miércoles, diciembre 26, 2012

Mujeres de Mali, digamos "NO!" a la guerra impuesta por otros

Sinpermiso.info

Introducción

De la situación dramática de Mali se desprende una realidad terrible que se verifica en otros países en conflicto: la instrumentalización de la violencia sobre las mujeres para justificar la ingerencia y las guerras causadas por la codicia de las riquezas de su país. Las mujeres africanas deben saberlo y hacerlo saber.

De la misma forma que la amputación de dos tercios del territorio de Mali y la imposición de la charia a las poblaciones de las regiones ocupadas son humanamente inaceptables, la instrumentalización de esta situación, por ejemplo por la suerte reservada a las mujeres, es moralmente indefendible y políticamente intolerable.

En consecuencia, nosotras, las mujeres de Mali, tenemos que jugar un rol histórico , aquí y ahora, en la defensa de nuestros derechos humanos / Sugerencia, Reemplazar humanos por fundamentales/ contra tres formas de fundamentalismo: el religioso a través del islam radical; el económico a través del todo mercado; el político a través de la democracia formal, corrupta y corruptora.

Invitamos a toda/os aquella/os que, en nuestro país, en África y en otras partes, se sientan concernidos por nuestra liberación de estos fundamentalismos, a juntar sus voces a las nuestras para decir “No” a la guerra por procuración que se perfila en el horizonte. Los argumentos siguientes justifican este rechazo:

1 La negación de democracia

La demanda del despliegue de tropas africanas en el norte de Mali, transmitida por la Comunidad de Estados de África del Oeste (CEDEAO) y la Unión Africana (UA) a las a Naciones Unidas, se basa en un diagnóstico deliberadamente sesgado e ilegítimo. No se basa en ninguna concertación nacional digna de este nombre, ni en la cúspide ni en la base. Este diagnóstico excluye, por otra parte, la fuerte responsabilidad moral y política de las naciones que han violado la resolución 1973 del Consejo de Seguridad transformando la protección de la ciudad libia de Ben Ghazi en un mandato de derrocar el régimen de Mouammar Kadhafi y de matarlo. La coalición de los separatistas del movimiento nacional de liberación del Azawad (MLNA), de Al Kaeda al Maghreb Islámico (AQMI) y de sus aliados que ha vencido a un ejército maliano desmotivado y desorganizado debe igualmente esta victoria militar a los arsenales salidos del conflicto libio.

El mismo Consejo de Seguridad ¿va a aprobar en los próximos días el plan de intervención militar que los Jefes de Estado africanos han aprobado, pretendiendo así corregir las consecuencias de una guerra injusta con una guerra igualmente injusta?

Marginalizada y humillada en la gestión de la crisis “libia” ¿puede o debe la Unión Africana lanzarse a esta aventura en Mali sin meditar las enseñanzas de la caída del régimen de Mouammar Kadhafi ?

¿Donde está la coherencia de los dirigentes africanos en la gestión de los asuntos del continente si la mayoría de ellos se opuso en vano a la intervención de la OTAN en Libia y ahora se ponen de acuerdo sobre la necesidad de un despliegue de fuerzas militares en Mali, de consecuencias incalculables?


2 La extrema vulnerabilidad de las mujeres en las zonas en conflicto.

El Grupo de Crisis internacional advierte, con razón, que “En el contexto actual, una ofensiva del ejército maliano apoyado por fuerzas de la CEDAEO y/o de otras fuerzas tiene todas las probabilidades de provocar aún mas víctimas civiles en el Norte, de agravar la inseguridad y las condiciones económicas y sociales en el conjunto del país, de radicalizar a las comunidades étnicas, de favorecer la expresión violenta de todos los grupos extremistas y, en fin, de arrastrar al conjunto de la región a un conflicto multiforme sin línea de frente en el Sahara”. (« Le Mali : Evitar la escalada » International Crisis Group - http://www.crisisgroup.org/fr- 18 julio 2012).

Estas consecuencias revisten una gravedad especial para las mujeres. Su vulnerabilidad, que está en todas las bocas, debería estar presente en todos los espíritus cuando se toman las decisiones y ser disuasiva cuando la guerra puede evitarse. Se puede. Debe evitarse en Mali.

Recordemos que los casos de violación que deploramos en las zonas ocupadas del Norte pueden multiplicarse con el despliegue de varios miles de soldados. A este riesgo hay que añadir el de una prostitución más o menos disimulada que se desarrolla generalmente en las zonas de gran precariedad y en consecuencia los riesgos de propagación del VIH/SIDA. El plan de intervención militar que va a examinar el Consejo de Seguridad ¿prevé los medios para proteger realmente a las mujeres y niñas de Mali de este tipo de situación desastrosa?

Recordemos también que en el conjunto del territorio las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional al pueblo maliano en nombre del retorno a un orden constitucional desacreditado afectan considerablemente a los grupos vulnerables. Debido a la división sexual de las tareas, las mujeres se enfrentan a nivel doméstico a la enorme dificultad de proporcionar agua, alimentos, energía doméstica, medicamentos a las familias. Esta lucha cotidiana e interminable para la supervivencia es ya en sí misma una guerra. En estas circunstancias de precariedad y de vulnerabilidad de las poblaciones, y de las mujeres en especial, la opción militar en preparación es un remedio que tiene todas las probabilidades de ser peor que la enfermedad, mientras que una alternativa pacífica que emanara de la sociedad maliana, civil, política y militar, sería constructiva.


3 Incoherencias de la comunidad internacional

Todos los poderosos representantes de la « comunidad internacional » así como la CEDEAO y la UA se han pronunciado a propósito de nuestros malditos males de mujeres en situación de conflicto. A tal señor tal honor, el Presidente francés François Hollande, que juega el papel de jefe de filas en la defensa de la opción militar, ha subrayado el sufrimiento de las mujeres « primeras víctimas de las violencias de las guerras » (Kinshasa – 14ª cumbre de la Organización Internacional de la Francofonía). Sin embargo, el 26 de Septiembre 2012 declaró en New York, en ocasión de la reunión especial sobre el Sahel, al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, « Sé que puede haber una tentación de llevar a cabo negociaciones. ¿Negociar con grupos terroristas ? En absoluto. Cualquier pérdida de tiempo, cualquier proceso que se eternizara no haría más que hacer el juego a los terroristas ». « Hay que saber terminar una guerra », parece que dicen los Presidentes americanos y francés. «La guerra de Afganistán se ha prolongado más allá de la misión inicial. Induce a la rebelión al mismo tiempo que permite combatirla. Ya es hora de poner fin ordenadamente a esta intervención y me comprometo aquí a hacerlo» declaró el candidato François Hollande en su discurso de investidura a la elección presidencial.

La Secretaria de Estado norteamericana de asuntos exteriores, Hillary Clinton, cuya escala del 29de octubre 2012 en Argelia, tenía en parte como objeto convencer al Presidente Abdelaziz Bouteflika de retomar el bando de la guerra, se dirigió a los Jefes de Estado africanos reunidos en Addis –Abeba en estos términos: “En la República Democrática del Congo, el ejercicio de actos de violencia contra las mujeres y las jóvenes y las actividades de los grupos armados en la región oriental del país, son para nosotros una fuente constante de preocupación. La Unión Africana y las Naciones Unidas no deben ahorrar esfuerzos a fin de ayudar a la RDC a reaccionar a estas crisis de seguridad incesantes.”

La iniciativa del Secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, titulada “Unidos para acabar con la violencia contra las mujeres”, lanzada el 25 de Enero 2008, presta una atención particular a las mujeres del Africa del Oeste. Esto era antes de las guerras en Costa de Marfil y en Libia, que han perjudicado mucho la realización de los objetivos asignados a estas iniciativa. Comprendemos su reserva respecto al despliegue militar y esperamos que no apoyará el plan de intervención de los Jefes de Estados de la CEDEAO. La guerra, recordémoslo, es una violencia extrema contra las poblaciones civiles, entre ellas las mujeres. No puede más que alejarnos de los objetivos de esta iniciativa.

¿Por qué los poderosos de este mundo, que tanto se preocupan de la suerte de las mujeres africanas, no nos dicen la verdad acerca de lo que está en juego en cuanto a minería, petróleo y geoestrategia de las guerras?

Por su parte, la Presidenta de la comisión de la UA, Nkosazana Dlamini-Zuma, subraya que “Es crucial que las mujeres contribuyan y se impliquen activamente en la búsqueda de una solución al conflicto. Sus voces deben ser oídas en los esfuerzos para promover y consolidar la democracia en sus países. Para ello podéis contar sin duda alguna con el apoyo de la UA así como con mi compromiso personal”. (Reunión del grupo de apoyo y de seguimiento de la situación de Mali – 19 Noviembre 2012).

El nombramiento por vez primera de una mujer para este puesto podría ser un verdadero factor de emancipación política para las mujeres y por la tanto de liberación del Continente si Nkosazana Dlamini- Zuma acepta ampliar la base del debate sobre las mujeres africanas integrando en él los temas globales que se nos ocultan.


4 Nuestro triste estatuto de rehenes

Mali es un país a la vez agredido, humillado y tomado como rehén por actores políticos e institucionales que no tienen que rendirnos cuentas para nada, empezando por la CEDEAO. Una de las consecuencias de esta realidad es la enorme presión ejercida sobre lo que queda del Estado maliano. El Presidente interino, Dioncounda Traoré, es el primero de los rehenes malianos. Si ha creído necesario recordar, el 19 de Octubre 2012, con ocasión de la reunión de un grupo de apoyo y seguimiento de la situación de nuestro país, que no es un Presidente rehén, es precisamente porque lo es. Si no, no habría repetido tres veces, el 21 de Septiembre 2012, la víspera del aniversario de la independencia de nuestro país, que privilegiaba el diálogo y la concertación, para pedir a las Naciones Unidas, tres días más tarde, una intervención militar internacional inmediata. “Tengo conciencia de ser el Presidente de un país en guerra pero la prioridad es el diálogo y la negociación. La segunda prioridad es el diálogo y la negociación y” insiste, “la tercera prioridad continúa siendo el diálogo y la negociación. Haremos la guerra si no nos queda otra alternativa…” declaró en su discurso a la nación antes de cambiar de opinión.

Más allá del Presidente interino, todos somos rehenes prisioneros de un sistema económico y político no igualitario e injusto que sobresale en el arte de romper las resistencias a golpe de chantaje a la financiación. La supresión de la ayuda exterior se traduce este año 2012 en una falta de ganancias de 429 miles de millones de francos CFA. La casi totalidad de las inversiones públicas se han suspendido. El cierre de numerosas empresas ha ocasionado despidos y paro técnico a decenas de miles de trabajadores mientras que los precios de los alimentos continúan subiendo. Las pérdidas más importantes se registran en los sectores de la construcción y de las obras públicas. El turismo, el artesanado, la hotelería y la restauración, que sufrían desde 2008 los efectos de la inclusión de Mali en la lista de países con riesgo, se encuentran gravemente afectados, a pesar de que constituían fuentes de ingresos sustanciales para las regiones actualmente ocupadas, especialmente la de Tombouctou.

Se hace referencia al status de rehén no para desdramatizar la experiencia insoportable de los rehenes europeos y de sus familias sino para recordar la situación igualmente grave de todos los seres humanos atrapados en sistemas de los que no son personalmente responsables. La cuestión es sin embargo saber actuar de tal manera que nuestro país reencuentre la integridad territorial y la paz y que los seis franceses detenidos por AQMI vuelvan a sus familias sanos y salvos, sin que estas liberaciones abran la vía a una intervención militar que pondría en peligro la vida de centenares de miles de habitantes del Norte de Mali que son igualmente rehenes.


5 La guerra interpuesta

El juego de la guerra se alimenta de un conocimiento insuficiente de lo que está en juego. Jacques Attali proporciona a quienes quieran utilizarla, una clave de lectura que demuestra, si ellos es necesario, que la intervención militar prevista es una guerra por procuración. Según él, Francia debe actuar « …porque esta región (el Sahel) puede convertirse en una base en la retaguardia de formación de terroristas y de kamikazes que atacarán los intereses occidentales en la región ; e incluso, a través de múltiples medios de paso, en Europa. Por ahora no son más que algunos centenares ; si no se hace nada pronto serán varios millares, venidos de Pakistán, de Indonesia y de América Latina. Y los yacimientos de uranio del Níger, esenciales para Francia, no están lejos ». (Blog Attali. 28 mayo 2012.)

La distribución de papeles entre Francia, la CEDEAO, la UA, Europa y la ONU está clara. La CEDEAO, de la que numerosos malianos y africanos no comprendían hasta ahora su juego turbio, ejerce una misión en Mali. Según Jacques Attali, la organización subregional debía actuar “ para devolver a las autoridades civiles los medios de decidir, sin miedo, de restablecer la seguridad, de reestructurar el aparato militar y de volver a empezar la actividad económica; en el Norte, para acabar con esta secesión hará falta un acción militar sobre el terreno, con un apoyo logístico a distancia, medios de observación, drones y capacidad de encuadramiento estratégico.

¿Quién puede hacer todo esto? Evidentemente, no el gobierno maliano en solitario, que no tiene ni armas ni autoridad. Tampoco la CEDEAO que no tiene medios militares suficientes para garantizar el conjunto de la acción necesaria y que ni siquiera puede esperar recibir esta petición del gobierno maliano que está bajo la influencia de fuerzas inciertas. Tampoco la UA, y menos en solitario. Entonces ¿quién? ¿la ONU? ¿ la NATO? La cuestión va a salir pronto. Actualmente ya ha salido. Una vez más Europa debería evidentemente estar unida y en situación de decidir y actuar. Pero no lo está. Ahora bien, si las mediaciones actuales fracasan, pronto será necesario pensar en como establecer una coalición del tipo de la que ha funcionado en Afganistán. Antes de que lo imponga un equivalente del 11 de Septiembre 2001”” (El Blog de Jacques Attali : 28 Mayo 2012).

Por lo tanto todo está claro. La guerra prevista en Mali entraría en el contexto de una prolongación de la de Afganistán, de donde Francia y Estados Unidos se retiran progresivamente después de once años de combates y de fuertes pérdidas en hombres, en material y en finanzas. Puesto que el Sahel es la zona de influencia de Francia, ésta toma la dirección de los asuntos que conciernen a Mali y subcontrata la violencia militar a la CEDEAO. Esta transferencia aparece correcta políticamente para no ser acusada de colonialismo y e imperialismo, pero también para reducir el coste de la guerra y no registrar otras pérdidas en vidas humanas. Las opiniones públicas occidentales toleran cada vez menos que sus ciudadanos mueran en defensa de “nuestras” causas. Así, las tropas africanas son llamadas, al mismo título que los tiradores senegaleses, a apoyar con la fuerza a Francia.


6 La mundialización de los males y de las redes

En este contexto el radicalismo religioso no tiene necesidad del norte de Mali para expandirse en África del Oeste y en el mundo. La economía mundializada sobre la base de la injusticia y de las desigualdades es una máquina trituradora de las economías locales, las sociedades y las culturas que le ofrecen el terreno necesario.

Del Mar Rojo al Atlántico, de Afganistán a Nigeria, de Toulouse, donde Mohamed Merah ha actuado y ha sido abatido, a Tombouctou, los asuntos en juego son a la vez ideológicos, civilizacionales, identitarios, pero también económicos, políticos y geoestratégicos. Los actores y las fuerzas presentes son más o menos los mismos, con variantes locales para manipular como la rebelión tuareg en Mali.

Por otra parte, ni afghanos, ni pakistaneses, ni argelinos ni otros predicadores, son recién llegados en Mali. Hicieron su aparición en las mezquitas a partir de la década de los 90, en el momento en que las dramáticas consecuencias sociales y humanas de los Programas de Ajuste Estructural (PAS) sobre el empleo, la renta y los vínculos sociales empezaban a hacerse sentir.


7 La perspectiva “badenya” como alternativa a la guerra.

Algunas mujeres malianas, bien impregnadas de los riesgos y de la maquinaria mortífera de la mundialización neoliberal incluyen entre ellos las guerras. A los valores guerreros y depredadores del orden económico dominante oponemos los valores pacifistas, que nos reconcilian los unos con los otros, así como con el resto del mundo. Badenya, (hijos de la madre) es uno de los valores que nosotras, las mujeres de Mali, debemos cultivar más y contraponer al valor masculino fadenya (hijos del padre) que en su versión ultraliberal autoriza la carrera desenfrenada y fratricida al beneficio, hasta el punto de malvender empresas públicas rentables, de ceder tierras agrícolas a los dominadores y de aceptar la partición del territorio nacional.

Profundamente enraizado en la perspectiva badenya, nuestro rechazo de la guerra hunde sus raíces en una concepción de la procreación según la cual poner un niño en el mundo es ya una forma de montar al frente (musokele). Y demasiadas de nosotras mueren dando a luz. Día tras día luchamos contra el hambre, la pobreza, la enfermedad, para que todos los niños crezcan, trabajen, cuiden de sí mismos y asuman su parte de responsabilidad.

Del mismo modo, cada una de nosotras reconoce en cada soldado, así como en cada rebelde y en cada nuevo converso al djihadismo, que van a enfrentarse en caso de guerra, a un hermano, un hijo, un sobrino, un primo. Antes buscaban un estatus social a través del empleo, los ingresos o incluso una visa. Con frecuencia fue en vano…Ahora tienen armas de guerra entre sus manos temblorosas.

Nuestras armas deberán ser la lucidez y la madurez política en este mundo sin fe ni ley. No hay ninguna razón para que Mali se comprometa en un terreno en el que tanto Francia como Estados Unidos se retiran, a pesar de la potencia armamentística de la OTAN.

A la economía de la guerra, nosotras, las mujeres de Mali, oponemos la economía de la vida aprovechando la transición en curso como una ocasión histórica de hacer frente al triple desafío del saber, de la ciudadanía y del diálogo. Las evoluciones en curso sobre el terreno, entre ellas la voluntad de negociación de Anar Dine y del MNLA, la modificación constante de las relaciones de fuerza, así como las estrategias y las interacciones entre los distintos grupos presentes, deben ser examinados con la atención necesaria a fin de no solamente evitar una guerra potencialmente trágica sino también de sortear los escollos de los acuerdos pasados.

Las concertaciones nacionales previstas desde hace meses deben celebrarse de una vez para permitir a la sociedad maliana en su conjunto de reencontrarse y de definir por sí misma las bases y condiciones de una solución concertada (y no impuesta) al conflicto actual. Nosotras, mujeres malianas, contribuiremos a ello plenamente, así como mañana contribuiremos a la refundación de la democracia en nuestro país de acuerdo con los valores sociales y culturales que nos son familiares.

Se trata, en resumen, de dar credibilidad, de reforzar la capacidad de análisis, de anticipación y de proposición de la sociedad maliana, civil, política y militar.

Pedimos a toda/os aquella/os que comparten nuestro planteamiento que interpelen inmediatamente a los principales actores de la comunidad internacional, por escrito o bajo cualquier otra forma de expresión, apelando a que el Consejo de Seguridad no adopte una resolución que autorice el despliegue de millares de soldados en Mali.


Firmantes: Aminata D. TRAORE ; SISSOKO Safi SY ; SANOGO Sylvie KONE ; IMBO Mama SY ; Kadiatou TOURE ; TRAORE Sélikèné SIDIBE(Vieux) ; DICKO Rokia SACKO ; Ténin DIAKITE ; DOUMBIA Fanta DIALLO ; KONE Mamou TOURE ; TRAORE Sarata SANOGO ; TRAORE Penda DIALLO ; DIABATE Kadiatou KOUYATE ; Aminata BOCOUM ; Oumou KODIO ; Assatou KAREMBE ; Awa KOÏTA ; Aminata DOUMBIA ; Fatoumata COULIBALY ; Badji BOIRE ; Awa TOURE ; Bintou KONE ; Fatoumata MARIKO ; Mariam KONE ; Minata DIARRA ; Oumou KEITA ; Kadiatou DIALLO ; Kankou KONE ; Rokia NIARE ; Kadia DJIRE ; Ada NANTOUMA ; Awa COULIBALY ; Soungoura DOUMBIA ; Fanta KANTE ; Safiatou COULIBALY ; Djaba TANGARA ; KONE Mama DIARRA ; Ismael DIABATE ; Karamoko BAMBA ; Doumbi FAKOLY ; Coumba SOUKO ; Clariste SOH-MOUBE ; Nathalie M’Dela-Mounier.

Fuente: http://www.michelcollon.info/Femmes-du-Mali-disons-NON-a-la.html

Nuestra fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5526

El primer ministro indio pide calma y promete proteger a las mujeres

Agencias El primer ministro indio, Manmohan Singh, llamó a la calma después de varios días de manifestaciones por la violación de una estudiante, un incidente que sacude India desde hace más de una semana.

"Hay cólera y ansiedad reales y justificadas tras este hecho atroz", dice Singh en un comunicado publicado en la noche del domingo, en el que llama a la población a "la paz y la calma".

"Les aseguro que haré todos los esfuerzos para garantizar la seguridad de todas las mujeres de este país", agrega.

La policía de Nueva Delhi indicó este lunes que un centenar de personas, entre ellas 60 policías, resultaron heridas el domingo en las manifestaciones, que están prohibidas, en el centro de la capital.

Este lunes, todas las calles que llevan a los edificios gubernamentales estaban cerradas. "A nadie se le permitirá caminar hacia el Parlamento y el palacio presidencial", dijo Rajan Bhagat, portavoz de la policía de Nueva Delhi. "Sabemos que las vías cerradas crearán problemas a la gente, pero tenemos que parar las manifestaciones de cólera", agregó.

a víctima, una estudiante de fisioterapia de 23 años, fue violada en un autobús por seis hombres el pasado 16 de diciembre, antes de ser golpeada con una barra de hierro, lo que le provocó graves lesiones intestinales. La joven fue luego arrojada del autobús, junto al joven que la acompañaba.

Hospitalizada en cuidados intensivos, la joven comenzó a mejorar este fin de semana, según los responsables del hospital.

Este caso ha provocado una ola de indignación en el país, donde las víctimas de violación y agresiones sexuales a menudo tienen dificultades para obtener justicia. Miles de personas, incluidos numerosos estudiantes, se manifiestan desde hace varios días exigiendo una mayor seguridad para las mujeres y mayor atención de la policía y la justicia a las quejas por violación o ataque sexual.

lunes, diciembre 24, 2012

Lo alcanzado por las mujeres venezolanas en el gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías

Elida Aponte Sánchez


Aporrea El 8 de marzo de 2008, el Presidente Hugo Chávez Frías creó el Ministerio de Estado para Asuntos de la Mujer, asignándole presupuesto y abriendo el espacio en el tren ejecutivo para que las mujeres tuvieran vocería propia en su gabinete ministerial. En noviembre de ese mismo año, con motivo del aniversario del Instituto Nacional de la Mujer (INAMUJER) y mirando hacia la aldea libertaria de Ana María Campos, Hugo Chávez Frías hace una declaración que resume el marco teórico y de acción política de la Revolución Bolivariana. Se declaró socialista y feminista. Incluso, estableció entre ambos una relación inescindible e interdependiente. Un año después, el 8 de marzo de 2009, creó, según el Decreto número 6.663, el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género (la denominación la escogió el mismo Presidente). Este Decreto es un instrumento jurídico que por su contenido, espíritu, propósito y razón, desarrolla con considerandos que resumen su justificación histórica, ética y revolucionaria, el postulado contenido en el artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que afirma que Venezuela se constituye en un estado democrático y social, de derecho y de justicia, en concordancia con el Título III, ejusdem. Y hace acopio, también, de otros instrumentos legales de suma importancia para nuestros derechos humanos, como son la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). Por cierto, el Decreto 6.663 es el único instrumento legal en la República que expresa claramente que el pueblo venezolano está constituido por hombres y por mujeres. Y, aunque nos parezca una verdad evidente, muchos y muchas, ahítos y ahítas de machismo, no la aceptan ni la comprenden; en una actitud que niega lo elemental-político.

Entender, por ejemplo, en algunas instancias del Poder Público, que las mujeres no somos el asunto de menos importancia, ni las que sólo tenemos como telos la maternidad, entendida como derecho y no como una obligación o imposición, ni las que debemos tener a cargo, de manera exclusiva, las tareas del hogar o que no somos las eternas “menores” que requieren de la tutoría patriarcal para lograr nuestros fines individuales y colectivos, ha costado y cuesta Dios y Santa Lucía, como se dice. Sirva como sencillo ejemplo la resistencia que el uso del lenguaje oficial y constitucional, no sexista, no excluyente y visibilizador de las mujeres, ha tenido. El lenguaje es el primer instrumento discriminador de las mujeres. Además, lo que no se nombra, no existe en el mundo.

Esos pensamientos contrarios a los postulados de la Constitución, al Decreto 6.663 y a las directrices presidenciales, impidieron durante la gestión de la hoy Diputada María León, por ejemplo, que se instalaran las mesas interministeriales (2008) para tratar los temas urgentes de las mujeres venezolanas y que habían sido constatados e inventariados en cada estado por las comisiones nombradas al efecto en el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, con el apoyo de las Direcciones estadales, de algunos Institutos Regionales de las Mujeres que se habían creado, de las gobernadoras y gobernadores afectos a la revolución, con la participación directa y coordinada por las mujeres de los Consejos Comunales y de los Puntos de Encuentro con el INAMUJER.

El Decreto 6.663 no es un mero instrumento de lucha en pro de los derechos humanos de las mujeres sino una herramienta que transversaliza de feminismo a la revolución bolivariana, empoderándolas, reconociéndoles la soberanía en el ejercicio del poder popular. Y fue con ese instrumento que las mujeres venezolanas, invocando los derechos positivados en la Constitución de 1999 y en otros instrumentos jurídicos como la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, pudimos romper con la inercia, el burocratismo y los intereses no desprejuiciados a los que nos tienen acostumbradas y acostumbrados algunos escenarios internacionales.

Logramos, por ejemplo, que los documentos a ser aprobados por nuestro país en la sesión de la Comisión sobre la Condición Social y Jurídica de la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas (ONU-2007) fueran previamente revisados con la perspectiva de los derechos humanos de las mujeres contenida en nuestra Constitución, la CEDAW, etc., para corregir, entre otras situaciones el uso del lenguaje o el uso incorrecto de términos como el de equidad e igualdad. Estos términos son sinónimos en el derecho anglosajón pero no así en el derecho de nuestra América. El uso incorrecto de estos términos es tal que en varios instrumentos fundamentales para la revolución se llega al extremo de abandonar el término igualdad para sustituirlo por el de equidad.

Otro tanto se adelantó desde el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género en la Comisión Interamericana de las Mujeres, adscrita a la Organización de Estados Americanos, siendo el foro político internacional de mujeres más antiguo en materia de nuestros derechos humanos. Allí las mujeres delegadas representan a sus Estados.

En la CIM, durante los años 2007, 2008 y 2009, la República Bolivariana de Venezuela pudo proponer, incentivar y lograr la modificación de la dinámica en el tratamiento de la agenda de dicha Comisión. Nosotras propusimos, en representación de la República Bolivariana de Venezuela, que los temas fueran traídos a las mesa central de las Delegadas de los distintos Estados y que ellas, siendo las voceras autorizadas por cada país, en el marco de sus respectivos ordenamientos jurídicos, debían encargarse de revisar todos y cada uno de los documentos sobre los cuales se iba a deliberar, previstos previamente en la agenda, hacer las propuestas correspondientes, redactarlas y votarlas. Este aporte de nuestra República fue apoyado por varios países hermanos y por otros que, incluso, no eran afectos al gobierno venezolano. Además, pudo la República Bolivariana de Venezuela introducir en las discusiones y en la agenda aprobada para las Ministras, a ser tratada en el mes de noviembre de 2009 (Chile), algunos temas como la democracia sustantiva, participativa y protagónica, la participación política de las mujeres, la justicia de género, etc. Incluso, fue la República Bolivariana de Venezuela, por nuestra vocería, el primer país en América en pedir que se incluyera como tema de agenda en la CIM el del poder constituyente y popular de las mujeres. Lastimosamente la propuesta no tuvo apoyo en el momento.

La presencia de la República en los espacios internacionales donde se tratan los derechos humanos de las mujeres no debe ser entendida de manera cosmética. Hay que ir al fondo de los asuntos si es que queremos fortalecer y difundir los logros alcanzados por las mujeres en la revolución. Una exigencia que es inminente en virtud de que ha sido el mismo Presidente de la República, máxima autoridad civil y militar del Estado Venezolano, quien ha expresado su compromiso socialista y feminista en varios foros internacionales. Abro un paréntesis para volver a llamar la atención sobre la deuda del Estado venezolano con la aplicación del Capítulo IV de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Fue en Venezuela donde se reunió el MESECVI o Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará, en el año 2008. Por cierto, una cita que nos obligó a dar unas cuantas carreras a los fines de que el documento final recogiera los avances de las mujeres en la revolución bolivariana, siendo, como fuimos el país anfitrión. El MESECVI es un sistema de evaluación entre pares, consensuado e independiente, para examinar los avances realizados por los Estados Parte en el cumplimiento de los objetivos de la Convención y es un espacio que le exige al Estado venezolano estar representado por alguna experta en la materia, a los fines de que no sean recogidas en los Informes las afirmaciones peregrinas que ponen en duda el cumplimiento de la Convención y que en vez de aclarar, oscurecen.

Desde otro punto de vista, las mujeres de los países que integran la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA-TCP) y de otros países que asistían como observadores, cual fue el caso de Haití, también se reunieron en Venezuela en dos oportunidades, siendo en la última reunión donde se aprobó –por unanimidad- la creación del Consejo Ministerial de las Mujeres de la ALBA-TCP, tema que quedó pendiente para ser tratado en el Consejo de Presidentes. Este Consejo Ministerial tiene sentido si entendemos que las mujeres no somos un mero movimiento social. Somos, hay que recordarlo una y otra vez, más del cincuenta por ciento (50%) de la población en todos los países de nuestra América. Argelia Laya decía: “(…) Es necesario afirmar de manera categórica que ninguna nación puede darse el lujo de privarse de la contribución efectiva de más del 50% de sus miembros, sin correr el riesgo de retrasarse en todos los terrenos (…)”.

Ahora bien, al final del apretado y para nada exhaustivo resumen de los logros de las mujeres en el gobierno que preside Hugo Chávez Frías, caben muchas preguntas pero una de ellas es fundamental: ¿ha diseñado la República las políticas asertivas para construir la ciudadanía plena de las mujeres?. No. Hemos dado pasos innegablemente significativos. Hemos contado durante estos trece años con un Presidente que ha ido abriendo puertas, construyendo espacios con nuestra agenda de derechos, tanto en el ámbito civil como en el militar, creando Misiones, fortaleciendo el liderazgo de las mujeres en los poderes públicos, atendiendo a las mujeres, con especial predilección por las más necesitadas con acciones de asistencia monetaria directa como las pensiones para las mujeres de la tercera edad o la Misión Hijos e Hijas de Venezuela. Es decir, ha hecho énfasis en las mujeres de los sectores más pobres o vulnerables, sin olvidar, tampoco a las mujeres obreras o a las mujeres de la clase media, pero aún falta mucho por construir y ese trabajo no puede ser de medio embarazo. Es necesario y urgente asegurar que la revolución haga del Feminismo su postulado militante, en este nuevo periodo constitucional que se anuncia. De otra manera, el medio día será la marca de una historia que luciría incompleta e insatisfactoria sin el pueblo concienciado de las mujeres.

El logro de varias metas del milenio en relación con nosotras por parte de la República Bolivariana de Venezuela es demostrativo de que las mujeres revolucionarias y el Presidente de la República hablan el mismo idioma. Imbuir de esa tarea histórica, política, ética, popular y de gobierno, a todos los hombres y las mujeres del gobierno y de nuestra sociedad sigue siendo la asignatura pendiente.

La liberación de las mujeres no puede estar tutorada, clasificada, condicionada o tabulada por patriarcas. Queremos hermanos ganados y comprometidos con nuestra lucha. “(…) Yo me considero el hijo, el hermano (…)”, afirmó el Presidente en abril de 2003, refiriéndose a las mujeres venezolanas y a la revolución.

Las políticas públicas, los programas, los planes y proyectos nacionales, regionales, municipales y comunales del país, los presupuestos, las finanzas, la educación, las ciencias, la tecnología, la gerencia, la planificación, la seguridad, los tratados y convenios internacionales que se firmen, entre otros, siendo temas que nos atañen directamente como pueblo, tenemos el derecho de ayudarlos a pensar, a construir y a ejecutar al lado de los hombres, sin ser simples repetidoras de sus ideas, no cribadas y sexistas; de cara al socialismo feminista. Eso es lo que se denomina una sociedad democrática, participativa y protagónica, según la define la Constitución y, paritaria, agrega, la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Nunca vendrá de la mano del amo, la libertad del esclavo o de la esclava. Eso lo sabemos bien las feministas. Incluso, lo sabían bien quienes desde la izquierda y desde la derecha han impulsado las revoluciones más importantes de la humanidad, con la participación de las mujeres; una y otra vez abandonadas y traicionadas. Sin obviar que ha sido el capitalismo, con sus deformaciones, el que ha llevado al patriarcado, a sus expresiones más brutales, opresoras y cosificantes, contra las mujeres. Lenin, por ejemplo, afirmaba: “(…) Si no se incorpora a las mujeres a las funciones públicas, a la milicia y a la vida política, si no se arranca a las mujeres del ambiente embrutecedor del hogar y la cocina, será imposible asegurar la verdadera libertad, será imposible incluso construir la democracia, sin hablar ya del socialismo (…)”. Palabras más, palabras menos, lo mismo recogerían en sus textos, las mujeres de la revolución francesa, las sufragistas norteamericanas y las mujeres venezolanas desde tiempos inmemoriales. Nosotras, por ejemplo, nos incorporamos al trabajo en la calle desde finales de la década de los años 40 del siglo pasado, sin embargo, los hombres no se incorporaron a las agotadoras labores del hogar. Ese sólo hecho, unido a la espantosa problemática de la violencia machista que sigue tomando terreno y asesinando mujeres, demuestran que no hemos avanzado mucho.

Las mujeres feministas y revolucionarias, comprometidas a fondo con la defensa de sus derechos humanos (los de todas las mujeres del país) sin distingos ni discriminaciones, siempre estamos a tiro del estigma, de la descalificación, de la difamación y hasta de la suplantación de la identidad, en algunos casos. Sobre nuestras espaldas hemos sentido el mordisco del andrarquismo, de múltiples maneras. Sin embargo, tenemos conciencia de que lo sembrado servirá a las presentes generaciones y a las generaciones por venir. Y, en el Presidente Hugo Chávez Frías, tenemos a un aliado, a un hermano que, sin desganar el paso, ha de construir con nosotras, la sociedad que queremos.

*Doctora en Estudios de las Mujeres

Ex Viceministra para la Transversalidad Política de Género, MPPPMIG

macanilla@hotmail.com

El coraje de las madres

Carlo Frabetti


Rebelión Hace unos años, en casa de Enrique de Castro (uno de esos sacerdotes, tan escasos por estas latitudes, que se toman en serio el mensaje evangélico), coincidí con varias militantes de Madres Contra la Droga, y en un momento dado una de ellas, que había perdido a un hijo adolescente, me confesó: “Yo empecé pidiendo la pena de muerte para los traficantes, y ahora lucho por la legalización de las drogas”. Casualmente (o tal vez no), no hacía mucho que había conversado, en La Habana, con Hebe de Bonafini, de Madres de Plaza de Mayo, y su relato, aunque en apariencia muy distinto, hablaba de un proceso análogo: el tránsito del dolor más íntimo a la protesta más pública; la conversión de una tragedia personal en una batalla colectiva y, en última instancia, política.

Estos días he tenido el privilegio de participar en varias acciones reivindicativas junto a Elena Ortega, la madre de Alfon, a la que, de forma nada casual, conocí en la Traba en compañía de Mavi Muñoz, la madre de Carlos Palomino. Y, como no podía ser de otra manera, me he acordado a menudo de Maribel Permuy, la madre de José Couso, y de su ejemplar batalla contra los gobiernos criminales de España y de Estados Unidos. Y también me he acordado de Pilar Manjón, doble víctima del terrorismo de Estado (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=10758). Y no he necesitado acordarme de otras madres luchadoras, como la infatigable Nines Maestro o las admirables escritoras Sara Rosenberg y Belén Gopegui, porque esta misma mañana (escribo esto el 20 de diciembre) las he visto ante el Congreso, exigiendo la libertad de Alfonso.

Madres Contra la Droga, Madres de Plaza de Mayo, Madres Contra la Represión… Al contrario que la patética Madre Coraje de Brecht, estas madres ultrajadas y corajudas tienen muy claro a quién beneficia el negocio de la guerra -y la guerra del negocio-, quién es el verdadero enemigo, y han hecho del mayor de los dolores, que es la pérdida de un hijo, la más noble de las banderas y la más vigorosa de las luchas.

viernes, diciembre 21, 2012

Colombia: La paz sin las mujeres ¡No va!

Manifiesto de Mujeres por la Paz

Nosotras, las mujeres de la Guajira, Bolívar, Atlántico, Sucre, Antioquia, Caldas, Chocó, Valle del Cauca, Cauca, Santander, Meta, Caquetá, Tolima, Bogotá, Boyacá, Risaralda, Cesar, Magdalena, Sucre, Putumayo, Norte de Santander, Huila, Quindío, Cundinamarca, Nariño; mujeres afro descendientes, indígenas, campesinas, urbanas, jóvenes, adultas, del arte y de la cultura, de organizaciones de mujeres, feministas, sociales, populares, partidos políticos, sector LGTBI; llegamos a la ciudad de Bogotá para aunar y tejer sueños y acciones, para perfilar una sociedad también a la medida de las mujeres; sociedad en la cual se nos reconozca como sujetos de derechos en lo público y lo privado, se otorgue autoridad a nuestras voces y se validen nuestras experiencias como valor de la condición humana.

En estos dos días de debates, encuentros y de compartir experiencias, reafirmamos nuestro compromiso ético y político con la construcción de la paz y la salida política al conflicto social y armado; nos declaramos insumisas frente al patriarcado y el capitalismo y nos negamos a continuar siendo las pactadas de la cultura patriarcal, queremos ser pactantes del nuevo contrato social que deriva del proceso de diálogo.

Rechazamos las guerras públicas y privadas en contra de las mujeres, la expropiación de los territorios, del suelo, subsuelo y de los recursos, la concentración de la riqueza en manos de unos pocos y en detrimento de las condiciones de la vida de la mayoría de la población colombiana, la explotación de los bienes comunes, la privatización de los recursos públicos, medioambientales y de los derechos humanos, exigimos un crecimiento sano y un desarrollo inclusivo y sustentable.

Abogamos por la defensa del Estado social de derecho laico garante de los derechos de todas y todos, libre de prejuicios e imposiciones religiosas y, respetuosas de la diferencia sexual, las identidades sexuales, religiosas, étnicas y políticas.

La paz no es el silenciamiento de los fusiles en lo público y en lo privado. La paz implica hacer realidad la justicia social para todos y todas sin distinción de etnia, sexo, religión, postura política o condición económica; significa garantizar los derechos a la verdad, la justicia y la reparación de todas las victimas; erradicar la violencia como ejercicio de la política y la negación del otro y la otra como práctica cotidiana. La paz significa desmilitarizar los territorios, las mentes y la palabra.

Las mujeres reunidas en el Encuentro Nacional de Mujeres por la Paz, demandamos al Gobierno y a la insurgencia no pararse de la mesa hasta no llegar al cuerdo que de fin al conflicto armado, consideramos que debe superar todos los obstáculos y ubicar la consecución de la paz como un derecho de todos los colombianos y colombianas. Es imprescindible que las mujeres seamos protagonistas en el proceso de diálogo, en la construcción de la paz y en las decisiones que se tomen para la obtención de estos propósitos. Porque los problemas que nos afectan a las mujeres implican a toda la sociedad y consideramos que deben estar en el centro de la agenda que se discute entre el Gobierno y la insurgencia, en la Habana Cuba,

Las barbaridades del paramilitarismo a la mujer colombiana.

Proponemos:


* Ampliar la noción y los objetivos de la construcción de la paz para integrar cuestiones relativas a los derechos de las mujeres.

* Participar activamamente en las agendas regionales y nacionales para la construcción de la paz con justicia social y que promuevan las voces y agendas de las mujeres.

* La inclusión de las mujeres excombatientes de la insurgencia en los programas de desarme, desmovilización y reintegración, en igualdad de condiciones a los hombres y con enfoque diferencial.

* Revisión de las políticas de seguridad para que se garantice la seguridad de las mujeres en lo público y lo privado.

* Generar espacios abiertos, democráticos y pluralistas para la discusión y la toma de decisiones acerca de la justicia transicional, el fuero militar y los derechos a la verdad, la justicia y la reparación de las mujeres, además de las garantías de no repetición.

* Acciones estatales que lleven al desmantelamiento total del paramilitarismo en sus diversas y múltiples expresiones como garantía de una paz duradera.

* Una distribución justa de la tierra que respete los valores ancestrales de la relación con el territorio, proteja los recursos y garantice el derecho a la tierra para quien la necesite.

* Acciones afirmativas para que las mujeres puedan acceder, en igualdad de condiciones a los hombres, a la propiedad de la tierra, y garantías para la producción y la soberanía alimentaria.

* A la comunidad internacional apoyar las iniciativas de las mujeres y sus organizaciones para contribuir al reconocimiento como interlocutoras políticas indispensables en el proceso de diálogo y de construcción de la paz.

* Que el Estado colombiano y las FARC_EP pacten un cese bilateral al fuego, exigencia extensiva para el ELN en la eventualidad que inicie diálogos de paz.

* Que el Gobierno colombiano cese los bombardeos indiscriminados en los cuales se ve afectada la población civil.

* El respeto a los objetores de conciencia para la prestación del servicio militar obligatorio, como un aporte a la construcción de la paz.

* Que el Estado colombiano acoja la decisión del ELN de iniciar diálogos con el gobierno.

* Apoyar las constituyentes por la paz y otras alternativas que se impulsen desde el movimiento de mujeres, social y popular.

CARMEN ELENA RUBIO, viuda después que su esposo Audén, fue asesinado por paramilitares al servicio de empresas bananeras como Dole, Chiquita en la región de
Ciénaga. Quedó sola con sus nueve hijos. Es el futuro de ella y millones de mujeres humildes colombianas que tiene que estar en la mesa del proceso de paz en la Habana.
Nos comprometemos a:

Denunciar el militarismo y las diversas formas de fundamentalismo religioso que alimentan y legitiman la violencia y la vulneración de los derechos de las mujeres.
Fortalecer en lo nacional y regional a Mujeres por la Paz, construir una agenda en común y diseñar mecanismos efectivos y democráticos para la comunicación y toma de decisiones.

Exigir a los medios de comunicación transparencia en la información sobre el proceso de diálogo.

Contribuir a posicionar las voces de las mujeres como sujetas políticas y ejercitadoras de derechos a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición.

Exigir el cumplimiento de las responsabilidades del Estado colombiano
Mantener la movilización permanente a favor de los diálogos y la paz.

Dada en Bogotá a los 4 días del mes de diciembre de 2012.

La paz sin las mujeres ¡No va!

Organizaciones participantes en el encuentro nacional de Mujeres por la Paz 3 y 4 de diciembre de 2012


Acin
Alianza Departamental de Mujeres
APROSIV-Valledupar
Asociación Campesina Bienandantes.
Asociación de mujeres por la paz y la defensa de los derechos de la mujer colombiana- ASODEMUC
Asociación de Mujeres Unidas De San Isidro- Amusi
Asociación de Trabajadores Campesinos del valle del cauca.
Asociación Red Juvenil del Sur Occidente de Barranquilla
Asociación zonas de Reservas Campesinas de Miranda
ASOMA-Marinilla
Asomujer y Trabajo.
Campesina de la perla amazónica-Putumayo
Casa Amazonia/Putumayo
Casa de la Mujer
CDPAZ- Planeta Paz
Cladem
Colectivo Feminista Hallyaniwa
Colectivo de Mujeres Afro descendientes WIWA- Buenaventura
Colectivo de Mujeres al Derecho- Colemad
Colectivo de Mujeres Excombatientes
Colectivo Mercedes Úzuga
Colectivo Mujeres para la Reincidencia
Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos – Cpdh.
Compromiso-Santander
Comunitar
Corporación Centro de Promoción y Cultural-Fasol
Corporación Colombiana de Teatro
Corporación Ensayos para Promoción de Cultura Política
Corporación Humanas
Corporación Nuevo Cine Latinoamericano
Central Unitaria de Trabajadores -CUT
Departamento de Mujeres de la Coordinación Nacional de Desplazados -CND.
Fensuagro
Fondo de Acción Urgente
Fondo Mujer
Fuerza de Mujeres Wayuu
Fundación Amor-Antioquia
Fundación Amor-Valledupar
Fundación Casa de la Mujer y de la familia Stella Brand- Pereira

Fundación de Mujeres de Santafé-LISAFE
Fundación José Luis-Valledupar
Fundación Mujer y Futuro- Santander
Fundación Telar Social Humano
Grupo teatral Abrazadas
ILSA
Jóvenes unidos por el bienestar del bajo calima-Buenaventura
Juventud Comunista de Colombia-JUCO
Las Auroras red de mujeres víctimas de Santander
Libertarias de la 18
Limpal Colombia
Marcha Patriótica
Mesa de Incidencia Política Mujeres Rurales
Movice
Mujer Palabra
Mujeres en Asamblea Permanente 13 Años Caminando por la Paz
Mujeres en Clave de Paz
Mujeres por la Paz-Valle del Cauca.
Mujeres por la Resistencia
Observatorio de derechos Humanos y Para-política
Organización Indígena kankuama- OIK
Partido Comunista Colombiano-PCC
Pueblo indígena Camentza-Putumayo
Red de Mujeres del Caribe
Red de Mujeres Indígenas
Red de mujeres productoras y productiva- Ciudad Bolívar
Red de niñas, niños y jóvenes- Antorchas
Red Departamental de Mujeres-Meta
Ruta Pacifica de las Mujeres * compuesta por 288 organizaciones y 9 regionales
Ruta Pacífica de las Mujeres Antioquia
Ruta Pacífica de las Mujeres Bogotá
Ruta Pacífica de las Mujeres Bolívar
Ruta Pacífica de las Mujeres Cauca
Ruta Pacífica de las Mujeres Choco
Ruta Pacífica de las Mujeres Nacional
Ruta Pacífica de las Mujeres Putumayo
Ruta Pacífica de las Mujeres Risaralda
Ruta Pacífica de las Mujeres Santander
Ruta Pacífica de las Mujeres Valle
Teatro Jayeechi
Teatro La Mascara
Tribunal de Mujeres
Unión de Ciudadanas- Valle de Cauca
Yo Mujer
Zona Humanitaria Caracolí, Curvaradó y Carmen del Darién -Bajo Atrato chocoano

Hombres, mujeres y niños sufren tortura y violaciones de forma rutinaria en las prisiones iraquíes. Los culpables, impunes

Dirk Adriaensens

Traducido para IraqSolidaridad y Tribunal BRussells por Ricardo García Pérez

IraqSolidaridad Durante los interrogatorios, las presas han sido sometidas a tortura mediante descargas eléctricas, palizas y violaciones por parte de los investigadores. También han padecido violaciones por parte de la policía y de los guardias que las custodian durante el traslado a la cárcel de mujeres de Bagdad.

Hamid al-Mutlaq, miembro del Comité de Defensa y Seguridad, poniendo sobre aviso tanto a Nouri al-Maliki, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, como a Sadoon al-Dulaimi, Ministro de Defensa, ha hablado de la tortura en las cárceles iraquíes y ha dicho que los guardias de prisiones violan a las presas las presas son violadas de forma. Al-Mutlaq declaró en una rueda de prensa celebrada en el Parlamento que hay muchas presas a las que se tortura de forma rutinaria y que los responsables de esta situación son al-Maliki y al-Dulaimi. También añadió que es inaceptable que no se castigue a los funcionarios culpables de violar y torturar a las mujeres y a los niños. Del mismo modo citó los nombres de los presos que fallecieron como consecuencia de las torturas: Muhammad Judair Ubaid, Muhammad Muhi Sharji, Ibrahim Adnan Salih, Mahmud Ubaid Jamil, Hamed Jamil, Fadil Abdulàa, Omar Hisham y Muhammad Jasim Mezhir.

Al-Mutlaq señaló que el ejército y los cuerpos de seguridad iraquíes realizan muchas redadas y detienen arbitrariamente a ciudadanos para chantajearlos prometiéndoles que serán puestos en libertad bajo fianza. Afirmó que el gobierno y el Parlamento iraquí son responsables de esta situación de ilegalidad.

En agosto, una fuente cercana a los círculos de seguridad reveló que los funcionarios de los centros de detención de Bagdad ejercen todo tipo de torturas sobre los presos, como consecuencia de las cuales muchos de ellos murieron.

El diputado Hamid al-Mutlaq atribuye a Nouri al-Maliki y al Tribunal Supremo la responsabilidad de las violaciones cometidas en las cárceles contra las mujeres iraquíes y exige la puesta en libertad de estas víctimas, al tiempo que preguntó por qué quedan impunes tan vergonzosas prácticas.

Al Mutlaq declaró: “[…] La situación de la seguridad se ha deteriorado hasta un extremo que no se puede tolerar como el hecho de que los servicios de seguridad violen la dignidad de las mujeres durante las detenciones”.

Mutlaq manifestó su pesar por el hecho de que se detenga a mujeres y a sus hijas de más de 12 años bajo la acusación de terrorismo.

La situación de indefensión legal y violación que padecen las presas iraquíes se está convirtiendo en un grave problema para Maliki, pues cada vez más diputados, organizaciones civiles iraquíes y la población denuncian los abusos de las fuerzas de seguridad del gobierno.

El jeque sufí Omar al-Naimi, emir de las tribus Naim de Iraq, instó al primer ministro Nouri al-Maliki y al portavoz parlamentario iraquí Osama Nujaifi a abrir de inmediato una investigación sobre el caso de las mujeres iraquíes detenidas que padecen violaciones flagrantes en la cárcel de mujeres de Bagdad.

En una nota de prensa emitida por su oficina el 25 de noviembre afirmó que “[…] se reciben denuncias de presas iraquíes acusadas de delitos múltiples, en su mayoría de terrorismo, que afirman estar sometidas a torturas y violaciones”.

El parlamentario Jalid Abdullá al-Alwani requirió al gobierno iraquí que facilitara la entrada a las cárceles de mujeres a las organizaciones de la sociedad civil con el fin de que éstas presten servicios a las internas y examinen la situación en que se encuentran.

Alwani declaró: “[…] Condenamos el silencio del gobierno ante los delitos de tortura y de violación que se cometen en el interior de las cárceles de mujeres”, e instó a que “[…] Los funcionarios revelen el nombre de los culpables de estos vergonzosos actos y a que, al mismo tiempo, reclamen que se condene a los guardianes culpables a la máxima pena”, y añadió: “[…] La dignidad de nuestras mujeres es la dignidad de todos los iraquíes».

El 26 de noviembre, centenares de ciudadanos se manifestaron en el centro de Ramadi, capital de la provincia de al-Anbar, para pedir al gobierno que iniciara la investigación de las violaciones de los Derechos Humanos cometidas contra las mujeres en los centros de detención.

Los manifestantes agitaban pancartas en las que exigían al gobierno que investigara a fondo estas violaciones y creara una comisión para analizar la situación de las detenidas en las cárceles y diferenciar entre quienes habían sido detenidas injustamente y los elementos terroristas.

El 21 de octubre, un equipo de la ONG iraquí Hamurabi publicó su primer informe sobre la espantosa situación que se vive en la cárcel de mujeres de Bagdad y la de sus 31 presas condenadas a muerte por acusaciones de terrorismo al amparo del Artículo 4. El informe afirma que durante los interrogatorios los funcionarios han torturado a las mujeres con descargas eléctricas, palizas y violaciones. También la policía y los guardias que las custodiaban durante el traslado de la prisión de Tasfirat a la cárcel de mujeres de Bagdad las violaron. Dos miembros de la organización Hammurabi, William Warda y Pascal Warda, este último antiguo ministro de medio ambiente, recibieron autorización para visitar la cárcel. Dijeron que las presas del corredor de la muerte sufrían enfermedades infecciosas y sarna [1]. “[…] No reciben ninguna atención sanitaria, no se les permite bañarse y solo se pueden cambiar de ropa una vez al mes, lo que agrava su estado de salud”. La ONG afirmó que los niños encarcelados con sus madres son “[…] bombas de relojería que pueden explotar en cualquier momento”.

La organización también señalaba en su informe que hay 21 niños, algunos de ellos muy pequeños, que viven en la cárcel de mujeres y “[…] Sufren castigo sin haber cometido ningún delito”. En la prisión de mujeres hay un total de 414 detenidas, de edades que oscilan entre los 20 y los 65 años. Entre las internas había 18 mujeres condenadas a muerte, y todas se quejaban de negligencias y violencia de diverso tipo.

Pascal Warda, que encabezó el equipo de la organización Hammurabi, afirmó que las condiciones en que viven las presas, condenadas por ser terroristas suicidas, son lamentables e intolerables.

El informe citaba a un juez sin identificar que señala que “[…] Durante todo el proceso de investigación se cometen violaciones” y recomendaba la participación de las funcionarias de seguridad, pues se reducirían las posibilidades de cometer abusos.

Grupos internacionales de defensa de los Derechos Humanos se han quejado en varias ocasiones de la pervivencia de la tortura en las cárceles iraquíes, que se utiliza para arrancar confesiones a los detenidos, así como de la utilización de cárceles secretas.

El 8 de marzo de 2012 la periodista Serene Assir, miembro del Tribunal BRussells, describió con exactitud en Iraqi Women: Resilience Amid Horror cuál era la situación de las presas en general en el Iraq actual.

En la actualidad hay miles de mujeres en prisiones que están sujetas a la jurisdicción del Ministerio del Interior o del ejército, entrenado por EE UU y Reino Unido. Según la veterana activista iraquí Asma al-Haidari, otras se consumen “[…] En cárceles secretas, dirigidas por milicias fieles al primer ministro Nouri al-Maliki”.

El uso de la tortura y los abusos sexuales en las cárceles se ha convertido en una práctica sistemática en Iraq, según afirma al-Haidari, gracias al entrenamiento dirigido no solo por EEUU y Reino Unido, sino también por Israel e Irán.

Mientras están detenidas, muchas mujeres son violadas y acaban engendrando niños que jamás desearon. A algunas las violan en presencia de sus esposos e hijos con el fin de humillar a la familia y arrancar ‘confesiones’ a hombres sospechosos de oponerse a un gobierno criminal. En algunos casos, se detiene y encarcela a las mujeres, en lugar de a sus maridos.

La degradación de la secularidad en la sociedad iraquí bajo el peso de las milicias entrenadas y respaldadas por Irán también ha dado lugar a una nueva dinámica social en la que las mujeres pagan el precio más alto.

Cuesta trabajo imaginar cómo dar marcha atrás a las consecuencias de una década de opresión. Para empezar, el desmantelamiento de las instituciones del Estado en el año 2003 dejó sin trabajo a centenares de miles de mujeres. En un informe del año 2007 del Tribunal BRussells se estimaba que hasta el año 2003, el 72 por ciento de los trabajadores del sector público, incluidos maestros, eran mujeres.

A pesar del deterioro, muchas mujeres iraquíes han continuado adoptando un papel activo, incluso heroico. “[…] Las mujeres iraquíes han sido muy fuertes”, señalaba Zangana. Desde el año 2003, y sin dejar de aumentar desde febrero de 2011, las mujeres han ocupado la primera línea de las protestas en que se denunciaba la ocupación y el gobierno».

El quebrantamiento de los derechos de las mujeres, la tortura y la violación de las mujeres han llegado de manos de las tropas de ocupación estadounidenses. En junio de 2010, Muhammad Adham al-Hamd, Secretario general del Sindicato de Presos Políticos y Detenidos de Iraq, declaró que el gobierno de ocupación estadounidense en Iraq recurría a la violación, la tortura y el sadismo de forma sistemática contra las presas iraquíes en los campos de prisioneros de todo el país. Al-Hamd señalaba que los gravísimos delitos cometidos contra las mujeres en los campos de prisioneros del Iraq ocupado contaban con el apoyo y la bendición del ejército estadounidense, para quien ese tipo de prácticas era un medio para ejercer presión psicológica sobre los hombres implicados en el movimiento de resistencia con el fin de minar su moral y su voluntad de lucha.

Muhammad Adham al-Hamd hizo estos comentarios en una declaración acerca de los informes que confirmaban la presencia de un gran número de mujeres en campos de prisioneros a cargo de los estadounidenses; mujeres detenidas exclusivamente para violarlas y abusar de ellas con el fin de presionar a sus maridos, hermanos, hijos o padres.

Los años de ocupación estadounidense y británica han afectado al tejido social de Iraq y han contribuido al grave deterioro de los derechos de las mujeres iraquíes. Como signatario de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR) y la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW), el gobierno de Iraq debería adoptar con urgencia las medidas necesarias para mejorar la igualdad de género y la situación de los derechos de las mujeres.

Se debe responsabilizar a Estados Unidos y Reino Unido de este deterioro, de la destrucción del tejido social iraquí y de todos los demás delitos contra la humanidad que han cometido contra el pueblo de Iraq.

Notas de IraqSolidaridad:

1.- Véase Las presas de la Cárcel de Mujeres de Bagdad: entre la sarna y las violaciones

Fuente: http://iraqsolidaridad.wordpress.com/2012/12/12/hombres-mujeres-y-ninos-sufren-tortura-y-violaciones-de-forma-rutinaria-en-las-prisiones-iraquies-los-culpables-impunes/

martes, diciembre 18, 2012

COMUNICADO: Victoria perfecta para avanzar al Socialismo Feminista


Desde el Colectivo Feminista Género con Clase saludamos esta victoria perfecta que ha logrado el Pueblo venezolano en las pasadas elecciones del 16 de diciembre, donde conquistamos 20 de las 23 Gobernaciones, y donde sin duda alguna le ratificamos nuestra lealtad al Compañero Presidente Hugo Chávez y nuestro compromiso con la Revolución Bolivariana.

En este nuevo escenario con el que vamos a arrancar el año 2013 hay transformaciones que son impostergables, y que garantizan el rumbo socialista y feminista que debe tener la revolución. En el caso de las mujeres, de las feministas socialistas, hacemos un llamado a nuestras Gobernadoras y Gobernadores socialistas para avanzar en:

- La creación de Casas de Abrigo y protección para mujeres en situación de violencia.
- La creación de las Oficinas Regionales de la Mujer donde se cuente con asesoría legal, psicológica, socio-productiva, que funjan como un mecanismo de articulación entre las mujeres organizadas y los ejecutivos regionales.
- Establecer un sistema regional de centros de cuidado infantil.
- Construir, acelerar y garantizar el funcionamiento de Maternidades públicas en cada Estado del país en correspondencia con su densidad poblacional.
- Garantizar en los centros de salud públicos, la creación de un área de prevención y atención para enfermedades propias de la mujer.
- Promover en los Consejos Comunales y las Comunas la creación de los Comités de Igualdad y Equidad de Género y su articulación con los gobiernos regionales y locales.
- Promover el financiamiento de medios comunitarios y alternativos que promueven la equidad de género y faciliten espacios de participación para las mujeres.
- Apoyar a nivel regional y local, las iniciativas de las mujeres tendientes a promover la unidad y participación de las mujeres a nivel nacional, regional, municipal y comunal.
- Implementar en los Estados un programa de educación sexual integral, que permita asumir una salud sexual responsable, así como la distribución masiva de métodos anticonceptivos con la periodicidad pertinente que garantice el ejercicio de los derechos sexuales de nuestras y nuestros ciudadanos.
- Promover un Modelo de Equidad de Género en cada Gobernación que tome en cuenta el presupuesto sensible al género aprobado a nivel ejecutivo y lo destine a la promoción de la participación política y socio-productiva de las mujeres y la sexo-género diversidad.

Finalmente, resaltamos la protagónica participación de las mujeres venezolanas y de todo el pueblo, en la conquista de estos espacios necesarios para consolidar y profundizar la revolución socialista y feminista.

Valencia, 18 de diciembre de 2012

domingo, diciembre 16, 2012

España: Mujeres libres: un precedente de feminismo combativo

Ana Villaverde

Periódico En lucha Con la proclamación de la II República, muchas mujeres empezaron a participar en la vida política y se afiliaron a partidos y sindicatos. Aunque las mujeres se organizaban también en las filas del comunismo o el socialismo, en este periodo fue en el anarquismo donde se dio un desarrollo teórico más avanzado en relación a la cuestión femenina. A diferencia de los primeros, los anarquistas entendían que la lucha por la liberación de la mujer no era una cuestión menor, que se resolvería después de la revolución. Sin embargo, aunque en el plano ideológico reconocían la importancia de luchar por la emancipación de la mujer, en la práctica se centraban mucho en la cuestión económica productiva, ignorando las cuestiones específicamente femeninas. Tampoco tenían en cuenta las dificultades que las mujeres se encontraban a la hora de organizarse políticamente, como el hecho de tener que aguantar comportamientos sexistas por parte de sus compañeros.

Estructura organitzativa

En este contexto, algunas mujeres anarquistas vieron la necesidad de crear una organización que estuviese formada exclusivamente por mujeres. En septiembre de 1936, cuatro meses después de la publicación de la revista que constituyó el punto de partida, se crea la organización Mujeres libres en Madrid. Aunque estaba vinculada ideológicamente al anarquismo y a la CNT, Mujeres libres era un colectivo autónomo, hecho que les supuso el rechazo por parte de otras organizaciones libertarias. En 1938, solicitaron ser reconocidas como una sección autónoma del movimiento libertario, petición que fue denegada por los portavoces. Argumentaban que el hecho de que fuese una organización exclusivamente de mujeres era un elemento de desunión para el movimiento. Sin embargo, las integrantes de Mujeres libres no entendían su autonomía como una forma de romper la unidad. Como plantean ellas mismas en varios artículos, no se trataba de una lucha contra los hombres, sino de buscar la mejor estructura organizativa para lograr que las mujeres participasen en la lucha por la transformación social en igualdad de condiciones que los hombres. Desde su perspectiva, la única forma de lograr la liberación de la mujer era por medio de una organización que tuviese en cuenta las experiencias particulares de las mujeres.

El objetivo de Mujeres libres era la emancipación de la clase trabajadora en su conjunto y de las mujeres trabajadoras en particular, las cuales entendían que se enfrentaban a una doble opresión: de clase y de género. Fueron auténticas rompedoras y pioneras en muchas reivindicaciones que aún hoy siguen vigentes. Hacían especial hincapié en la autonomía económica para las mujeres, lo que implicaba el derecho al trabajo (y no sólo para casos de emergencia), la igualdad de salario y el acceso a la educación superior. Para que esto pudiese ser posible, entendían que era imprescindible un reparto equitativo de las tareas domésticas, así como la creación de guarderías, comedores sociales y colonias para el cuidado de niños y niñas. Fueron las primeras en defender el derecho al aborto y la libertad sexual, además de promover la educación sexual y cuestionar el modelo de familia tradicional. También luchaban por que se reconociese la voluntad de las mujeres y se respetase su derecho a decidir.

El 18 de julio de 1936 tiene lugar el golpe de estado y comienza la Guerra Civil. La resistencia al levantamiento fascista les supone una oportunidad para crecer y convertirse en la organización de mujeres libertarias más importante de la historia. Llegó a contar con alrededor de 20.000 afiliadas y 153 agrupaciones.

Durante la guerra, defendieron el derecho de las mujeres a luchar en el frente, aunque tuvieron que abandonarlo cuando el ejército republicano militarizó las milicias y ordenó a las mujeres a irse a la retaguardia. También abrieron el debate sobre la prostitución. Interpelaban a sus compañeros para que dejasen de promover la prostitución en el frente e incluso llegaron a crear un programa para facilitar a las prostitutas que pudiesen dejar su oficio si así lo deseaban.

La experiencia de Mujeres libres constituye un antecedente clave para la lucha de las mujeres. Su atención a los problemas específicos de las mujeres trabajadoras, relacionados con el ámbito privado y su batalla política por la incorporación de las cuestiones de género a la lucha general por la transformación social, las convierte en un precedente extraordinario para el desarrollo posterior de un feminismo de clase y combativo.

Ana Villaverde es militante de En lucha / En lluita

Fuente: http://www.enlucha.org/site/?q=node/18003

viernes, diciembre 14, 2012

Entrevista a Lakshmi Puri, directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres

Julia Kallas

IPS Unos 125 países penalizan actualmente la violencia doméstica, un gran avance respecto de hace una década. Sin embargo, 603 millones de mujeres viven en países donde esta práctica no es delito, y siete de cada 10 sufren agresiones físicas y sexuales, o ambas.

Una de las organizaciones dedicadas a proteger a la población femenina mundial desde hace dos años es ONU Mujeres, Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres.

La directora ejecutiva adjunta de la organización, Lakshmi Puri, conversó con IPS sobre los logros, desafíos y el futuro de la agencia.

"ONU Mujeres es hoy una organización coherente y unificada que logró resultados concretos que van desde elevar la voz femenina en la toma de decisiones a escala comunitaria hasta impulsar e influir en los procesos nacionales e internacionales de planificación", dijo Puri a IPS.

Pero, como indican las estadísticas, queda mucho por hacer para que las mujeres puedan gozar plenamente de sus derechos.

IPS: ONU Mujeres cumple dos años en enero. ¿Cuáles son los aspectos más destacados desde su creación?

LAKSHMI PURI: La agencia puso mucho énfasis en el aumento de la participación de las mujeres en política. Ellas deben opinar en la toma de decisiones que afectan sus vidas y las de sus comunidades.

Nuestros esfuerzos en 14 naciones contribuyeron en forma directa al aumento de la cantidad de mujeres en cargos electivos en cinco de ellas. Y en un año, el número de países que tienen por lo menos 30 por ciento de legisladoras aumentó de 27 a 33.

También alentamos la representación femenina a escala local. En India, por ejemplo, ONU Mujeres capacita a 65.000 mujeres elegidas a consejos de aldea para transformarlas en dirigentes más efectivas.

Para mejorar la participación femenina en la construcción de la paz y en la recuperación posconflicto, ONU Mujeres logró un acuerdo para destinar por lo menos 15 por ciento de los fondos de las misiones de paz a programas de equidad de género.

Otra área clave de trabajo de la agencia es el empoderamiento económico.

La seguridad económica les da independencia para tomar decisiones informadas sobre ellas mismas y sus familias. Nuestras intervenciones tratan de mejorar la capacidad de los gobiernos para impulsar el acceso de las mujeres a valores, mercados, servicios y trabajo decente.

Poner fin a la violencia contra las mujeres sigue siendo la mayor prioridad. Es un flagelo de proporciones pandémicas, que afecta a 70 por ciento de las mujeres y las niñas. ONU Mujeres trabaja en 85 países, primero para evitarla y luego para terminar con la impunidad y ampliar los servicios esenciales para las sobrevivientes.

La equidad de género y el empoderamiento femenino son desafíos universales y requieren la acción de todos. Sabemos que nos queda un largo trecho por delante, pero vamos por buen camino. Trabajamos en todos los países para llevar adelante nuestro mandato universal y hacemos avances constantes.

IPS: ¿Cuáles son los mayores desafíos para la agencia, y para las mujeres en general, para el año próximo y los siguientes?

LP: Quedan muchas brechas obvias en la protección de los derechos humanos de las mujeres y en la mejora legítima de su papel en el desarrollo, la paz y la seguridad. En 2012, nuestras prioridades fueron renovar el impulso al empoderamiento económico y la participación política.

En los próximos meses, nos concentraremos en poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. En marzo, el tema de la Comisión sobre el Estatus de las Mujeres será atender este problema. Hay grandes expectativas de que los gobiernos fortalezcan los marcos internacionales para ese fin.

En ese contexto, ONU Mujeres lanzó COMMIT, una iniciativa que impulsa a los gobiernos a implementar acuerdos internacionales para poner fin a la violencia contra las mujeres y comprometerse a nuevas medidas concretas para lograrlo.

Otro desafío es la búsqueda de fondos. Las mujeres siguen siendo la mayoría de las personas pobres. Sufren el impacto directo e indirecto de la crisis económica y financiera, al igual que ONU Mujeres y otras organizaciones femeninas del mundo. Necesitamos que los donantes prioricen la equidad de género y el empoderamiento femenino.

Además de ser lo correcto, es lo más inteligente que se puede hacer, pues la evidencia muestra que invertir en el empoderamiento de las mujeres tiene un impacto exponencial en el desarrollo social y económico.

IPS: A medida que economías emergentes como los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) aumentan su influencia política y económica, ¿en qué medida los derechos femeninos acompasan el desarrollo?

LP: Algunos países mostraron un profundo compromiso con la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres, y adoptaron medidas y políticas especiales para rectificar la pobreza profundamente arraigada, las costumbres, tendencias culturales y tradicionales y los estereotipos de género.

Pero hemos visto que el crecimiento económico no necesariamente se traduce en una mayor equidad de género. En los países de medianos ingresos, incluidos los del BRIC, quedan muchas personas pobres. Una mayoría desproporcionadamente grande de ellas son mujeres. Por ello, los gobiernos siguen atendiendo este asunto en forma activa.

IPS: ¿Cuáles son sus expectativas para lograr una perspectiva de género integral para el marco de desarrollo posterior a 2015 y para los objetivos de desarrollo sostenible que se están negociando?

LP: Necesitamos una agenda de desarrollo verdaderamente transformadora que pueda ser motor de cambio en temas sistemáticos y causas estructurales de discriminación, como las desiguales relaciones de poder, la exclusión social y las múltiples formas que hay de discriminación.

El marco de desarrollo deberá concentrarse en los derechos de las mujeres, en la eliminación de la violencia de género, en la promoción del derecho a la salud sexual y reproductiva, en el acceso a la infraestructura esencial y a los servicios y en el empoderamiento económico y político, todo en un contexto más amplio de erradicación de la pobreza.

También debe reconocer que la inequidad de género es la madre de las desigualdades. Todavía no se sabe qué formato tendrá el marco de desarrollo después de 2015 pero, en cualquier caso, ONU Mujeres aboga por un mayor hincapié en la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres.

Si queremos dar vuelta la página en términos de un modelo y marco de desarrollo más sostenible, equitativo y centrado en la gente, debemos empoderar y aprovechar plenamente el talento y el potencial de la mitad de la humanidad.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=102078

jueves, diciembre 13, 2012

El aporte del feminismo a los cambios en América Latina

COMUNICAR IGUALDAD- Acaba de ser publicado por Grupos de Trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) el texto Feminismo y cambio social en América Latina y el Caribe. Coordinado por Alba Carosio, cuenta con ensayos de Magdalena Valdivieso, Alicia Girón, Norma Vasallo Barrueta, Montserrat Sagot, Alba Carosio, María Luisa González Marín, Patricia Rodríguez López, Alejandra Arroyo, Silvia Berger, Raquel Irene Drovetta, María Chaves y Eugenia Correa. A continuación reproducimos la primera parte de la Presentación de Alba Carosio.

Transcurridos ya 10 años del Siglo XXI, las luchas por la igualdad, la libertad y la justicia tienen en América Latina y el Caribe un espacio diverso y vibrante de prácticas, resistencias, luchas, reflexiones y propuestas contrahegemónicas y antineoliberales, con variadas situaciones y coyunturas de transformación radical y construcción de alternativas. De maneras y en etapas diferentes, los países en la región están mirando hacia sus condiciones históricas, sus capacidades y la viabilidad de construcción de sociedades más justas, objetivos en los que la integración tiene un papel fundamental. Sin embargo, también en la región, hay importantes y fundamentales regresiones en curso y renovados peligros.

En este contexto de luchas por transformaciones regionales, y también globales, estamos frente a la gestación de nuevos marcos de sentido, se han abierto una diversidad de espacios transformadores y múltiples voces de sujetas y sujetos emergentes dialogan y alimentan las nuevas o renovadas formas de interrogar la realidad, de aportar saberes y opciones, de mostrar lo antes invisible, y de construir una igualdad más profunda y abarcante. Entre ellos el feminismo como teoría, praxis y proyecto ético político que reivindica la diferencia y la igualdad de la mitad de la humanidad, ha venido pensando desde una periferia cotidiana, común y naturalizada, y ha venido aportando análisis desveladores de la invisible discriminación y opresión sexual, junto con potencia subversiva, utopías radicales y propuestas emancipatorias.

Hay una vitalidad feminista renovada que no deja de protagonizar luchas por la profundización de la igualdad y la emancipación. En el contexto del pensamiento antihegemónico, el pensamiento feminista ha producido una teoría crítica que demuestra que los rostros de la dominación son múltiples, y por lo tanto deben ser diversas las formas y los agentes de resistencia a ellos. Sacar a la luz la experiencia de las mujeres, sus aportes y su estar en el mundo, es por sí mismo un proceso constructor y ampliador de la emancipación. La histórica discriminación-opresión-explotación de las mujeres como conjunto subalterno, cruza de manera percibida como natural todas las formas de dominación. Por este motivo, la opresión de género es naturalizada incluso dentro de movimientos y pensamientos emancipatorios. Mientras que los discursos de legitimación de la desigualdad de clase o de raza suelen ser rápidamente detectados y neutralizados por la crítica, los discursos de legitimación de la desigualdad entre los sexos pasan todavía, por lo común, desapercibidos y continúan, por lo tanto, activos.

Nuestra América es territorio de expresión de feminismos antihegemónicos –como muestra Francesca Gargallo– y anticoloniales, a partir de las vivencias de femineidades en resistencia, las que siempre acompañaron las luchas por la liberación latinoamericana y los movimientos políticos. Sin embargo, las necesidades y propuestas feministas son poco comprendidas y frecuentemente postergadas, y aún hoy impugnadas por relatos utópicos que dejan intacto el patriarcado, y se niegan a comprender su articulación vital con el capitalismo, el racismo y el imperialismo. El feminismo es un pensamiento crítico, contrahegemónico y contracultural, que se plantea desmontar la opresión y explotación patriarcal, fundada en el contrato sexual que da base al contrato social.

La sociedad organizada a partir del contrato social se articula en dos esferas, pero sólo la esfera pública –a diferencia de la esfera doméstica– es designada como históricamente relevante. En el sustrato social sumergido e invisibilizado, el contrato sexual define las relaciones entre mujeres y hombres, legitima la diferencia como desigualdad con el ejercicio cotidiano de derechos y deberes, establece la pertenencia de las mujeres al espacio doméstico jerárquicamente subordinado, despreciándolo e instaurando plusvalía sexual, es decir, el patriarcado. A partir del desvelamiento de la construcción social de las identidades sexuadas, el feminismo elabora una teoría de las relaciones de poder entre los sexos y con una voluntad ética y política de denuncia de las deformaciones conceptuales de un discurso hegemónico basado en la exclusión e inferiorización de la mitad de la especie humana. Pero también, y cada vez más, el feminismo contemporáneo, profundiza la reflexión desde lo concreto, y desde la específica subordinación de mujeres latinoamericanas –pobres, negras, indígenas–, como categoría política que articula memorias historias y siglos de subordinación y también de luchas y propuestas, reconociendo que las mujeres no son un grupo homogéneo, por el contrario, emergen testimonios y movimientos de mujeres que parten de la pertenencia étnica, de la pertenencia de clase, geográfica, etc., y que implican el reconocimiento de la complejidad del sujeto colectivo feminista que aporta visiones nuevas y contrarias al simple marco liberal de derechos.

La gran transformación neoliberal, acaecida durante más de treinta años, impulsó una transición vertiginosa donde las mujeres pasaron rápidamente al mercado laboral y a la vida pública como estrategia para la supervivencia económica. La incorporación femenina en todas las tareas cobró fuerza en las últimas décadas, en América Latina y el Caribe obligada por el aumento de la pobreza y las consiguientes fracturaciones familiares. En América Latina, un tercio de los hogares tiene jefatura femenina, y durante la década de los noventa en algunos países estos hogares aumentaron hasta un 50%. El índice de feminidad en la pobreza ha aumentado de 107 a 119 mujeres por cada 100 hombres en hogares pobres, entre 1990 y 2006 (Fuente: CEPAL,
2009). En términos de pobreza, a la década perdida de los ochenta le siguieron unos difíciles noventa y un nuevo siglo con logros. En el proceso de la crisis las desigualdades entre hombres y mujeres, agudizadas por el modelo neoliberal, afloraron con mayor intensidad. Antes de este momento de agudización, el feminismo como pensamiento ético, político, social y económico había venido haciendo importantes contribuciones a la crítica de este modelo. Especialmente explicando las consecuencias de la elevada concentración e inequidad presente en éste, además ha venido debatiendo y proponiendo ideas para la construcción de alternativas para otro mundo posible.

En el actual momento de América Latina, no solamente hay críticas y luchas, hay también un cambio histórico en curso. Como sucede en épocas de cambios paradigmáticos, generalmente la práctica se adelanta a la teoría. Hay nuevas dinámicas de participación política que las mujeres están impulsando desde ellas mismas, junto con otros/as sujetos de acción transformadora, en confluencia y en disputa por alimentar una perspectiva de emancipación. Los feminismos latinoamericanos han venido actuando con una peculiar combinación de lucha política, movilización callejera, subversiones culturales, negociación y presión hacia los poderes oficiales, diálogos interculturales, junto con una reflexión permanente sobre los avances y las contradicciones de sus prácticas. Las profundas transformaciones sociales y políticas en América Latina han ido de la mano del pensamiento feminista que se han forjado a través de las luchas sociales y de las grandes desigualdades entre hombres y mujeres.

Si la igualdad comienza a ser un horizonte posible en América Latina y el Caribe es porque cuenta con la presencia de sujetos colectivos con capacidad de resistencia y autonomía para definir sus prioridades y proyectos emancipatorios. Las voces de todas las mujeres, indígenas, negras, blancas, rurales, urbanas, trabajadoras domésticas, discapacitadas, jóvenes, viejas, migrantes, lesbianas, transexuales son imprescindibles para repensar y demandar la igualdad, la justicia social y la democracia. El feminismo en América Latina y el Caribe se piensa y repiensa a sí mismo junto con la necesidad de construir una práctica política que tenga en cuenta, la imbricación de los sistemas de dominación como el sexismo, racismo, heterosexismo y el capitalismo, en diálogo con prácticas antisistémicas, y en corresponsabilidad por la prefiguración de alternativas más justas. Las opresiones percibidas y nombradas por el feminismo latinoamericano son materia prima para propuestas audaces que enriquecen miradas y subvierten la fragmentación social, la mercantilización, la desintegración de la vida y el patrimonialismo heredado del neoliberalismo que pervive incluso en el interior de las dinámicas y procesos de cambio. Una ética feminista de la convivencia busca superar el modelo procesal y jurídico de las relaciones humanas,porque carece de la solidaridad y de la profundidad necesaria para humanizar la sociedad. Esta línea ética lleva a posiciones políticas que conducen a transformaciones reales de la cotidianeidad.

Se trata de pensar el feminismo en relación con los cambios en América Latina y el Caribe, a través de la complejidad y entrecruzamiento de las múltiples y diversas dominaciones y propuestas emancipatorias en relación con la coyuntura de la región. La hipótesis es que el feminismo como pensamiento crítico, utopía ético política y movimiento social ofrece importantes contribuciones a los procesos de cambio en América Latina y el Caribe y a la generación de propuestas y alternativas emancipadoras.

Argentina: “No es lo mismo generar políticas sobre nosotras que con nosotras”


COMUNICAR IGUALDAD- Las legisladoras Maria Elena Naddeo, María José Lubertino y Laura González Tuñón; la integrante del Programa Las Víctimas contra las Violencias Carola Saricas y las activistas Graciela Collantes, de la Asociación de Mujeres Argentina por los Derechos Humanos (AMMAR Capital); Lohana Berkins, de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT); Elena Reynaga, de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina en Acción por Nuestros Derechos (AMMAR Nacional); Marcela Romero, de la Asociación Travestis, Transexuales, Transgénero de la Argentina (ATTTA); y Claudia Brizuela, de la Secretaría de Género de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), debatieron sobre políticas públicas sobre prostitución en el marco de las distintas posiciones que cada una tiene en relación al debate abolicionismo-reglamentación (ver Trabajadoras sexuales- víctimas de explotación sexual: el intento de lograr un consenso).

“Este es un camino complejo con profundos debates –señaló en la apertura de las jornadas Bettina Castorino, secretaria de Derechos Humanos de la Defensoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y anfitriona del evento-. Estas discusiones en algunos casos impiden o traban la adopción de medidas concretas por parte del Estado. Por eso hicimos estas jornadas, para encontrar un camino de medidas positivas. Queremos poder pensar desde la Defensa Pública acciones no penales, que podamos hacer un aporte en estas luchas que no sea solo reactiva, interpelando al Poder Ejecutivo si hace falta reclamar una política.”

La legisladora del Frente Progresista y Popular María Elena Naddeo señaló que la prostitución “es uno de los grandes temas que tenemos pendientes en la sociedad contemporánea. Avanzamos fuertemente en el paradigma de derechos humanos pero hay temas que siguen estando fuera de la discusión y con cierta resignación y naturalización. Nuestro país suscribió hace muchos años la Convención de 1949 con lo cual se inscribió normativamente dentro del abolicionismo. Luego en Beijing se fue orientando la discusión a que la explotación sexual es una de las formas de violencia de género, que expresa subordinación entre los géneros. Todos los indicadores e investigaciones muestran que le ejercicio de la prostitución genera múltiples traumatismos en la vida de las personas que ejercen esa actividad. Y al ponerlo en el marco de la subordinación de genero, están en una situación de riesgo y vulneración de derechos mucho mas potente que cualquier otro grupo de trabajadores”.

Luego agregó en relación al caso de Marita Verón: “En los últimos años la discusión sobre trata ocultó el debate sobre explotación sexual. Ahora vuelve a instalarse en la agenda porque es parte de la realidad, porque cada vez que se allana un prostíbulo aparecen mujeres esclavizadas. El caso de Marita Verón es muy paradigmático. Al avanzar la lucha contra las redes aparece la mirada prohibicionista con mucha fuerza porque hay que clausurar esos lugares, pero no aparece con la misma fuerza la cuestión de fondo que es la generación de políticas de inclusión laboral y trabajo genuino para las personas que quieran salir de la situación de prostitución”.

“En la invitación a estas jornadas se habla de políticas públicas y prostitución, eso para muchas es trabajo sexual –dijo en su intervención la legisladora del Frente Amplio Progresista Laura González Tuñón-: un trabajo que no eligieron, al que llegaron por años de exclusiones, falta de condiciones y de derechos. Debemos preguntarnos cómo hacer para promover derechos en lugar de prohibir. Es muy difícil que se deje de optar por el trabajo sexual si no hay condiciones dignas de trabajo en la sociedad.”

Las protagonistas

Luego de la primera mesa de legisladoras y funcionarias llegó el turno a las protagonistas. “Nosotras hicimos en el 2007 una investigación sobre la situación de la comunidad trans en Argentina y vimos que el 99,99% de nuestras compañeras ejercen el trabajo sexual o la prostitución, que es algo impuesto por el Estado y la sociedad para nosotras –dijo Marcela Romero, de la Asociación Travestis, Transexuales, Transgénero de la Argentina (ATTTA)-. Hay un 20% de personas trans que sí son trabajadoras sexuales, pero el restante 80% no, lo asumen como algo necesario para subsistir porque no tenemos otros espacios laborales para integrarnos. La responsabilidad de por qué una llega a muchas situaciones el del Estado.”

“Nuestro objetivo es centrar la discusión en las políticas públicas ausentes, al margen de cómo nos llamen o nos quieran llamar –dijo Graciela Collantes, de la Asociación de Mujeres Argentina por los Derechos Humanos (AMMAR Capital), organización identificada con el abolicionismo-. Porque sino le hacemos el juego al Estado: ‘sigan discutiendo las putas mientras nosotros nos hacemos los pelotudos’. Cuando sale un patrullero a hacer un acta contravencional en la Ciudad de Buenos Aires no nos preguntan si somos trabajadoras sexuales o mujeres en situación de prostitución, en cambio las políticas integrantes van a ser para todas.”

“Yo no vendo el cuerpo, vendo fantasías sexuales –dijo a su vez Elena Reynaga, rechazando la forma de calificarla de algunas de las personas presentes; Reynada es la cara más visible de de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina en Acción por Nuestros Derechos (AMMAR Nacional) que lidera en Argentina la posición reglamentarista -. Un país en el que la gente no pague por sexo es una utopía. Pero hoy hay compañeras trabajadoras sexuales que formaron cooperativas de trabajo: que pagan ellas del departamento a fin de mes y no hay nadie que se lleve un porcentaje de su trabajo. Y esas compañeras están siendo acosadas por inspectores del Gobierno de la Ciudad, porque a partir de organizarse dejaron de pagarle a la policía y al gobierno de la ciudad. Y hoy hay que darles una respuesta ellas, no mañana.”

“Yo creo que desde las diferentes organizaciones ya estamos capacitadas para sentarnos y debatir –concluyó Lohana Berkins, de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT)-. Si fuera un trabajo ¿cuáles serían las modalidades de funcionamiento de ese trabajo? A mi me interpela esta pregunta. También querría discutir cómo la justicia construye a la víctima; lo hace desde un relato desgarrador, como testimoniante, y ahí cotiza más la construcción de la víctima mujer. Por otra parte, el 98% de nuestra comunidad se prostituye, pero la mayoría de las mujeres pobres no se prostituyen. Entonces no generemos el fenotipo de personas que se prostituyen. Nosotras queremos discutir políticas públicas para nuestro sector, no queremos ser solo testimoniantes. No es lo mismos generar políticas sobre nosotras que con nosotras.”