La tierra, primero

Por Yurién Portelles *(PL)
Siempre distantes se las ve, en una dinámica monótona que parece no tener fin. Al amanecer, calladas marchan con su hijo a las espaldas, a encontrarse con el azadón mientras el sol ilumine las manos.

Son las mujeres rurales de América Latina y el Caribe, quienes laboran 22 horas semanales más que los hombres y siete más que las féminas de las ciudades, una cifra evidente de las brechas que las separan del resto de sus congéneres en pleno siglo XXI.

El III Encuentro de la Red Latinoamericana y Caribeña de Mujeres (EnLac), presidido por Luz Haro, coordinadora nacional y miembro de la agrupación regional, puso sobre el tapete aquellos rezagos que perturban aún el acceso al desarrollo de quienes viven más cerca de donde salen los frutos.



La tenencia de la tierra, el poco o nulo acceso al agua, la violencia en todas sus manifestaciones, la negación de derechos básicos, la desigualdad en los salarios con respecto a los hombres, son flagelos comunes de los que intentan librarse al intentar posicionar estos temas en las agendas políticas nacionales e internacionales.

Para las participantes en este foro, la ausencia de políticas públicas constituye la esencia del problema de las mujeres rurales, ya que al no ser consideradas como actores sociales, se invisibilizan sus luchas por la supervivencia y se las margina.

Esta situación redunda en la persistencia de las causas que ocasionan su atraso crónico y también permite la legitimación del avance arrasador de las transnacionales por sobre sus territorios, muchos de estos ancestrales, en la mayoría de los casos con consecuencias nefastas para el medioambiente.

EXPERIENCIAS COMPARTIDAS

En el III Enlac, realizado del 6 al 9 de marzo, más de 200 participantes de 16 países intercambiaron experiencias a fin de llegar a acuerdos que posicionen sus reclamos urgentes.

Lucida Quipealaya, de la Coordinación regional del Enlac en Perú, señaló a Prensa Latina que los temas más sensibles afectan por igual a las mujeres de la región, como son la pobreza, la desnutrición, la falta de acceso a la educación y la salud.

Sin embargo, dijo, las mujeres aportan el 70 por ciento de los alimentos que se consumen en sus países, trabajan la tierra, cuidan sus niños, los ríos y tienen iniciativas para solucionar muchos de los problemas por ellas padecidos.

La salvadoreña Dora Elizabeth Nieto afirmó que la situación actual de las campesinas en la región se debe a la inexistencia de estrategias gubernamentales sobre el agro, lo cual implica la falta de reconocimiento legal y deriva en el poco o nulo acceso de ellas a la participación en la vida socioeconómica de sus países.

Otro de los grandes temas ignorados, dijo, es el de la violencia contra las mujeres agricultoras porque al desconocer marcos legales para la defensa de sus derechos, no registran los casos y como resultante no existen estadísticas de este flagelo que las azota también.

Flora Elsa Cruz, líder de la provincia argentina de Jujuy, reiteró a Prensa Latina que este encuentro permitió fortalecer el movimiento de mujeres rurales en la región; su lucha tiene puntos comunes, entre estos el acceso a la tierra, el cual considera fundamental.

URGENCIA DE POLITICAS PUBLICAS

Durante los debates en Santo Domingo, las participantes coincidieron en que si fueran equitativos los ingresos de ellas y los derechos a créditos y a tierras, reduciría entre 100 y 150 millones el número de niños desnutridos en el mundo.

Los datos de organismos internacionales confirman una relación directamente proporcional entre los altos niveles de igualdad y género con respecto a la elevada productividad.

Las delegadas, en la declaración final de esta reunión, refirieron la necesidad de que se recuperen y conserven semillas nativas frente al uso de transgénicos.

Reclamaron garantizar el acceso de todas las mujeres rurales al seguro social campesino y generar estadísticas oficiales con enfoque de género sobre la situación de ellas en cuanto a salud, violencia, producción, comercialización y participación política.

El informe final señala la urgencia de políticas públicas para la entrega de tierras a las mujeres del campo y la abolición de las condiciones de pobreza en que viven mayoritariamente, además de reducir brechas del ingreso económico con respecto al de los hombres por el mismo oficio.

Indica que la intensiva explotación minera en sus territorios por parte de transnacionales, el desplazamiento forzoso a causa de conflictos sociales y la inequitativa comercialización de sus productos, demandan atención de los gobiernos nacionales y locales con financiamiento público para revertir estos procesos.

Señala que la pérdida de riquezas naturales, el calentamiento global, la escasez y contaminación del agua les recuerdan el derecho humano al acceso a los recursos de la tierra, y en especial demandaron que el agua sea declarada patrimonio de los pueblos, iniciativa que presentarán en la conferencia Río+20.

La Declaración final explica que el modelo sociocultural machista y patriarcal imperante en esta área geográfica es portador de la sumisión y de estereotipos sobre género, convertidos en barreras que impiden el acceso a espacios civiles y dan paso a la postergación de la conclusión de planes inmediatos.

Por otra parte, se advierte que la falta de acceso a la información y a las tecnologías de la comunicación y el desconocimiento de los derechos de las mujeres rurales, aisladas del conocimiento, les impiden proyectar su cotidianidad y desempeñar su papel social.

Ante la persistencia en el tiempo de varios de estos azotes, las campesinas clamaron por políticas públicas con financiamiento gubernamental para la mitigación del cambio climático, con programas y proyectos financiados que, además, incorporen sus demandas de merecer la titulación de tierras en igualdad de condiciones.

Exigieron, entre otros acuerdos, la adopción de Reformas Agrarias que garanticen la tenencia de la tierra, no solo de la capa cultivable, sino del subsuelo, e hicieron énfasis en la necesaria agricultura familiar y el enfoque de género para enfrentar la falta de oportunidades.

Las participantes acordaron elevar la posición de la Red Latinoamericana y Caribeña de Mujeres Rurales a la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible Río+20 que se realizará este año en Brasil.

Entre de las iniciativas emanadas de este foro figura la solicitud a la ONU para que declare la Década de las Mujeres Rurales a fin de reivindicar derechos y reconocer su participación en las transformaciones sociales.

Un nuevo balance de cuánto avanzarán está previsto durante el IV Encuentro regional, con sede en Panamá en el 2017, una fecha un poco distante en el tiempo que podría diluir la fuerza más reciente acopiada entre ellas para impulsar su batalla con vistas a obtener al menos la tierra, primero que todo.

*Corresponsal de Prensa Latina en Ecuador.

Mujeres asesinadas en Dominicana superan las reportadas

Prensa Latina
Informaciones policiales dan cuenta hoy que en lo que va de año 55 dominicanas murieron a manos de sus parejas o excompañeros, pero la cifra exacta de mujeres asesinadas supera los registros oficiales.

De estas estadísticas son excluidas, sin embargo, las mujeres de nacionalidad haitiana porque se registran en el renglón de riñas entre haitianos, además de otros casos de homicidios que se incluyen en otras "categorías".

Tampoco aparecen las féminas que mueren uno o varios días después de ser agredidas por sus parejas, debido a que las autoridades solo reportan las muertes en el mismo día.

Las 55 mujeres asesinadas en 2012 han dejado 169 hijos huérfanos, la mayoría menores de 18 años, situación que refleja otra vertiente de víctimas que siguen vivas.



En este año también 13 hombres que asesinaron a sus parejas se quitaron la vida o fueron hallados muertos luego de cometer los feminicidios.

La mayoría de estos homicidios de mujeres presentaron más de una herida, fuera de bala o arma blanca, según reportes policiales.

En una alta cifra de casos, las mujeres habían denunciado a las parejas ante las autoridades por violencia doméstica.

Igualmente en muchos de los casos, las mujeres asesinadas habían sido alertadas por vecinos, amigos y familiares sobre los peligros de convivir con sus propios agresores.

Realizan seminario sobre la mujer y su lucha contra el patriarcado

Prensa Fundaayacucho
El Feminismo y el Socialismo son dos conceptos que se "hermanan", ya que ambos nacen y subsisten por la lucha contra dos sistemas "opresores y discriminatorios" como lo son el capitalismo y el modelo patriarcal, así coincidieron en afirmar reconocidas lideresas sociales, defensoras a ultranza de los derechos de las féminas en Venezuela, en el marco del Seminario "El poder de la mujer: trabajo y sociedad", organizado por la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho), con el propósito de generar un espacio para la reflexión en colectivo.

El Auditorio Simón Rodríguez, de la Torre Ministerial, ubicada en la esquina El Chorro, fue tomado este 22 de marzo por servidores de instituciones del Gobierno Bolivariano, colectivos y comunidad en general para debatir sobre el rol de la mujer, su gesta emancipadora y sus logros en materia de salud, educación y derechos humanos.

Reconocidas feministas abordaron la temática y sus diversas aristas. Para Yurbin Aguilar, psicóloga y profesora del Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y de la Escuela de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo, existen marcadas "similitudes entre dos sistemas de dominación como lo son el patriarcado y el capitalismo. Ambos se apropian de los recursos de las mujeres, obreros y obreras, reproducen la cultura de la dominación y opresión bien sea por el color de tu piel, bien sea porque eres mujer, o porque careces de recursos materiales".


En contraposición a estos modelos "existe un sistema de pensamiento y de vivencias que propone la alternativa, un pensamiento emergente como lo es el pensamiento feminista y el Socialismo, ambos significan acciones transformadoras y críticas de la sociedad. Son posturas que proponen la libertad y la igualdad entre los seres humanos", dijo Aguilar, integrante del Movimiento Manuelita Sáenz.

En este mismo orden de ideas, la socióloga Esther Pineda, investigadora y escritora sobre género, feminismo, afrodescendencia y etnias aclaró que la lucha de las mujeres no es contra la figura masculina, sino contra el sistema dominante. "Se ha creado una matriz de opinión de que las feministas quieren competir y arrebatarle el poder a los hombres, los empleos y los recursos. La lucha de la mujer es contra el modelo capitalista-patriarcal que es un sistema opresor, que discrimina no solo a las mujeres sino también a los hombres, que nos aliena y nos hace ser como ellos quieren. Nuestra lucha es por la liberación de los prejuicios de género que han sido instalados en hombres y mujeres. Así como nos asumimos socialistas y revolucionarios, así nos debemos asumir feministas, es parte de ese ser revolucionario, de ser contrasistema. En la medida que estamos conscientes de ello, podemos reivindicar el feminismo y podemos actuar en compañía de los compañeros varones".

Influencia mediática y violencia simbólica
Pineda también abordó la influencia mediática en la transformación estética de la mujer. Para la especialista, el consumismo y las intervenciones quirúrgicas son producto de la publicidad que ejercen los grandes medios capitalistas. “Hoy se promueve la modificación del cuerpo, por medio de intervenciones quirúrgicas de tipo invasivas, dietas y prácticas restrictivas, que nos llevan a una disminución de nuestra autoestima, a la pérdida de identidad como mujeres latinoamericanas, ello representa una forma de discriminación y descalificación. Somos diversas y distintas a lo que nos muestran los medios de comunicación capitalistas y así debemos aceptarnos”, enfatizó.

Por su parte, Jessie Blanco, socióloga y psicóloga egresada de la UCV, defensora de los derechos de las mujeres desde la década de los ochenta, fundadora de la revista Matea y activista del naciente movimiento Araña Feminista, en su intervención habló de un tipo de violencia: la simbólica, cada día más visible, según su apreciación."Hablamos de los rostros visibles de una violencia invisible, que es aquella violencia discursiva, aquello que damos por natural que es tan obvio que no lo vemos, que puede llegar a reflejarse dentro de un cuerpo, que inclusive le cuesta la vida a las mujeres, que digamos que es la violencia última, pero que para que ella ocurra han tenido que pasar muchas cosas", asegura.

Para Blanco, los logros alcanzados por las féminas en el proceso socialista son muchos, uno de ellos es la Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, vigente desde el año 2007. Además de una serie de organismos como el Instituto de la Mujer, el Ministerio del PP para la Mujer y la Igualdad de Género, el Banco de la Mujer, entre otros, cuya misión es defender los derechos del gremio. Sin embargo, sin titubear, hace un llamado a no perder el norte de la lucha feminista y no dejar perder los espacios alcanzados.

Romper la cultura de la miseria
Al cierre del Seminario, la segunda Vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Blanca Eekhout, destacó que un factor importante de la Revolución Bolivariana ha sido "reivindicar la vida y construir un espacio de libertad, estabilidad y paz, para nuestros hijos e hijas, que ya no serán condenados a la miseria".

Durante su ponencia señaló que en estos 13 años de Revolución, se ha logrado que las mujeres ocupen espacios en el Gobierno y constituyan un elemento primordial en el Poder Popular, "están luchando por nuestra vida y por la construcción del Socialismo".

La diputada destacó que uno de los elementos fundamentales en los que está presente la participación de la mujer es en el hecho comunicacional, "que tiene una carga de lo femenino, porque es una comunicación humana y verdadera, para la liberación y para la vida, capaz de derrotar la dictadura mediática".

Adriana Tovar Rodríguez, presidenta de la Fundación, manifestó la importancia de generar estos espacios para discernir sobre los procesos históricos y políticos. En su opinión, visualizar las luchas de las mujeres, los alcances en materia de derechos humanos que recoge la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los logros de la nueva institucionalidad, permiten al colectivo generar una conciencia crítica sobre el momento histórico que vivimos, liderado por el presidente Hugo Chávez, un feminista a ultranza.